martes, 28 de enero de 2025

HOMENAJE A UN GRAN ARTISTA

 

IGNACIO ANTONIO


La noticia del fallecimiento, el viernes 24 de enero, del pintor Ignacio Antonio me produjo una profunda tristeza y desazón, ya que pude disfrutar de su amistad desde hace casi treinta años.
Lo conocí en el año 1996, en la galería Jesús Puerto, de Granada, cuando exponía su obra de título “Pórticos”. Ya me habían hablado de su trabajo plástico, de la valía contenida en él, debido a la honda carga conceptual reflejada en su configuración, auténtica teoría estética definida en cada una de sus piezas, luminosa rotundidad en la descripción de la idea que sustentaba su expresión artística.
Ignacio Antonio mantenía una continuidad en su trayectoria creativa, sustentando cada una de sus propuestas en la anterior, surgida como producto de sus indagaciones estéticas.
Inició su experiencia artística desde la miniatura, siendo el detalle mínimo el signo característico que explicaba todo el contexto, y significado, de la pieza. Trabajaba sobre tablas de madera, la cual con sus nudos, y vetas, conferían relieve presentido en la lisa superficie, generando impresiones de recovecos en el recorrido de las claridades. En sus composiciones fue recogiendo monumentos históricos, evolucionando su intención plástica hacia las construcciones tradicionales de la tierra granadina. En estas piezas se observa un brillo propio, un pulso lumínico que surge de las claridades tonales incorporadas en ellas, las cuales se liberan de las formas impresas para adquirir una presencia singular. Parece ser que el artista se percató de tal revelación, regalada por el momento creativo, sumiéndose en la fuerza de su influjo, elaborando composiciones de mayor tamaño, incorporando la Luz como protagonista en ellas. Buscó en los cielos el origen de su esencia, en nubes caprichosas, en paisajes difusos por la reverberación solar, persiguiendo su rastro en el cosmos, en mundos imaginados en la profundidad del espacio, hasta acceder a las puertas que cerraban la entrada al laberinto resplandeciente, que prometía desentrañar el misterio que el fulgor suscita en nuestro ánimo. Estos pórticos guardaban enigmas imaginados, provocando que la mirada suponga escenarios fantásticos tras ellos, en otras producciones los traspasó, describiendo campos de colores infernales, en algunas se aproximó a los destellos del Paraíso, mas la impronta telúrica ejercía su influencia. Y el pintor la superó, traspasando los Pórticos, dejando atrás la representación de la luz a través de imágenes y paisajes abstractos, para intentar reflejar el rastro lumínico caprichoso, la simulación de sus variaciones bajo el orden de las horas. Investigó el efecto del encuentro entre la materia y los haces de su espectro, olvidando la bidimensionalidad para poder representarla en formas caprichosas, que rompían el orden geométrico, pues la Luz es eso, creación azarosa que supera la lógica humana. Su ingenio fue más allá de la forma tradicional del cuadro, consiguiendo realidades plásticas novedosas, auténticas expresiones sobre la esencia de las claridades percibidas. No conforme, siguió penetrando en los secretos que el espectro visible esconde, volviendo su mirada en lo minúsculo, en construcciones tridimensionales, donde los colores impresos en su geometría, cuan direcciones de los haces luminosos, jugaban con las sombras de los instantes del recorrido solar, o el lugar expuesto según los focos, construyendo composiciones de penumbras y claridades, mostrando estructuras dinámicas alejadas del concepto de cuadro. Exploró las posibilidades de la expresión pictórica, tocando las orillas de la creación plástica futura, sin caer en las astracanadas que algunos quieren imponer como vanguardia. Paralelamente, a esta producción pictórica, se interesó por la escultura en madera, como vínculo de su investigación del signo visible de la materia, queriendo plasmar sus emociones personales. Sublimaba las formas, las depuraba, para que sintonizaran con el entorno luminoso.
Igualmente investigó la fotografía, siempre persiguiendo el genio que cabalga en las radiaciones cromáticas, interesándole más la sustancia del color que la forma, considerando como único protagonista el cromatismo y las figuras que sus conjunciones sugieren.
Ignacio Antonio Sánchez-Alhama era un gran artista, mi gran amigo cuya obra siempre me tuvo seducido, y uno de los más avanzados exploradores de las posibilidades que la percepción visible guarda. No se conformó con la forma, sino con la sustancia etérea que define la existencia, el tiempo, las dimensiones, que fluye y llena todo, pasa fugaz y nos explica la realidad.
Hay artistas que dicen haber alcanzado horizontes nuevos, y originales, en la expresión plástica, mas llegan tarde, Ignacio Antonio ya transitó por esos lugares.
Ignacio Antonio se unió a la Luz, yéndose con el Creador del primer instante luminoso. Nos dejó una poderosa obra, rica en hallazgos estéticos.








