VIAJE DE VUELTA
Autora: Esperanza Romero.
Título: Dioses y bestias. Lugar: Biblioteca de Andalucía. Fecha: Hasta el 10 de
octubre.
En busca de las manzanas de oro surca los mares de la
estética, recorriendo las rutas conocidas, repasando los puertos y costas
familiares a todos desde una mirada interior, personal, intentando descubrir el
halo espiritual que encarna el dibujo, empapa el color, da magia a la imagen
atrapada en el cuadro. Los dioses son intuidos, en las potencialidades que
muestran las personas, representados por la artista en un trasfondo oscuro del
cual surge la silueta luminosa, frágil, deambulando ajenos a la mirada humana.
Viven en la oscuridad de la historia, en el sustrato del subconsciente.
Abandonados se encuentran los seres humanos, desprotegidos, desnudos,
solitarios, envueltos en una monotonía opaca, suave, neblinosa, aislada del
esplendor. Pensativos, absortos, expectantes... transcurren en un tiempo
indefinido, de ritmo mortecino, alojados en la eternidad. Sin la luz de la
divinidad están expuestos al peligro de las bestias.
Esperanza
Romero evoca en las piezas mostradas, cuadros y esculturas, estas sensaciones,
ahondando en el sabor rancio de nuestra cultura, abarcada con ingenuidad,
atrapando los destellos de la pureza de su esencia. Es un universo sometido a
la danza, a la inocente alegría de la edad de oro, cuando hombres y dioses
convivían. Capta la música de la creación, la que fusiona a los hombres
con el paraíso perdido. La mano, en sus
pinturas, es el signo que aparece con frecuencia, símbolo de la manipulación
transformadora, de la inteligencia y triunfo sobre la materia inerte.
Sus
obras pictóricas se desarrollan en un ambiente sereno, sensual, donde las
líneas fluyen en curvas amables. A pesar de ello dejan una impronta de
perennidad en la retina. Consigue dotar de un colorido monótono ligero, de
límite indeterminado, que acoge en un resplandor apagado las vivencias de sus
personajes. Es una pintura sincera, libre de aderezos innecesarios la trabajada
por esta autora. Las esculturas son frescas, libres de angulosidades bruscas,
recorridas por el tacto suave Rompen la brutalidad de la forma mineral para
darle racionalidad, escueta, pues el detalle se difumina en la sustancia que le
confiere valores sobrenaturales; no son figuras inertes, sino el depósito del
ánima de seres creados por el poder taumatúrgico de la mano de la escultora.
Haya sido de forma intencionada o no, consigue Esperanza Romero acercarse al
significado de las imágenes primeras.