RELATO RUTINARIO DE LOS DÍAS SIN NOMBRE
Marcos Cárdenas expone en la Sala de Arte Parés. Hasta el 12 de junio.
La deslumbrante claridad que inunda el entendimiento es la impronta personal que define la obra de Marcos Cárdenas. Detiene su mirada en los rincones sencillos, donde encuentra el frescor de la planta silvestre o cultivada, resaltando su poder vital, el deseo de pervivencia, su comunión con la Luz. Hay ocasiones en los que destaca el momento intrascendente de una escena hogareña, el relato rutinario de los días sin nombre. Este pintor elabora composiciones en las que refleja la imagen real tal y como es, plasmando un colorido ajustado a la realidad. No consigue igualar la fotografía, sino que la supera, pues Marcos Cárdenas imprime espíritu a cada una de las figuras que conforman la escena recogida en sus piezas.
Quiere el autor describir las escenas cotidianas de su perímetro hogareño, obligado refugio en estos días de presente incierto, desde una perspectiva de existencia placentera. Logra incorporar en su trabajo plástico la luz feliz que recorre su mirada sensitiva, el estado tranquilo de encuentro con su mundo interior, cuando se encuentra conectado con los espacios invisibles del universo de la fantasía.
Marcos Cárdenas crea una obra bien estructurada, de hábil ejecución, sólida, y de excelente calidad. La Luz vive en ella.
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