LA IMAGEN
FUNGIBLE
Se
desarrolló una obra plástica fresca, dinámica, desenfadada,
imaginativa, enmarcada en un universo fantástico, en las últimas
décadas del siglo veinte, continuada, en muchos casos, por sus
autores hasta la actualidad. No quiere decir que se mantengan
anclados en su mismo estilo, sino que éste transcurre sobre un
espacio estético acotado por iconos constantes, que se reformulan
sin cesar, para superar la imagen plasmada en la pieza, quedando solo
como efecto visual el resplandor percibido en su contemplación.
Este
movimiento artístico nace de los supuestos del arte pop, surgido en
los sesenta del siglo anterior, basado en la ilustración, los
objetos cotidianos de la sociedad de consumo, envuelto todo por
colores intensos, básicos, que muestran una realidad absurda, sin
sentido, alegre, ajena a la reflexión, sometida sólo a la
apariencia. Suponía, este tipo de pintura, una ruptura con la lógica
de la creación artística, surgiendo las piezas porque sí, aunque
en algunos casos quisieron ser una crítica al mundo de consumo
irracional. Estos principios plásticos se reconfiguraron en los
ochenta, ganando en espontaneidad, riqueza visual, aleatoriedad de
los elementos incorporados en el cuadro, rompiendo la rigidez
expositiva de su contenido original, para convertirse en expresión
caótica de la realidad, sometida al influjo de ideas, sensaciones,
imágenes, sin base racional alguna, ni soporte intelectual oculto
que guardara intención afirmativa, o crítica. Eran composiciones
justificadas por si mismas, barrocas propuestas realizadas para ser
expuestas, visualizadas, y en muchos casos olvidadas. Mas en los
casos de obras poseedoras de brillo creativo especial, significan una
creación diferente que se sostiene continuamente al ser contempladas
de nuevo, pues superan al tiempo cotidiano, disuelven su imagen,
elevando el torbellino de formas dispuestas, sin razón
predeterminada, psicodélicamente, a ritmo sensitivo que reproduce un
fondo de melodías visuales, compuestas por tonos cromáticos,
figuras sugerentes, que estimulan e inducen propuestas mentales, que
cada observador reorganiza. Este es el Neopop, que se sustenta en el
instante e impresión posterior, aparte del valor dado por los
coleccionistas de arte.
En la
galería Orfila, Madrid, exponen Carlos Bloch. Angie Gray, Karina
Kawai, Kay Woo, una muestra con el título de Neopop, hasta el 22 de
junio.
Carlos Bloch
Angie Gray
Angie Gray
Kay Woo
Kay Woo
Angie Gray
Carlos Bloch
No hay comentarios:
Publicar un comentario