El pueblo gira entorno a la iglesia,
es el eje que rige todo su flujo de vida. Al entrar a Cantoria su
presencia pasa desapercibida, mas al pasar la plaza, hacia el Paseo,
aparece inmensa, con poderoso porte que anonada la mirada. Surge como
un deseo de persistencia de la voluntad en sus habitantes, cuyas
vivencias, tristezas y alegrías, van quedando impregnadas en sus
piedras. Al contemplar su exterior aparece austera, desnuda, recia,
perenne en el tiempo, ella siempre está, las vidas se consumen y
pasan. Su interior es diáfano, pleno de luz, en perpetua recitación
de salmos eternos, cifrados en el diseño de su plano. En ese espacio
interior el vacío lo llena todo, en sus dimensiones organizadas como
universo protector, punto de inicio para la elevación hacia el
infinito.
Edificio neoclásico, construido como
expresión de sueños de grandeza, resultando una mole majestuosa,
que quería ascender hacia el cielo, escapar del entorno reseco,
donde la luz fluye libremente sin ningún obstáculo verde, sólo
tierra, recortada y dura, depositaria de la huella de los que allí
habitaron, que permanecen en la impronta espiritual que en ella
dejaron, mostrándose en cada una de las formas que están presentes.
La Iglesia construida es el símbolo de la montaña mágica, que
conecta con el mundo paralelo, perfecto y extraordinario, reflejo del
existente en la Tierra, pero sin las ataduras contingentes que
impiden se muestre la realidad auténtica a nuestras miradas.
En su interior el espacio libre lo es
todo, coronándose graciosamente el edificio de forma etérea,
penetrando la luz bajo su cúpula, signo de la Revelación y Gloria,
grandiosidad arquitectónica que quiere ser imagen del Cielo.
Con un amplio altar mayor al fondo,
configura el templo un universo mágico, de recogimiento y unión
espiritual de todos sus habitantes.
Sus dos torres se alzan orgullosas, en
dialogo intemporal con la Ermita y la Piedra del Lugar Viejo.
Siluetas que avisan en el horizonte de la presencia del pueblo, como
también sobre la hazaña de sus habitantes.
La iglesia de Cantoria sigue mirando
los tiempos, es pasado, presente y futuro, todo se resume en ella. Es
permanencia, recuerdo y tradición, expresión del genio del lugar.
Construcción pétrea, eterna
propuesta para perdurar en el tiempo. Comunión de cielo y tierra,
espacio de sosiego, unión de la Comunidad, corazón del pueblo,
deseo de triunfo temporal, así es la Iglesia de Cantoria.
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