lunes, 21 de agosto de 2023

SOBRE LA OBRA DE N.A. YACOSHENKO

 


EL PRISIONERO DE N.A. YACOSHENKO



La Pintura del Imperio Ruso deslumbró en el siglo XIX por su perfección, pureza y originalidad, surgiendo brillante, descarnada, plasmando el mundo real, de una sociedad oculta bajo las pautas del orden social establecido. Gracias a un grupo de pintores, procedentes de todas las partes del Imperio, se produjo una ruptura en el ideario estético establecido por el academicismo imperante, volviendo su mirada hacia el paisaje, el pueblo llano, la sociedad burguesa, sus costumbres y tradiciones. Reflejaron el genio del alma eslava, contenido en sus costumbres, paisajes y sufrimientos. Este conjunto de pintores abandonaron los cánones artísticos establecidos, creando de forma libre y sin ataduras, llegando a triunfar y contribuir al nacimiento de la pintura moderna, integrándose en el movimiento del realismo, consiguiendo piezas de técnica insuperable. Los pintores de este grupo se denominaron así mismo como Pintores itinerantes. Uno de sus componentes fue Nicolai Aleksándrovich Yacoshenko, 1846-1808, nacido en la actual Ucrania, hijo de padres rusos. Este pintor de joven eligió la vida militar, carrera que simultaneó con su formación plástica.
N.A. Yacoshenko fue un miembro influyente de los pintores itinerantes, siendo uno de sus más destacados ideólogos, por lo cual se le consideraba el alma de ese movimiento.
Como otros miembros de su corriente pictórica centró su obra en paisajes, retratos y sobre todo en la descripción de personajes sencillos, a través de los cuales quería encontrar el espíritu sin contaminar del genio eslavo. Sus piezas no eran tan deslumbrantes, ni tan perfectamente ajustadas a la imagen real, pero a diferencia de otros, mostraba composiciones en las que se podía observar un brillo íntimo, penetrante, en el cual se apreciaba el perfil psicológico de sus personajes. Gracias a los atuendos, escenas y resplandores, conseguía describir el estado vital de éstos, la resignación reinante, el alma oprimida del pueblo ruso. El juego de claroscuros constituyó una cualidad distintiva en su obra, así como la profundidad de sus personajes, consiguiendo con una imagen transmitir la vida de la gente sencilla. De su excelente producción pictórica, hay cuatro piezas que sobresalen del resto.




En el lienzo “Joven campesina”, el pintor representa a una muchacha, la cual parece surgir de la oscuridad, plantada en una estancia luminosa. La luz aparece nítida, clara, sin rebasar la exageración de su triunfo. La joven es presentada sumisa, sencilla, proveniente de un mundo oscuro, inexistente para esa sociedad, que penetra en el espacio luminoso, alegre, limpio, ordenado. Acepta su destino de servidumbre.




En su cuadro “ El fogonero”, consigue un efecto magnífico al trabajar la luz cobriza de modulación débil sobre un fondo oscuro. Ella es la protagonista, quien desvela la figura del fogonero, ser olvidado en su mundo, invisible en la vida burguesa, siendo el resplandor quien define su historia, siempre plana, resignada, con una mirada que denota ilusiones vacías, existiendo para él el tiempo presente, siempre igual, hasta su final. Consigue el pintor introducir la impresión del resplandor inestable, que varía al ritmo de la llama. Es una pieza impresionante.




La tercera pieza es “El estudiante”, soberbia composición, en la que incorpora una sombra negra, en la cual sitúa un rostro, siendo la silueta oscura quien define al personaje. Lo representa en un lugar sombrío, con mirada desconfiada, contaminada con los vicios de la sociedad moderna. Parece conspirar entre las sombras, o acaso anda perdido entre los dos mundos, el humilde de procedencia y el nuevo al cual tiene la entrada prohibida.




