SON
PALOMAS PENSAJERAS
Rei
Berroa es un poeta, crítico literario y traductor, dominicano,
afincado en Estados Unidos, lugar desde el cual realiza una intensa
labor difusora de la poesía hispana. Da a conocer a poetas de lengua
española, organiza congresos y encuentros, triunfando siempre el
juego armónico de la palabra.
Podría
extenderme en los méritos cosechados en su carrera literaria, mas me
centro en el motivo de este artículo.
He
recibido su libro “Son palomas pensajeras” editado por Letreo
editores. Tras su lectura queda la impronta del ánima que recorre
todos sus poemas, que organiza el cuerpo del sentido lírico del
relato contenido en ellos.
Las
palabras, tras ser pronunciadas, vuelan por el éter, son oídas,
interpretadas, asumidas o rechazadas, impulsando sentimientos,
emociones, ideas, o, a veces, nada. Pero en su conjunción acertada
es cuando traducen el sentido que en su ritmo encierran, ritmo
armonioso, y en otras ocasiones entrecortado, pero siempre encauzado
según una partitura ajustada a la emoción transmitida.
Vuelan
las palabras como las palomas, libres, caprichosas en su destino,
alegres susurrantes, intimistas, precavidas, temerosas, pero siempre,
en su inmaterialidad, significantes, inductoras de un pensamiento
asociado a ellas, transmiten también intensidad pasional, emoción
profunda que desemboca en reflexión, provocando un enriquecimiento
personal.
¿Cómo
consigue Rei Berroa la conjugación afortunada de palabras asociadas?
Mediante el juego sintáctico que rompe la monotonía narrativa, para
producir destellos imaginativos, flujo ondulante que reproduce un
pulso natural, aquel que transcurre disuelto en la luminosa realidad,
eco oculto de la voz primigenia del universo, plasmación sincrónica
de la vibración anímica de la persona, enervándola, o acaso
potenciando su significado, para salvarla de la confusión del rumor
consciente.
Así
transcurren los poemas de Rei Berroa, en encadenamientos sencillos,
engarzados por la lógica y emoción del instante, rota su cadencia
para ser continuados por la expresión que induce sorpresa,
desconcierto, visión mágica, que potencia, con su requiebros, el
sentimiento trasmitido en su estructura. Se eleva por las cimas de la
fantasía, para caer, sin continuidad lógica, en el vacío de la
realidad, logrando desprender el haz luminoso de la visión encerrada
en el poema.
No
se consigue esta estructura porque sí, sino mediante el conocimiento
certero del vocablo oportuno, su relación con el ritmo inferido, más
la gracia que anida en todo poeta verdadero, aquel que crea desde su
latido e ingenio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario