lunes, 31 de octubre de 2011

CARMÍN DE ALIZARINA

Autora: Victoria Jáimez. Título: Jardín de Alizarina. Lugar: Museo Casa de los Tiros. Fecha: Hasta el 28 de octubre de 2011.



Flores y jardines constituyen un tema recurrente en muchas producciones plásticas, comunes en los últimos tiempos en Granada. Desde perspectivas más clásicas hasta algunas donde la forma se disuelve abarcan los estilos que conforman las propuestas ofrecidas. Unas consiguen mostrar algún aspecto novedoso, y superador, en la construcción de una pieza pictórica, otras se quedan en una mera reproducción preciosista, y bastantes poseen atisbos de gestos técnicos de cierto interés, siendo destacados cuando se trata de las obras de un joven artista.

Esta última idea es la que sustenta el comentario que aquí realizo sobre la exposición de Victoria Jáimez, compuesta por un grupo de acuarelas dispar, no por la técnica de ejecución o dominio en la expresión cromática, sino por la originalidad creativa de alguna de ellas.

El trabajo ofrecido está ajustado a un mínimo nivel de calidad que justifica su visión en una exposición. Oficio, investigación y habilidad la avalan, mas siempre es lo mismo, salvo ciertos rasgos, detalles y elaboraciones, que hacen surgir destellos de la creatividad plástica que la autora contiene.

Victoria Jáimez posee un delicado dominio sobre el color, que lo conjuga en construcciones de tonalidades múltiples, yuxtapuestos por el carmín de la alizarina, que da nombre a esta muestra. Es inteligente y audaz al depositar la mancha en el espacio de radiaciones varias, consiguiendo trasmitir la magia poética que mueve su obra, en un resplandor pasajero que deja intuir una elegancia serena. Pero V.Jáimez debe ser más valiente y apostar por la fuerza del influjo cromático, para obtener composiciones que trasciendan la simple recreación de la imagen, ahondando en la impronta del color, en su misterio y universo inexplorado. Esta buena pintora posee suficientes cualidades para conseguirlo.

jueves, 27 de octubre de 2011

SOBRE LAS RUINAS DE ALEJANDRÍA

Sobre las ruinas de Alejandría, está publicada con ilustraciones en formato libro en Monografías.com

miércoles, 26 de octubre de 2011

KIRALY

Autor: Benedikt Kiraly. Título: Kiraly. Lugar: Galería espacio () arte. Fecha: hasta el 30 de noviembre DE 2011.


Benedikt Kiraly propone una obra diversa en estilos, periodo de creación y técnica de elaboración, aunada por el ímpetu pasional que adhiere a cada pieza creada.

Este pintor muestra una serie de composiciones que transcriben muy bien el estado anímico poseído en el momento de su alumbramiento, describiendo vivencias y sentimientos, haciendo cómplice al espectador. Su estilo es ecléctico, domina bien la ilustración, la infografía o la técnica al óleo, demostrando su habilidad plástica en cada pieza colgada. Una oportuna mirada le permite captar el instante especial que, extraído, convierte la visión atrapada en objeto de observación artística.


Cuelgan en esta exposición producciones que recuerdan al arte pop, rico en colorido y sugerencias, en otras ofrece óleos de corte clásico o litografías obtenidas con una técnica personal, demostrando que si el autor posee un sólido pensamiento plástico puede dotar de gracia a la obra elaborada. Descubre el misterio de la imagen, el alma que la sostiene, pudiendo descifrar en cada trazo la biografía de la persona retratada, o el relato del momento vivido. Condensa en el rectángulo enmarcado una existencia intensa en energía y emoción vital, aliñada con un toque de lirismo.

En la Sala espacio () arte se puede observar un conjunto artístico sugerente, rico, denso en colorido, cargado de fuerza, pasión y diferente.

sábado, 22 de octubre de 2011

EN CONSTRUCCIÓN PERMANENTE

Autor: Abelardo Ibáñez. Título: Abelardo Ibáñez. Pinturas. Lugar: Galería Toro. Fecha: Hasta el 30 de noviembre de 2011.

Abelardo Ibáñez propone una obra compleja, clásica y correcta, en la cual la imagen es deconstruida para expresarse en otras posibilidades, esencia de las formas que surgen en el pensamiento de cada observador. Líneas y planos se reorganizan y superponen, para dar paso a un entramado caótico aparente, que encierra la idea primigenia para sustentar la imagen sentida, cuando la geometría, color, sentimientos y tránsito temporal se conjugan, dando sustancia a la escena recordada.



En las piezas expuestas se encierra un dinamismo interno que impulsa al conjunto a restablecer el orden original ¿ o es acaso nuestra razón quién empuja la visión aprehendida para su comprensión? Este efecto genera fuerza interior en las producciones de Abelardo Ibáñez, cuyo roce de aristas, en potencia de movimiento, induce un murmullo que simula la existencia de un espacio propio. En esta conjunción de relaciones intensas el color lucha por hacer patente su presencia, queriendo ser protagonista principal de la obra.

Las composiciones mostradas por A. Ibáñez poseen una inicial sensación de armonía sosegada, que cubre la pugna interna entre la percepción racional y la ilógica de los sentimientos, que se funden en la abstracción de la imagen que quiere definirse. Sea como una forma singular de líneas y cromatismo equilibrado o decantándose en la configuración aceptada por todos.

El trabajo plástico presentado por este artista posee calidad, marcado por el halo academicista de un estilo elaborado con suficiencia técnica y valía comercial.

miércoles, 19 de octubre de 2011

DÍAS DE BIZANCIO

Este libro se puede ver con ilustraciones en Monografías.com

LA FUENTE DE LA VIDA

Título: Aguas. Autores varios. Galería de Arte Cidi Hiaya. Hasta el 15 de octubre de 2011.

El título de la exposición es el motivo que aúna a los pintores que en ella participan, desde vertientes estilísticas diferentes, con técnicas y sentimientos distintos, consiguiendo transmitir un mosaico de impresiones que se funden en una idea común: el diálogo constante de la persona con el universo.

Víctor Tristante presenta piezas de gran calidad y elegancia en su concepción cromática.

María del Castillo exhibe acuarelas de impresión simple, equilibradas en el color, fáciles de contemplar, poseyendo una gran delicadeza y trazo sensible.

El color y la geometría son los distintivos de las composiciones de Pepe Mórelo, conteniendo un suave equilibrio que se desliza sin estridencias, para dejar un poso en la mirada tras su contemplación.

Mohammed El Morabet muestra una producción interesante, condensada de fuerza y color vibrante, que llena con el murmullo de su fluir el intelecto.

J.S.Del Olmo configura un trabajo de tremendo impacto en la mirada, siendo la soledad del paisaje percibido la sensación sentida, surgiendo desasosiego. Las pinceladas suaves, envueltas en un halo dorado, inducen al silencio, grandeza e inanidad de la existencia.

