LOS MUNDO DE SANTI LARA, EN MECA MEDITERRÁNEO, ALMERÍA

 

ENTRE EL SOL Y LA SOMBRA

El pintor manchego Santi Lara expone una obra fresca, dinámica y mágica, en la galería almeriense Meca Mediterráneo, hasta el 24 de abril.

Su trabajo plástico esta sustentado en un dibujo esquemático, vestido de un cromatismo limitado, sencillo, de rememoración publicitaria, propuesto como tonos amables, felices, sumidos en un resplandor de aparición fantástica, burbuja, que encierra espacios mágicos, penetrada por la percepción del tiempo real, el cual se sorprende, amansa su ímpetu, y se acopla al devenir suave que transcurre eternamente en su tiempo circular. Consigue el pintor esta sensación gracias el efecto cromático impreso.

Es una obra que se impregna de reflejos naif, poderosa estructuración gráfica de técnica ilustrativa, y estilo figurativo pop. Mas el artista lo transforma, con todos sus aderezos, convirtiéndolo en piezas con singularidad propia.

El título de esta propuesta es “Entre el Sol y la Sombra”, es decir, aquello que se visualiza y lo que oculta la oscuridad, universos vislumbrados que se equilibran entre sí, creando discontinuidad en el trayecto visual, en la observación del cuadro, induciendo la entrada hacia un relato de resonancias mitológicas. La Naturaleza, en su esencia, es cantada, a través de los personajes que ritualizan la fuerza de sus animales, los cuales son simbolizados por las máscaras de los oficiantes, o la humanización de sus ánimas, cuando evocan a las energías espirituales que se esconden en las umbrías de los bosques, tal y como se celebraba en las fiestas paganas greco latinas o célticas.

Santi Lara representa estas escenas bajo una luz fría, impersonal, casi lunar, pues no podría alejarse mucho de las horas de Diana. En ese ambiente surge el ciervo blanco, el auténtico Grial conocedor de la fuerza de la Naturaleza primigenia, cántico añorante de un medio entorno que vivía inmerso en sus duendes, hadas, espíritus danzantes, cuando el bosque era un ser vivo, no contaminado, simbolizando la puerta hacia otras formas de afrontar el tiempo de la existencia.

El pintor construye, con estos elementos intelectuales, la narración plasmada en sus composiciones, consiguiendo el efecto deseado. Denuncia los excesos de la ocupación del espacio circundante por el ser humano, ajeno al tiempo que se desarrolla en las sombras selváticas, donde cada ser viviente posee una presencia inteligente propia, otra lógica de las horas, liberada de la arquitectura racional idealizada, siendo mostrado por el pintor en una figuración serena, equilibrada, paradójicamente racional, mas tras el claroscuro se oculta la verdad de las sombras. Magnifico Santi Lara.