viernes, 27 de mayo de 2022

TÉTRADA EN RARO DE LUNA ARTE-BAR

 

TÉTRADA

En Raro de Luna Arte-Bar, en Granada, exponen un grupo de artistas, comisariados por Concha Hermano,  de extenso currículo expositivo y reconocida valía en el espacio plástico nacional.
Alejandro Gorafe recorre en su obra los caminos infinitos de la vida, organizados por la razón, siempre reflejando un orden definido, más el guiño del azar se esconde en su estructura reticular, rigidez aparente que simula la fuga hacia el vacío pulsante, espacio de campos invisibles, por donde vuela la imaginación. Sus composiciones no tienen ni principio ni fin, poseen múltiples entradas y salidas, caminos perdidos hacia la aventura y la nada, cuando la mirada la convierte en realidad tangible.
Pedro Líndez ahonda en ese espacio difuso, definido en su perímetro angular, incorporando sustancia en lo inexistente, en un trayecto que busca el color, simetría de armonía presentida, entrada hacia la comprensión de su esencia.
Es Xaverio un artista de profundo conocimiento técnico, continuo aventurero tras el rastro de la Luz, siempre atento a sus destellos errantes, que capta y traduce en sus piezas, mostrando fondos hacia el interior de vacíos chispeantes, donde surge la luminosidad cambiante, testigo de las horas según la radiación incide en su recorrido diario, o la posición ocupada.
Mientras, Andrés Monteagudo propone un escenario rígido, dureza patente cobrada por el sendero de exploración seguido. Convierte la aridez primigenia en expresión lírica de la materia sublimada, desprendida de las estructuras organizadas en sus composiciones. Ligereza, rigor, habilidad expresiva, sugerencias visuales presentes en su obra.
Son cuatro creadores plásticos unidos en el descubrimiento de la claridad escondida en la insustancialidad de la nada, sea desprendida por la vibración de sus retículas o sumergidas en los fondos de cromatismo intenso. Consiguen acoplar sus producciones en una conformación plástica superior, que desarrolla una metafísica del tiempo, espacio y la luz que los une.

Alejandro Gorafe






Pedro Líndez





Xaverio



Andrés Monteagudo








jueves, 26 de mayo de 2022

EL UNIVERSO DE JAVIER TORRAS

 

ADIVINANDO UN MUNDO OCULTO

Javier Torras expone en el Centro de Arte La Fuente, de Mojácar, hasta el 29 de mayo.

Javier Torras, artista plástico madrileño, elabora una obra singular, de profundo color y efecto visual agradable. Sus piezas nos muestran escenarios soñados, apareciendo en ellas islotes envueltos en neblinas evanescentes de tonalidades azulinas, con vetas irisadas reducto de un resplandor pasajero, en cuyo relieve se rompen las olas cromáticas, aclarando el color en su descomposición, producto del choque batiente. ¿Pero son islas o cúmulos brumosos concentrados de consistencia instantánea? Esa es la primera pregunta que se hace el observador. En otras composiciones sí define las figuras, como hadas sublimadas ensimismadas en el tañido de su melodía, o sirenas que toman asiento en la visualización de un escenario fantástico, su magia transforman el ambiente.
En su trabajo pictórico expone una confusión latente de rectas y círculos, en ruptura permanente, equilibradas por un horizonte donde transitan los tonos azulados, desde su opacidad hacia la claridad celeste.
En el desarrollo de sus producciones es el azar quien sugiere estas formas naturales, islas, o cordilleras fantásticas, refugio de paraísos míticos. Puertas hacia el ensueño, conclusión del curso creativo del pintor que se deja llevar por la fuerza de la paleta aplicada, sucumbiendo a su encanto. Javier Torras se interna en el campo del color, es dominado por su impulso, perdiendo la razón lógica para crear dirigido por la fuerza de los genios que anidan en el subconsciente. El resultado es una obra que atrae la mirada, susurra al espectador, proponiéndole nuevos relatos imaginarios, de transcurrir apacible.
En sus piezas crea una confrontación de espesores cromáticos, donde juegan azules, verdes, ocres o naranjas, en conformaciones de apariencia caótica, las cuales muestran, y sugieren, imágenes múltiples en la comprensión del espectador. Es como un jardín florido, que funde sus formas para quedar expuesto como conjunción difusa de colores, combinados en un pulso de cambios permanentes, surgiendo las damas danzantes, como ninfas que flotan en las esencias de las gamas tonales, tomado vida propia al rebelarse de la mano del artista. Quieren escapar de su realidad.
Javier Torras organiza en su obra un efecto poliédrico, donde se observa un mundo reflejado, descompuesto en las distintas parcelas de superficies supuestas. Propone este pintor una realidad oculta tras la creída auténtica, resultado del tránsito generado por la disolución del orden impuesto. Es un trabajo pictórico de intensa fuerza contemplativa.












lunes, 23 de mayo de 2022

PACO DE LA TORRE Y LA ALMERÍA NOCTURNA

 
INFIERNO Y PASIÓN

Autor: Paco de la Torre. Título: Imagen en diferido. Lugar: My Name's Lolita Art / Almadén, 12 / Madrid . Fecha: Hasta finales de junio.