Mika Murakami ofrece piezas simples, delicadas, limpias de elementos figurativos, describiendo un mundo sometido a las claridades, producto del reflejo en la superficie cristalina, donde energía y vida se aúnan.

Cayetano Anibal impone su huella de poderío plástico en cada superficie que trabaja, cuya contemplación deja un recuerdo de calidad pictórica tras su contemplación.

Carlos Olvera expone una obra de estructuración sólida, de gravidez conferida por los tonos usados, que generan tránsito y un murmullo interior que quiere recitar la melodía del cosmos.

Las piezas mostradas en esta exposición unidas bajo el título de aguas, motivo en alguna forma presente en los cuadros expuestos, son de calidad y buen tono comercial.

sábado, 15 de octubre de 2011

FRANCO VIOLA O LA MEDITACIÓN DEL COLOR

Autor: Franco Viola. Título: Metafísica del color en el Tercer Milenio. Lugar: Centro Cultural CajaGranada Memoria Histórica de Andalucía” Fecha: Hasta el 30 de noviembre.


El color reflexiona sobre su esencia, desarrollando sus potencialidades ajeno al entorno, pues es él quien define el contexto. Sólo es intuido cuando se libera al expandirse la luz en el amplio abanico de tonalidades varias, expresándose al derramarse sobre la materia toda.

Cuando el color fluye dota de características al medio donde se sustenta, apariencias mutables por el dinamismo, mas su caricia es fugaz, pues es sólo interpretación ilusoria de los sentidos para comprender el universo.

Franco Viola extrae la sustancia de la luz para extenderla en sus múltiples variedades cromáticas en cada obra que compone. Su huella es rotunda, portadora de un vocabulario visual que organiza relatos imposibles de explicar con otros medios. El color constituye el genio hacedor que recompone sin cesar el cuadro, mostrando interpretaciones varias. El espacio enmarcado adquiere una delicuescencia visual que reorganiza la faz del lienzo para golpear la mirada del espectador, tras cuya contemplación saldrá felizmente afectado por las sensaciones percibidas.

Las piezas expuestas en la Sala describen la mirada saturada de color, que perciben la realidad rendida ante el ímpetu cromático que vence las formas, deshaciendo la imposición acotadora de líneas y orden geométrico, pero cuya estructura permanece como soporte de la composición toda. Los cuadros transmiten un sosiego lírico que trascribe el ánima del ambiente recreado.

Su obra, sin embargo, no aporta técnica ni perspectiva novedosa por estos lares, son muchos pintores quienes realizan trabajos similares, pero las composiciones de F.Viola contienen una gracia especial que las convierte en piezas destacadas entre otras de similar factura, además de constituir un elemento de reflexión para ahondar sobre la actividad plástica actual desarrollada por muchos artistas.

Este pintor domina el ingenio del color, la estrategia de su distribución y la expresión oportuna de su contenido, pues aparte de la habilidad necesaria posee una claridad expresiva para transmitir el mensaje oculto de la luz, su poder mágico, desvelador y vivificador.

REGRESO A TIERRA BALDÍA

Se puede contemplar regreso a Tierra Baldía en formato libro, y con ilustraciones, accediendo a Monografías.com.

viernes, 14 de octubre de 2011

MAR DE LA HABANA

Autor: Pedro Garciarias. Título: Mar de la Habana. Lugar: Sala Zaida de Caja Rural de Granada. Fecha: Hasta el 5 de noviembre de 2011.


Pedro Garciarias muestra una obra interesante en su exposición última, no defraudando el nivel artístico que todos guardamos en la memoria sobre su trayectoria plástica. Fuerza y pasión se conjugan para establecer un ligamento tensional íntimo en el seno de cada pieza, que tras condensar las energías aprehendidas por la mirada del espectador explotan en el intelecto, trasmitiendo el esplendor del instante, el estado anímico del pintor ante el gran escenario del mundo, cuando la luz en su eterna letanía de las horas se alterna en su evolución. Placidez, atemporalidad, ritmo vertiginoso, bochorno o frío, se suceden ligados a los instantes danzantes, frente a la inmensidad de un mar bravo que se deja acariciar en los momentos de calma, y muestra sus fauces en el cenit de la furia que guarda. El cielo es su túnica, que se viste y adorna según el clima y hora, construyendo escenarios magníficos que embriaga la intuición sensitiva, generando emoción y belleza.

Pedro Garciarias crea una obra expresiva de gran interés, utilizando técnicas extraídas de la tradición plástica para actualizarlas y aplicarlas con inteligencia, sentido y eficacia, obteniendo como resultado la plasmación de la imagen vivida, en el instante arrebatador de la conciencia, raptada por la magia que irradia. La habilidad artística del pintor permite representar vivencias, depositar parte de su fuerza vital, para impregnar de vida interna al cuadro. De su clase y maestría pictórica sobra comentar, pues la propuesta presentada ilustra con creces la categoría artística poseída.

CONTORNOS

Autora: Inma León. Título: Cuerpo cóncavo. Lugar: Arrabal y Cía. Fecha: Hasta el 15 de octubre de 2011.

Espontáneas figuras, en contraste simple, se desarrollan en las piezas expuestas en la Sala. El cuerpo se interna en el caos cinético para deshacerse en manchas negras y grises, con atisbos de su recuerdo.

La figura se descompone en formas deslizadas, sin contexto propio. Está y se ausenta a la vez, la certeza es sustituida por la intuición, es probable que se sitúe en algún punto del rectángulo enmarcado.

Inma León crea una obra, en soporte digital, en la que el concepto metafísico de la existencia ocupa el tema central. La fugacidad del instante estático de la figura se volatiliza, quedando sólo el rastro de su esencia en los contornos interpretados por la memoria. La imagen se diluye en manchas informes, cuyo dinamismo interno promete desvelar de nuevo el cuerpo original, pero queda congelado en el momento de su propuesta final.

La autora expresa correctamente estas ideas, con imágenes sencillas, portadoras de una mínima estructura y mensaje simple, consiguiendo transmitir movimiento, energía, ritmo y fugacidad en el conjunto, pues todo está sometido al deambular del tiempo. Su intuición plástica permite generar reflexión y atracción ante la imagen, tocadas todas las piezas por una impronta de sencilla elegancia.

domingo, 9 de octubre de 2011

SOBRE LAS RUINAS DE ALEJANDRÍA

COLECCIÓN DE CRÍTICAS DE ARTE

Depósito legal: Al-11-2009
I.S.B.N: 84-95337-35-5
Tágilis Ediciones
Colabora: CONSUELO FERNÁNDEZ IGLESIAS.


