domingo, 8 de agosto de 2021

EL CINE PROFÉTICO

 



Hay películas que explican el futuro con altas dosis de fantasía, imaginándolo tal y como se espera que sea según los acontecimientos actuales, unas veces optimista, en otras catastrófico.
Algunas películas aparecen como destellos extraños de un mañana difícil de esperar, mas según avanzan los años toman fuerza, convirtiendo su contenido en profecía,
Este es el caso de “Network, Un mundo implacable”, de 1976, la cual recibió numerosos premios y reconocimientos, entre ellos el Óscar a Paddy Chayefsky por el mejor guión.
En esta película, dirigida por Sidney Lumet, se relata el mundo oculto de las televisiones, su lucha por la audiencia, la pérdida de valores sociales a cambio del todo vale, hay que darle al público lo que sea, alimentando sus bajas pasiones si es necesario. Entonces parecía un discurso digno de un texto de ciencia ficción, mas en estos tiempos se entiende que anunciaba el advenimiento de la telebasura, a la cual exitosamente estamos sometidos. Pero de toda la trama, donde se narra las maniobras de los ejecutivos de la cadena por mantenerse, ganar audiencia e incrementar sus ganancias, quiero resaltar el contenido del discurso final de Arthur Jensen, director y dueño de la cadena, quien le explica al protagonista, Sr. Beale, personaje desquiciado que cuenta las verdades más ocultas de lo que encierra la realidad tras la caja tonta, movilizando a los indignados, la auténtica esencia de la idea que sostiene el futuro que aguarda. Este personaje explica a Beale que: “Ya no vivimos en un mundo de naciones e ideologías, Sr. Beale. El mundo es un colegio de corporaciones, inexorablemente determinadas por las inmutables leyes de los negocios. El mundo es un negocio, Sr. Beale. Lo ha sido desde que el hombre se arrastró fuera del barro. Y nuestros hijos vivirán, Sr. Beale, para ver ese mundo perfecto en el que no existen las guerras o la hambruna, la opresión o la brutalidad; una vasta y ecuménica empresa, por la que todos los hombres trabajarán para obtener un ingreso común, una empresa de la que todos los hombres tendrán una parte de las acciones, todas sus necesidad satisfechas, todas sus preocupaciones tranquilizadas, todo su aburrimiento entretenido.” Como también:”Usted es un viejo que piensa en términos de naciones y pueblos. No hay naciones. No hay pueblos… No existe la democracia. Solo existen la IBM y la ITT y la AT&T y DuPont, Dow Jones, Union Carbide y Exxon. Esas son las naciones del mundo de hoy.
Con estas palabras, creo, se definen muchos aspectos de las famosas Agendas anunciadas.


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