domingo, 27 de abril de 2014

FRANCISCO CARREÑO EXPONE EN LA SALA ZAIDA DE CAJA RURAL DE GRANADA

 
 
 
LA LÍNEA Y EL COLOR
 
Autor: Francisco Carreño. Título: Paisajes desnudos. Lugar: Sala Zaida de Caja Rural de Granada. Fecha: Hasta el 2 de mayo.
 
Una exposición recopila la producción del pintor Francisco Carreño, mostrándonos la evolución y el nervio creativo que impulsa su trabajo plástico.
Este artista almeriense, afincado en Granada, ofrece una obra de intenso cromatismo, siempre sujeto a la linealidad de las formas, combate de resultado vario en su discurrir pictórico, pues unas veces triunfa el color, en otras la rigidez del dibujo, pero siempre sin abatimiento del contrario, pues la tensión entre ambos genera una atmósfera de equilibrio, en un diálogo respetuoso de la figuración con el desbordamiento de una exuberante paleta cromática. Y siempre vence la realidad, en el instante de su evocación sentimental. En cada una de las piezas, el autor exhibe un amplio repertorio de tonos para reproducir la energía del entorno, describiendo a la vez los contornos de lo visible, para configurar la imagen y el espíritu adherido a ella.
En la propuesta de esta Sala se observa el trayecto plástico del pintor, desde sus comienzos marcados por el paisajismo clásico de gusto popular, pasando por un periodo académico, hasta romper la representación de la imagen en sus cuadros de los Filabres y Sierra Nevada, ejerciendo el color una rotundidad en la tabla, que pudiera ser una composición abstracta, si no es porque el artista lo organiza en el rectángulo para representar la inmensidad de las cumbres, la inanidad de la huella humana, y su desafío ante la grandeza de la Naturaleza. Desde el comienzo el pintor muestra una impronta particular en el dominio del color, en el pulso que le infiere, dejando un destello propio en cada composición que concluye. Cuando fija su mirada en la Vega de Granada, la fuerza de las líneas y tonos chispean en  cada pieza, trascribiendo el esplendor del momento pintado. En los desnudos el dibujo queda envuelto en las esencias del color, de raíz monocroma, que se abre a sus posibles variaciones, surgiendo cálidos contornos, ensimismados en su intimidad, en la soledad del yo, cuando se muestra la verdadera faz de la persona. Propone formas originales de entender la anatomía humana,  hundiéndose más en los espacios de creaciones de gran valía. Muestra en los paisajes urbanos el bagaje de su viaje plástico, introduciendo la magia del ambiente, el sabor de los lugares plasmados en sus cuadros. En la serie de Nueva York  introduce energía en la trayectoria de los trazos, el asombro ante el panorama preso de rascacielos, la soledad bulliciosa que reina en las calles de la gran manzana.
 Con esta propuesta F.Carreño nos enseña la senda seguida hacia una forma personal de entender la figuración,  dando cuenta de unas señas de identidad propias, que avalan sea considerada la calidad alcanzada en su devenir plástico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
 

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