(EXPOSICIONES CELEBRADAS ENTRE EL OTOÑO DE 2006 Y EL INVIERNO DE 2009 EN GRANADA Y ALMERÍA)



Las ruinas mostraban su silueta
entre la bruma del horizonte






Cada exposición de las aquí propuestas y comentadas representan una estación en el camino de la búsqueda de la ciudad añorada. En cada parada se recuperan fuerzas e ilusiones, descubriendo las experiencias adquiridas por los artistas. Se prosigue el camino hacia la nueva parada, situada en oscuros lugares, en espesas selvas boscosas o paisajes brumosos, pues son difíciles de encontrar, sólo la suerte o la intuición facilitarán su hallazgo.

Jornadas ateridas, otras desapacibles, bastantes tórridas, encerrando mil peligros: cansancio, desasosiego, incomprensión... Pero el premio de la ilusión surge continuamente, terminando el trayecto enriquecido con ideas nuevas, conociendo aquellos viajeros que han atisbado Alejandría en ruinas.

La esperanza en su hallazgo, la descripción de sus asombros, la enseñanza aprendida y la dirección del camino, son las riquezas que adornan el equipaje del viajero.

Las ruinas de Alejandría son un sueño fantástico, germen de la creación, que espolean el ánimo hacia la restauración de la Belleza. Son la meta que todo artista busca en el comienzo de su trabajo, buscando transformarse en el éxtasis que su asombro origina, aunque ruinas sean ya, pero la grandeza de su esplendor aún persiste en las grandiosas construcciones y delicados detalles de ornamentos y representaciones.

Las ruinas de Alejandría son el lugar mágico situado en una zona ignota, donde el artista peregrina en un duro viaje de años y privaciones, aprendizajes y trabajos para poder contemplarlas. Ante ellas sentirá cómo se transforma su ingenio y adquieren forma las ideas conseguidas en los ásperos días de lucha y trabajo. Conocerá la magnitud del arte eterno, la fantasía de la imagen, el lenguaje múltiple y exuberante por la actividad plástica creada. Descubrirá la esencia de la realidad, su expresión, y los conceptos básicos que la sustenta. A partir de ahí recreará continuamente la imagen aprehendida hasta conseguir plasmarla lo más fielmente en su obra.

No es un lugar físico sino ideal, siendo percibido por cada autor de forma diferente, pero unidos en el espíritu de la contemplación única, de la idea primigenia que trasmite las esencias verdaderas de la realidad, permitiendo además gracias a la comprensión de su lenguaje, expresar lo tangible e intangible, irrumpiendo en la comprensión de los espectadores el resplandor de la Belleza, reflejo de la presencia divina.

Cuando el hombre atesoraba el mensaje celeste se construyó Alejandría, pero su olvido desvió hacia el horizonte del océano del sol poniente, lo llevaron a la desorientación, en un mar solitario, neblinoso y siempre presto al desastre. Hay que salir de allí, por eso es importante la búsqueda de las ruinas de Alejandría, para restituir el auténtico lenguaje de los espíritus, ideas que nos hicieron humanos.

Esta introducción trata de explicar el estado de muchos artistas en la actualidad, en busca de la plenitud en la descripción que toda idea o sentimiento explique, gracias a la adquisición del lenguaje de la edad dorada. El arte hoy es así, búsqueda, y bastantes artistas están bien encaminados hacia la meta mágica. Pero el trecho es inmenso y existen muchos peligros que los pueden desviar o hacer sucumbir en el empeño.

Espero no equivocarme ¿o acaso es un espejismo? Tú lector, podrás decidirlo.








Tras ver glorias efímeras en ruinas aparece el centro de la Belleza,
mas la destrucción y el olvido imperan en su reino
¿ dónde está la gloria del ayer? ¿A qué país huyeron sus habitantes?
¿ Quién posee su Belleza?
¡ Oh Alejandría ! escombros sólo,
orgullo de la memoria, esqueleto descarnado
incapaz de reflejar la lozanía perdida.
Alejandría en ruinas, ignorada y oscura.






LA LUZ EN SU LABERINTO
Ricardo García en el Centro Cultural Gran Capitán


Luz que fluye en el laberinto boscoso, perfilando formas indefinidas, creando seres fantásticos de siluetas fugaces en un universo mágico, donde la mirada conecta con el subconsciente e interpreta el mundo de las sombras, amenazantes, sugerentes, ensoñadoras… trasmundo de lo extraordinario.

Ricardo García desarrolla este argumento en las piezas que presenta en esta exposición, construyendo espacios profundos, velados por un horizonte que se supone está allí, recreando un paisaje boscoso sumido en penumbras en el cual el misterio ejerce su acción.

Con un cromatismo rotundo esparce los colores de forma inteligente para recrear las imágenes difuminadas, resultado de la batalla entre la luz rompedora y la oscuridad que abriga la verdad. El pensamiento poético del pintor traduce esta tensión en composiciones de tonalidades alineadas, con claridades y manchas oscuras, haciendo posible que surjan los destellos instantáneos cegadores de la retina, que imprimen las formas creídas.

Estructura muy bien la luz, graduando su fuerza, siendo el contraste quien define las siluetas que cada espectador cree interpretar.
R. García con un bagaje técnico acumulado en su larga experiencia plástica, sabe plasmar la idea concebida, relatar los espacios ocultos que se trasponen en la realidad aceptada. Puertas de lo desconocido, mundo mágico que muestra su existencia.

La exposición aquí comentada es interesante por la habilidad demostrada por el artista para relatar la fantasía lírica que anida en su interior.





RUIDO
Jesús Zurita en la Galería Sandunga

Las obras expuestas en esta Galería constituyen un conjunto interesante de gran valía plástica, por la técnica mostrada por el pintor en el desarrollo de la elaboración del cuadro, con precisión y sobriedad, poseyendo una ligereza en el trazo e ingenioso soporte. Equilibra muy bien las formas, utiliza el contraste para generar tensión en las piezas creadas, intuyendo la oportunidad de la figura en el lugar del espacio preciso, componiendo un entramado armonioso, ondulante entre movimiento cambiante y quietud eterna.
J.Zurita ha elaborado una obra rica en sugerencias, utilizando la sencillez cromática de los materiales, ordenados por las formas que toman asiento.

La densidad de conceptos, suavidad y elegancia mostrada son resultado de la claridad de conceptos que el pintor tiene, ofreciendo cuadros de lirismo intenso, haikus visuales que incitan a la meditación, relatando el contraste presente en la Naturaleza, en cada imagen captada, donde el hombre interviene e intenta transformarla, comprenderla, estudiar la esencia primigenia de la Creación.

Jesús Zurita nos describe la tensión que quiere cambiar el espíritu de la materia, en un universo de contornos suaves, para dar paso a un mundo sombrío, del cual el ser humano quiere escapar espoleado por el deseo de encontrar su verdadera faz, sucumbiendo ante la Luz salvadora.




EL ESPÍRITU DE LA LUZ
Leonor Solans en la Galería Jesús Puerto

Agradable e interesante exposición es la que aquí comento, donde la habilidad de la pintora expresa el espíritu de la luz, vestida distinta para cada momento y paisaje.

