sábado, 31 de octubre de 2020

LOLA VALLS EXPONE EN EL MUSEO DE ARTE DE ALMERÍA

LOS CAMINOS DEL COLOR


Autora: Lola Valls. Título: Desvío temporal. Lugar: Museo de Arte de Almería. Fecha: Hasta el 15 de noviembre.

La pintora recorre el universo del color, desbrozando tonalidades pesadas, en su deambular hacia los horizontes de claridad luminosa. Lola Valls explora el perímetro de cromatismo espeso, en el cual halla etereidades que le anuncian un camino liberador del colorido intenso, en el que se promete descubrir la razón última que sustenta el resplandor que causa huella en la mirada. Es un acto suave el conseguido por la pintora, en el efecto generado por su obra última, destello del conjunto expuesto, cuando el color desde su poso más oscuro va sublimándose hasta esclarecer su presencia, quedando como anhelo vaporoso traducido en gamas de tonalidades ligeras.

Lola Valls muestra una obra de gran expresividad visual, donde reduce la realidad a la impresión última que permanece en el recuerdo, registro descrito en los sentimientos mediante el lenguaje del color.

En su producción última es el trazo quien sustenta la estructura que representa su creación plástica. Son trazos amplios, realizados con pasión, liberada con contención, según un ritmo intimista, tranquilo y meticuloso, surgido de la rutina del trabajo constante, según el estudio de largas horas de experiencias creativas. Los trazos se entrecruzan entre sí, en un esquema de líneas y ángulos, que se olvidan tras el rastro de la radiación luminosa, según los tonos en que se presenta. Navegan sobre un fondo ligero, que parece quiere romperse para mostrar la realidad última, que se esconde en los límites de la percepción.

Los trazos son caminos, diversos, en todas direcciones, invitando a seguirlos en la aventura hacia el encuentro de otras sensaciones, estados de gozo de la observación, cuando el pensamiento permanece absorto ante la idea sugerida. ¿ Pero qué idea produce el entramado geométrico presa del color? La evocación del momento sujeto al descubrimiento cegador del instante consciente, impregnado en la memoria como impresión cromática, quedando perdido ante la elección del camino a seguir. Las múltiples sendas cubren el espacio difuminado, cuando se presiente la disolución de la materialidad tangible.

No todo son caminos nuevos que recorrer, parece decirnos la autora, pues también existen estados, permanencia absoluta donde el tiempo está acotado, sujeto entre planos de colores, geometría ordenada que quiere ser imperfecta, más la lógica racional se lo impide. Son dos situaciones contrapuestas, en la desembocadura de la obra pictórica de Lola Valls, ahí está la incertidumbre que deja en el espectador, siendo él quien despeje su futuro.







jueves, 22 de octubre de 2020

LA LUZ DE SOLEDAD SEVILLA


Autora: Soledad Sevilla. Título: Nuevas lejanías. Lugar: Palacio de la Madraza. Fecha: Hasta el 18 de enero de 2021.

La geometría es la base de la obra de esta pintora, la cual va adaptando para presentar los distintos temas que quiere interpretar. Unas veces se aproxima a la figuración, otras se sumerge en la más pura abstracción, de líneas y ángulos, los cuales van siendo modulados por las ráfagas de color que introduce en sus límites, evolucionando hacia la frontera de la imagen, cuando en su representación simula figura irreal, mas la autora expone un motivo de la escena cotidiana olvidado en la mirada rutinaria.

Soledad Sevilla propone un entramado pictórico para dilucidar la naturaleza de la luz, la percepción de la sustancia que la constituye, a través de rendijas, puertas o ventanas, o si no tras la aspilleras, como en las piezas que aquí ofrece. Continúa en esta exposición con el rescate de la memoria rural de la Vega granadina, recordando viejos tiempos de la agricultura, cuando el cultivo de tabaco era la base de su economía. Ella fija su atención en los antiguos secaderos de tabaco, construcciones olvidadas, desarboladas y postradas ante su presagiada extinción. Simplemente rescatando el motivo de las aspilleras, organiza un relato intelectual donde rememora la vida pasada de sus agricultores, que unido en su exploración de la luz, luminosidades del Sur, luz de Granada, poderosa y espesa, brillo dorado que reverbera en su paisaje, transmite el espíritu de esta tierra andaluza.

