ORNITOFILIA POR BEA GARCÍA DORAL

 

MENSAJEROS DEL PARAISO

Autora: Bea García Doral. Título: Ornitofilia. Lugar: Galería Haurie, Sevilla. Fecha: Hasta el 15 de julio.

El canto de los pájaros posee una armonía azarosa llena de brillos e inflexiones rítmicas, portador de un lenguaje sensitivo. En las tradiciones antiguas su melodía era el lenguaje de los dioses, del mundo celeste, siendo los pájaros los mensajeros del más allá. Sus trinos significan el triunfo de la Naturaleza, la celebración de la luz, de las estaciones donde la claridad y la vida triunfan sobre los fríos tiempos oscuros, aquellos cuando en los días grises la vida espera su retorno triunfal.

Su canto transmite alegría, plenitud, placer, siendo entendido por el desarrollo atropellado de sus notas, altibajos, repeticiones o lánguidos graznidos en el monótono silencio de los cielos. Los niños, en su inocencia vencedora de la lógica de los adultos, o los espíritus sumidos en la danza de sus trinos, pueden comprenderlo, participando de sus vibraciones, acompasados a los destellos desprendidos en la alteración del silencio pesado, portando existencia gozosa.

Bea García Doral interpreta estas ideas en sus composiciones, reflejando las tonalidades de los cantos en la imagen de las aves, expuestas en la delicadeza de sus colores, apareciendo como sujetos frágiles, atrapados en el momento fugaz de su reposo, cuya representación estalla en mil sonidos sugeridos, que surgen abriéndose al espacio en ordenada cadencia modulada, cuan sorpresa sosegante. En algunas piezas el orden de su presencia muestran una partitura, en algunas aparecen personas y pájaros en el espacio sometido al ritmo de sus cantos.

La obra de esta pintora nos muestra la representación del canto como expresión cromática, modulada en las formas de las aves, sobre un fondo suave, etéreo, traslación de un espacio fuera del tiempo y espacio, donde se describe el lenguaje de los trinos.

Curiosa experiencia la propuesta por Bea García Doral, conseguida de forma inteligente y habilidad plástica.

DUKE ELLINGTON Y EL TERCER MOVIMIENTO DE LA SINFONÍA " TRES REYES NEGROS"

 

UNA SINFONÍA DE DUKE ELLINGTON

Al final de sus días Duke Ellington (1899-1973) compuso la sinfonía “Tres Reyes Negros”, como homenaje a Martin Luther King. Este compositor de jazz norteamericano solía dejar sin concluir sus obras, esperando que fuera la improvisación del último momento quien decidiera como desembocaría la partitura creada, pues confiaba en la mano del azar, esencia del jazz.

Esta sinfonía consta de tres movimientos, cada uno dedicado a un Rey Negro: Baltasar, Salomón y M. L. King.

Tras la muerte de este músico, su hijo, Mercer Ellington, gran compositor, con la colaboración del director de orquesta Maurice Peress, recuperó esta obra, dieron forma final a su conclusión y la estrenaron en 1976.

De los tres, el tercer movimiento me gusta sobremanera. En éste, la elegancia se desliza con un paso suave, cadencioso, derramando estilo en su derredor, el cual ilumina la estancia plena. La melodía transcurre resumiendo tiempos de vivencias felices, melancólicos, pero rememorados los recuerdos de forma gozosa. Tremendo peso sensitivo posee su ritmo, son altos y bajos modulados que no rompen el equilibrio con su amplitud, pues se ajustan al cuerpo indolente, tranquilo y sumamente apacible, que fluye en un río de reflejos brillantes, amplio, cauce sereno, arropado por una vegetación umbrosa, protectora del esplendor solar, en las horas felices de la mañana, cuando el rumor del entorno, y las vibraciones interpretadas del ambiente, sientan su fuerza, transmitiendo vida, sin estridencias, sino sosegadamente, en el disfrute del instante de reflejos, zumbidos, evocaciones y placidez existencial. El ritmo se regodea a sí mismo para impulsar las emociones que el momento suscita. Belleza armónica reducida a una composición de aparente factura sencilla, pero repleta de brillos y peso estético, que la hace imprescindible para entender la plenitud de la imagen sentida en la cultura moderna. Esta melodía se encierra a sí misma, se recrea y reproduce, alimentando continuamente su fulgor de escenas sugeridas, cálidas, luminosas, optimistas, pese al motivo que originó su creación.

Es un sonido que comunica emoción relajante, estilo de vida, manera de ser y estar, descubrimiento del instante fugaz, pasajero y veleidoso, sólo presentimiento percibido.

