sábado, 9 de septiembre de 2023

RECORDANDO LA OBRA DE FRANCISCO CAPULINO, "CAPULETO"

 

CAPULETO


Uno de los pintores almerienses más originales del siglo veinte fue Francisco Capulino-Lanuz Pérez, Capuleto, 1926-2009, miembro del grupo Indaliano, cuyo estilo evolucionó por derroteros muy particulares respecto a sus compañeros de ese movimiento artístico.
Su obra siempre se mantuvo dentro de la figuración, siguiendo una senda de amplia anchura estilística, pues unas veces se acercaba a la abstracción, y otras a una figuración estilizada, predominando el diseño geométrico, el color enmarcado, de tonalidades suaves que emergen de un cuerpo cromático sólido. En sus piezas, predomina una atmósfera evanescente, cálida, de luminosidad espesa que no trasciende la ceguera en la mirada, consiguiendo crear un clima acogedor, envolvente e insinuante, en el cual propone que el espectador se adentre para descubrir la verdadera realidad de la escena. Es común en su producción plástica la imagen descarnada de una naturaleza muerta, apareciendo animales abiertos en canal, verduras a la espera de su cocción, en bodegones que se hunden en la tradición plástica hispana, extrayendo su impronta para exponerla desde una mirada actual. Puede interpretarse como la preocupación de pintor por el tiempo que todo fenece, mostrando a menudo la faz de la calavera, aviso de la degradación de la materia. Mas el artista expone a sus figuras, en su última etapa, en una postura casi burlona, ignorando el futuro seguro que aguarda, tranquila o en todo caso indolente. En sus primeros tiempos sí aparecían los protagonistas de sus lienzos en su plenitud, tiempos gozosos de juventud, aunque la huella del destino siempre estaba introducida en su obra. En las piezas de soberbia geometría, traduce la imagen en una linealidad cortante, sumergida en un mar de penumbras y colores oscuros.
Perseguía el pintor el hilo de la existencia a través de espacios sencillos, construidos por la lógica de sus habitantes, silencios intensos descritos en el ambiente, en el cual, al concluir el camino de la vida, todo se disolverá, quedando la huella del vacío, que el recuerdo convertirá en historias.
Francisco Capulino, Capuleto, fue un pintor de gran calidad estética, que supo integrar la moda imperante en su inicio, adoptando influencias de las décadas coetáneas, para traducir sus influencias en un estilo propio, que expresaba con hábil destreza compositiva. Su trabajo plástico destaca entre los pintores andaluces de la segunda mitad del siglo pasado, por lo que merece ser tenido en cuenta entre los iniciadores de otros senderos postindalianos.



















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