Esta creadora plástica presenta un doble discurso compositivo, por una parte describe la esencia del lugar, de sus gentes y formas de vida del pasado, por otra, continúa en la aventura por descubrir qué encierra la luz que tanto atrae. Soledad Sevilla persigue las radiaciones en sus amplias tonalidades, intentando comprender el sentido último del color, aunque éste siempre pasa fugaz, y sólo se presiente, dejando su huella en la percepción. En muchas piezas que muestra, se observan ondulaciones, suaves, sinuosas, envueltas en tonos contenidos, cuan ritmo musical, que interpretan una melodía apacible. Captan el pulso de la vida.

El trabajo de Soledad Sevilla posee una intensa carga conceptual, sobrando las palabras ante la genialidad de esta gran pintora.






viernes, 16 de octubre de 2020

RECORDANDO A FRANCISCO ALCARAZ


FRANCISCO ALCARAZ

Hace unas semanas falleció Francisco Alcaraz González, pintor indaliano, mente clara, libre e inquieta, que supo alejarse de su lugar de origen para incorporar modos propios, que concluyeron enriqueciendo los rasgos definitorios de su propuesta inicial. Líneas gruesas, poderosas, que quieren pervivir en el tiempo, rotundidad en la expresión de la imagen, así recoge la primera impresión de la visualización de su obra. 
Prevalece, tras el sustrato del color, la geometría esquemática del paisaje urbano. El colorido aplicado modula la impresión, según los tonos utilizados, de poderosa impronta, que deja su peso en el sentimiento primero suscitado. Genera nostalgia, rememoración de recuerdos felices, momentos vividos. 
En su periodo indaliano más puro transmitía sus obra la austeridad del paisaje, energía telúrica que influye en las gentes, soledad, precariedad, sencillez vital, siempre reflejando el peso cromático que arraiga en el lugar, que surge de sus entrañas, como raíces que dota de propiedades a su entorno.
Cuando pintaba los rincones tradicionales de las ciudades, extraía el espíritu que habitaba en el ambiente, que en su abandono llenaba sus vacíos, el olvido, el silencio. 
Francisco Alcaraz viajó, se empapó del paisaje, lo sintió, y fue añadiendo a su estilo primigenio nuevas técnicas, y perspectivas, para abordar la representación de la escena. En sus viajes ganó intensidad la presión del color, quien, en su batalla por prevalecer en la conclusión de la obra, cubre extensamente la estructura del dibujo, mas éste siempre prevalece. El pintor describe con una linealidad geométrica la esencia del ambiente, arropando su descripción con las gamas usadas de su paleta, grávidas e intimistas, nacidas de un pensamiento creativo sosegado. 
Ante las grandes metrópolis, deslumbrado por su esplendor, introduce resplandor en sus cuadros, cuan descubrimiento revelador, éxtasis instantáneo, en el que aclara los tonos, los suaviza, y pese al orden de los trazos predominan en la primera impresión. 
En sus bodegones traslada una mirada intimista, acogedora, amable, cálida, según el colorido plasmado en la pieza, es una representación del descubrimiento luminoso del tiempo agradable, que escapa a su ritmo. Unas veces es romántico en la contemplación elegida, y en sus paisajes triunfa la luz verde dorada, donde la mancha vence el trazo, quien se esfuma ante la vitalidad del color. Hay ocasiones donde su pintura se convierte en ejercicio lúdico, jugando con las posibilidades de la creación, intentando transgredir el orden de la composición establecido. 
Francisco Alcaraz fue un pintor que supo evolucionar, adoptando otras formas de representación plástica, para integrarlas en su estilo propio.


































jueves, 8 de octubre de 2020

JOSÉ CARLOS NARANJO EXPONE EN LA GALERÍA BIRIMBAO, SEVILLA

 

EL SENDERO DESCUBIERTO


José Carlos Naranjo “Subir el coche a pulso” en galería Birimbao, Sevilla. Hasta el 27 de octubre.

