ÉRASE UNA VEZ...
Autores:
Ainara Martínez y Alejandro Martín. Título: Objetivos gemelos.
Lugar: Galería Arrabal&Cía. Fecha: Hasta el 14 noviembre.
Sumida en el mundo de Hipnos navega la
artista, chocando atropelladamente con imágenes de origen distinto,
que se engarzan entre sí para organizar una secuencia onírica que
descubre su realidad sentimental. Elevada en la etereidad de los
sueños vislumbra borrosos paisajes deseados, inmersos en un mundo de
frontera, paraíso buscado, dislocado el yo cuando libera su ser de
la materialidad inerte. Descubre palacios perdidos de Oriente,
hermosos y olvidados en su discurrir, encontrando más tarde aquello
que le da sentido a su vida, el amor que la sustenta. Se recrea en
él, en su esencia y pasado, apareciendo, al pensar en la niñez de
su pareja, la infancia en el seno de la vida, que se solapa con la
imagen de su madre, bajo la máscara de los años. El tiempo, y la
fugacidad de las cosas, aparece oculto tras el transcurrir de la
existencia, cuyas sombras son vencidas por el resplandor de la
esperanza. Surge de nuevo el presente, la imagen de su pareja objeto
de la pasión que la envuelve, mundo íntimo feliz. De nuevo toma
asiento la figura de la madre, recuerdo de los detalles que llamaron
la atención de la autora en un momento determinado, para perderse en
visiones inconexas. Así relatan en imágenes, Ainara Martínez y
Alejandro Martín, un sueño permanente, ráfaga brillante que surge
liviana, recuperada por los autores en fotogramas obtenidos en el
tiempo, aunados por aquellos que dan forma y principio al relato
ensoñado. La luz imprime su huella en cada secuencia de la película,
seduciendo al negro para que perezca ante su esplendor. La Dama
Blanca conquista al Caballero Negro, luz y ausencia, que distribuida
en intensidades varias captura la fuerza de la imagen.
Ainara Martínez y Alejandro Martín
huyen de la perfecta técnica digital, fría y autónoma, proponiendo
el uso de instrumentos que actúan según su intuición estética,
dejando su huella en cada instantánea trabajada, que malea y doma la
imagen para ordenarla en una lógica de emociones evocadas. El
montaje propuesto es sencillo, en cuanto al número de elementos que
lo conforma, inteligente por la instalación conseguida, describiendo
muy bien la intención de los artistas, pues comunica las pasiones
subyacentes en las piezas, y permite el desarrollo de múltiples
historias según el observador, girando siempre sobre los sueños que
reflejan sus sentimientos. Definen limpiamente el concepto que da
vida a su obra. Esta exposición es producto del trabajo,
planificación, habilidad técnica, y mirada sensible de ambos
creadores plásticos.
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