Las obras aquí expuestas están realizadas de forma desenvuelta, con ágil pincelada y producto final sólido. Poderosas composiciones quedan plasmadas en los rectángulos enmarcados, conjugando torrentes cromáticos que buscan su lugar en el espacio para ordenar la imagen primera que la artista atrapa. El color vive para sí creando las formas, el fulgor que desprende y enriquece el entorno, llenando de vibración energética el conjunto del cuadro.

Solidez y fuerza, poesía y sensibilidad nacen de un mismo trazo, seguro y preciso, dirigido por el genio que atrapa la luz cuando relata la realidad y su topografía cromática.

Pinta en primera persona, dando testimonio de las luces que cabalgan en las horas que transcurren. Tiempo y luz, energía que fluye, cosmos complejo que enriquece el espíritu cuando contempla su entorno. Del trabajo y técnica de la pintora surgen obras que aparentemente son fiel reflejo de la realidad, pero que traspasan la fría geometría, siendo sensaciones sólo.

Buen trabajo el presentado por Leonor Solans.




JOSÉ CARMONA DE NUEVO
José Carmona en la Galería de Arte Ceferino Navarro

Luz barroca derramada sobre contornos de formas sólidas, pálpito de la conjugación resultante, fuerza adherida que rescata vivencias antiguas.

Así es como podría ser definida la última exposición del pintor granadino José Carmona, maestro de la acuarela, que vuelve con una nueva obra a ofrecernos la belleza que Granada encierra.

Este pintor es aparentemente de producciones pictóricas predecibles, mas al contemplar cada nueva acuarela creada la diferencia con la anterior aflora de forma palpable. Cada vez más el color va tomando peso a costa del blanco luminoso, que a su vez torna hacia el oro viejo, paso de los años en la búsqueda de la fórmula perfecta que rescate la esencia de la materia, para que sea depositadasen la mirada.

J. Carmona pinta, elabora, y da forma a un conjunto plástico de cromatismo abarrotado, a punto de estallar para diluir la forma en el caos. Esa impresión que en la retina produce las radiaciones definidoras del universo son sujetas por la razón. Se produce en sus acuarelas una tensión profunda, donde el caos vibrante embate con brío la solidez del dibujo, atento y temeroso a lo que los derroteros que la mano del pintor dicte, en la senda que señala la obra que gusta plenamente, quietud del intelecto, contemplación sublime, espejo de los espíritus.



Es de esta manera como se puede explicar el ansia del artista por alcanzar la plenitud en su obra, espuela de la creación plástica, anhelo y búsqueda, solo presente en un verdadero pintor, que no recrea ni repite, sino busca y se supera, ofreciendo piezas de bella factura y de alta calidad técnica.

Esta exposición gustará a quien la contemple.




JUEGOS DE ARTIFICIO
Alejandro Gorafe en la galería Sandunga


Alejandro Gorafe desarrolla una técnica impecable, destilado de sus horas de búsqueda y trabajo, para conseguir la plasmación de la idea en soporte matérico.

El espacio es acotado por las formas, abiertas y ligeras, para generar las cuatro dimensiones de nuestra existencia. La forma y movimiento se unen, creando flujos instantáneos atrapados en un tiempo de intervalos infinitos, todo ello arropado por un delicado tacto que genera ingravidez en el momento cinético.

El metal duro y frío, cortante y poco dado a la suavidad, se transmuta en volúmenes de armonía sedosa, torrente de radiaciones y pulso de la vida, espacio y tiempo, soplo vital del cosmos, atrapado en una construcción simétrica producto de la lógica. Geometría que se repite como fractal interminable, siendo también microcosmos que conduce al gran Universo, ya que cada uno de ellos contiene las proporciones mágicas.

El autor ha sabido representar estas ideas y conceptos de manera tangible, pero su obra es además una propuesta mística, letanía interminable donde la palabra secreta se repite sin cesar, traducida en expresión matemática, sucesiones de formas geométricas.

En las piezas expuestas aparece el río de la vida, ondulaciones que recorren la materia inerte, sentido transmitido de la inanidad de las estructuras metálicas, creando una vibración resonante del gran diapasón cósmico, eco del primer instante.

Es también una búsqueda inconclusa cuyo resultado se esfuma en la nada, pues se intuye que está ahí, pero es imposible describirlo o comprenderlo, a lo sumo se intenta perfilarlo… mas el intento es fallido.

Muy inteligente trabajo el mostrado por este artista, resultado de su larga experiencia, reflexiones y habilidad adquirida, que demuestra su valía e importancia en el actual panorama plástico granadino.




DIEZ AÑOS DE RAIMUNDO IAñEZ
R.Iañez en la Galería Cidi Hiaya

Recordando a Carlos...

Esta exposición recorre la trayectoria plástica de los últimos diez años del pintor, observando el enriquecimiento que va adquiriendo sus composiciones en expresividad y color, sin abandonar nunca la idea central que guía su trabajo.

La fuerza árida y cortante de la geométrica realidad que el orden impone, aprisiona la existencia apareciendo en ella seres anónimos, amorfos y masificados, en una estructura compleja que le oprime.

La pintura de Raimundo Iañez nos describe muy bien este universo, en espacios escénicos donde representa el mundo basado en la lógica y razón extrema, sujeto a normas estrictas, viviendo los seres que lo habitan una tragedia colectiva.

Seres amorfos, perdidos en un bosque de líneas ordenadas por ángulos y proporciones componen el conjunto, no interesando nada sus vivencias personales al espectador.

R.Iañez relata en el conjunto de piezas que muestra en esta última exposición, el universo fatídico de la urbe moderna, sometida por entero a la ciencia, donde el azar y la línea curva sin armonía reglada no tienen cabida.

Para ello compone obras de composición geométrica, de orden que se repite, absoluto y rotundo.

Nada escapa a la fórmula establecida que se desarrolla en el cuadro, implacable sienta su ley. La rutina es su norma, no hay escapatoria, y en ese gran escenario del teatro de la realidad deambulan perdidas y resignadas vidas sin rostro, elementos de la escena, actores de una ópera que narra el drama de la existencia en la sociedad industrial.

Entre la rejilla de líneas que organizan el espacio enmarcado, fluyen frases con ideas, muchas veces ilegibles, que pugnan por truncar el imperio armónico, traspasándolo para comunicar al espectador los sentimientos que recorren el espacio íntimo del cuadro. Estamos y sentimos, parece comunicar.

Desde la última exposición ha evolucionado hacia cromatismos más fuertes, aumentando en variedad, enriqueciendo la dicción plástica de sus creaciones.






MEGÁPOLIS
( FELL ON BLACK DAYS )
Santiago Lobo en la galería Toro

Sólidas moles de equilibrio geométrico con poderosas apariencias que conforman un paisaje definido: la urbe cosmopolita contemporánea.

