domingo, 5 de mayo de 2024

LA BELLAZA Y EL CAOS SEGÚN JAVIER ALGARRA

 


DIES IRAE


¡Será un día de ira, aquel día
en que el mundo se reduzca a cenizas,
como predijeron David y la Sibila!

(Primera estrofa del himno Dies Irae)

En la Residencia Universitaria “Corrala de Santiago” de Granada, se ofrece, con el título «Matte Painting – El instinto del caos» una exposición de fotografías transformadas en composiciones artísticas, gracias al dominio estético, y maestría técnica en su oficio, de Javier Algarra, fotógrafo con amplio recorrido en publicaciones y vida profesional.
Esta exposición sorprende por la imagen estética mostrada, ya que convierte la fotografía en auténtica expresión pictórica, sustituyendo la habilidad del pincel por la técnica digital, dominio de este instrumento en el ejercicio común de la expresión plástica. El final de todo proceso creativo culmina con la obra concluida, siendo ésta quien responde al significado artístico de su creación. En ella, si es de verdad una obra de arte, el equilibrio armónico sienta su presencia, apareciendo como espacio en el que se columpia la mirada, en ese suave vaivén de la imagen seductora, del momento del encuentro con el resquicio de la nada, vacío temporal que salva de la realidad continua, descubriendo el destello que capta la visión, atrapando el entendimiento.
Javier Algarra ofrece un trabajo de sólida estructuración plástica, de largo trayecto en su elaboración, y amplitud de registros cromáticos, conjuntados en capas aéreas algunas veces, depositados con rotundidad en otras, consiguiendo piezas que abarcan universos en su interior, composiciones visuales que a su vez comprenden infinidad de historias y sugerencias, encuentros con la irrealidad y fantasía, asombro y escape para la imaginación. Surge desasosiego en el observador tras la impresión primera de su obra, la cual no camina sola, sino acompañada del halo sensitivo de una belleza extraña, la que aparece en el ocaso, en la extinción temporal de la mirada.
Constituye la propuesta de Javier Algarra una reflexión metafísica sobre la fugacidad de la vida, la inconsistencia de su permanencia, el triunfo de la Naturaleza. Hay piezas de gran belleza e impacto contemplativo, portadoras de una acertada combinación cromática, buen gusto en la estructuración de los elementos que incorpora, inteligencia en el relato desarrollado y, sobre todo, lírica reflejada en su contenido. El caos del final es grandilocuente, como el atardecer en su esplendor, preludio del fracaso de la luz.
Javier Algarra ha conseguido crear una magnifica propuesta visual, la cual estará abierta al público hasta el 31 de mayo.



sábado, 4 de mayo de 2024

EXPOSICIÓN DE ANTONIO BELMONTE EN SANTA FE, GRANADA

 


CAMINO DE PERFECCIÓN


Es una obra singular, de poderosa dicción pictórica y originalidad estética. Presenta Antonio Belmonte, Huelva 1955, en el Instituto de América de Santa Fe, un conjunto de piezas en la que recorre el itinerario de su creación artística, entre 1974 y 2024, con el título “Camino de perfección”.
Reúne óleos y esculturas, organizando con su obra un espacio envolvente, transformado en campo de vivencias oníricas, en el que se observa el universo de fantasía y fatalidad que acompaña la existencia del ser humano.
Son sus primeras piezas pictóricas imágenes de un mundo expresado con intensidad pasional, en el que propone paisajes imposibles, construcciones que descansan en la magia, seres perdidos enfrentados a sus deseos y destinos azarosos. En sus inicios una obra valiente, sin complejos, auténtica, en el que el pintor, sobre atmósferas surgidas de la abstracción, construye sus realidades imaginarias, reflejo del sentimiento de un presente turbulento, visto con emoción descarnada. Es también un camino de evasión hacia escenas liberadoras de la rutina material, evocación espiritual de la existencia de otras posibilidades de la consciencia.
Sin abandonar el hilo argumental de la estética que rige su producción plástica, avanza Antonio Belmonte en la exploración del color, incorporando piezas de perfecta limpieza visual, en el que propone escenas de figuración con aromas de ilustración, frescas composiciones de alto impacto en su contemplación, equilibradas, que reflejan el tiempo de incomunicación, soledad, incomprensión, percibido muy bien en la impregnación psicológica que el artista logra dotar a sus personajes. Mas prosigue en la disolución de las formas, en la expresión rotunda del color, a través del cual relata la pasión desatada del momento, ahondando en la abstracción plástica. En muchas de sus obras se conjugan alegrías y tristezas, según sea el tono ofrecido en cada tramo del cuadro, esplendores y oscuridades, ligerezas y densidades, siendo las gamas excelentemente conjuntadas por el pintor, para conseguir exponer el universo sensitivo contenido en su obra. Los individuos, si aparecen, son meros elementos a punto de ser devorados por el entorno circundante.
Completa esta propuesta un conjunto de esculturas de gran expresividad, donde personaliza a los protagonistas de sus cuadros, inmersos en sus circunstancias, aquellas que les impiden salir del pozo material en el cual están sumidos.
Antonio Belmonte es un artista de gran sinceridad plástica, auténtico y personal, que logra elaborar una obra de importante significado estético.

































