EXPONE EN LA GALERÍA BENEDITO BLANCA ÁLVAREZ

DE AZULES Y CLARIDADES

Autora: Blanca Álvarez. Lugar: Galería Benedito (Málaga) Fecha: Hasta el 26 de septiembre.

Las acuarelas mostradas por Blanca Alvarez poseen una buena técnica pictórica, producto del oficio que domina esta autora. Entran en su conjunto dentro de lo común propuesto por otros artistas, del mismo nivel de calidad plástica, aunque del total de obras expuestas sobresalen algunos detalles, que nos indican puntos de fuga hacia lugares de composiciones de excelente categoría.

La pintora nos describe paisajes marinos, y rincones urbanos, que llaman su atención, extrayendo el ánima que fluye en el ambiente, impacto visual que atrapa los momentos sentidos, evocando recuerdos, transmitiendo la magia que impregna su contemplación.

Su pincelada es espesa, profunda, de intensa tonalidad, que contrasta con planos de colores más diluidos, de levedad intuida, cuya contraposición produce dinamismo en su visualización.

Blanca Álvarez exhibe piezas que sobresalen del resto, unas por la contraposición del peso cromático, consiguiendo originar desequilibrio en el transcurrir de su contemplación, induciendo nervio y pulso en el seno de la acuarela, disolviendo la figura hacia la impresión de colores, vehículo hacia los espacios íntimos de la comprensión, pudiendo así romper el tiempo real. Logra, en algunas de sus creaciones, configurar un entramado cromático en el que se refleja la danza de la luz, en una estructuración compleja de formas, que nos enseña su habilidad y precisión de trazos; son piezas de gran elegancia. Blanca Álvarez propone una obra interesante.

REWILD DE RAÚL MÉNDEZ

EN EL JARDÍN DE LOS ENIGMAS DESCIFRADOS

Autor: Raúl Méndez. Título: Rewild. Lugar: Sala Alfareros (Almería) Fecha: Hasta el 25 de septiembre.

El artista presenta un conjunto de acrílicos de gran sugerencia visual, donde repite sin cesar, en cada pieza, la idea central que inspira esta muestra.

Raúl Méndez desarrolla una obra cuya apariencia semeja graffitis, e incluso tattoos, envuelta toda en una impronta que recuerda el estilo inicial del artista, la ilustración, el diseño visual, ingenio plástico cuya cualidad radica en el mensaje inscrito en la imagen reflejada, extenso en sugerencias e ideas, que quiere comunicar un concepto instantáneo, fugaz, rápido y penetrante, ejerciendo el efecto de un ideograma complejo, profundo y de amplia comprensión, que va desde la idea primigenia y simple, a la que se esconde y descifra en el trasfondo de la imagen. Sus composiciones están configuradas en un entramado de intensa riqueza cromática, sobre planos de color uniforme, cuya tonalidad trasluce su origen industrial, fruto de un mundo tecnológico, donde prima la imagen y la información instantánea.

Raúl Méndez describe la razón mágica que fluye en la Naturaleza, la extraña a la lógica, que sorprende en cada momento que es vislumbrada. Quiere el autor rescatar la fórmula que permite entrar en el jardín de los enigmas descifrados, a través de la fantasía del trazo que se pierde en curvaturas y caminos asimétricos, que rompen el orden geométrico propuesto por el pensamiento. Aparecen cada una de sus elaboraciones desde una perspectiva zen, que atraviesa la realidad aparente para explorar el sentido de la existencia. Para ello confronta dos realidades, la cognitiva y la natural, la idea y la materia, unidas en una obra de dos planos, que colisionan entre sí, lo que produce tensión interna en cada pieza. Raúl Méndez trascribe una fantasía liberada como divertimento plástico, que concluye en reflexión personal, entre el yo y su entorno. Tras la realidad está la magia, según se puede interpretar en la sustancia que impregna su estructura plástica.

Este pintor posee amplia experiencia en el campo de la ilustración, superando este lenguaje visual para exponerlo como una estructuración exuberante, pródigo en conceptos y mensajes subliminares, que transcurre como una observación intrascendente, lo que permite penetrar en los recovecos de la conciencia. Es una obra inteligente, de diseño pulcro, que cumple la función de objeto estético, y de punto de fuga hacia una interpretación lúcida de la realidad, mas siempre surge la duda sobre si todo es una puesta en escena engañosa, o el guiño que insinúa un universo oculto.

GIOVANNI OZZOLA EXPONE EN ALMERÍA

SOBRE LA VANIDAD DE LA EXISTENCIA

Autor: Giovanni Ozzola. Título: Mi verdad, con su tiempo y espacio -algo tuyo y mío. Lugar: Centro Fundación Unicaja de Almería. Fecha:Hasta el 20 de septiembre.

La soledad y abandono, los espacios desiertos de la huella humana, antes cotidiana, es el signo que define la propuesta de Giovanni Ozzola. Este artista plástico organiza una instalación en la cual intenta escenificar un discurso sobre la presencia de la acción del hombre en su entorno natural, y la volatilidad de su impronta. Muestra un mensaje de agobiante opresión existencial, iniciando una búsqueda a través de los rincones de la memoria, en los espacios vacíos, presos de la ruina del tiempo, en objetos mohosos, o inscripciones en láminas metálicas que desean perdurar en la memoria, mas el aislamiento, y la fuerza destructiva del tiempo, disuelve toda aventura en el olvido.

Giovanni Ozzola expone un entramado intelectual en el que quiere describir su reflexión sobre la existencia humana, y el mundo que lo rodea, reflejando la vanidad de la suficiencia pretendida del intelecto, cuyas victorias sobre la naturaleza, por continuas y múltiples que sean, conducirán a la nada. Es un relato construido con una simbología visual, donde cada pieza presente corresponde a un objeto ideográfico, organizado de tal manera que sugiere continuidad en la descripción de la idea que agobia al autor.

Construye una escenificación de carácter tridimensional, lugar en el que juega el artista con los espacios, y momentos, secuenciales en la observación de sus piezas, ordenadas como elementos de una composición superior. En ella se introduce el espectador, siendo quien va añadiendo respuestas varias tras su contemplación.

Utiliza el artista fotografías, elaboradas mediante impresión giclée sobre papel algodón, vieocomposiciones, objetos desechados del uso humano, aglutinante sobre pizarra/ardesia, y creaciones sobre planchas de metal, como también una carta marítima gastada por el uso, manchada por gotas de oro, significado de la etereidad de la riqueza frente a la eternidad. Concluye en una configuración bastante nítida, sin acumulación de piezas en su disposición espacial, descansando parte de la comprensión de la obra en las sensaciones originadas en los visitantes, sustentada en un artificio intelectual algo frío, lo cual no significa que pierda mérito en la elaboración del concepto que quiere ser explicado.

Giovanni Ozzola es un artista italiano de extensa producción plástica, que ofrece una instalación compleja, descrita con lenguaje nítido, según objetos e imágenes precisas, ricos en conceptos y sensaciones, que muestran la inteligencia que descansa tras el producto expuesto.