miércoles, 8 de julio de 2020

SIXTO RODRÍGUEZ Y SU MÚSICA

Rodríguez, feliz descubrimiento

Cadencia, frescura, melancolía, roce de sentimientos que fluyen acoplados en la melodía, cantados por una voz sencilla, pero cortante, limpia, conectada al corazón, así suenan las canciones de Sixto Rodríguez.
A veces parecen letanías, como en “Sandrevan Lullaby”, que se mezclan con sonidos de optimismo, vida que transcurre, paso por la existencia, resignado y comprometido con su realidad.
En “I'll Slip Away” Sixto Rodríguez resume todo su estilo, mostrando una poesía directa, popular, sinuosa, que se derrama suavemente en el entendimiento, describiendo la realidad social, del entorno de los marginados del sueño americano, expresado de forma más directa y sin florituras verbales en “Wonder”. Pero este cantautor no se sume en la tristeza, como tampoco en la ira y denuncia reivindicativa, sino que expresa sus ideas para concienciar a todo aquel que oiga sus canciones. Es por lo que sabe transmitir su mensaje con estilo, elegancia, dejadez, y ritmo descendente, alterado con elevaciones moduladas y romas, como ocurre en “Streep boy”. Es un artista comprometido con su presente, que ha conseguido ser reconocido como uno de los solistas de culto de los setenta. No encajó en su tiempo con los cantantes disfrazados, irreales, productos visuales para las masas, como tampoco en el canon norteamericano, pues no era anglosajón, sino un hispano. Presentándose este autor siempre auténtico, tal y como era. Hablaba a la gente de sus problemas, de las ilusiones que le arrebataban sus sueños, del día a día, que cae cada amanecer con todas sus limitaciones y sorpresas.
De todas sus composiciones me quedo con dos piezas, una es “Sugar Man”, creación icónica de este cantante, donde se resumen las cualidades que alberga su repertorio. También me gusta “ Cause”, balada triste, sin caer en la desesperación, recitada como una melodía intimista, lejos del grito blandengue, y del regusto reconcentrado del perdedor, mirando la vida como es, con valentía y ganas de transformarla para mejorarla, no con pretensión de arruinar la estructura de como se presenta en sociedad, sino buscando eliminar sus imperfecciones, para hacer posible el sueño americano a todos los ciudadanos.
Sixto Rodríguez (Detroit,Michigan1942) más conocido como Rodríguez, fue ninguneado, no percibido por la invisibilidad impuesta por el comercio y la mediocridad, pero la casualidad de una cinta de casetes, que se hizo famosa en la Sudáfrica rebelde de los ochenta, y el paso de su fama al entorno australiano, hizo que se descubriera su música.
 
 
 


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