jueves, 23 de enero de 2025

EN LA SALA DE ARTE 21, ALMERÍA, EXPONE JAVIER HUECAS

 


SENDEROS DEL BOSQUE


Autor: Javier Huecas. Título: Senderos del bosque. Paisajes. Lugar: Espacio de Arte 21. Fecha: Hasta finales de enero.

Cromatismo intenso, profundo, que se extiende queriendo vencer los perfiles de las figuras, pues es la pasión quien dirige el proceso de construcción de la imagen evocada.
José María Huecas rememora, en su trabajo plástico, la Sierra de los Filabres, rincón oculto en el paisaje almeriense, espacio fantástico, ajeno a los campos desnudos que dialoga desafiante con el sol, desde su lugar privilegiado en las alturas de las cumbres.
En esta propuesta artística, José María Huecas expresa la fuerza de la sorpresa de la impresión primera, cuando la mirada escapa de la luminosidad ardiente de páramos desnudos, encontrando asombrada un mundo incógnito, terreno áspero y rocoso, donde se encuentran mantos verdes protectores de genios. Seduce al pintor esta impresión, lo somete a un estado anímico que impulsa su acción pasional plástica, en la que prima el trazo grueso, descarnado, impetuoso, arrebatador de la razón temporal, trasladando el ejercicio pictórico del artista hacia el depósito desbordante del color, quien con sus manchas se desplaza sin freno, rompiendo la lógica de las formas, para mostrar la impresión de la escena evocada en la pieza. Los colores se organizan, ocupando su lugar en el plano, sugiriendo paisajes cubiertos de una densidad tonal, que nos recuerda la frontera deseada de traspasar, división de realidades opuestas, aquella libre, donde la Naturaleza exuberante resiste, y el espacio racionalizado, sumido al orden técnico o, en todo caso, huérfano de una capa vegetal consistente.
Javier Huecas emprende, en esta propuesta, su viaje hacia el cosmos oculto contenido en las cumbres, donde aún resisten zonas boscosas al avance arrasador de la sequedad del clima. Son un oasis persistente en esta zona del sur peninsular, contraste con el paisaje común asignado a esta provincia, espejismo para el viajero. Esta alteración anímica, por la sorpresa producida, origina un trabajo en el que la rotundidad del color triunfa, superando el mero recuerdo de modos pictóricos de principios de siglo veinte, pues este creador artístico incorpora una marca personal, surgida de la autentica vivencia de la imagen recordada, la cual está dotada de una vibración que conecta con los ritmos estéticos actuales, sin abandonar el estilo que lo sustenta. Es la densidad continua en la acción, que Javier Huecas imprime en sus esculturas, las transmitida a sus pinturas, como espesura cromática aquí definida.
Ofrece este pintor un atractiva obra, rica en significados visuales.






















PEDRO GARCIARIAS EXPONE SU OBRA EN LA GALERÍA SANTIAGO COLLADO

 



LIRIOS Y NAUFRAGIOS


Autor: Pedro Garciarias. Título: Lirios de agua - Vánitas barrocas. Lugar: Espacio de Arte Santiago Collado. Fecha: Hasta final de febrero.

