sábado, 28 de agosto de 2021

JAZZ EN LA NOCHE



Autor: Antonio Jesús García. Título: Jazz en la piel. Lugar: Museo de Arte “Doña Pakyta”. Fecha: Hasta el 5 de septiembre.

Es una noche empapada de humedad, en el silencio de las calles transcurre la monotonía tediosa de una velada solitaria. Pero surge la sorpresa, cuando tras la puerta se percibe el denso ambiente que llena la estancia toda. En el espacio que hace de escenario, un grupo de músicos rompe el murmullo reinante, apagándolo con las notas primeras, que aparecen ascendentes, quebrándose en su recorrido, para tomar fuerza, cuando la percusión lo sostiene suavemente, en un ritmo penetrante, como una pulsación que se acelera arrítmicamante para retomar el compás de nuevo. Suena el saxo, el piano lo envuelve, y el contrabajo, junto a la guitarra, le insufla aliento, nervio interno que actúa como alma sensitiva de la composición sonora.
La música de jazz toma asiento en esas horas de la madrugada, atrapando con su ritmo las emociones de los allí presentes, puestas a flor de piel cuando en sus giros, e inflexiones, hace estallar destellos de sorpresa en los sentimientos, compartiendo un estado especial, embarcados en la marea imprevista de la melodía. Cada instrumento toma cuerpo, fundido con el resto, para conformar un ondulante sonido azaroso, dirigido por bellas sensaciones que exaltan la melancólica intimidad de los momentos soñados. Es una vibración de brillos divergentes, que construyen un cuerpo único percibido, el cual conecta con el latido vital de los espectadores, acompasándolo a su ritmo. Es emoción en estado puro.
Hay que estar inmerso en esta atmósfera para poder captar más allá de lo que la imagen enseña, además de poseer el suficiente sentido artístico, para conseguir plasmar al músico dominado por el flujo melódico emanado hacia su conjunción con el resto. La maestría de la mirada de Antonio Jesús García lo consigue, logrando descifrar el signo de la nota musical en el gesto del intérprete, según su compostura, luces y sombras que lo arropan, más el momento mágico, cuya explicación es imposible realizarla con palabras, solo se expresa mediante la imagen fugaz, hábilmente retenida en la instantánea de la mirada oportuna de la cámara.
Antonio Jesús García convierte la imagen en relato visual, extenso en ideas y sensaciones, ritmo resumido en un momento impreso, que se desarrolla cuando es observado, compartiendo la experiencia de aquella noche en el destello temporal congelado. Solamente una intuición artística puede captarlo, y relatarlo, tan diáfanamente, a partir del reflejo pasajero, el cual, desde su limitación de instantánea única, se abrirá en la comprensión del observador.






lunes, 23 de agosto de 2021

PERSPECTIVAS DE CANALETTO

 



PERSPECTIVA CON PÓRTICO

Antonio Canal, “Canaletto”, 1697-1768, fue famoso por sus vedute, plasmando como ningún otro el esplendor de Venecia, su arquitectura, las fiestas fastuosas que en ella se celebraban, la vida ligera ajena a la decadencia en la que estaba abocada la República.
Recreaba edificios de estilo clásico, las calles y el paisaje urbano de Venecia, organizando escenarios grandiosos bajo perspectivas profundas, incorporando un colorido lleno de vida, claro, vibrante, bajo un orden armónico, que no rompe el equilibrio de la composición. Su pintura supera la frialdad de otras vedute, aparte de mostrar paisajes con tonos alegres, donde la existencia transcurría feliz. Su pincelada era profunda, incorporando intensidad visual en la pieza, ritmo impreso en cada uno de los colores, lo que consigue los efectos aquí descritos.
La obra “Perspectiva con pórtico” es una pieza diferente en la producción pictórica realizada por Canaletto. Mantiene el decorado arquitectónico característico de todo su trabajo pictórico, reflejando un palacio en decadencia, donde la luz y las sombras están enfrentados. Muestra al pueblo llano en sus quehaceres diarios, sencillos, olvidados de los fastos e indiferentes a ellos, la luz quiere penetrar en sus estancias mas las sombras los cobija, viven en la umbría de la ignorancia, de espaldas al Siglo de las Luces.
El pintor muestra otra forma de ver la existencia, de ser y estar, de seres que se resisten al cambio. Canaletto nos relata esta realidad, expresando en sus cuadros la tensión entre el conocimiento y el misterio, la modernidad y la tradición, quizá sospechaba el retorno de ésta, lo que sucedió cuando surgió el romanticismo.
Esta obra posee originalidad, anunciando una nueva forma de abordar los temas pictóricos.


jueves, 19 de agosto de 2021

ERNESTO PEDALINO Y SU CABO ENCAJADO

 

EL CABO ENCAJADO

Autor: Ernesto Pedalino. Título: Todoencaja. Lugar: Museo de Arte de Almería. Fecha: Hasta el 5 de septiembre.

