lunes, 24 de abril de 2023

IRENE MARTÍN Y SU PINTURA

 

DESTELLOS Y CLAROSCUROS DE LA REALIDAD PINTADA


La Pintura reproduce escenas extraídas de la realidad, impregnando en la trayectoria de sus trazos parte de la energía que fluye en el tiempo. La detiene y deposita en un bucle continuo, vibración constante de la eternidad, que se diluye con la materia.
Este principio es el que sostiene el trabajo plástico de Irene Martín Melguizo, joven artista granadina con un prometedor futuro artístico. Viendo la realidad de su obra actual ya indica que el camino lo ha iniciado.
Su creación plástica posee un brillo especial, consistencia sólida, que genera un ambiente autónomo en el universo interior del cuadro, tras el límite de la superficie que lo define. Centra la atención en personajes de su entorno, delimitando el objeto de su trabajo en un mundo sosegado, cerrado en la intimidad femenina, desde el cual proyecta una visión particular de la realidad. Lo consigue esta pintora gracias a la planificación intelectual de cada pieza, que va tomando forma desde un diseño equilibrado, sustentado en la armonía geométrica, la cual pierde sentido,y desaparece, tras la composición, que con sus luces y juegos cromáticos, originan un espacio sensitivo, en el que los susurros de su sonido interno se perciben al ser visualizados. La perfección de las formas, la fidelidad de la imagen real plasmada en el lienzo, es de gran precisión, mas no se queda en el mero ejercicio de representación preciosista, sino que la traslada al espacio donde la fantasía ejerce su influencia. El colorido incorporado a sus figuras no desentona de la imagen veraz, siendo reflejo de su origen. Sin embargo poseen un halo especial que lo distingue de ésta, convirtiéndose en expresión mágica que se traslada, tras ser contemplada, a los campos de la imaginación soñada. Esta cualidad caracteriza su obra última, hallazgo personal en el que la artista ahonda en su experiencia con los pinceles.
Irene Martín ha heredado la mágica composición del trabajo de su padre, Pepe Martín, unos de los pintores de referencia en la figuración granadina. Incorpora una intensidad dinámica en su obra, destellos y claroscuros, miradas que resumen vida y esperanzas de futuro, ensimismamiento dentro de unas circunstancias propias, mundo personal marcado con el signo sensible, optimista, vital e independiente.
Es una aventura plástica la que define la trayectoria de esta pintora, a punto de alcanzar la madurez artística que la dotará de elegante calidad pictórica. Mientras, prosigue con su tarea diaria silenciosa, paciente, tras la conclusión de las piezas que darán sello a su estilo y capacidad técnica alcanzada.
Irene Martín posee una pintura personal de interés estético. Su obra lo demuestra.
















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