miércoles, 1 de mayo de 2024

EXPONE JAVIER GONZÁLEZ ALCANTUD EN CASA ZAFRA, GRANADA

 



PARAISO FLOTANTE EN LA SIESTA DEL PASADO



Autor: Javier González Alcantud. Título: El Paraiso perdido. Lugar: Casa Zafra. Fecha: Hasta el 26 de mayo.


El pintor descansa la mirada en la esencia de la imagen, como apunte que resume la realidad sensitiva que la sostiene. Javier González Alcantud salva el dibujo preciso para centrarse en los trazos que perfilan sus formas, aquellas que se quedan en la retina de la memoria, apareciendo recatadas del fondo del olvido. Se recrea el artista en los espacios íntimos de los jardines, reducto doméstico en el que se quiere reflejar la Naturaleza idealizada de un tiempo feliz. Es el Edén, escenario de fantasías para los románticos, entorno silencioso, íntimo, donde el tiempo se serena, de senderos retorcidos, o se pierden en su rectitud, con claros y espesuras umbrosas, lugar de recogimiento, reflexión y descanso placentero.
El ritmo de los tiempos actuales rompe ese ambiente, convirtiéndolo en un recinto racionalizado, sin la magia del auténtico jardín verdadero.
El artista recoge en sus piezas reflexiones ante el tiempo pasado, las formas de vida ignorante de la aceleración actual de la existencia, ajena al diálogo tranquilo, añadiendo, en algunas, anotaciones, pensamientos surgidos en el momento de su rememoración. Acompaña la exposición textos poéticos, que imprimen intensidad en el eco lírico latente en sus composiciones.
El pintor descubre en sus trazos la proyección de la imagen reflejada en el papel, línea tras línea, imprimiéndolas con rotundidad, energía surgida de la impaciente espera de la escena oculta tras el blanco. En ella descubre el ideal romántico, contenido en los relatos de los viajeros del diecinueve, cuando Granada constituía un paraíso por descubrir, ciudad alejada aún de la modernidad, flotante en la siesta del pasado.
Las impresiones depositadas en las emociones de los visitantes foráneos, son rescatadas de sus textos, para ser traducidas en los esbozos convertidos en expresiones plásticas concluidas, pues en el entramado del dibujo impreso descansan las sensaciones de los días ajenos al dictado de las horas, estancia parada, igual que ayer y mañana, visión congelada de la vida rodeada de duendes y fantasías ancestrales.
Javier González Albantud persigue el rastro del recuerdo, intentando reconstruir aquella realidad, mas la memoria muestra las ruinas del olvido. La recrea en sus piezas, expresadas con el poderoso rastro del carboncillo, elaboradas en el arrebato del momento de su creación.
Consigue el pintor un trabajo plástico certero en su significado, sin necesidad de profusión cromática, ni detalles dibujados, solo basta la impronta de la imagen, habilidad conseguida por este artista en su obra.









lunes, 29 de abril de 2024

OBRA DE LUIS VALLÉS EN LA GALERÍA ORFILA

 


INTERESANTE EFECTO ESTÉTICO


Autor: Luis Vallés. Lugar: Galería Orfila. Fecha: Hasta el 11 de mayo.