Más no puedo decir de esta pieza sinfónica, trasladada desde un jazz de calidad, en el cual el gran Duke Ellington mostró su poderío creador, intensidad de pensamiento estético traducido en partitura musical, siempre esperando el azar de su conclusión.

https://youtu.be/4aOz44e7rKw

PAISAJE, PENSAMIENTO, PINTURA: NURIA VIDAL

FUGAZ ENSOÑACIÓN

Autora: Nuria Vidal. Título: Paisaje, Pensamiento, Pintura. Lugar: Galería Fernández - Braso, Madrid. Hasta el 30 de julio.

Nuria Vidal propone un trabajo plástico de suave contemplación, ofreciendo imágenes vaporosas en las que los contornos se encuentran sometidos a la imprecisión de su definición, apareciendo como impresión fugaz del momento pasajero, cambio permanente de la mancha flotante, ritmo visual detenido en la memoria, pero que a la vez induce movimiento continuo, cuan energía que fluye en un torrente sin fin. Flota esta amalgama de cambios informes en un ligero cromatismo de tonalidades celestes y rosadas, consiguiendo que la mirada penetre en una ensoñación estática, abriendo un conducto hacia la liberación fantástica de la razón. Su imagen posee un relato extenso, variado, distinto y oportuno, según sea el momento y situación anímica del observador, logrando siempre trasportarlo hacia un estado de plácido ensimismamiento contemplativo. Es una obra elegante la ofrecida por esta pintora.

PAISAJE, PENSAMIENTO, PINTURA: SOLEDAD SEVILLA

 

DUENDES DE JARDÍN

Autora: Soledad Sevilla. Título: Paisaje, Pensamiento, Pintura. Lugar: Galería Fernández.Braso, Madrid. Hasta el 30 de julio.

Soledad Sevilla abandona la frialdad geométrica para explorar el universo del color, usando como pretexto el mundo oculto de los de jardines, trozo de la Naturaleza diseñado por la razón, a veces queriendo reflejar el paisaje del Paraíso. Pero un jardín muchas veces evoluciona desde su propio impulso vital, separándose de la idea original de su diseño, sobre todo cuando han pasado los años o ha perdido el interés inicial de su creación. Se convierte en un espacio con rincones escondidos, solitarios, apartados del sendero regular de sus visitantes. Son lugares tranquilos, olvidados de la mirada, reinos de silencio, donde actúan los genios que se esconden en sus umbrías y espesuras, siendo el tumulto de su alboroto filtrado como una leve brisa, rumores sin origen, o aromas pasajeros, que provocan en el paseante la intuición del momento trascendente. La pintora plasma estas sensaciones en cascadas de colores, mostrando unas veces claridades veteadas de verdes, marrones, morados y algún ocre o sombra gris. En otras se encierra en los tonos oscuros, apagados, ajenos a la luz, mostrando la soledad que supera el ritmo temporal que soporta la realidad sentida. Algunas composiciones sugieren desniveles anímicos, producidos por el contraste de verdes brillantes y el reflejo apagado de las zonas de sombras.

Soledad Sevilla imprime una actitud melancólica en las piezas que expone, organizando un relato metafísico, mostrado con una retórica plástica de sabor lírico. En esta obra el color supera los límites de la forma, venciendo la imagen definida, para convertirse en una masa dinámica transformante, con vibración propia, actuando como cauce para que participe el espectador en la dimensión mágica que contiene. Soledad Sevilla siempre responde a la expectativa que se espera en una gran maestra de la pintura actual.

EXPOSICIÓN DE YUKUN CHEN EN LA GALERÍA ORFILA

 

EL ESPLENDOR PRESENTIDO

Autora: Yukun Chen. Título: Doce estudios del agua. Homenaje a Man Yuan. Lugar: Galería Orfila, Madrid. Fecha: Hasta el 18 de junio.

La artista china Yukun Chen, Pekín 1965, residente en España desde el años 2000, donde comparte su residencia entre Madrid y Almería, fue precisamente en esta ciudad en cuya Universidad estudió, ofrece un trabajo de intensa espiritualidad lírica, superando el instrumento y técnica utilizada, para disolverla en el halo mágico del momento fugaz, revelador del resplandor escondido en la trastienda de la realidad. Desarrolla su propuesta inspirada por la obra del pintor chino Ma Yuan, ¿1165 ?-1225, que trabajó en la corte de los emperadores Song. Las producciones de este artista son poco conocidas en Occidente, siendo su descubrimiento un auténtico gozo sensitivo, por la finura de sus composiciones, sencillez, armonía y profundo lirismo. Ahonda sus sentidos en los misterios de la Naturaleza, situando al ser humano siempre en sus escenas, como testigo, actor transformador de la soledad pura de los momentos eternos, en expectante espera del encuentro inesperado, en un plácido ambiente nebuloso, donde la imaginación dirige el tiempo que aguarda en la conclusión de esa historia.