Pretende el pintor rescatar las emociones que el tiempo ha olvidado en las zonas umbrosas de la memoria, lo cual consigue al plasmarlas en sus cuadros, como representación compleja que surge del universo fantástico conectado con los sueños.
Paco de la Torre (1965) es un artista plástico almeriense de amplia trayectoria expositiva, cuya producción es reconocida en el ámbito nacional. Impulsa su obra desde el recuerdo de la Almería de los setenta, aquella ciudad de apariencia sencilla, limitada en su extensión, olvidada de las noticias nacionales, y sin embargo ciudad cosmopolita, meca del cine. Grandes estrellas del celuloide pasearon por sus calles, ciudad de ensueño.
Paco de la Torre intenta rescatar ese sabor original, modernidad y costumbrismo, cambio en la permanencia, la visión discordante de edificios modernos en contraste con aquellos tradicionales, mostrando el ambiente que reinaba en esos años, vistos con nostalgia por el artista en su obra.
En esta ocasión centra su atención en aquellos lugares envueltos de misterio, fantasías prohibidas, supuesto espacio de escape y libertad, mas el resultado es vario, pues aparecen mezcladas las sensaciones de infierno y paraíso, descubrimiento de placer y desconcierto, donde la sublimidad pasional mira la cara del laberinto sin salida de la desesperación. Todos estos efectos aparecen confusos, interconectados, influyéndose entre sí.
Paco de la Torre interpreta estas imágenes para plasmarlas en sus cuadros, apareciendo envueltas en un colorido pesado, espeso, cuyas tonalidades invitan a sentir inquietud ante la sorpresa, pues no se sabe si el placer o dolor, la experiencia del descubrimiento, ocupará el protagonismo del momento siguiente. Lo describe muy bien el pintor, en ese campo de fulgor interno, cuando propone formas y entornos, combinando la línea curva voluptuosa con la rigidez expectante de estructuras geométricas, todo envuelto, confuso, acompañando la escena central de la pieza, la cual no logra separase del fondo. Todo aparece ilógico, con claves escondidas por el artista, figuras y números, simbología que va insinuando una respuesta al viaje en el tiempo realizado en cada composición, es por lo que los titula teletransportadores, desplazamiento instantáneo de ida y vuelta.
Este creador plástico indaga en las capas escondidas de la historia social de la capital, visitando en su obra las estancias no sujetas a la moral imperante en esa época. Su trabajo pictórico es sólido, profundo, quizá desasosegante.





jueves, 19 de mayo de 2022

ZAAFRA Y EL FLAMENCO

 

LA PASIÓN DE ZAAFRA

Fue David González Zafra, 1948-2017, un pintor granadino cuyo trabajo fue extenso y de poderoso influjo pasional, desbordado de emoción, expresada en el gesto, en la acción adivinada de sus personajes, y reflejada en la impronta de su influjo, fugaz, intenso, visualizando el ritmo que envuelve la imagen de la pieza. Zaafra, así firmaba su obra, desarrolló una amplia actividad artística, siendo la dedicada a la recreación del flamenco la que más caracterizó su producción plástica.
El hondo desgarro de una voz rota que se percibe en la contemplación del cuadro, o el giro airoso de la danza alegre, cuando la palmada se siente, acompañan la melodía, signo apasionado de las alegrías y penas, convicción de vida, resignación y valentía.
Todo esto es percibido en la visualización de su obra, sentimientos plasmados en el instante grabado en el cuadro. Zaafra los describe con una pincelada suelta, sobre un dibujo bien perfilado, organizando un fondo de cromatismo nebuloso, viciado del ambiente, recogido y pesado, de la estancia donde se producen sus escenas. Cálidas tonalidades, que se tornan en espesas capas que ocultan los misterios del duende.
Zaafra expresó el sentir del arte jondo en sus composiciones, con fuerza, elegancia y vitalidad.













sábado, 7 de mayo de 2022

HOMENAJE A UN GRAN PINTOR: ALFONSO PARRAS

 

LOS PAISAJES DE ALFONSO PARRAS

Exposición en Carmen de la Victoria, Granada, hasta el 31 de mayo.