Los cielos grisáceos y sucios, oscuros y pesados, oprimen en este ambiente la vida. La libertad en ellos está definida y “acotada “ . Estrecha senda sometida a unas reglas, pero no por ello a todas sus posibilidades.

Santiago Lobo toma esta idea, que de los cuadros rezuma, para desarrollar una obra sugerente, donde las grandes ciudades, sus amplias avenidas y rascacielos , constituyen el tema central.

La arquitectura anula los seres que entre ella habitan, invirtiéndose la función de quién sirve a quién. S. Lobo expresa muy bien estos conceptos, con un dibujo preciso sumido en un cromatismo sugerente, de tonalidades cobrizas, oscuras, a veces de un dorado añejo, siempre sumido en la bruma soporífera y asfixiante que abotarga.

Realiza la trascripción del discurso que rige su obra con precisión, armonizando formas y colores, cuyo resultado es una grafía visual que describe muy bien las sensaciones que desazona el espíritu del pintor.

Urbes modernas, cinetismo puro en un océano de hormigón. Futuro que se agota en sí mismo. Para superarlo es necesario visualizarlo totalmente, con las adherencias que el artista impone, generando como resultado la soledad anímica de quien la contempla.

Este pintor sabe como articular la masa cromática en un entramado de formas cúbicas, geometría latente, dotando, gracias a su alquimia , de alma que como Urano devora a sus hijos.

Buena propuesta pictórica la presentada por S. Lobo; es inteligente, suscita la reflexión y, sobre todo, posee una buena definición y conclusión compositiva.




SOMBRA DE LA PALMERA
Víctor Tristante en la Galería Cidi Hiaya

Víctor Tristante nos presenta una exposición de gran altura técnica, presidida por el dominio del color, que origina con sus radiaciones un espacio espiritual que es percibido nítidamente, produciendo desazón en la contemplación de algunas de sus obras, melancolía en otras, interrogantes sobre la existencia en todas.

Los seres que en ellas contenidos están son diluidos en el paisaje, pero su personalidad y avatares impregnan toda la superficie de los cuadros. El conjunto cromático organizado origina imágenes portadoras de sensaciones humanas, siendo protagonistas los seres que allí deambulan. La soledad es la fuerza que une todo el conjunto, apareciendo individuos inanes en una arquitectura sólida, que perdura en el recuerdo, transformada sí pero con sus esencias intactas. Transformación y permanencia, y en medio de ellas la fugaz temporalidad de la vida.

El dibujo es superado y abatido por el poder cromático, siendo la habilidad técnica del pintor quien consigue dar forma a la obra, relatar el universo presente en los rincones característicos de la ciudad de Granada.

La tristeza y melancolía del aislamiento van impregnando sus rincones, la atmósfera, pero se impermeabilizan tras el paso del tiempo.

V.Tristante consigue expresar estas ideas gracias a un sentido equilibrado de la estética, transcribiendo las sensaciones en una combinación exacta de tonalidades y colores, dando gravidez a cada pieza, ambiente y tiempo, a los espacios enmarcados en cada una de ellas.

Esta obra es reflexiva en su contenido, elaborada por el concepto que lo sustenta y de gran valía por el resultado obtenido, superando los tópicos contenidos en ella. Nos demuestra la habilidad plástica del artista, su creatividad y la maestría en su capacidad expresiva. Calidad demuestra poseer.





Los espíritus mezquinos y envidiosos
cegaron sus ojos a tu presencia

¡ Malditos !





EL ALMA DEL PAISAJE
Maribel Fraguas en la galería Cartel

M. Fraguas nos muestra una obra elegante, sensible y repleta de emanaciones bellas, que recrea la mirada. No es correcto a los chicos “modernos” lo que acabo de afirmar, pero es así.

En una serie de cuadros que presenta en esta exposición, y no en todos, muestra un conjunto soberbio, donde la composición de origen tradicional se transforma en un trabajo que trasciende los modos y estilos para convertirse en expresión de una obra de arte. Los colores desarrollan volúmenes que suplantan la estructura que las líneas acotan, representando paisajes urbanos que destilan su esencia en el cuadro, arropado por tonalidades verdes, ocres, marrones, azuladas pálidas y rosáceos encarnados, confluyendo todas en un torbellino de radiaciones que ordenan el conjunto para recomponer la idea primigenia de la imagen captada.

Es por este hallazgo creativo que merecen ser consideradas estas piezas sencillas como auténticas creaciones dignas de ser exaltadas .

Muchas veces surge la sorpresa ante la mirada, y hoy en el escenario de cuadros en la pared amontonados, aparece poderosa la llama de la Belleza, explosiva y seductora.

Esta artista nos enseña como alcanzar la plenitud en el oficio plástico, gracias a su sensibilidad, gusto y oficio atesorado.

Interesante colección la presentada en esta galería. De calidad , elegancia y validez patente.




LA CARRETERA
Marcello Magnato en la galería Toro.

Magia y poesía se funden en la imagen para crear la belleza misteriosa que se oculta en el ocaso.

Claridades tenues, melancólicas, que aguardan un final plácido en la grandiosa escena de la noche que todo va devorando.

Los caminos sin fin, ni meta, que se hunden en la nada, son arropados por cielos que componen una sinfonía lírica, en un cambiante faz, con notas plateadas que se transfiguran en plomizas que se extinguen, resplandor vibrante hacia la nada.

Claridades serenas, que encierran una belleza lírica sublime que anula el entendimiento.

Marecello Magnato presenta una obra acabada, elegante y de gran carga poética, consiguiendo con economía cromática desarrollar piezas de fuerza plástica profunda, pese a la sencillez compositiva aparente, donde tras oscuros y claridades grises estructura imágenes de poderosa carga sensitiva, capturando la atención e introduciendo al espectador en un mundo estático, producto de sueños y pensamientos íntimos que potencian los sentidos.

En las piezas creadas, los tonos claros están situados de tal forma que convierten una bella abstracción el intenso momento de las horas que el día en su retirada ofrece.

Posee ambivalencia su obra, jugando con ella para crear cuadros con sonido interior, sólo percibido por aquel que es atrapado por las radiaciones en ella contenidos.


LA IMAGEN DEL TIEMPO ATRAPADO
Péte Böjthe en la galería Rincón del Arte

El pintor es un alquimista que ajusta los colores a una geometría impresa, moldeándolos, para recrear la imagen.

Logra trascender el tiempo, superarlo, liberando el paisaje de sus ataduras, conteniéndolo en un espacio enmarcado, siempre vivo, siempre igual, lozano y perpetuo, emanando sin fin radiaciones al entorno que lo acoge.

Convierte en sensaciones de frescor la energía viva que fluye en el ambiente, siempre reinterpretándose y repitiendo la misma escena.