El paisaje mostrado aparece difuso, sometido a la impronta del color, siempre espeso, velador inescrutable del horizonte, ofreciendo con sus radiaciones la realidad intuida por las emociones que éste provoca. Ernesto Pedalino, pintor argentino afincado en Almería, prosigue en su abstracción cromática, indagando en sus trabajos plásticos en los signos que interpretan la esencia condensada del mundo percibido, el cual expresa su recuerdo como espacio de color, profundo y rico en variaciones tonales, o si no en vetas incrustadas de gamas diversas, que completan, en la composición, un escenario sugerente desbordante de visualizaciones comprendidas por el espectador.
En el mar de colorido que supone cada pieza, elaboradas en soportes variados, construye una sucesión superficial heterogénea, cuan oleaje que la agita, debido a la topografía impresa por las intensidades del espectro tonal usado, que presiona su entorno, proponiendo una ruptura del marco para expandirse fuera, queriendo llenar el espacio todo. Este efecto dota de vitalidad las composiciones expuestas, energía vibrante que interpreta pulsos de vida.
En estos entornos agitados surgen formas lineales discontinuas, inconexas a veces, que vislumbran imágenes de ciudades, en sus calles y edificios, plasmados casi esquemáticamente, como si apuntes hubieran sido simulados en la obra.
Ernesto Pedalino quiere entender la fuerza de la Luz, su principio, enlazado en sus haces, portador de vida. Constituye un misterio continuo su comprensión, cuando choca con la visión, y es interpretada con gozo y sorpresa permanente, en el recitar repetitivo de su procedencia divina. El artista reconstruye su interpretación de las sensaciones producidas por su visualización, cuando elabora su producción plástica. Une este pintor su obra última con la precedente, para mostrar el camino sin tregua seguido tras el rastro de la claridad que a todo da forma. Él lo ha interpretado así, y sorprendido, con esta revelación, nos dice que todo encaja en su trabajo plástico. Pedalino incluso reconfigura más allá la apariencia de las piezas, incluyendo palillos de coloraciones varias, creando un laberinto ante la mirada, pleno de contrastes, líneas sólidas vibrantes que simulan el sonido interno de la composición, provocando además una sensación de profundidad, que confiere tiempo propio adherido en el cuadro.
Ernesto Pedalino nos propone una brillante experiencia artística, inteligente y de gran interés estético.






lunes, 16 de agosto de 2021

UN PINTOR ORIGINAL: FRANCESCO GUARDI

 

Francesco Guardi (1712-1793) fue un pintor veneciano de estilo singular, cuyos paisajes urbanos, y marítimos, poseen señas de identidad propias, que le confieren originalidad a su producción artística.

Sus cielos son borrosos, siempre enmarañados, incluso cuando el azul triunfa entre el espesor de las pinceladas. Plasma un mundo surgido de la imaginación, pese a estar referido a una mirada real, pero la fantasía del pintor introduce elementos ajenos a lo existente. Francesco Guardi intenta sintetizar el pasado clásico con las nuevas ideas de la razón, expresando en sus obras este hecho como un rescate del fondo caótico de los tiempos, en las cuales presenta ruinas antiguas, o edificios renacentistas ajados por los años, bajo una luminosidad equilibrada, suave, armoniosa, expuesta en segundo plano, haciendo resaltar los edificios con sus tonos dorados cuando quiere destacar el triunfo de la razón. Aunque en muchas piezas los cielos están emborronados, perdiendo su transparencia, filtrando la luz, preludio del cambio que se avecina. Incorpora nuevas edificaciones como reconstrucción de la antigüedad clásica.

En sus vedute, despliega un amplio escenario en el que representa la suntuosidad de una sociedad decadente, que vive de la representación externa, sin pensar que un nuevo mundo está surgiendo. Hay escenas de mar donde el orden es puesto en peligro por una tormenta violenta, anunciando el triunfo de las pasiones sobre la paz racional, impuesta en la estética, del Siglo de las Luces.




