La obra “ El Prisionero” de N.A. Yacoshenko, constituye un gran trabajo de este pintor, para mi el mejor, por la fuerza que contiene su visualización, la puesta en
escena de
l resplandor, la descripción intensa en la sencillez del cuadro. El preso está de pie sobre una mesa, mirando por un ventanuco el exterior, el cual está bañado por una claridad espléndida, cuya luz descubre tenuemente la lóbrega celda. En su pared se perciben marcas de otros prisioneros, símbolos y palabras, huellas de estancias y sufrimientos, historias de seres anónimos que no son nada en el relato de la vida cotidiana, están, pasan y se olvidan, mas su huella impresa pervive y se suma al de otros semejantes, fundiéndose en el recuerdo común, de un pueblo que vive sojuzgado por el orden impuesto.
Esta pieza posee un gran magnetismo en su percepción, perdiéndose la mirada en múltiples historias sugeridas.
N.A. Yacoshenko fue un artista cuya producción plástica se desarrolló en el límite del realismo y el impresionismo. Su pintura poseía gran inteligencia, dominio del claroscuro, profundidad en la capacidad técnica desarrollada.

lunes, 14 de agosto de 2023

JUANJO GUARNIDO Y JUAN DÍAZ CANALES CONSIGUEN EL PREMIO EISNER

 


TRIUNFO DEL CÓMIC ESPAÑOL


El dibujante andaluz Juanjo Guarnido (Granada, 1967) junto al guionista madrileño Juan Díaz Canales, ha conseguido el premio Eisner, galardón internacional más importante en el mundo del cómic, en su 35 edición, en la categoría de mejor edición estadounidense de un contenido internacional, por su obra “Blacksad: The All Fall Down Part 1”, reconocimiento ya conseguido por ambos autores con anterioridad, en 2013. Juanjo Guarnido consiguió el Eisner de los años 2011 y 2015.
Los guiones están estructurados con tensión narrativa interna, en los que se desarrolla historias de un mundo oscuro, oculto tras la luminosa sociedad feliz de la Norteamérica de los cuarenta y cincuenta, contándonos historias policíacas típicas del cine negro, o adentrándose en la América de la caza de brujas, como también denunciando la segregación racial.
Prende la atención sus relatos, por la intensidad de su acción, el tiempo lento secuenciado en su exposición, el cual genera interés por la viñeta siguiente, curiosidad por su conclusión.
La solidez de la historias contenidas en las aventuras de Blacksad, está sustentada en una ilustración de gran riqueza visual, preciso en el detalle del guion, profundo en la comprensión del texto dibujado.
Juanjo Guarnido plasma la imagen en siluetas precisas, cuyas líneas discurren sin interrupción, con rotundidad, remarcando los personajes y los detalles del universo que los rodea. En sus cómic no es el protagonista zoomorfo el elemento único y absorbente de todo el entramado narrativo, sino que es el introductor de la acción mostrada, punto central de ésta, siendo el entorno dibujado en cada viñeta un espacio complejo, rico en detalles, unas veces introductores de la siguiente secuencia, en otras imprimen fuerza al texto. Introduce imágenes que dan vida al instante plasmado, puntos de encuentro con otros relatos, espacios libres por donde el lector puede crear el suyo propio, complementario con el argumento de la obra.
Pero es el color, que imprime Juanjo Guarnido, quien contribuye a crear la atmósfera adecuada, logrando reflejar un ambiente denso, pastoso, en algunas escenas, en otras el rastro ajado del tiempo representado, siempre con un tono cálido, cromatismo grávido que extrae a los personajes de la realidad aparente, para describir el submundo donde transcurre la historia. Siempre se percibe un halo de claridad en las viñetas, punto de esperanza, recuerdo que existe un lugar distinto fuera de ese entorno.
La obra de Juan Guarnido constituye una expresión artística dinámica, de excelente calidad plástica.














lunes, 7 de agosto de 2023

LOS JARDINES DE V. JÁIMEZ

 

LA BIBLIOTECA QUE OCULTA SU JARDÍN



Autora: Victoria Jáimez. Título: Jardín de los Libros perdidos. Lugar: Biblioteca de Andalucía. Fecha. Hasta el 7 de septiembre.


