ESPERANZA
EN EL VACÍO
Juan
Luque. Título: El tiempo detenido. Lugar: Galería Ansorena, Madrid.
Hasta el 3 de mayo.
La
soledad de la persona, perdida en su viaje de exploración del
sentido único de la existencia, es la base que justifica la
interpretación de la obra de Juan Luque. Sus piezas van plasmando
faros, sobre todo, y circos ambulantes. Los faros como lugares
alejados de las ciudades, en zonas de escasos habitantes, siempre
sometidos a los embates del tiempo, ellos y la Naturaleza, desafío
constante, en una batalla sin fin. Pero su presencia va más allá de
esta primera idea, pues significan la luz salvadora en los momentos
desolados,
cuando perdidos en la tormenta, atravesando senderos neblinosos,
ateridos
por el frío, y en
medio
de la nada, surge el destello pasajero que nos orienta. Esa es la
razón que sustenta su presencia en la obra, pues son expresados como
la guía salvadora en los avatares que las diversas rutas que
la vida depara. Si no, aparece el nomadismo de los circos, siempre en
trasiego continuo, mostrando su presencia en páramos solitarios,
fantasía en el vacío, luz de vida en la rutina de la tristeza.
Ambos portan esperanza, acompañan y muestran la
claridad
del
horizonte en
las oscuras
horas
de la existencia.
Juan
Luque es un pintor cuya obra posee una impronta de gran intensidad
visual, espeso cromatismo que pierde peso en la mirada, como si el
color quisiera convertirse en humo pasajero, surgiendo como impresión
de paso volátil, instante en
que
se perderá en el olvido. Sus imágenes se transforman
en un diálogo de hondo lirismo visual, profundidad de ideas que
reflexionan sobre
el
sentido de
la vida, exploración sobre
la realidad del ser y estar.
Este
artista conjuga dominio plástico, inteligencia compositiva
y un excelente vocabulario poético, transcrito en los colores
estructurados en sus cuadros,
que dotan de sentido la imagen contenida en ellos.
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