domingo, 15 de agosto de 2021

FEDOR ALEKSEEV, EL CANALETTO RUSO

 
EL CANALETTO RUSO



Fedor Alekseev,  1753?-1824, fue un pintor ruso neoclásico, aunque en algunas de sus obras ya se atisba sentimientos románticos.
Este artista fue uno de los introductores de la estética europea en la corte ilustrada de Catalina II y Pablo I. Fue con este último cuando tuvo su reconocimiento, encargándole que pintara las calles de Moscú. El trabajo plástico de este pintor resulta algo frío a la mirada, muy esquemático, donde la línea se autoafirma constantemente, en un entramado geométrico ordenado, siendo el colorido suave, atractivo por la liviandad de sus tonos, lo que otorga claridad y pureza en la observación del cuadro. Es una mirada feliz y optimista la que ofrece, en las imágenes limpias que preconizan tiempos nuevos, donde la razón ilumina el futuro. Las figuras son borrosas, sólo están para rellenar el espacio, comparsas oportunas que crean vida en el paisaje urbano, y gracias a su disposición de tránsito, induce movimiento, flujo, ritmo viviente anónimo, insignificante ante las grandes construcciones arquitectónicas que rememoran un mundo clásico. La perspectiva nos muestra espacios ordenados, profundidades en el lienzo, donde la vista juega a perderse en el horizonte, Esta sensación de dimensionalidad fue seguida por otros pintores posteriores, la cual explotaron y llevaron a las ilusiones más reales.
En las piezas últimas introduce cierto tenebrismo, cielos borrascosos, misterio en las horas vespertinas, situación que no altera los hábitos de los viandantes, la vida sigue. En su obra última introduce una inundación, como aviso del fin de una forma de entender la imagen en el cuadro. La corriente desbordada todo lo anega, se llevará aquello insustancial. El misterio y caos avisan de su llegada.
Aunque hubo artistas posteriores en Rusia que eclipsaron su trabajo plástico, Fedor Alekseev posee una obra que desprende pureza, equilibrio, diafanidad y un gesto luminoso vital.










miércoles, 11 de agosto de 2021

ANA SÁNCHEZ LUCAS EXPONE EN LA GALERÍA AÑIL, MOJÁCAR

 

PAISAJES DEL SILENCIO




Autora: Ana Sánchez Lucas. Lugar: Gañería Añil, Mojácar. Fecha: Hasta el 15 de agosto.

Como si de un paseo reflexivo fuera, Ana Sánchez Lucas recorre con su pintura campos y pueblos, siendo el denominador común la senda del camino o el curso del agua, en su cauce por acequias o riachuelos.
Muestra una obra donde predomina un sosiego melancólico, vacío de moradores, sometido al peso gris de los instantes perezosos, casi sin movimiento, permanencia perenne donde nunca pasa nada, sólo la brisa, el cambio de las estaciones, en un silencio denso, expuesto todo al dominio de la mirada.
Ana Sánchez Lucas propone un trabajo plástico de gran gusto compositivo, realizado con fuerza impresa, la cual se esconde en el trazo suave que anega el dibujo esquemático, que soporta toda la composición. Es un efecto que transmite una impronta de gravidez, la cual se deshace en la atmósfera celeste que lo ocupa todo. Se expone el paisaje sólo al observador, para que este introduzca sus pensamientos, recuerdos, aventuras, en un dialogo íntimo con el cuadro. Esta peculiaridad da cuerpo, y carácter, a las piezas elaboradas por esta pintora. Su obra atrae la atención en su visualización, comunicando la esencia de la imagen aprehendida en la composición. Constituye además un proceso de búsqueda, en el que la artista reproduce sin cesar escenas y campos, casas y caminos, cursos de agua que rompen la aridez del paisaje, bajo una luz apagada, monótona, plomiza, que pierde su protagonismo al fundirse con el paisaje, síntesis traspuesta en cada pieza. Ana Sánchez Lucas escudriña la esencia de los espacios abiertos del sudeste peninsular, siempre sometidos a vientos y sequías, geografía descarnada presa de las inclemencias del tiempo, mas ella encuentra un halo de poesía en su contemplación, de misterio encerrado en su diafanidad, en la amplitud de su desolación. Es el yo que se encuentra sin distracción alguna, solamente en contacto con las memorias del tiempo, mostradas en las casa abandonadas, en las calles de pueblos solitarios, en caminos apenas transitados, en el contacto íntimo con la Naturaleza.
Expresa esta pintora un trabajo de perfecto equilibrio visual, libre de elementos innecesarios, en el cual sus pinceladas se convierten en lenguaje sensitivo, rico y amplio, consiguiendo comunicar el ritmo vibrante que inunda el ambiente de la soledad espesa, estructurado con una lírica sencilla, susurrante, monótona, reproduciendo los sonidos del silencio. Es un viaje en el cual incita a la exploración de la estampa recogida en el cuadro, trastocado al final en un encuentro consigo mismo.