EN UN LUGAR DEL OLVIDO
Juan
Carlos Lázaro expone en la galería Gurriarán, Madrid. Hasta el 29
de febrero.
La obra de Juan Caros Lázaro
(Fregenal de la Sierra ,Badajoz, 1962) posee un poderoso influjo
visual, pues a pesar de conocerla, de repetir una y otra vez las
mismas escenas, bodegones y paisajes, nunca defrauda la mirada. En
esta ocasión centra su trabajo en el bodegón, expuesto de forma
sencilla, depositado en un ambiente sumido en un sueño permanente.
Construye el pintor espacios ajenos al tiempo, presos de la Luz,
fluido de claridades sin fuente definida, sólo está ella, asentada
en el paisaje, lo llena todo, lo cubre todo, lo vela todo. Solo la
percepción de la forma posibilita que nos percatemos de su
existencia, del leve reflejo en la superficie de los objetos y
frutos, mas aparecen lejanos como si estuvieran en otra dimensión,
salvados del torrente de los instantes, cuan burbujas de existencia
eterna. Silencio, sosiego, serenidad, soledad, cubren el ambiente
entre los elementos del bodegón y el espectador, quien escruta,
intenta definir el fondo del cuadro, pero al final la fuerza luminosa
vence el intento, quedando solo la forma flotando en la energía
radiante, descansada en un lugar del olvido.
Juega Juan Carlos Lázaro con la
percepción de la realidad, explicando que aquello que descubrimos, y
pensamos que existe, es porque nos lo permite su comprensión a
través de los sentidos, y sin embargo existen otras posibilidades
que desconocemos. Es por lo que su pintura es una reflexión sobre le
verdad descrita en el entorno, sueño y realidad.
Constituye a la vez, la obra de Juan
Carlos Lázaro, un ejercicio de habilidad plástica, de sutilidad en
el trazo del pincel, de estudio sobre el límite de la figuración en
un campo monocromo del color. Y de esta experiencia estética
consigue que surja la chispa mágica de la fantasía, aliño que sin
buscarlo impregna sus piezas.
Como siempre, excelente propuesta la
ofrecida por este pintor extremeño.
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