miércoles, 31 de julio de 2019

PEDRO ALMODÓVAR Y JORGE GALINDO EXPONEN EN EL CAF DE ALMERÍA


EN EL JARDÍN INTERIOR

Autores: Jorge Galindo y Pedro Almodóvar. Título: Flores de periferia. Lugar: Centro Andaluz de la Fotografía, Almería. Fecha: Hasta el 29 de septiembre.

La imagen fotográfica posee una fría faz, producto de la tecnología, mostrando literalmente la realidad visible, el paso de la luz, en una descripción descarnada, donde la emoción puede surgir por las evocaciones que en el recuerdo suscitan. Pero cuando el rastro del color, fuerte, poderoso y grávido, aparece en la escena, y si está tocado por la mano ajena a la maquina, los sentimientos que se reflejan, en su observación, se desbordan en torno a la pieza plasmada.
Jorge Galindo y Pedro Almodóvar proponen una experiencia estética interesante, donde conjugan el lenguaje expresivo de la instantánea digitalizada con la fuerza del cromatismo, que aporta un rico alfabeto sensitivo organizado en colores. Sobre fotografías obtenidas en un escenario estudiado, planificado y organizado con equilibrio, y armonía visual, expresado con agilidad en el momento luminoso oportuno, Pedro Almodóvar presenta composiciones estáticas, de tiempo reposado, lugar donde ambos artistas se introducen rompiendo su equilibrio, para representar un jardín vibrante, rutilante en su máximo esplendor, incorporando ritmo, temblor visual y dinamismo, obtenidas estas percepciones gracias al pulso de los tonos, depositados en cada una de las instantáneas. Consiguen ambos autores trasladar la sorpresa en su obra, abordando cada pieza desde una arriesgada apuesta de improvisación, internándose en la acción, olvidando la razón estética, pues de la pasión creativa, irracional, brava a veces, surge el verdadero espíritu con que se impregnan todas las creaciones aquí presentes.
Pedro Almodóvar y Jorge Galindo, elaboran un trabajo basado en una concepción posmoderna de la realidad, donde prima el color, el gusto por la imagen brillante. Mas los dos artista desarrollan, en su actividad arrebatada, cuando ejecutan el color en cada composición, un discurso de colorido amable, describiendo la esencia de su percepción de lo visible, en un flujo de radiaciones tranquilo, con algún sobresalto, pero que siempre desemboca, mansamente, en un universo donde la atención se funde con el todo. Trascienden el estilo aparente primero, siendo el resultado un producto de elegante engarce, de gamas suaves con otras de intensidad acusada, consiguiendo sosiego en la mirada, liberación del transcurrir de las horas, trasladando la existencia a un jardín escondido en la periferia de nuestra fantasía interior.
Con esta interesante exposición, Almería va consolidando su posición en la primera línea de la plástica andaluza.

Fotografías gentileza de Diego Martínez, del DIARIO DE ALMERÍA.






 

  



sábado, 27 de julio de 2019

JOAQUÍN PEÑA-TORO EXPONE EN EL CENTRO JOSÉ GUERRERO


ENCUENTRO EN EL ÉXTASIS DEL COLOR

Autor: Joaquín Peña.Toro. Título: Ruido Blanco, Lugar: Centro José Guerrero. Fecha: Hasta el 22 de septiembre.

