OBRA DE BHARTI KHER EN LA GALERÍA PERROTÍN

 

LA LUZ ROMPE LA SÓLIDA OSCURIDAD

Bhati Kher presenta en la Galería Perrotín, París, “El sol partiendo piedras”, hasta el 20 de diciembre de 2025.

Las instalaciones artísticas constituyen un recurso frecuente en las expresiones plásticas, siendo necesario en muchas de ellas la presencia de un catálogo, y título, que sitúe al espectador en la trama que se quiere reflejar en ellas. Son pocos lo que consiguen transmitir la esencia de la idea suspendida en la estructura expositiva, expresada en las sensaciones que esta induce.

Bharti Kher es una artista londinense de amplios registros estéticos, que transita por la escultura, pintura e instalaciones en la que conjunta ambas técnicas.

Tras un periodo trabajando la tridimensionalidad en sus piezas vuelve a retomar la pintura, mostrando una obra de profundo significado en el mensaje mostrado. La artista soporta su propuesta en un extenso repertorio simbólico, en el que incorpora mitos ancestrales de la cultura hindú, gestos del pensamiento moderno, fuertemente matizados de feminismo, plasmando en sus composiciones la idea aportada en el titulo que preside esta muestra, El sol partiendo las piedras.

La habilidad técnica de Bharti Kher se demuestra en los signos desprendidos al contemplar su obra, pues el visitante que la disfrute carecerá de ideas metafísicas, y culturales, del concepto previo que define esta propuesta, pero comprenderá sensitivamente el contenido mostrado en ella, donde las esculturas enseñan una imagen contradictoria, de solidez impenetrable, como contraposición a la profundidad visual portada en sus piezas pictóricas. Son ellas para mí las verdaderas protagonistas, acompañadas de la escultura titulada “El alquimista”, en la que representa a una mujer sujeta a la medida, al ojo que todo lo ve, a un orden, simulado en la geometría triangular, buscando encontrarse consigo misma. Es en las piezas pintadas donde esta creadora bucea en los fondos de la conciencia, en un entorno pesado, espeso, de acuerdo a los tonos descansados en ellas, en el que fluyen azarosos símbolos, fuegos dorados que se cuelan como signos del horizonte buscado, extrayendo hacia la realidad de la mirada el universo oculto en las sombras del inconsciente.