TRAS EL VELO DEL COLOR
Autor: Sebastián Rosales Rosales. Título:
Terminar...comenzar. Lugar: Sala de Exposiciones de la Corrala de
Santiago.Fecha: Hast el 28 de abril.
Una neblina cromática hace opaca la mirada al intentar
describir la realidad, dejando traslucir los contornos presentidos, las formas que la percepción adivina, unas
veces ciertas, o puede que sean ilusiones sólo.
El
color se distribuye y organiza en la obra de Sebastián Rosales, de manera
ordenada, presionando con su entorno, siendo el resultado de esta
confrontación el fulgor desprendido en
cada una de las piezas, poderoso, espeso, mostrando envuelto en su seno los
relatos presentidos que, tras la muralla de manchas informes, desarrollan los
seres que habitan en el soplo del color. Éste es el protagonista de la
propuesta de Sebastián Rosales, la energía que dota de fuerza la mirada, el
engarce de contrates entre tonalidades opuestas. No son obras abstractas
exactamente, aunque en algunos trabajos caen en sus dominios, sino una forma de
expresar la realidad, basada en la sensualidad de la silueta imprecisa,
omitiendo la precisión geométrica que la comprensión del espectador da forma,
la introduce en una acción y somete a una atmósfera de pálpito de vida. Recrea este
pintor una manera elegante de entender la representación de la imagen, en una
tensión continuada entre el ser de la forma y el caos de las radiaciones, que
quieren existir libres del orden impuesto. En el furor de esta batalla eterna
surge la luz de la vida, la luz sentida por la visión interna, que incluye un
cosmos animado en el interior de la obra. El observador aliña con su visión la
elaboración inicial del artista.
Sebastián
Rosales demuestra que se puede trabajar un estilo ya manoseado por muchos pintores,
no quedándose en el tópico de la configuración abstracta, basada en un lenguaje
de colores, planos, agolpados, y agradables a la mirada, repitiendo
continuamente, y estirando sus posibilidades, la experiencia común. Explota
otras formas, aunque no novedosas, más originales y difíciles, pues el
equilibrio cromático hay que dominarlo, como la exacta gama ajustada al efecto
deseado, en un entramado engarzado por una buena inteligencia compositiva.
Admito
que inicialmente entré en la Sala pensando que vería más acción de manchas y
brochazos, pero la propuesta mostrada cambia toda consideración, saliendo de la
exposición reconociendo la valía plástica del este pintor jiennense.
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