Es un encuentro entre dos lógicas de hacer pintura, unidas por el sustrato del color, campos gozosos de intensidad cromática, que difunden su influjo por todo el espacio del cuadro.
Joaquín Paña-Toro aborda la producción artística de José Guerrero, aquella que denomina pintura-pintura, de su última época, como también su serie de fosforescencias. Basado en esta propuesta ahonda en las cualidades del color, en los espacios de color esparcidos de forma intuitiva, brava a veces, cuando José Guerrero estaba sometido al poder de sus radiaciones, y en su plena posesión trascendía las formas, para recrearse en la percepción de colores, impresiones visuales que pervivían en la memoria como un perfume o melodía, extraídas del cuerpo que le da asiento. José Guerrero prescindía de las formas, y actuaba sobre el flujo de tonalidades que le transmitían emoción, nostalgia, expresando su estado de ánimo. Era un viaje irracional el abordado por el genial pintor granadino, tras cuya aventura se translucía en cada una de sus obras una experiencia anímica, depositando una parte de su energía vital, pues era la lógica del subconsciente la que guiaba su pincel, liberado del corsé del raciocinio, de la medida, del orden, resultando una producción donde hablaban las sensaciones. José Guerrero describía el mundo con el sentido visual, el cual prevalecía sobre el resto, creando percepciones sinestésicas, de ruidos, aromas o tactos diversos.
Desde una posición lógica, sosegada, a partir de un análisis profundo de la obra de José Guerrero, desarrolla Joaquín Peña-Toro un trabajo plástico en pos de la conjunción de esencias comunes, liberadas del color. Parte desde el orden geométrico, que exprime en sus posibilidades extremas hasta la ruptura, creando tensión en la obra. Esta tensión es la que genera el ruido sentido en su contemplación, un ruido que suma todas las tonalidades, siendo por ello expresado, por este autor, como blanco.
Usando técnicas diversas, como acrílicos, collages, introducción de una composición sonora, de Rubén Jordán, en una pieza, serigrafías, donde colabora C. Walker, intenta converger con las composiciones de J. Guerrero, mas se produce un encuentro difícil, produciéndose, en su choque, destellos, brillos sonoros, que se perciben como ruidos blancos, hasta conseguir el contacto entre ambos. Incorpora en este punto de encuentro la maestría de C. Walker, genial grabador afincado en Granada, el cual ha colaborado con los dos pintores. Es una aproximación hacia un lugar común desde la lógica racional y la irracional, lo consciente y subconsciente, unidos por el asombro ante el pulso del color, solo color, imperio que subyuga la mirada. José Guerrero lo expone libre, sin ataduras uniformes, Joaquín Peña-Toro acompañado de figuración lineal que se desvanece ante su fuerza, como fondo que convierte en pretexto las formas trazadas.
Jaoquin Peña- Toro consigue un resultado brillante, al describir la obra de Guerrero desde una perspectiva razonada.




















  
 










jueves, 25 de julio de 2019

EXPOSICIONES DE JUAN ANTONIO MALDONADO E ISABEL SIMÓN RUEDA

DOS PINTORES, DOS SENSIBILIDADES

Brumas cruzadas” de Juan Antonio Maldonado en el Faro de Roquetas de Mar, hasta el 31 de julio y “Paisajes que enamoran” de Isabel Simón Rueda en el castillo de Carboneras hasta el 22 de julio.


En Almería se van sucediendo numerosas exposiciones, bastantes de gran calidad plástica, reflejo de la excelente vitalidad artística existente en nuestra provincia. Centro mi atención en dos propuestas presentadas en el mes de julio, por Isabel Simón Rueda y Juan Antonio Maldonado. Ambos acuarelistas de muy buen oficio en esa técnica.
Poseen un atractivo visual intenso las acuarelas de Juan Antonio Maldonado, joven pintor almeriense, el cual expresa un mundo nebuloso, misterioso y sugerente, en su producción última. El dibujo es sometido a la acción del color, a su poderoso peso, influjo total en el blanco donde deposita sus pinceladas. Crea, en el conjunto de sus capas, un espacio denso, neblinoso, donde se siente el frío húmedo en su contemplación, organizando el artista un escenario de profundo impacto en la mirada, a través del cual refleja un mundo romántico, aislándose el observador en su observación, enfrentado a la fuerza de la Naturaleza, ensimismado en su soledad, absorto ante la grandiosidad de la energía que empapa el ambiente. Describe un universo gris, difícil de situar con claridad en el orden de sus elementos, en un entramado sujeto a una mutación permanente, plasmada en el instante de ruptura con la situación anterior, creando un lugar desolado por el frío, preso de la bruma veladora, que extrae su atención del entorno, para enfrentarlo al submundo de seres misteriosos, de ocultas realidades que prometen desvelar la verdad de la existencia. Juan Antonio Maldonado propone una interpretación lírica de la soledad gris, dejándose llevar por la nostalgia de la fantasía soñada. Es un excelente acuarelista, pues condensa el color, le da espíritu y forma, sabiendo describir su idea estética de la pieza pensada, concluyéndola como una obra de calidad y gusto excelente. Sus composiciones atraen al espectador.
Isabel Simón Rueda desarrolla un trabajo plástico de gran agilidad técnica, elaborado en pos de la búsqueda de la sorpresa, del primer encuentro ante el paisaje descrito en sus piezas. Recrea su atención en los pueblos y ciudades de Almería y Granada, explorando aquellos detalles, en manchas vibrantes, que dan forma a la imagen retenida en el recuerdo, unas veces difusa, otras detenida en la figura evocadora que le transmite emoción, éxtasis visual, nostalgia de un estado feliz. En la soledad de sus rincones recrea los murmullos del ambiente, expresados con un lenguaje cromático. Sus piezas poseen ritmo acompasado, pulso poético, y elegancia.