Péte Böjthe consigue elaborar en su obra lo anteriormente expuesto, pues posee la técnica precisa que permite la conclusión fiel de la idea primigenia que origina su oficio pictórico. Es maestro en el trazo del dibujo, conjuntándolo perfectamente con los tonos oportunos para desarrollar la escena deseada, aportando a sus cuadros algo más, que yo denominaría “gracia vital “.

Sus piezas pueden ser observadas como un escape a los espacios abiertos, transmitiendo libertad, belleza y sosiego a la mirada

Logra que posean estas propiedades por el ritmo armónico que introduce en su interior, como imitación del sonido cósmico que hace vibrar la percepción de la realidad.

En esta exposición sobran muchas piezas, por comunes y tópicas, no dicen nada, pero las pocas que destacan suplen por sus cualidades plásticas, y el efecto conseguido, las carencias anteriores, salvando el producto ofrecido. Consigue este artista alcanzar una cota de calidad de gran altura.

Magia y arte se funden en sus composiciones, para ofrecer como resultado una obra destinada solo a la contemplación.




ÁUREO RESPLANDOR
Paco Herrera en la galería de Canal 21

Las galerías presentan en los últimos años en Granada obras de marcado estilo rancio, dirigido a un comprador apartado y desconocedor, en su mayoría, de los gustos artísticos imperantes.

Pero en bastantes ocasiones uno se encuentra con creaciones dignas de mención, por su inteligencia, elaboración técnica y originalidad. Captan la atención y gustan.

Paco Herrera presenta una propuesta plástica interesante, compuesta de una serie de cuadros donde el áureo resplandor triunfa y expresa su poder, llenando todo el espacio presente.

El dorado espléndido impera sobre cielos y edificios, campos y superficies acuáticas, cubriéndolo todo, convirtiendo el mundo material en soporte físico donde poder danzar, vibrar y fluir con libertad, hasta convertirse en elemento protagonista de las piezas allí expuestas.

P.Herrera nos ofrece su hallazgo, al que otros ya en la tradición pictórica han dado soluciones varias, pero él lo hace con una conclusión personal, aportando una mirada singular.

Reestructura un lenguaje plástico específico para crear una expresión con destellos originales.

La contemplación de las piezas expuestas seducen y atraen por la habilidad demostrada. En algunas de ellas muestra un soberbio, y conseguido, contraste entre la luz resplandeciente y la sombra que escapa a su dominio. En unas piezas esta dicotomía es brutal, afectando la temporalidad real del intelecto, en otros es fina, delicada, como poema sutil que en susurros se recita.

El resplandor dorado, el fulgurante oro que inflama los cielos, que se mira en lagunas y ríos, es el principal actor de su obra toda, eje de la producción plástica presentada, pretexto para demostrar el ingenio, capacidad y grado de profesionalidad alcanzada por este joven artista.

Esta exposición es enriquecedora, aporta perspectivas distintas a lo comúnmente contemplado en Granada.



FISURAS
Andrés Monteagudo en la galería Sandunga

Andrés Monteagudo nos propone una ingeniosa puesta en escena plástica dotada de sugerencias múltiples, que enriquece y aporta novedosos conceptos en la composición artística.

El conjunto expuesto en la galería Sandunga es variado en su forma y estructuración, sugerente al ser contemplado, complejo por su diversidad y común por la idea central que inspira su producción.

En unas piezas, experimenta con materiales y conceptos para reproducir la tridimensionalidad, gracias a la configuración intelectual que simula ilusiones ópticas, basado en la conjunción de materiales, formas y tonalidades. Otras piezas, mejor llamarlas propuestas, trascienden la clásica doble dimensión acotada hacia espacios libres, en los que el espectador se introduce e interactúa con la obra de arte, haciéndola dinámica y mutante. En la instalación central de la exposición, surge un paisaje boscoso, denso, hiriente y duro, que encierra y acoge las inquietudes que anida en cada uno, construyendo un entramado espiritual que enriquece el ingenio artístico, que anima la luz a cuyo conjunto da colorido, rompiéndose en un sin fin de tonalidades surgidas de la nada que fluyen a través de la obra, cabalgando en las crestas de las ondulaciones que sus radiaciones generan.

Energía pura emanada en cada una de sus piezas, resultado de múltiples experiencias y reflexiones que presenta en este trabajo plástico.

Andrés Monteagudo nos demuestra su inteligencia artística, que busca continuamente distintas maneras de expresar la funcionalidad de los materiales en la construcción de imágenes y sensaciones, ayudadas por la percepción del intelecto que crea realidades fantasiosas engañado por la textura de los materiales, formas y color. Investiga modos diferentes de conseguir describir la imagen intuida.






LA LUZ DE LOS MOMENTOS PERDIDOS
José Luis Alguacil en la galería Jesús Puerto

Los espacios reflejan, en su ordenación y proporciones, la idea del universo poseídas por sus constructores. Después actúan como receptáculo de las energías vitales desprendidas por los moradores que en el tiempo habitan en ellos, expresadas en anhelos, pasiones, sueños, ambiciones… efímeras fantasías que se deshacen en el transcurrir de los años pero que dejan huella de su existencia.

José Luis Alguacil refleja en sus cuadros un universo mágico en espacios reales, marcados por el devenir de los días. Representa la exacta realidad de la imagen, logrando además sumergirla en ambientes densos que soportan entidades invisibles dentro de los cuadros, ejecutando espectralmente las vivencias de los reflejos de las almas atrapadas. Los espíritus insertados en cada una de las obras compuestas, generan un dinamismo que rompe la quietud aparente de los espacios pintados, creando una tensión constante que produce nervio y vida en su obra, diferente de aquellas frías composiciones perfectas e inertes que simulan fotografías.

J.L. Alguacil sabe plasmar la auténtica realidad del mundo circundante, aportando “alma” a las piezas pintadas. La combinación de colores, de luces y sombras, unida a una perspectiva mágica, consigue representar la impresión percibida al estar allí, relatando la fuerza sensitiva que deambula.

La precisión técnica, en el dibujo y en la elección de la tonalidad y color adecuado, unido al tiempo luminoso con que construye sus cuadros, logran crear la atmósfera fantástica, pero real, que subyace en su obra.






Las construcciones de nuestra época
esconden la ruinas añoradas.








EL TRIUNFO VIOLETA
Clara Monereo Serrano en la Sala Canal 21

El color bulle, triunfa y expande su poder en la obra creada, en la que la acuarela contiene su fuerza, que sugiere un equilibrio inestable que da pulso a la composición plástica. Clara Monereo utiliza la figuración como pretexto para desarrollar un cromatismo exuberante en sus cuadros, esparciendo el color inteligentemente, con habilidad, donde conviven las luces serenas, de ocres, verdes y pasteles, de tono elegante, con las sombras, de impronta potente, furiosas a veces, de rojos, azules y violetas; siempre el violeta presente, siendo recitado el universo pasional que se esconde en la apariencia amable, rasgando la apacible sinfonía cromática en estruendos de faz disonante, que encierran la energía primigenia que impulsa la existencia. Olas bravías que se estrellan en una playa mansa que absorbe y transforma la destructiva fuerza en creación, nervio perenne pasional, que hace brotar vida. Mirada de pasión que se transforma en acuarela y sosiega al final. La pintora ha desarrollado una idea original partiendo de supuestos clásicos, resaltando su obra de la mediocridad imperante como promesa de futuras producciones de elevada factura.