La realidad es descrita mediante el color, traduciendo sus secretos, y esencias, a través del ritmo percibido en su vibración, el cual incide en el estado anímico emocional cuando su encuentro ocurre.
Pedro Garciarias sigue perdido en el laberinto del jardín, sumergido en su mar de color, sometido al influjo de sus mareas cromáticas, en las corrientes de sus intensidades, en la ruptura sensitiva de sus olas salvajes, cuando se encuentran con la costa de la árida existencia, que irrealidad ésta pudiera ser, pues surge la duda de cual de ellas es la auténtica. Pedro sí lo sabe, y es por lo que se niega a salir de su jardín perpetuo, para seguir respirando los aromas del complejo mundo de gamas evocadoras, pasión constante que el artista plasma en cada una de sus composiciones.
No se conforma, este creador plástico, con el ejercicio repetido de la búsqueda sumida en una letanía circular, sino que valientemente continúa su senda exploradora, variando conjunciones cromáticas, liberando capas de su paleta, en otras, abrigándolas con un mayor peso cromático, esparciendo el trazo de su pincelada, mostrando la pasión profunda que este ejercicio plástico suscita en su oficio pictórico, exponiendo formas desveladas, caprichosas, de simetría imperfecta, volubles en su presentación, cuan criaturas caprichosas, que escapan de su ocultación bajo la sombra del color neblinoso, para transitar al gris mundo de los mortales, trasmitiendo el temblor de la belleza.
Hay muchas formas de describir, e incluso descifrar, las intenciones del pintor en la obra expuesta, siendo este modo de reflejarlo una propuesta para conectar la mirada del espectador, pretendiendo lograr introducirlo en el universo pleno de la existencia sensitiva.
Sobra hablar de la técnica de obtención de gamas y soportes, pues maestría sobra a este veterano pintor, cuya trayectoria justifica todas aquellas apreciaciones sobre el proceso creativo, desarrollado en la elaboración de su obra. Lo importante es lo que muestra, belleza profunda, discurso continuo que no se agota, como si un cristal fuera sometido a las veleidades de la luz, que nunca reproduce el mismo destello. Su contemplación alimenta el ánimo, siempre comunica con el que la contempla.
Mientras, Pedro Garciarias continua en su jardín.







































domingo, 19 de enero de 2025

MESA ESTEBAN DRAKE EXPONE EN LA GALERÍA ORFILA

 

EL SIGNO OCULTO DE LA IMAGEN



Autora: Mesa Esteban Drake. Lugar: Galería Orfila, Madrid. Fecha: Hasta el 1 de febrero.

¿Qué busca la artista al internarse en su obra? Esa pregunta surge al contemplar las composiciones propuestas por Mesa Esteban Drake, pintora de poderosa personalidad estética, cuya producción plástica opta por derroteros difíciles para el gran público, en su indagación constante sobre el significado del trazo, su conjunción con el color y relieves, y el poder que la percepción genera en el observador.
Es una empresa que conlleva un gran conocimiento técnico, sabiendo manejar muy bien las texturas variadas, el lenguaje cromático, la importancia de la figura sugerida en el cuadro.
Logra la artista plasmar oportunamente el relieve en su obra, para que capte los caprichosos derroteros de la luz, cuyas sombras y contrastes abonan la imaginación de quien los contempla. En su obra se refleja una limpieza compositiva, siendo el concepto, la silueta afortunada, quien dicta el peso sensitivo, que desarrolla la imagen surgida ante la mirada.
Mesa Esteban Drake entrelaza diferentes materiales, soportes y técnicas, para expresar el sentido central de cada pieza, en la que recrea la imagen etérea, que surge del chispazo poético que la realidad de la contemplación encierra.
Esta pintora es certera en la expresión, con economía aparente en en su composición, la cual atesora un largo proceso creativo, basado en un amplio conocimiento de la técnica de representación pictórica.
Mesa Esteban Drake es una pintora poseedora de una sólida inteligencia plástica, cuya obra posee la impronta de exploración tras el signo oculto, que toda representación encierra.









 



miércoles, 15 de enero de 2025

DE NUEVO ENERO

 



ENERO, FUEGO Y DESEOS


Es un efecto psicológico, sí, pero es real, pues hace presencia con su fuerza, e impresión, en las ideas de todos. Es enero y parece que iniciamos un nuevo periodo, en el cual se quiere concluir aquellas circunstancias que nos entretienen y preocupan, queremos que todo sea nuevo, como si de una regeneración se tratara. Es enero e imaginamos los meses de otoño como oscuros, recogidos, llenos de impresiones, emociones y nostalgias al final. Pero todo ello queda en el recuerdo, que parece lejano, cada vez más, para desaparecer en el fondo del horizonte de la memoria.
Estamos ávidos de luz, de su brillo y calor, en medio del gélido ambiente, que no por ello molesta, sino que parece renovador, purificador, inicio de nuevas aventuras, aquellas que la cotidianidad nos va ofreciendo cada día. No son intrascendentes, aunque así nos parezcan, sobre todo cuando la existencia sin problemas importantes nos acompaña, mas en el recuerdo quedarán, al ser rememorados esos periodos, como existencia feliz. La vida transcurre y eso es lo importante. Tal es el ansía por el retorno del abrazo luminoso, evocado en las fiestas de enero. Fiestas de San Antón, San Sebastián, San Idelfonso, son muchos los festejos en los que se busca la Luz a través de las hogueras, cohetes y carretillas, como si se quisiera encender el cielo, quemando lo viejo, acorde con los sentimientos del primer mes.
Son también fiestas de celebraciones, en las que las comunidades se arropan, buscan sentirse más próximas, cuando la Olla de San Antón une como pretexto para sentir el gozo de vivir.
Pasan las horas, en la serena armonía de una estancia tranquila, protegida del frío, en la oscuridad que va cesando cada día su duración, la claridad empieza a percibirse en San Antón, mostrando su triunfo en febrero, cuando el impulso de vida sienta mayor fuerza, las fiestas se repiten, antesala de romerías, festejos populares, penitencias y presentimiento del mes florido, explosión jubilosa de vida, pasión desatada en comunión con el ritmo suave del ambiente; en mayo el calor no sofoca, sino que anima, en una atmósfera sedosa, levemente revuelta con una brisa zalamera, que ayuda a dar fuerza a la intensidad de las horas.
Enero es como un campo encostrado por el peso gélido de los elementos, espacio nuevo en el que reconstruir los quehaceres cotidianos, estancia limpia para iniciar el futuro deseado, pero todo depende de la persistencia de la voluntad, si las ideas presentes son más intenciones que emociones.