Obras de Juan Antonio Maldonado






Obras de Isabel Simón Rueda









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lunes, 15 de julio de 2019

PINTURA ALMERIENSE:ALFONSO JÓDAR


ALMERÍA SEGÚN ALFONSO JÓDAR

Autor: Alfonso Jódar. Lugar: Sala Jairan, del Centro de Interpretación Patrimonial de Almería. Fecha: Hasta el 21 de julio.

Es una obra de sentido vario la aquí expuesta, pues posee posibilidades estéticas distintas, prevaleciendo la esencia fundamental que da sentido al buen trabajo plástico del autor a través del tiempo.
Presenta el pintor facetas diversas en la expresión de su obra, oscilando desde la austeridad de la imagen, la cual descansa en la historia descrita en cada uno de sus detalles, y en la evocación fantasiosa de la realidad, llevada a los límites de la representación sin fondo narrativo, solo construcción preciosista de un cuadro. Mas el sentido artístico, y el buen oficio atesorado a lo largo de una trayectoria cargada de días de trabajo, búsquedas y experiencias afortunadas, hace que el autor exprese una obra, donde prevalecen destellos que lo une al sentido de otros pintores seducidos por la tierra almeriense, acompañado de una mirada poética particular.
Me centro en las piezas donde recrea fachadas, paisajes y personas, pues es de donde se extrae el denominador común, que mueve la creación pictórica, de muchos artistas de esta tierra. La luz siempre está presente, en espacios presos de soledad, limpieza visual, campos desnudos sometidos al mundo aéreo, que en sus azules va cambiando según el transcurrir de los instantes.
Las fachadas nos relatan historias y sugerencias de vidas anónimas, sometidas a la sobriedad de la existencia, o reflejos de esplendores fenecidos. Todo pasa, y las fachadas van escribiendo, en su deterioro, la ruina de la memoria, el paso de los días. Inducen a imaginar la vida en el interior de sus moradores.
Cuando fija su mirada en las personas, sugiere la nostalgia por el tiempo pasado, la austeridad de la supervivencia, el trabajo de los días, la rutina del tiempo que fluye y se extingue en la nada.
Con los paisajes cierra toda la propuesta argumental que sustenta su obra, pues ellos arropan a sus habitantes, les dicta su forma de vida, y a la vez les transmite su carácter. Presenta campos desolados, batidos por el viento, presos del sol, estancia de los silbos, espejismo que rompe la realidad. O sus pueblos, ordenados según una geometría que olvida el barroquismo, perfilados según líneas precisas, en un mar de blanco azulado. Sus playas saben a sal, se supone la brisa marina, el rumor de las olas, la placidez de la intimidad plena conseguida.
Alfonso Jódar presenta un estilo basado en un dibujo preciso, de trazos rotundos, que somete al influjo del color, yendo más allá de la imagen real, pues la envuelve del halo nostálgico del recuerdo.