Digna exposición, con calidad técnica, inteligencia y frescura compositiva.





EL ESPÍRITU OCULTO EN LA MATERIA
Jesús Iáñez en la galería Cristóbal Bejarano, de Linares.


La obra expuesta de Jesús Iáñez posee una fuerza innata que rompe el contexto del soporte donde se asienta, generando una visión nueva de la realidad mediante una expresión dura y descarnada, que define con matices imposibles de explicar con otro tipo de lenguaje o grafía.

Los materiales tienen adheridos gran cantidad de propiedades que nuestra cultura le otorga, o acaso la huella del tiempo, también el estado de ánimo del espectador que en una obra de arte es inducida por el artista, para crear la magia que su contemplación genera. El pintor nos explica sus sentimientos, producto del entorno que unas veces oprime, otras estimula y sirve de pretexto para conducir y condensar las ideas que quiere desarrollar.

El artista investiga cómo expresarlas, mediante materiales, técnicas o conjunción de colores, con o sin figuración. La búsqueda del camino correcto, hacia una dicción clara del concepto expresado se convierte en protagonista del trabajo plástico, siendo la idea excusa sólo.

J. Iáñez consigue mostrar una obra original, de gran valía, puesto que sabe equilibrar técnica y concepto, potenciándose mutuamente en un conjunto sinérgico que origina un universo propio, cobrando vida, y por consiguiente voz propia que recita su “realidad”. Dice y es comprendida, atrayendo o repeliendo, y siempre haciendo brotar sentimientos.

Este pintor demuestra conocer muy bien las cualidades de los materiales que usa, posee sentido del equilibrio y gracias a una técnica desenvuelta, produce las piezas expuestas, aparte , y esto es lo fundamental, de tener un pensamiento lúcido de la idea-sentimiento que quiere expresar.

Esta exposición puede gustar o no, pero produce sensaciones, habla al espectador, sumiendo en una mirada mágica, que recorre las profundidades del subconsciente.





LA ARMONÍA GEOMÉTRICA DE LA CIUDAD
Orlando Vázquez en Cidi Hiaya

Los edificios contienen en su geometría, color, decoración y aspecto, un lenguaje visual que relata cómo son sus habitantes, qué quieren ser y los avatares que los han definido así. Su contemplación es una lectura que se transforma en impresiones, que se condensan en ideas que definen el espacio acotado, haciendo brotar sentimientos sobre lo agradable de la estancia o no.

Configuran el entorno natural y el carácter de sus habitantes. Las formas tridimensionales, la geometría que en ellas se ha querido imprimir, y los adornos que arropan las fachadas de los edificios, conforman un alfabeto arquitectónico que informa de la concepción vital de sus moradores.

Hay que saber captar los elementos claves del lenguaje de las ciudades, sumergirse en su espíritu, en la ciudad invisible que se superpone a la real, y sentir las adherencias que el paso del tiempo ha dejado en ella. Esta percepción unida a la capacidad técnica de saber expresarla en un cuadro, convierte a la imagen aprehendida en obra de arte. Hay que tener tacto, sutilidad, conocimiento de cómo depositar las luces y sombras en su lugar adecuado, en equilibrarlas, resaltando la fuerza o suavidad de los contornos geométricos. He aquí la diferencia con una postal, o lámina que recrea un escenario, pues contiene vida, está dotada de magia, ambiente que trasmite el tiempo atrapado, el pulso de las horas cíclicas que en la pieza se repiten si cesar.
Orlando Vázquez desa-rrolla una obra limpia de elementos innecesarios, y de barroquismos y habilidades que quiere demostrar, ofreciendo un producto de apariencia sencilla, pero con alma impresa, obtenido en la transmutación matérica del carbón sobre el albor contenido en el lienzo. Con destreza deletrea el contenido oculto de los hechos impresos en cada uno de los rincones y fachadas, relatando una historia soportada en el perfecto dibujo mostrado.

Conecta con el espectador, induce a la reflexión, motiva y sugiere. Más no se puede decir sobre el buen hacer plástico de este pintor.


URBANA_08
Autores varios en la Galería Sandunga

Carlos Aires, Gabrielle Basilico, Isidro Blasco, Raúl Belinchón, Vincenzo Castella, José Guerrero, Ciuco Gutiérrez, Paloma G. Dotor, Roberto Infantes, Ángel Marcos, José María Mellado, Carlos Miranda, Antoni Muntadas, José Muñoz, Esteban Pastorino, Juan Carlos Robles, Carlos Pérez Siquier, Jesús Torres, Pablo Trenor, Casio Vasconcellos


Sirve esta exposición como pretexto para aunar diferentes visiones de la realidad actual, circunscritas en las grandes urbes que nos acogen, agobian y oprimen, o nos ofrece estancias felices.

Distintos puntos de vista que convergen en la persona, ser inane e indefenso, solitario y perdido entre moles arquitectónicas que diseñan nuestra forma de vida.

La fotografía es el soporte utilizado para relatar las vivencias aquí ofrecidas, la técnica al servicio de la mirada estética del artista, que la convierte en un producto plástico. Es la mirada singular, que capta el instante fugaz, la ráfaga inmaterial que sacude la consciencia, haciendo surgir la emoción que conecta con el entorno por la percepción de las radiaciones que fluyen en él, la única responsable de la obra acabada, cuyo resultado son las radiaciones que sustentan la ciudad, que le da ánima, modelando la forma de vida de sus habitantes, configurando la idea arquitectónica que en ella se desarrolla.

Múltiples miradas, variados conceptos, que organizan un discurso sobre el transcurrir de los tiempos actuales, de nuestra relación inexistente con la Naturaleza. Imágenes sencillas, unas cargadas de poesía, denunciando en otras, portando un mensaje rico en la simbología visual expuesta.

Estos artistas consiguen llamar la atención sobre la realidad que actualmente acontece en nuestra sociedad, logrando conectar con el espectador, y gracias a su hábil dicción estética, pues saben cómo expresar con la imagen sentimientos, induciendo hacia un replanteamiento de nuestra forma de vida, o como mínimo consiguen la reflexión.


La imagen se libera del soporte matérico, volátil, sostenida en los puntos luminosos impresos, de intensidad varia, huella patente de la energía que dio origen a lo creado, luz inicial que se renueva sin cesar, en sus mil variedades, dictando el tiempo que corre. Es el artista quien atrapa la luz en sus cromatismos diversos alterada por la materia, que relatan sus cualidades, confundiéndonos en ellas para dar vía libre a las impresiones que no podemos definir con palabras , sólo con sentimientos.

