UN
RESPLANDOR EN LA OSCURIDAD
La ceguera del mundo invade los corazones, los aferra a sus pasiones, y atados a ella el hombre permanece en su jardín, en el cual espera encontrar las delicias. La turba jalea al Hijo de Dios, pordioseros, intelectuales, comerciantes y sacerdotes, todos quieren ahuyentar la Verdad, ofrecida en el Cordero Pascual, ofrenda para la Redención. Carceleros descreídos, gobernantes cínicos, y sumos sacerdotes guardianes de una ortodoxia seca, vacía y ciega, no quieren ver los signos de la Salvación. Las promesas del mundo anegan su conocimiento. Cristo, doliente y resignado, mira con amor al género humano, perdido en la noche oscura del pecado.
UNA
SOMBRA SE OPONE A LA LUZ
Resignado
y paciente Jesús oculta su dolor. Es su ofrenda voluntaria, surgida
de un Amor profundo hacia el Hombre. Éste perdido en una realidad
ficticia busca la felicidad, mas los falsos profetas le guían hacia
su perdición. Vive esclavo, sometido a vicios y vanidades, volátil
consistencia ante la decrepitud que el tiempo conlleva.
Las
fuerzas del Mal intentan oscurecer el resplandor divino, se apoderan
de los verdugos, sometidos al pecado, sus gestos son reflejo de la
sombra que oculta la Verdad. Lo increpan, torturan, mas el Salvador
se ofrece indolente hacia el Sacrificio final, obedeciendo la
voluntad del Padre.
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HORAS
PREVIAS AL AMANECER
La
búsqueda de la verdad requiere un pensamiento apartado de las
imágenes terrenales, pues éstas engañan la razón, llenan de
soberbia el alma. Las realidades ofrecidas por el mundo sostienen que
se puede alcanzar la felicidad, mediante los sentidos corporales.
Es
la vida auténtica un camino intrincado, lleno de renuncias, dolor,
soledad del espíritu, más la fe en la Salvación, y el amor que la
sustenta, hace que la alegría del futuro encuentro, con el Amado, dé
fuerzas en el doloroso trayecto.
Los
poderosos viven indiferentes el Sacrificio de Dios, son insensibles
al amor. Otros seres, serviles instrumentos de su egoísmo, azotan,
insultan a la Luz de la Salvación. Cristo nos mira, y pregunta:
¿Estás dispuesto a encontrar la única Verdad?
ECLIPSE,
REVELACIÓN Y LUZ
Soledad
del Amado, éxtasis de dolor profundo, ruptura de la barrera oscura
que engaña al conocimiento. Se descubre la vía hacia el Creador, se
vence el pecado, el maligno ha sido derrotado.
Cristo
hombre ha sufrido el sacrificio expiatorio. Su Madre y discípulos lo
acompañan como testigos de la Redención humana. El amor se refleja
en esta obra de El Bosco, la luz tibia adorna al grupo orante, la
Verdad les ha sido revelada, viven de espaldas al gran mundo
ficticio.
LOS
PELIGROS DEL ALMA
El
hombre posee una mente dócil a los embaucadores y charlatanes que
desvirtúan la realidad, los cuales ofrecen la manzana de oro, el
poder, placeres, riqueza, sentirse superior, abandonando el Amor, Se
interna en la oscuridad, perdiéndose en peligrosos caminos
infestados de la maldad del egoísmo, olvidando la Luz del Paraíso.
Es
tentado, abandonando la estancia feliz en la contemplación del
Rostro Divino, para querer elegir entre el bien y el mal. Su
inocencia original hace que caiga en la gran mentira de lo material,
en etéreas y falsas realidades, cayendo en la esclavitud de sus
pasiones. Esta desviación de la Luz lo conduce hacia el sombrío
sendero de estancias lóbregas, frías prisiones de dolor, soledad,
pérdida y desesperación. Permanece atado a sus más bajas
apetencias en el falso futuro prometido, ha desoído la voz del
Salvador. En el Jardín de las Delicias, de El Bosco, se resume el
camino hacia el olvido del Amado.
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