domingo, 5 de enero de 2025

LA CIUDAD IMAGINADA. GRAFIC II, GRANADA

 



IMAGINARIOS, METÁFORAS PARA PENSAR UNA CIUDAD


La ciudad es el germen de la civilización y convivencia, fuente de donde surge la organización social en la Historia. Muchas han sido sus funciones, otras permanecen. Fue lugar de protección, continuando como espacio de intercambio de ideas, foco de comercio, y aún refugio para atender las múltiples necesidades que la existencia depara.
Según ha sido el pensamiento imperante, y la función primordial asociada a éste, su fisonomía evolucionaba. La relación considerada entre el ser humano y la Naturaleza es la idea subyacente en todas sus manifestaciones, unas veces contenidas de forma subjetiva, en otras expuesta explícitamente. El dominio del medio natural, su domesticación, la construcción de un paraíso artificial en la Tierra, lugar de control personal, todo eso ha sido y es, mas con la incorporación del concepto de fábrica permanente, se convierte en una construcción orgánica de espacios asociados, para cumplir con las funciones de producción y consumo, donde el trabajo es continuo, siendo las estancias privadas dimensiones invisibles, ajenas al trajín incesante de sus calles, sólo visibles los locales comerciales y factorías. La persona ha sido absorbida por la ciudad industrial, muy bien definida por E. Jünger en su libro “El Trabajador”, cuando suponía al ser humano convertido en titán. La belleza, la recuperación de la memoria del mundo natural, la vida en armonía con el entorno, parece haberse perdido, pero la realidad es otra. La gris existencia, vestida de grandes monumentos, exaltación de un mundo racional, ordenado y planificado, con los sueños hechos realidad en la arquitectura, no llena la satisfacción existencial de sus habitantes, imaginando otras realidades. La posibilidad hacia la vuelta a un mundo más humanizado toma fuerza en sus conciencias. Los dioses quieren expulsar a los titanes de nuevo.
“IMAGINARIOS, metáforas para pensar una ciudad”, es una propuesta plástica en la que se abre el pensamiento para abordar todas estas ansias y sueños, pues es a partir del universo onírico desde el cual se construye realidades futuras.
En esta instalación participan cuarenta y siete artistas, procedentes unos de la estampación y grabado, otros del dibujo y pintura, unidos todos por el soporte del papel, medio sencillo y humilde, pero auténtico instrumento revolucionario en la transmisión de ideas.
La ciudad pensada es el tema que organiza toda la muestra, abordada desde sus monumentos, sus espacios de trabajo y convivencia, el entorno que la acoge y los sentimientos que suscita, negaciones y esperanzas en el futuro.
Se rescatan del recuerdo, aprovechando coincidencias con el planteamiento que sustenta esta exposición, obras de artistas gráficos granadinos del siglo XX, como Pepe Lomas, Julio Espadafor, Paco Izquierdo, Cayetano Aníbal, Claudio Sánchez Muros, Dolores Montijano, Miguel Rodríguez Acosta y Hernández Quero.
Los acompañan piezas de Ana Villén, Antonio Córdoba, Juan Jesús Dueñas, Mika Murakami, M. José de Córdoba, Paco Lagares, Jesús Conde, Asunción Jodar, Marisa Mancilla, Pepa Mora, Lola Alba, Joaquín Peña-Toro, Belén Mazuecos, Aixa Portero, Simón Zabell, José Cáceres, Carmen Guardia, Teresa Martín Vivaldi, Elena Laura, Valentín Albardíaz, Xaverio, Javier Seco, Miguel Carini, Carmen Ocaña, Natalia Tamayo, José Manuel Peña, Teiko Mori, Manuel Vela, José Manuel Darro, Alejandro Muñoz Miranda, José Ángel Vega, María Angustias Mellado, Lola Moral, Jesús Calle, la obra del escultor Pedro Líndez. Juan Molero, Salva di Marte, Serafín Mesa.
En todas las obras expuestas se refleja el nervio creativo que impulsa la búsqueda de experiencias plásticas, proyectadas hacia un mundo sometido al pulso sensible de la existencia, cuando las horas transcurren en la placidez de una realidad más humana y personal. En cada una de ellas se trasluce la calidad compositiva de sus autores, el impulso que mueve su actividad artística, el genio creativo latente en Granada,
“IMAGINARIOS, metáforas para pensar una ciudad”, pertenece al conjunto de actividades relacionadas con la II edición de GRAFIC, Festival de obra gráfica y arte sobre papel, 2024, organizada por Tessgallery, espacio para la promoción de arte contemporáneo, cuya responsable es Concha Hermano, comisaria de este evento cultural.
La exposición estará abierta hasta el 10 de enero de 2025, en el Centro Carmen Jiménez, del Área de Cultura del Ayuntamiento de la Zubia.