Ma Yuan

Ma Yuan

Yukun Chen es una fotógrafa con un amplio currículo expositivo tanto en España como fuera de ella. En las piezas que muestra en esta ocasión, traslada la esencia de la espiritualidad poética contenida en las producciones de Ma Yuan a su obra, elaborada desde un sentido zen, búsqueda irracional de lo inesperado, sorpresa evanescente de descubre el brillo trascendente, cuya interpretación carece de lógica, pues es el espíritu quien contempla la faz inexplicable, mas aunque sea sin palabras comprende la totalidad del momento, fulgor luminoso que postra la consciencia, seduce y traslada hacia los campos del color.

Persigue Yukun Chen la variabilidad permanente de los reflejos de la luz en la superficie de lagos y ríos, envueltas en instantes recogidos, tranquilidad y sosiego, encuentro con uno mismo y a la vez comunión con el entorno natural, a través de los hilos luminosos, que se entremezclan, juegan y deshacen continuamente, para ir sucediendo imágenes sugerentes, comprendidas solo por la mirada sensitiva.

Ante la visualización de sus composiciones la técnica se olvida, pues es humanizada por la autora, demostrando que el arte es intuitivo, depende de la mirada de esta creadora plástica, de su habilidad para discernir el suspiro fugaz de la luz, aquel que estremece la razón. Yukun Chen supera altas cotas de calidad expositiva.

SOBRE LA EXPOSICIÓN DE JAVIER PARRA EN ALMERÍA

 

EL MANGA SEGÚN J. PARRA

Autor: Javier Parra. Título: “I Still Love You”. Lugar: Museo de Arte “Espacio 2”. Almería. Fecha: hasta el 15 de junio.

Posee la pintura de Javier Parra gran frescura y dinamismo visual, la cual se abre de forma profusa a la comprensión del espectador, significándole variedad de conceptos, evocaciones, situaciones y sugerencias.

Su obra desarrolla la estética del manga hacia un estilo personal, rica en imágenes, elaborada con diversidad de técnicas, sean acrílicos, collages, rotulador, lápices de colores… pues cada uno de los medios utilizados, para la creación de sus piezas, contribuye con una fuerza definida que se engarza en el entramado energético visual. Palpita en la retina la imagen, penetra gracias a la intensidad cromática incorporada en sus composiciones, lo que le permite dotar de profundidad, misterio, cinetismo temporal, caos, y desborde de los límites de la realidad, a la escena propuesta. En sus composiciones introduce un universo simbólico, de figuras danzantes, que parecen de presencia pulsante, marcando un territorio mental, que sustenta el resto del mensaje propuesto por el artista.

Este trabajo de Javier Parra posee nervio, personalidad, fuerza expresiva, interpretando muy acertadamente el ideario cultural que rige la cultura tecnológica oriental. La apropiación ideológica, mantenimiento de la tradición, evolución hacia un mundo cibernético, la sumisión ante el poder de la máquina, la asfixia existencial ante un mundo demasiado racional y tangible, la búsqueda del suceso aleatorio, que espera la señal irracional, puerta hacia un mundo animista, se formulan en la producción plástica de este autor, cuya conjunción compone piezas de hondo significado visual

Javier Parra ofrece un conjunto pictórico recreado en la cultura del manga japonés, diseccionando su realidad oculta, la motivación que sustenta su escenografía, recreada en universos fantásticos, descubriendo en el entorno real el mundo invisible de duendes y genios, sueños materializados, tecnologías aplicadas en la nada, miedos y curiosidades. En esta propuesta plástica surge la imagen en instantes indefinidos, volubles, imposibles de fijar en el espacio, todo transcurre rápido, plasmado en el cuadro en una confusión pensada, pues simula movimiento perenne. En otros utiliza los elementos situados en la pieza para generar contradicciones en su visualización, choque emocional que rompe la monotonía al contemplarlos, en un ambiente estático, que camufla el desequilibrio que destroza el orden de la escena.

La exposición de Javier Parra posee una gran inteligencia creativa, originalidad y excelente habilidad expresiva.