sábado, 27 de julio de 2024

SOBRE LA OBRA DE GERMÁN BANDERA

 



GERMÁN BANDERA



Posee la obra de Germán Bandera peso visual, producto de la solidez que refleja. Desarrolla su estilo dentro una figuración simbólica, irreal, cargada de referencias oníricas, sueños ocultos en la trascendencia común de los días. Posee además un intenso sabor clásico, sublimado por una mirada renacentista. Envueltas sus figuras en una luminosidad limpia, percepción encerrada en el espacio representado, en el cual la quietud contemplada transmite eternidad, atemporalidad, pervivencia de mitos y deseos, reiteración de imágenes, que imprimen en el subconsciente recuerdos de paraísos añorados, o mundos agónicos del pasado. Expuestos algunas veces como paradojas.
Con estas palabras, estoy tratando definir las composiciones de este pintor malagueño, afincado en Salobreña, de extensa trayectoria plástica, no por ello frecuente en exposiciones. Su obra nace de una profunda meditación estética, en el que la idea, no sé si permanente, es un eco intelectual que mueve sus impulsos plásticos, o simplemente un relato expositivo de su visión de la realidad, quizá ambas cosas. Unido éste pensamiento en una figuración nacida de la propia modernidad clásica, reconfigurada por el artista para plasmarla en piezas de intenso significado intelectual, precisión en el dibujo, tacto suave en la aplicación cromática, misterio en la visualización de sus piezas. Cada una de éstas constituye un universo definido por sí mismo, ajeno al tiempo y a cualquier lugar, viven en una burbuja de letanía contemplativa reiterada.
Construye el pintor escenarios que trascienden la magia inicial, supuesta en la mirada primera, para adentrarnos en los campos incógnitos de serenas presencias, las cuales van dictando evocaciones, pensamientos, asombros, desconciertos, como ídolos que surgen del vacío, para autolimitarse en su esfera de acción mágica. Son destellos de equilibrio clásico, propuestos por el artista como una iconografía descriptiva de un tiempo contemplativo perenne.
Las composiciones de Germán Bandera encierran significados ocultos, críticas del futuro que aguarda, desconciertos de la realidad vivida, propuestas burlonas de la sociedad contemporánea, mas se hunde en la construcción del dibujo residuo de la historia de la Pintura, evocación actualizada, expuesta con originalidad sugerente, de nuevos senderos por lo que seguir enriqueciendo la representación figurativa, más allá de la ilustración o ídolos de la modernidad. El color acompaña sus figuras, medido, ajustado, preciso para resaltar la escena toda.
Germán Bandera es un pintor de excelente valía plástica.












lunes, 15 de julio de 2024

SOLEDAD FLORES EXPONE SU OBRA EN LA GALERÍA HAURIE

 


MAGIA FLORAL


Autora: Soledad Flores. Título: Ikebana, Flor viviente. Lugar: Galería Haurie, Sevilla. Fecha: Hasta el 21 de julio.


La flor se deshace en su color, rompiendo las formas para quedar sus efluvios cromáticos dispersos en el espacio, lugar velado por un fondo suave, de visualización sedosa, si no intensa cuando profundiza en su esencia, o imprime fuerza la pasión.
Soledad Flores prosigue en la exploración plástica sobre el influjo del color, superando su aspecto, la figura que representa, para centrarse en el universo de tonalidades evanescentes, resplandor que actúa como vibración armónica, acoplada al ritmo sensitivo apacible, convertido en objeto de contemplación profunda, que guía la mirada hacia espacios irreales, senderos ignotos, por donde la imaginación sensitiva deambula hacia la presencia estática, ajena al tiempo, liberación de la contingencia, encuentro con otras formas de comprender la existencia, libre de las reglas racionales.
Ikebana es el título que justifica, y explica, esta propuesta plástica, pues muestra en su elaboración las realidades diferentes en la que se pierde la conciencia del observador. Son estas piezas un instrumento para la contemplación meditativa, así como producto resultante del proceso similar que ha seguido la pintora, en su meditación plástica, absorta en el color, buscando la esencia cromática que sustenta la imagen.
La artista aplica esta técnica japonesa floral en su obra, lograrlo expresarla con acierto, precisión tonal, elegancia en su presentación, y habilidad en la conjugación de esta técnica zen con el proceso pictórico. No defrauda Soledad Flores cuando presenta su obra.

















miércoles, 10 de julio de 2024

UN TIGRE SIN SELVA

 




