ENTRE
LAS SOMBRAS
Autor: Rafael Peralbo. Título: Letum non
omnia finit. Lugar Espacio OMNIA. Fecha: Hasta el 25 de octubre.
Es una muestra diáfana, de claro efecto
comprensivo en su visualización. El espectador podrá sentir el
influjo de las piezas allí expuestas, cuya interpretación se
produce con facilidad, pues gracias a las esculturas o pinturas,
soportadas estas últimas en un cromatismo descriptivo del sentido
comunicado, se puede acceder a la idea básica que subyace en la
intención plástica del artista.
Hay piezas en las que el color de fondo
comunica calidez, acogimiento, luz que transita y define el hilo del
tiempo fenecido. Permanecen en él las personas en estado de espera,
expectantes, mirando al infinito, futuro deseado que llega y se
esfuma. En otras es la fría claridad, de vetas grisáceas, que nos
informa de la atemporalidad de las figuras en ella instalada,
insensible estado en la no existencia, figura del recuerdo, sean los
cráneos de carneros o personas. Están
perdidas fuera de la realidad cotidiana. Los cráneos de chivo
comunican la magia, el aquelarre que permite conectar ambas
dimensiones. Acompañan al conjunto dos piezas de Cristo crucificado,
pasión sufrida en el tránsito. Presidiendo la Sala, aparece en ese
espacio irreal, Federico García Lorca, quien con su mirada nos
retrotrae al universo mágico popular, tragedia tras el alboroto de
la vida corriente, siempre presente en la cultura tradicional. Y en
medio de todo se sitúa la escultura del infante, que con un péndulo
busca su permanencia, mas la máscara del cráneo de chivo nos indica
su futuro, todo es ilusión parece significar esta obra.
Pero en esta propuesta se incorpora un
guiño al espectador, a través del título de la obra de Federico,
El Público. Es a partir de esta pieza teatral lorquiana, cuando se
describe con literalidad la inquietud portada en ella, plasmación
del estado de ánimo del poeta, que a través de esta obra teatral,
innovadora, rompedora con el teatro burgués de la época,
surrealista, expone la realidad oculta en las sombras de su
personalidad, escondida de la mirada de una sociedad inquisitorial,
sufriendo, aquel que osaba atravesar el límite de la luz, la condena
de su comunidad. Son los cráneos figuras de la máscara, faz irreal
que esconde la realidad de quien así se siente, siendo su reflejo la
muerte en vida, el aniquilamiento de la verdadera personalidad y ser,
opresión social sobre el atrevido que se la quita. Desde niños se
impone la máscara, siendo el péndulo el que señala el punto de lo
que debe ser. Federico con esta obra se abría a su verdad personal,
mostrando su libertad expresiva, su personalidad verdadera, buscaba
la vida, un soplo de aire fresco en el mundo de los pútridos, como a
él le gustaba definirlo.
Ambas visiones se complementa, pues
mientras la segunda es la cara real de lo que quiere decir esta
propuesta plástica, la primera significa el arquetipo eterno que a
todos nos sujeta. La ilusión de existir, disuelta en la nada.
Rafael Peralbo elabora una obra de sólida
definición estética, de profundo peso intelectual, siendo sus
piezas plásticas composiciones de excelente factura estilística,
incorporando tonalidades elegantes, que dan fuerza, y calidad
artística, a la instalación presente en esta exposición.