Aixa Portero


Miguel Carini


Joaquín Peñatoro



Natalia Tamayo



Manuel Vela



Teiko Mori

jueves, 2 de enero de 2025

CARMEN GUARDIA PRESENTA SU OBRA EN MECA MEDITERRÁNEO

 


LAS EMOCIONES DE CARMEN GUARDIA


Autora: Carmen Guardia. Título: Emotions. Lugar: MECA Mediterráneo Centro Artístico. Fecha: Hasta el 8 de enero.

Carmen Guardia expone una obra de gran sensibilidad estética, proponiéndola como soporte de un relato emocional, en el que plasma la sucesión de experiencias percibidas en su relación con el entorno existencial.
La línea danzante, según su cambio de forma, resuena en el lecho de un fondo monocromo, como también segmentado, el cual hace de acompañante coral en la historia palpada por el intelecto de las emociones. El color se sucede, mostrando el escenario sobre el cual puede deambular sus contornos lineales, en figuras caprichosas, ajenas a los ángulos ahuyentadores de miradas sensibles, ofreciendo una visión suave, acompasada, armónica, intimista, resonante con la melodía interior que descansa en la experiencia feliz de la existencia.
Consigue Carmen Guardia expresar una obra de tal conceptualidad estética, gracias a una sencilla pulcritud expositiva, que aparece directa en la presentación, concisa en las formas, iluminada en la idea que se ajusta en el conjunto de anillos fluctuantes, y líneas conjugadas, en el entramado visual que desarrolla la idea plasmada en el cuadro. Son estas líneas como caminos a ninguna parte, unas veces orientados hacia el vacío de la nada, cuando no, encerrados en el mismo bucle de trayectoria insinuante, reflejo de pensamientos que enclaustrados en sí, persisten en el momento de su fijación, tras el encuentro ante la imagen luminosa, con el entorno natural, el profundo azul marino, o la limpieza celeste del cielo sujeto al dominio de la luz.
La pintora organiza estas impresiones en su descripción plástica en el cuadro, usando una paleta diversa para transportar las ideas sensitivas que aturden el entendimiento, en el primer instante de sorpresa por el asombro surgido ante la grandeza del paisaje. La artista lo asume en su interior, como un torrente desbordado de experiencias luminosas, que anega sus espacios de sosiego, abrasa sus recodos del pensamiento, significando confusión en su primer encuentro, para ir después asentando los destellos, pensamientos azarosos surgidos en el momento de su hundimiento en el pozo de claridades, en sacudidas rítmicas que van integrando su frecuencia sensitiva, convirtiéndose los caminos de destinos sin lógica, en estrofas visuales de un verso luminoso, escrito con una grafía cromática, y modulado por los trazos ondulados que en la superficie de sus piezas florece.
Las manchas de color, que en ella se asientan, simulan el reflejo de la Naturaleza, en la sinfonía de tonalidades organizadas por la pintora.
Sugerente obra es la propuesta por Carmen Guardia.