El tigre se ha quedado sin selva, su mundo ya no existe, sólo y perdido deambula por la nada. Su entorno estaba ayer presente, pero hoy desapareció. Perdido en el desierto, en medio de imágenes extrañas, espera su fin, ya nada le atrae, solo pertenece al pasado.
Relata esta escena el poeta, donde la figura del tigre es visión simulada, del sujeto que camina perdido por los accidentes emocionales expuestos en su obra, descritos mediante dos planos estéticos, poesía y teatro. En esta propuesta va más allá de su forma expresiva, pues en una estructura lírica libre va desgranando las imágenes del dolor, esperanzas escondidas en los años juveniles, sueños rememorados en los días del ocaso, tiempo que pasa, lamentos de pérdidas y adioses, pesimismo ante una realidad impuesta por la razón gris, sujeta a la lógica de lo útil, ajena al ritmo natural. José Iniesta recorre esos lugares, reflexiona al contemplarlos, tras lo cual queda siempre una claridad residual en el horizonte del escenario, signo de la esperanza presentida en el futuro, sin importar que sea sólo una posibilidad situada en el paisaje de la fantasía. Gracias a la luz encontrada en los campos oníricos, puede el poeta respirar, sentir aún el soplo de la vida, siendo el amor la esencia que sustenta los pilares de la existencia psíquica, hilo argumental que da forma al desarrollo del poemario.
Es la obra de José Iniesta una reflexión metafísica sobre el cambio de los tiempos, cuando los valores sociales que los propician dirige el futuro hacia su ocaso.
La palabra recorre los espacios sensitivos que define la trama propuesta por el autor, reconfigurándose en su significado, aunque sea su repetición parte de pulso que sostiene las estrofas. En la oscilación de cada verso, vuelven y representan una imagen distinta, asociada al flujo anímico que recorre el poema, cuyos sonidos dan forma a los estados emocionales que el poeta infiere en el texto. Esta función sonora transmite vida al verso recitado, conformando un núcleo circular de conceptos, que van liberando el resplandor que impregna el sentido lírico de cada estrofa.
El pesimismo de esta pieza literaria se proyecta como denuncia, y advertencia, del destino hacia el que está abocada la realidad actual, concluyendo que la solución se encuentra en el amor.
“Un Tigre sin selva”, de José Iniesta, es una experiencia lírica de valor estético original, en la que el poeta explora la frase libre, cuando las ideas portadas en las palabras consiguen penetrar en la conciencia del lector.

martes, 9 de julio de 2024

NUEVA EXPOSICIÓN DE MANUEL GARCÉS BLANCART EN LA GALERÍA BIRIMBAO

 



CONTRAPUNTOS COTIDIANOS


Autor: Manuel Garcés Blancart. Título: El vasto territorio. Lugar: Galería Birimbao, Sevilla. Hasta el 7 de julio.

Es un estilo singular, bastante trabajado en los últimos tiempos por los nuevos pinceles del panorama artístico nacional. Aunque casi todo está inventado, hay pintores contemporáneos de la nueva generación, que se internan por formas de expresión diferentes a lo que se pretende en la vanguardia actual, proponiendo otras opciones plásticas sin necesidad de traspasar los límites del cuadro, manteniendo la habilidad del artista en la plasmación de la imagen, mediante pincel, lápiz o espátula, sea en óleos, acrílicos o grabados. Consiguen mostrar distintas, y originales, perspectivas en las piezas propuestas, exponiendo una obra de calidad y pensamiento plástico reconfigurado. Conocen bien el desarrollo de la Pintura de la vanguardia moderna, sabiendo escoger los elementos oportunos de cada una de sus diversas corrientes, para reorganizar, con su conjugación, nuevas formas de entender la expresióm plástica, sin necesidad de renegar de su proceso histórico. Lo difícil es continuar con lo trabajado por otros, igualarlo e incluso superarlo en las ocasiones sublimes, cuando el ingenio y perseverancia iluminan sus producciones.
Manuel Garcés Blancart es un creador plástico que indaga en estos modos personales de entender la expresión pictórica.
Son sus composiciones un acierto de signos integrados de la memoria reciente artística, en la cual se contraponen figuración y abstracción, el dibujo y la mancha cromática, orden estético y caos inducido. Genera en su obra un torbellino visual, escondido tras una imagen contemplativa de serenidad gris, sometida a una atmósfera cerrada, densa, opresiva a veces, centrada en la nada de los momentos silenciosos, en rutinas sujetas al devenir del entorno cotidiano. Muestra la lucha diaria por la existencia, envuelta en una desbordante realidad, cambio permanente que imposibilita el descanso de la razón. Es por lo que busca el artista los espacios tranquilos, en comunión con la Naturaleza, intentando sumarse al movimiento rítmico que sostiene su presencia.
En su trabajo se reclama una nueva figuración, recordando estilos relacionados con el cómic y el grafitti, superados por el pintor al incorporar un colorido absorbente, que deshace los perfiles del dibujo, transformando en manchas las escenas reales, incorporando, gracias a ello, alma a las figuras representadas en sus piezas. Sabe definir el significado de su propuesta estética, al incorporar una secuencia tonal grávida, intensa, apagada, relato sensitivo del mundo que abruma las escenas transcritas en sus cuadros. Lo realiza este artista con sigilo, sin ruido y ruptura visual, como sin nada pasara en el transcurrir de los momentos cotidianos.
Manuel Garcés Blancart es un pintor de recia inteligencia compositiva, poseedor de una percepción estética dirigida hacia la creación de obras que definen su valía.




domingo, 7 de julio de 2024

DIBUJOS Y BOCETOS DE FEDERICO CASTELLÓN

 



LAS SOMBRAS DE F. CASTELLÓN



Autor: Federico Castellón Martínez. Título: Dibujos y Bocetos. Lugar: Museo de Arte doña Pakyta.

