TODO CONSISTE EN MIRAR BIEN
Autor: Juan Romero. Título: Vuelvo a
Sevilla. Lugar: Galería Birimbao, Sevilla. Fecha: Hasta el 11 de enero.
Es un festival cromático la apuesta
estética de Juan Romero. En sus cuadros el color triunfa y se
expande por la superficie toda, trabajando el pintor la técnica de
acrílico sobre lienzo, organizando sus tonalidades en formas
caprichosas circulares, cuya variación, desde puntos gruesos a
círculos de distribución azarosa, organiza espacios de profundidad
indefinida, movimiento, cambios de intensidad de colores, y efecto
temporal cuyo transcurrir se repite sin cesar, generando un cosmos
independiente sujeto a otro ritmo de instantes que fluyen hacia el
infinito.
Es sobre esta configuración plástica
donde deposita los sujetos que dan vida a la obra. Centra su atención
en la Naturaleza idealizada, animales, insectos y plantas,
desarrollando su acción en un jardín extraído de los cuentos
orientales. Es una impresión recurrente la idea primera que surge al
contemplar las piezas, el recordar las iluminaciones de los libros
persas de la época islámica, mas al permanecer la mirada en ellos
aparecen en algunas composiciones rastros de la geometría abstracta
y aromas del arte pop. Todo en uno conforma el trabajo pictórico de
Juan Romero, de gran fuerza estética, sumido en verdes, azulados,
morados y tonos cálidos, en cuya ondulación visual que su efecto
produce, ejercen su influjo los elementos puestos en escena por el
autor.
El conjunto de piezas propuesto posee
una percepción que conecta con el sentimiento de alegría, la
transmite e incorpora en su danza ritual al espectador.
Juan Romero no se detiene en este
efecto de luces traducidas en impresiones, sino que discurre por los
recovecos del subconsciente, tras la búsqueda del paraíso perdido
que todos añoramos, expresado mediante una ilustración que por si
sola da vida, y resume, el texto fabuloso de un códice que nos
indica la existencia del jardín de las Hespérides.
Todo queda en mera contemplación,
para el visitante que mira rutinariamente las composiciones
expuestas, o con ojo académico, intentando situar la obra en los
modos imperantes, pero aquel que acude con una mirada sensitiva
sencilla, comprende el texto explicado por los tigres, gatos, buhos,
y mariposas, en un jardín de esferas flotantes. O así lo veo yo.
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