TODAS AQUELLAS PALABRAS
Autor:
Francisco Javier Fernández Espinosa. Título: Todas aquellas
palabras. Edición al cuidado de Averso Poesía.
Los poetas consiguen su mejor obra
cuando alcanzan la madurez. Son los años los que depositan
experiencias, emociones, encuentros y despedidas, ilusiones y
fracasos, siendo la sensibilidad poética quien los convierte en
lírica expresión reflexiva. Esto me dijo, allá por los noventa, el
poeta granadino José Ladrón de Guevara (1929-2019).
Así ocurre con el trabajo literario
de Francisco Javier Fernández Espinosa, poeta persistente en el
itinerario de la palabra pulida, pieza precisa ajustada en el
engranaje de una estrofa, siendo su estructura portadora de
significados ricos en diversidad de imágenes, como la luz incidente
sobre un cristal poliédrico, que rompe su estructura común,
claridad cegadora, para desplegar el amplio abanico de las
tonalidades que encierra, radiaciones por cuyo encabalgamiento
resuenan los ecos de recuerdos y deseos, rumores de tiempos
presentidos, ya no presentes, peridos en la bruma del olvido. Este
poeta trabaja el significado de la palabra, exacto diseño de las
imágenes descifradas en sus versos, que al ser leídos, y más aún
recitados, rompen su envoltorio silábico, para estallar en destellos
de cromatismos acompasados con las emociones descritas. Así es la
impresión primera del trabajo lírico de Francisco Javier Fernández
Espinosa, el cual, al ser profundizado con el sentimiento, va
descubriendo los grandes arcanos que dirigen, y preocupan, al ser
humano: vida y muerte, el amor y el abandono, la persistencia de la
memoria o el olvido. El poeta incorpora estas ideas en el fluir
oculto de sus estrofas, indagando sobre el signo primigenio de la
razón de su existencia. Juega con el orden de las palabras, la
sumisión de sus sonidos para conseguir el chispazo visual imaginado,
consiguiendo la expresión armoniosa acoplada al ritmo del
sentimiento, de suave discurrir, que conecta con el lector para
asociarlo a su misma ondulación sonora, no sometida a la estrofa
medida, intercalada con las sombras de silencios, que sumen con su
capa secretos sólo desvelados a los seducidos por la letanía
contenido en ellos. No escritos en lineas homogéneas, sino con
saltos y recodos, empinadas cuestas y caídas abruptas, en un fluir
natural de la frase encapsulada en el verso.
“Todas aquellas palabras”
constituye un poemario de honda madurez creativa, donde el autor
transcribe las pasiones ajadas por el tiempo, el pasado real e
imaginario, componiendo un paisaje sensitivo de claroscuros, ráfagas
brillantes instantáneas y silencios umbrosos.
Francisco Javier Fernández Espinosa
propone un punzante hechizo de la palabra.
Cuando fuimos lunes
Cuando
fuimos lunes
y buscábamos aún el relieve
de los labios
a
pesar de los abrigos y la prisa,
la promesa de no volver
tarde
se derramaba por la ciudad.
Cenaríamos, amor, el
sudor
frío de los diamantes
y algún clásico del cine
en
blanco y negro.
Te
emocionaba ver cómo
atrapada en la palma de la mano
Ann
Darrow era elevada
hacia los límites del Empire State.
Decías
que el amor, cuando es imposible,
no pertenece a los hombres.
Y
entonces dormías a la hora exacta
en la que ya nadie
podía
deshacer nuestro nudo de brazos.
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