LA
ELEGANTE FANTASÍA DE BROTO
Broto en la
galería Fernández-Braso, Madrid. Hasta el 30 de diciembre.
La
pintura de José Manuel Broto posee una poderosa impronta de
elegancia, signo que marca todo su desarrollo creativo. Refleja una
fantasía estética traducida en armonía en su contemplación,
expuesta como una grafía sensitiva que describe un universo
simbólico. Es una vibración cromática hundida en el infinito de
una placidez imaginada, propuesta como pulso de fondo equilibrado,
roto por un fulgor de rotundo color soportado en la figura impresa.
Se percibe una tensión cromática entre el azar y la geometría de
las formas, que flotan en un mar discontinuo de color, por los
desniveles cromáticos contenidos, que simulan crestas y precipicios,
describiendo una composición melódica visual, comprendida en una
envolvente danza de color. En esa exactitud de la estructura tonal,
que desarrolla el compás rítmico en cada pieza, surge la sorpresa
visual que incita la emoción al contemplarla, estado de plenitud y
gozo ante la chispa lumínica de un destello mágico.
Muestra
la obra de Broto el sello de su maestría plástica, mostrada como
una expresión ajustada a los tonos exactos, según una
intencionalidad que fluye como sonido pensado plasmado en el lienzo.
El
conjunto mostrado por este pintor posee una belleza serena, que
atrapa a atención para extraerla de la realidad, llena el espíritu
de gozo existencial, transmitiendo optimismo, en el entendimiento del
gris entorno ofrecido por la realidad circundante. Abandona el
visitante la Sala con un poso de ensoñaciones en el recuerdo. Más
no puedo decir de esta excelente exposición.
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