Es una experiencia estética basada en un profundo dominio técnico, en el que el artista incorpora materiales diferentes en la expresión plástica. Luis Vallés trabaja sobre cobre, bronce o plata, pintados con esmalte, cocidos a elevada temperatura.
Sus piezas incorporan paisajes o retratos, pero más que un ejercicio de representación de estilos figurativos sin conexión, basado en la habilidad de la técnica plástica utilizada, constituye ésta un medio para expresar con mayor intensidad el objeto último de su obra.
Luis Vallés se interna en los espacios de la realidad profunda, aquella que salva la cotidianidad de la costumbre, buscando en el paisaje, o retrato, un halo especial que de significado mágico a la imagen. En sus bosques indagan en la sustancia del silencio percibido, reflejado en el destello espeso intuido en su contemplación. Rincones supuestos umbrosos, en los que se presiente un pulso lírico en la mirada. El artista se interna en las honduras del misterio de la realidad, tras el descubrimiento de la estructura que la sostiene. En otras piezas elige como tema de la composición una sencilla hoja, o una flor,  elemento que pasa desapercibido, pero que en su concentración contiene resumida toda la fuerza encerrada en el ambiente. En los retratos quiere extraer la esencia guardada en la memoria, siendo la expresión del rostro quien resume vivencias y paisajes, impregnaciones que el sutil halo invisible, que define el ambiente, va depositando en el paseo de los días. Todas estas figuras descansan sobre un dibujo recio, definido, sin grandes complicaciones, pero transformado hacia una elaboración de gran sentido figurativo.
Es por lo que Luis Vallés conjunta técnica, estilo e intensidad del relato definido, en su propuesta artística, consiguiendo elaborar producciones de interesante efecto estético.











domingo, 28 de abril de 2024

PACO DE LA TORRE SE INSPIRA EN GUILLERMO LANGLE

 


LANGLE Y ALMERÍA


Autor: Paco de la Torre. Título: Langle Beach. Lugar: Sala Arte21. Fecha: Hasta el 5 de mayo.


Recorre Paco de la Torre la historia de la Almería moderna a través de su arquitectura. En otra ocasión, se internó en las noches alegres de la capital de los sesenta.
Ahora vuelve a la luminosidad de los edificios, recordando la personalidad del arquitecto municipal Guillermo Langle Rubio (1895-1981) reflejada en el diseño de sus proyectos. Este arquitecto dio a la ciudad almeriense el aspecto que define su fisonomía contemporánea, sacándola de una larga siesta secular, sólo sacudida por la modernidad de las grandes casa señoriales de los ricos hacendados del diecinueve, consiguiendo con su obra dar un impulso visual dinámico, mediterráneo, cosmopolita, en el reducido solar de la Almería provinciana de su época, infiriéndole una imagen de ciudad abierta, en constante diálogo con la luz, contraste rotundo entre la claridad y la umbría protectora, en consonancia con el ambiente tranquilo, sereno y silencioso, de los días iguales en los que no pasaba nada, y sin embargo, se iba empapando con la magia cinematográfica. Tras él quedó su obra, insertada en el alma profunda de la ciudad.
Paco de la Torre imprime un giro en el diseño de su producción en esta propuesta última, cambiando la curva sinuosa, aleatoria y libre, flotante en un cromatismo intenso, pastoso, de pasión arraigada profunda, en su recorrido por los tenebrosos laberintos de tentaciones reprimidas, hacia un escenario equilibrado, sujeto al orden geométrico de la razón, líneas y curvas definidas, sobre campos de color, sometidos a una luminosidad susurrante, acogedora, casi ajada, induciendo sensación de recuerdos pasados, tradición latente cuando se pasea por la ciudad.
Pero el pintor va más allá de la creación del genio del arquitecto, pues extrae de ella la idea de soledad, intimidad, libertad de los espacios interiores de los edificios. Convierte la expresión impresa de un estudio de arquitectura en evocación lírica, tranquila idea que transcurre, originando en la mirada del observador curiosidad y misterio, sugerencias múltiples que desarrollan historias propias, intimidades y dramas, felicidades y momentos gozosos, siempre bajo un espacio diáfano, amplio, organizado racionalmente, donde el habitáculo se convierte en carcasa protectora, símbolo del pensamiento vital que impera en la época de sus habitantes, funcionalidad, claridad, escenarios despejados, de acuerdo al sentido en boga sobre la existencia.
Es una poesía plástica racional la reflejada por Paco de la Torre en su obra. Magnífica propuesta ofrecida por este pintor.