Alfonso Parras fue un pintor de la intimidad, quiso evadirse del entorno cotidiano para situarse aislado ante el paisaje, permaneciendo atento a los signos de su influencia, a las luces de sus cambios, al temblor de su exaltación. Este artista quiso descifrar los enigmas de su presencia, que en muchos hubiera causado anonadamiento ante la grandeza contemplada, pero él insistió en penetrar en su esencia, en comprenderla y plasmarla en sus cuadros.
Son éstos resultado del asombro que generaron en el pintor, quedando sumido en la postración ante el resplandor de su rotundidad.
Alfonso Parras supo atrapar la sustancia del ambiente, aquella que da vida y nervio a la escena, no conformándose con la recreación fiel del momento rememorado, sino que combinó la visión del entorno con la fuerza fugaz, cambiante y vaporosa, del aire denso, cargado de grises y azules, borroso aveces en el horizonte, presentido en ocasiones henchido de humedad. En esta masa voluble es donde anidan los genios que dan carácter al lugar. Son ellos los que influyen en sus habitantes, guían sus costumbres, les susurran sus misterios.
Alfonso Parras comprendió el flujo que sostiene la visión trascendente del paisaje, describiéndolo en cada una de sus piezas, mediante la aplicación de un cromatismo acorde con la emoción circundante, el canto luminoso que dictaba el tiempo personal de este creador plástico. Para ello organizaba un dibujo preciso del motivo que ocuparía su obra, el cual se difuminaba debido al impulso del color, espeso, grávido, cerrado en su recovecos de sombras y tonalidades, verdes, ocres, blancas o azules, apretadas entre sí, para destacar de esa presión interna el destello del ánima que encierra el entorno descrito, quien ilumina el espacio enmarcado.
En sus óleos recorre la soledad de calles encaladas, de refulgente luz teñida del rastro azulado, voces que se pierden hacia ninguna parte, espacio de silencio, sosiego, eternidad, tradición adherida en sus rincones. En otros, pierde su mirada en la rotundidad de los montes, agrestes, imponentes moles de oscuridad presentida, entre riscos y vegetación exuberante, o en los cortados desgarradores de ríos o barrancos, senderos perdidos hacia todas partes.
Alfonso Parras es un referente de la pintura andaluza figurativa de entre siglos, siendo Jaén, Granada y Almería, su fuente de inspiración. Fue además uno de los grandes galeristas de Granada, siendo la desaparecida Xauen un lugar de encuentro en el arte de esa ciudad.













martes, 3 de mayo de 2022

JOSÉ MANUEL RIVERA EXPONE EN LA FACULTAD DE FARMACIA DE GRANADA

 

CUANDO EL COLOR ROZA LA MIRADA


Autor: José Manuel Rivera, Siren. Titulo: El sonido de los silencios. Lugar: Facultad de Farmacia de Granada. Fecha: Hasta el 16 de mayo.

¿Qué sonidos guarda la soledad de las horas, aquella donde el pintor se encierra en su trabajo ajeno a su discurrir? La serenidad del silencio acompaña su proceso creativo, siendo expresión de la presencia callada la imagen plasmada en el cuadro. Sobre este argumento asienta su creación plástica José Manuel Rivera, Siren, ofreciendo un conjunto de piezas sugerentes e intensidad cromática.
En los paisajes urbanos, en los que recrea rincones históricos, describe la percepción de su murmullo como rememoración de una imagen desvaída, sumida en un colorido insinuante, comedido y de emoción profunda, pues se basta su ajustada impresión para evocar sensaciones intensas, aflorando añoranzas, recuerdos, placidez contemplativa, sumido en el gozo del instante liberado de la composición.
En sus obras florales extrae el destello punzante del brillo luminoso, que vence el equilibrio de su paleta, logrando reproducir el chispazo visual que enciende la pasión evocadora, ante la fugacidad trascendente intuida por el artista, compartida con el espectador.
La obra de José Manuel Rivera esta sustentada en un dibujo preciso, marcado con rotundidad, que recoge la idea escueta, para ser sumergido en el mar cromático, quien con su marejada de tonalidades deshacen y ocultan su arquitectura, triunfando sobre la lógica de la línea. Es así como consigue el artista transmitir el rumor que envuelve cada color, el sonido que produce al rozar la mirada.
José Manuel Rivera, Siren, muestra una producción plástica de elevado sentido lírico, expresada mediante un lenguaje de vibración sosegada. Excelente exposición.