MERCEDES LIROLA EN ALFAJAR (MÁLAGA)

LAS CREACIONES DE MERCEDES LIROLA

Autora: Mercedes Lirola. Título: Deja que la vida fluya. Lugar: Galería Alfajar. Málaga. Fecha: Hasta el 18 de septiembre.

Mercedes Lirola es una artista prolífica en sus producciones, exponiendo su obra con frecuencia, dejando siempre un signo distinto respecto a su trabajo anterior, que denota un progreso continuado en el camino de búsqueda de expresiones, y elaboraciones artísticas complicadas, sugerentes.

La autora indaga en la plasticidad de la materia, explorando las fórmulas de la mezcla perfecta con el agua y el calor. Obtiene piezas donde imprime su nervio, la fuerza visual imaginada que convierte en real, pero en potencia, iniciada y congelada, en ese instante de fulgor cinético, que explota rompiendo el sosiego de la materia inerte, para mostrarse triunfante en un cambio hacia otras nuevas formas, pero que el momento detiene para quedar como gesto perpetuo, acción perenne, que invita al espectador a soñar con el resultado no resuelto. Mas la creadora ha dejado la huella del ritmo en sus composiciones, el cual disuelve la rigidez sólida para visualizarse como frágil objeto, que oscila al compás de la tenue brisa, o bajo el impulso de la bravura de las olas.

En esta propuesta, Mercedes Lirola ahonda en el equilibrio entre la modulación inducida por su pulso y la resistencia de los materiales. Conocedora de sus secretos, vence su estado de postración para salvarla de la invisibilidad, trasmitiéndole vida, movimiento, cambio sugerido. Lo que consigue gracias a la técnica acumulada en sus experiencias continuas, habilidad e inteligencia compositiva. Posee aquello que la diferencia de otros artistas, curiosidad, tesón, maestría y gracia creadora.

LAS ACUARELAS DE JULIO VISCONTI

TODO VISCONTI EN UNA PIEZA

Autor: Julio Visconti. Obra expuesta en la Galería Trino Tortosa, Almería. Agosto de 2018.

Hace unos días vi unas piezas de Julio Visconti expuestas en la Galería Trino Tortosa, llamándome la atención de nuevo. Las obras mostradas poseen el estilo característico de este excelente acuarelista, siempre cargadas de tonos densos, cuasi sólidos, veteada la superficie de aberturas livianas de colorido suave, por donde el blanco quiere apenas colocarse. Pero las acuarelas allí presentes poseían el halo de la magia inicial del trabajo de este autor. En ellas se reflejaba la influencia de la tierra del sureste peninsular, agreste, desnuda, páramos abiertos presos del sol y la soledad, donde el viento arrasa sin compasión, sonando sus silbos en la inmensidad de su olvido. Julio Visconti capta muy bien el espíritu de este paisaje, sus espacios libres de frondosidades vegetales, solo el hombre, la luz, el cielo y el áspero terreno. En este escenario se invita a la reflexión interior, a la liberación de la mirada para adentrar la comprensión en el revés de la realidad, descubriendo el amplio universo de entidades que pululan en el ambiente. Sus piezas constituyen expresiones poéticas descarnadas, precisas en el objeto central definido, aderezadas con la emoción del artista al contemplar la grandeza luminosa que recorre los campos.

En esta producción Julio Visconti se une a la obra de otros pintores almerienses, que desde estilos y actitudes plásticas diversas, concentran su mirada en el paisaje de esa parte del sur de España. Están unidos por lo árido, la luz, la libertad contemplativa, el azul infinito en todas sus gamas.

Estas acuarelas de Julio Visconti resumen su trayectoria pictórica, así como su grupo de pertenencia, en el cual él es uno de sus maestros.

SOBRE LA OBRA DE MANUEL HIGUERAS

LUZ Y MAGIA

Autor: Manuel Higueras. Obra expuesta en la galería Trino Tortosa, Verano de 2018. Almería.

Es una pintura limpia, exacta, precisa, basada en un dibujo de perfil fino, sobre el cual Manuel Higueras transfiere la imagen real de la composición atrapada. Este pintor captura la visión de instante, plasmándola en el lienzo. Busca los tonos adecuados, sin cargarlos de emociones pictóricas, ni ensoñaciones estéticas, definiendo de manera pulcra la realidad, desde una postura aséptica, sin inferir en las figuras con aditamentos sensoriales, solo la escena veraz, la realidad tal cual. Manuel Higueras realiza un ejercicio de habilidad plástica, maestría en el dominio cromático en el dibujo. Ejecuta un trabajo de perfección, superación ante la técnica fotográfica, introduciendo el componente humano, la fuerza del trazo y la magia, pues el artista actúa como medium para retener el tiempo, queriendo apresar las cosas, recordar el pasado.

Manuel Higueras exprime las posibilidades de la representación fiel de la imagen, recogiendo la luz en todas sus declinaciones, lo vivido como así era. Esto hace que se concluya en que la obra de este pintor esté centrada en la luz, siendo la perfección obtenida mera excusa para conseguirlo. Si centramos la mirada, el autor utiliza los objetos como contenedores del reflejo luminoso, en todas sus variantes y tonalidades, queriendo retenerla, parar el tiempo, condensando en el cuadro los brillos que sus haces provocan en el estallido de su encuentro con los materiales.

Con todo lo anterior estoy describiendo el trabajo de Manuel Higueras, independientemente de comentar su estilo y situación dentro de movimientos, y épocas, pictóricas. Su propuesta posee gran calidad, muchas horas dedicadas, y elegancia expositiva.

EL BODEGÓN DE BAUTISTA JIMÉNEZ

EL BODEGÓN ES ESTOS TIEMPOS DESCREÍDOS

Autor: Bautista Jiménez. Obra expuesta en la Galería Trino Tortosa.

La pintura como obra de arte es una expresión libre que admite todas las variantes posibles, pues su verdadero fin consiste en la expresión sincera del artista, presentada con la suficiente habilidad para suscitar una chispa de emoción, inquietud, reflexión, o diálogo con el espectador.

Cuando el autor opta por recorrer senderos ya marcados por la repetición incesante, puede caer en el campo de la imitación, elaborando productos con buena acogida en el círculo comercial. Es aquí donde es difícil mostrar su valía, porque decir algo nuevo resulta casi imposible. Pero hay creadores que poseen la suficiente pericia plástica, dominio de la profesión pictórica, como para proponer composiciones de buena factura artística, dotadas del destello sugerente que las diferencia del resto, aportando una actualización del tema trabajado. Y este es el caso de Bautista Jiménez. Ojo lector, no es pariente mío ni lo conozco. Este pintor almeriense trabaja el bodegón desde una perspectiva clásica, ofreciendo productos de excelente acabado. Logra realizar obras donde actualiza los elementos que las componen, sin romper con el gusto por la tradición. El resultado de su producción se muestra en unas piezas que conectan con el observador, tanto desde la vertiente histórica, como desde el plano personal, pues lo introduce en el espacio íntimo del cuadro, proponiendo relatos de vidas, tiempos pasados, señas del protagonista que se oculta tras el lienzo. Quiere el artista captar la existencia, absorber el tiempo, la forma que la luz confiere a los objetos, impregnado su obra de nostalgia, melancolía y soledad. Aborda el arte de la Pintura desde el punto de vista circular, indagando sobre la magia de la imagen, y el poder de atraparla en toda su plenitud.

Bautista Jiménez consigue crear piezas que gustan al público, de gran nivel técnico, superando la reproducción para poder exponer su punto de vista personal, en un estilo donde otros se quedan mudos.