domingo, 21 de mayo de 2023

JUAN CARLOS LÁZARO EXPONE EN LA GALERÍA DE QUEESTE ART, BÉLGICA

 


LA LUZ QUE CIEGA LA MIRADA


¿Qué esconde el color en su seno? Esa pregunta espolea la curiosidad del pintor, le incita para adentrarse en el seno de su sustancia. Juan Carlos Lázaro expone una obra de sutil percepción, soportado en un concepto estético inteligente, explorando los límites de la contemplación plástica. Indaga en la diferencia entre la forma y la luz, el colorido brillante que anega la superficie definida en el cuadro y el fondo escondido. Son sus obras un ejercicio del esfuerzo visualizador, en el cual la contemplación se convierte en experiencia sensitiva, que predispone, y ayuda, a incorporar la mirada hacia un estado de resplandor cromático, baño luminoso, ceguera de la abundancia de la claridad triunfante, ebriedad saturada de espesa neblina de color. Es el aroma del ambiente, el peso de la luz hiriente que somete la atención, acota el tiempo, salva la escena, convirtiéndola en destello permanente del instante, amenazado con disolverse con el recuerdo de la impresión del tiempo percibido.
Juan Carlos Lázaro juega en el límite de la abstracción superadora de la figuración, mas ésta resiste y desarrolla su escena y momento narrativo, trasportando el entendimiento a las horas batidas por el Sol, campos permanentes donde nunca pasa nada, estancias pesadas por el tedio, solo existe la acción diaria repetida de sus rayos. Si no, detiene la mirada en composiciones que se esconden en la espesura luminosa, vestida de tonos cálidos, pues su ausencia oculta las formas, su exceso las supera.
Es una reflexión metafísica sobre el significado de la fuerza cromática la descrita por el artista, meditación sobre la contemplación de la verdad oculta, cuando se está asolado en la comprensión del instante visualizado. Arte, estilo, ingenio y gracia compositiva, se aúnan en la obra de Juan Carlos Lázaro.
Este pintor posee una trayectoria de amplia experiencia expositiva, marcada por una personalidad plástica que lo distingue del resto. Propone un experiencia estética en la que incluye el plano monocromo de la expresión abstracta, con el destalle de la escena figurada, frontera entre ambas, ejercicio de la razón pictórica, propuesta del límite y ruptura con alguna de ambas opciones, y ahí permanece la apuesta del pintor. Desarrolla su obra por los senderos de los campos del silencio, visión tranquila del tiempo extraído de su ritmo cambiante, depositado en el desván de la memoria.
Juan Carlos Lázaro expone en la Galería De Queeste Art (Bélgica) hasta el 23 de mayo.









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