Es José Carlos Naranjo un pintor de precisión técnica, de trabajo profundo en pos de obtener la imagen concisa, capaz de resumir en una expresión escueta la máxima sensación vivida. Centra su mirada en el entorno más próximo, imágenes intrascendentes que no existen en la ceguera del trayecto rutinario. Mas cada día, cada momento del recorrido repetido en el tiempo, descubre motivos nuevos que representar en su obra. El camino está bordeado de vegetación, frondosa, verdor henchido de humedad, plantas sencillas, que cubren la superficie que acompaña al sendero. Estas hierbas humildes, inexistentes a la mirada sumida en el pensamiento, son descubiertas, se abren al entendimiento del contorno natural, creando una comunicación visual con el artista. Es un instante de lucidez, cuando se descubre la verdadera faz de la realidad. La vida vibra, se comunica entre sí, refleja su fuerza, pero va más allá, pues ahonda en los misterios que oculta en los espacios ajenos a la mirada. Con este mensaje seductor llama la atención del artista, quien sometido a su influjo, queriendo descifrar los signos de su presencia, se introduce en lo no visible, a través de la esencia de las formas del paisaje herbáceo.

Este creador plástico reproduce las formas vegetales, las libera de motivos insustanciales, plasmando solo los tallos y hojas. Son impresos con fuerza, rotundidad en su expresión, desvaneciéndose cuando el color toma asiento en el papel, que absorbe las figuras, tomando apariencia sólida, diluyendo sus tonos, para mostrarse como reflejo de un cromatismo apagado, que transmite frialdad, olvido, secretos en sus rincones oscuros. Lucha el pintor con la apariencia del color, con la exactitud de la mancha, en su aventura tras el enigma sugerido por el azar. José Carlos Naranjo consigue, tras embriagadoras jornadas de trabajo, traducir el lenguaje de las plantas, en piezas cuyo colorido asemeja un negativo fotográfico, en el cual triunfa la imagen revelada de su conjunto.

Es un trabajo de profunda reflexión metafísica, sobre la estética verdadera del trasfondo de las formas.








domingo, 4 de octubre de 2020

EL RÍO SEGÚN MARÍA JOSÉ CASTAÑO, EN LA GALERÍA HAURIE

 

TRAZO DORADO PASAJERO


Mª. José Castaño Rodríguez presenta “ De río y oro” en la galería Haurie. Hasta el 18 de octubre.

Pasea la pintora su mirada con tranquila pasión, aspirando la fuerza sensitiva del paisaje, para plasmar su imagen con un cromatismo intenso, de abundantes azules rotos por la fuerza del verde y atravesados, a veces, por el nervio del dorado. Recrea un entorno húmedo, envuelto en un ambiente melancólico, sosegado, preso del transcurrir de las horas solitarias, cuando todo está sereno, y la fantasía de la mirada danza ensimismada en su son, ajena a todo, solo perceptible por el aura que deja su halo pasajero.

María José Castaño aprehende el paisaje, lo palpa al pensarlo tras su contemplación, y expresa con amplios trazos, que ocultan las formas para mostrarse como campos espesos de color, engarzados entre sí, organizando una composición compleja, llena de contrastes, donde el azul del agua y cielo marcan la pauta general de la definición de la escena.

La artista crea su obra con ímpetu, arrebatada ante el misterio que encierra la visión del río y sus alrededores, la humedad palpada, el colorido que distorsiona los contornos para ofrecerse como desvelador del alma del lugar. La mirada amplia de María José Castaño atrapa sus esencias, describiéndola en sus piezas. Es una jugosa experiencia estética, surgida de la capacidad de la autora para relatar la naturaleza íntima del paisaje sentido. Esta propuesta posee garra, atrae y gusta.