EL POP ART DE JOSÉ NAHARRO
José Naharro transmite
intensidad en su obra, mostrando la Pintura eterna, es decir aquella
que refleja los ídolos y mitos de la Cultura imperante, los nuevos
dioses y sensibilidad estética compartida. En su obra además se
perpetúan las pasiones, miedos y emociones, siempre presentes en la
vida humana.
Sus piezas poseen una elaboración
compleja, transitando dentro de la creación del Pop Art, estilo que
afirma con rotundidad. Las creaciones de este pintor son barrocas, de
colorido espeso, poderoso, agudo, jugando con la gama de colores
presentes en los anuncios comerciales, compañeros perennes de
nuestra existencia. Son tonos que se imprimen fácilmente en la
retina, envolviéndose con el flujo anímico del espectador, para
crear un estado de topografía abrupta, donde unas veces se siente
vértigo y plenitud extasiada al observar el entorno desde las
alturas, para después ser presa del desasosiego de la caída
imprevista, libre descenso hacia el fondo del Mundo, mas una brusca
inflexión ascendente romperá el aliento. Este fenómeno visual es
captado en la comprensión de la mirada, aunque sea imperceptible en
el estado consciente del observador. Constituye un escenario perfecto
para desarrollar la trama conceptual que el artista quiere reflejar.
Bugs Bunny, Mickey Mouse, Pinocho, Pato Lucas, Pato Donald, Betty
Boop, Popeye, son algunos de los personajes icónicos populares de
la cultura del siglo XX, representando a través de ellos el
entramado de pasiones que anega los espíritus en su cotidiano
devenir. Sexualidad, ostentación sugerida por las marcas exclusivas,
fantasías románticas, sustancias embriagadoras, lujo, poder,
velocidad, son mostrados en sus obras. Éstas posee una fulgurante
eficacia comunicativa, atrayendo la atención por el colorido
familiar, siempre presente en nuestra cultura audiovisual,
interpretadas a través de personajes de apariencia afable,
simpática, siempre felices, lo que consigue que salve el juicio
crítico personal, para ser digerido en el subconsciente. José
Naharro transmite, con esta vía de expresión directa, una
descripción de los anhelos eternos que impulsan las voluntades
humanas, exponiendo los rasgos de la sociedad posmoderna, solo
superficie, persistiendo las divinidades eternas vestidas con
símbolos actuales.
Sus composiciones son críticas,
divertidas, otras veces lúdicas e informales, pero siempre
penetrantes, seductoras cuando se visualizan, pues el mensaje en
ellas va acompañado de recuerdos, aromas y sensaciones de tiempos
inocentes.
José Naharro es un creador plástico
que demuestra gran habilidad en el uso lingüístico del color,
inteligente en la puesta en escena de la idea ácida propuesta de
forma edulcorada. Sus piezas poseen varias capas que se deshacen ante
la mirada, concluyendo en el mensaje eterno que se repite desde los
tiempos mágicos de la Pintura.
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