El trazo discontinuo, de fácil recorrido, a veces vacilante, en otras de recio y seguro transcurrir, plasma las ánimas de los personajes, oscuras siluetas que caminan olvidadas del tiempo real, sólo ellas y el papel que las soporta. Están sumidas en un ciclo continuo, condenadas a perpetuarse sin fin, sólo ellas y su resplandor. El artista capta la esencia de la imagen, y la transcribe en figuras esquematizadas, extrayendo su aura, convertidas en líneas transformadas en una representación gráfica que define su genio.
Federico Castellón ( Alhabia, Almería, 1914- Nueva York, 1971) comprende el carácter de sus personajes, tras percibir la impresión que reflejan, organizando con ellos escenas vislumbradas, mostrando los impulsos pasionales, las energías que sustenta su existencia, las cuales superan la razón, expandiéndose impetuosas por el entorno que abarcan, mostrando la vibración rompiente que todo somete, bajo el poder irracional del deseo, sólo apagado en el poso de la edad.
En este pulso vital, de emociones desenfrenadas, penetra Castellón en los rincones olvidados, en las sombras de la luminosa sociedad expuesta como ejemplo perfecto de la realidad, construida sobre unas reglas ideales, mas el quiere descubrir su verdadera faz, deambulando por los laberintos lujuriosos del deseo que se justifica por sí mismo, libre, procaz, antesala de los infiernos personales, cuyos abismos infinitos conducen a la extinción.
Son sus dibujos la imágenes de un trayecto contemplativo, bordeando las bocas del Averno, cuando el imperio del deseo sojuzga la razón, desequilibrio permanente hacia la nada, concluyendo que constituye una vía más rápida que aquella que pasa por la estación de la vejez, anodina, triste y nostálgica.
En sus cuadernos, relata el pintor la filosofía material del ser, soplo luminoso producto de la llama de la pasión, fuego devorador, que consumirá la plenitud de la primavera hasta su ocaso.
El artista profundiza una y otra vez en estas ideas, las repite en sus dibujos, incorporando un cromatismo circunstancial oportuno, propiedad que configura sentido a la narración plástica.
Federico Castellón muestra una capacidad perceptiva profunda, reflejada en los dibujos contenidos en sus cuadernos, punto de reflexión, e inicio, hacia la conclusión de composiciones definidas por las siluetas envueltas en un universo cromático, trasfondo sinfónico que incorpora un tiempo propio a la obra.
Fuerza, vibración, trazo nervioso y ágil, constituyen las propiedades que caracterizan los esbozos de F. Castellón.


















EXPOSICIÓN DE JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ ARANDA EN EL ESPACIO DE ARTE SANTIAGO COLLADO

 


POEMAS DE GRANADA MÁGICA


Autor: José María Sánchez Aranda. Título: Miradas de Granada. Lugar: Espacio de Arte Santiago Collado.

José María Sánchez Aranda, poeta y pintor, recorre con sus lienzos rincones de Granada, los paisajes que la arropan, siendo la Catedral el eje que mueve esta propuesta plástica, lugar mágico que irradia su energía en toda la zona circundante. El pintor expresa muy bien los destellos fluctuantes en el ambiente, mediante un torbellino de luminosidad descompuesta, mostrando la imagen del paisaje visualizada a través de un cristal que rompe su estabilidad luminosa, despojándolo de la veracidad cotidiana, logrando que surja su faz rugosa, por la variabilidad accidental de graves y agudos combinados en sus tonalidades. La densidad cromática, sensación tensa provocada por el peso del color, nos muestra una realidad trastocada por la percepción, que altera la realidad, extrayendo la imagen de su fondo, de aquella de tonos reales, para transportarla hacia el cosmos de trazos sueltos, espesura abigarrada diferenciada por la gravidez de la paleta aplicada.
Es un pulso lírico plasmado en el lienzo, cada una de sus composiciones, significando un viaje fantástico por el paisaje sentido, evocado emocionalmente, aspecto rotundo que escapa de la imaginación, para ser expresado como figura descarnada de la realidad sensitiva.
La obra de José María Sánchez Aranda resulta atractiva a la mirada, es sugerente, envolviendo al espectador con el halo poético que arropa las piedras de fachadas y calles, campos y monumentos. Propone un escenario irreal, cuya descripción supera los espacios oníricos, situados en los campos cultivados de emociones vibrantes, que, cuan temblorosa presencia, describen la impronta del recuerdo plasmado en el cuadro.
Consigue el artista conjugar el texto poético con la pintura, mostrando una obra en cuya contemplación se provoca sensaciones expresadas por el color en lugar de la palabra. Pero para mí el resultado es aún más profundo, más irreal, enigmático camino hacia el mundo inexplorado de la percepción anímica de lo visible.