La pintora conjuga plástica y literatura en esta exposición, extrayendo la sustancia sensitiva de los textos que acompañan en esta muestra, visualizando su efecto en las piezas propuestas.
Victoria Jáimez ahonda en la expresión del color, decantado de su origen floral, presentado en su bravura insolente, libertad expresiva que se derrama en el lienzo. Supera la figura en sus composiciones, triunfando el cromatismo en sus tonalidades intensas, esplendor latente que inunda el campo circundante, para asentar su permanencia. Expone el colorido, liberado de los entramados florales, su esencia, su fuerza contemplativa, para relatar el mundo oculto de la luz encerrado en sus misterios cromáticos. Es una radiación que surge de la Naturaleza, y que Victoria Jáimez interpreta para transcribirla en sus cuadros. Poderoso fulgor visual que conecta con la energía lumínica, que da forma a lo tangible, descrito por la artista como una leve sucesión de piezas, que guardan en su sencillez el halo del impulso primigenio que mueve la vida. Este lenguaje sensitivo, lo estructura Virginia Jáimez para convertirlo en un texto alternativo a las obras bibliográficas que acompaña, más rico que el limitado en el contenido de las palabras, pues se amplía en los destellos sensitivos proyectados, por las emociones que suscita. Y sin embargo las obras de esta instalación se aprecian sencillas, limitadas en su colorido básico. Engañosa percepción, pues su elaboración guarda una profunda inteligencia creativa y conocimiento del dominio preciso del color.
Como siempre, Victoria Jáimez no defrauda en su trabajo plástico ofrecido.












viernes, 4 de agosto de 2023

FERNANDO BARRIONUEVO EN LA XI BIENAL INTERNACIONAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO. DE DOURO, PORTUGAL

 

DOS PIEZAS DE F. BARRIONUEVO


El pintor Fernando Barionuevo (Almería, 1960) ha sido invitado en la XI Bienal Internacional de Arte Contemporáneo, que se celebrará en la ciudad portuguesa de Douro, entre el 10 de agosto y 31 de octubre del presente año, junto a otros creadores plásticos de más de sesenta países. Presenta Fernando Barrionuevo dos piezas correspondientes a sus últimas series tituladas Color Maps”, en las que nos enseña la calidad estética que contiene su pintura. Este dinamizador artístico andaluz, junto a Rosa Muñoz Bustamante, mantiene el arte contemporáneo del Sur peninsular en primera línea nacional.
En una de las obras presentadas, se refleja un grito cromático poderoso, que escapa de la estructura rígida, y cortante, que intenta ajustar su libre fluir. Las claridades se vislumbran, acotan, en un mar de neblinas ardientes, henchidas de luz pastosa concentrada, espacio de murmullos infinitos. En ella, los trazos gruesos, sometidos al orden racional, intentan desplazarse en la superficie del campo luminoso, impulso rotundo que quiere trascender más allá, del lugar al cual lo obligan las líneas sometidas al imperio de los ángulos.
El pintor aborda su obra con ímpetu, inteligencia previa desarrollada con libertad, en el momento de su encuentro con el lienzo, no perdiendo nunca la realidad consciente, pues define con precisión la idea sensitiva diseñada en su inicio. El color discurre sin uniformidad, siendo el efecto de su presencia próxima quien ejecuta su influencia. La pieza resultante constituye una creación de solidez y equilibrio creativo, expresión concisa del relato vital del artista. Atrapa la mirada en la división de zonas, la interna del cuadro y la contemplativa, uniéndose la intención del espectador en el fervor de libertad ante las ataduras impuestas en la composición.
En otra pieza, los trazos ondulados recorren un camino incierto, dominado por el dolor, en un horizonte manchado por el rojo del sufrimiento, tensión total apasionada, desbordada, definida con exactitud por el pintor en su propuesta. Pieza intensa, de tonalidades combinadas como el orden de una sinfonía arrebatada, poderosa y enorme en el significado sensitivo que produce. Plasma en una partitura plástica el desbordamiento de la mirada emocional, al traducir el artista su impresión en el cuadro.
Son dos magníficas obras las presentadas por Fernando Barrionuevo en esta Bienal de Arte, en las que se sintetiza el dominio cromático, la destreza expresiva, e inteligencia creativa de este pintor almeriense.