La genialidad expositiva de estos artistas, más la habilidad narradora del galerista, estructura un conjunto armónico y homogéneo cuyas piezas se apoyan mutuamente, para denunciar, o tal vez certificar, la realidad física en que vivimos, que traiciona un pasado histórico, como si de ruinas antiguas de la ciudad fuera sobre las que se asienta la gran urbe.





L´ATELIER DE BENDICHO
Bendicho en Sala Unicaja, Almería

Piezas dotadas de frescura, alegres y desenvueltas, son las mostradas por Bendicho en su última exposición, donde recreándose en la Pintura clásica del siglo XX, desarrolla una obra no sujeta a tensión alguna, libre y personal, elaborando un conjunto desenfadado, disfrute de su oficio, pero abriéndose a posibilidades varias, consiguiendo el triunfo del color, que vibra encorsetado entre líneas rotundas.

Su influencia trasciende más allá del lugar espacial ocupado, deambulando por el cuadro todo, en un torbellino cromático generado que trasmite fuerza y personalidad propia, cuyo efecto es la atracción de la atención de quien lo contempla, en un caos aparente de colores diversos, armoniosamente conjuntados en un equilibrio radiante. El resultado conseguido es una obra rotunda, elegante y divertida, que supera la sencillez que la mirada inicial suscita.

Bendicho, con esta propuesta última, exhibe su dominio técnico, sin ataduras ni obsesiones estilistas, expresando libremente lo que le gusta, soporte para mostrar unas piezas de gran valía y compleja estructuración plástica.
LA NOSTALGIA DEL PAISAJE
Quinita Martínez en la Sala Cultural de Unicaja. Almería

Composiciones ligeras y alegres a la mirada, cargadas de poéticas evocaciones, son las que presenta esta artista en su exposición primera, aunque por la calidad, y elaboración técnica del trabajo mostrado, denota una gran madurez plástica.

Rotundas piezas se ofrecen al espectador, radiantes y de elegante estructuración, compuestas con materiales térreos, de origen diverso, que por su procedencia suscitan, e inducen, a la nostalgia del paisaje en el que formaron parte.

Piezas rotundas, de factura firme y delicada a la mirada. Fuerza y ternura se aúnan para componer un entramado inteligente, de colores equilibrados, emanadores de radiaciones que hacen vibrar los espíritus, espoleando ensoñaciones varias.

La obra de Quinita Martínez conforma un conjunto poético, expresado con elementos sólidos, obtenidos de los minerales del paisaje. Es por ello que ante su contemplación se percibe la fuerza telúrica que los define, induciendo al afloramiento de las sensaciones que el recuerdo guarda.

La suave mano de la artista doma el material duro y agreste, organizando poemas visuales comprendidos y sentidos por el espectador.

Esta autora, demuestra su gran sensibilidad y valía artística en plenitud creadora. Conoce su oficio, domina la técnica, posee capacidad de expresar lo que su mirada lírica dicta. Excelente exposición.





GILABERT ETERNO
Homenaje a Pedro Gilabert en la Diputación Provincial
de Almería

Gilabert, artista y creador, genio primitivo que expresa en un lenguaje matérico la descripción de la sustancia que define y envuelve al mundo real, con expresiones poéticas, limpias, ingenuas de apariencia y profundas en su significado. Su alfabeto plástico, asumido en su percepción inmaculada de los estilos varios, describe genios y emociones, sentimientos y miedos. Utiliza para ello el olivo, árbol milenario de nuestra cultura mediterránea, moldeado por las fuerzas telúricas y los genios de la Naturaleza, que trasmiten el mensaje continuo de su existencia para recordar su presencia.

P.Gilabert, gracias a su limpieza intelectual, a la agudeza espiritual e inteligencia prístina, capta este lenguaje, traduce y expresa, cogiendo las frases ya formadas en el olivo, dándole la forma apropiada, y toque personal, para elaborar la frase mágica en forma sólida, arte primitivo en fin, arte eterno y verdadero, alejado de academicismos caducos. No tiene más interpretación.

Pedro Gilabert era un hombre bueno, de experiencia larga en la vida, cuyos avatares le ayudaron a crear una obra en la madurez de sus días, cuando ya, de forma intuitiva y reveladora, comprendió que estaba formado, cuando era necesaria la hora de transmitir su mensaje: respetar la Naturaleza, vivir con sencillez, trabajar bien, respetar al prójimo, ser paciente con el devenir diario y las sorpresas que aguarda, ser feliz. Este es el mensaje de un hombre bueno, prototipo del habitante de la Almería profunda, ya en vías de extinción. Con su ejemplo intenta perdurar estos valores.

Gilabert, grande y genial, artista verdadero que vislumbró la auténtica Naturaleza de la Almería eterna.




VEO, VEO...
Carmen Pinteño en la Sala de Unicaja. Almería

Nada permanece igual en el auténtico creador, la búsqueda como forma de existir y ser espolea hacia el descubrimiento de la imagen perfecta, que contenga la esencia única que por su contemplación justifique, no necesitando palabra alguna, sólo su contemplación, único fin, imagen perfecta que anula la existencia, atrapa la voluntad, seduce hasta el éxtasis. Esta es la meta deseada en todo artista, por eso nunca permanece igual, siempre está en constante itinerancia creativa, sometido a miles de dudas y tormentos, atisbando su Imagen Prometida.

Carmen Pinteño vuelve a sorprender, ahondando en su estilo propio para definir de forma más poderosa y clara las sensaciones que plasma en sus cuadros. Profundiza en el lenguaje del color, desarrollándolo en todas sus variantes, ascensiones y caídas, como si de una sinfonía cromática se tratara, portando un intenso sentimiento que rompe el color e inunda el contorno del espacio enmarcado. La luz intensa que agobia o da forma delicada a los contornos, que oprime y acaricia, está impresa en su obra, relatando vivencias anónimas, que por su universalidad primigenia es común a todos. Vidas apacibles, atormentadas, anónimas, felices, tristes... son vistas a través de los cuadros expuestos por Carmen Pinteño de forma aparentemente sencilla, sobre un soporte plástico de compleja elaboración, exponente clásico de la pintura andaluza actual. La pintora vuelve a mostrar su maestría.

Colores rotundos, colores diversos, colores apasionados, colores de vida, todo es Carmen, fuerza impresa definida en el poderoso cromatismo que se agita en el espacio enmarcado.










El mar oculta tus ruinas, sólo en el recuerdo
perdura tu Belleza.







LUCES Y SOMBRAS
Norberto Goldburg expone en la Galería Toro.

“ Porque la sangre es el lenguaje que comprenden las divinidades ”
De Petra ( La ciudad rosa) . José Luapiáñez

Norberto Goldburg expone de nuevo, prosiguiendo en su relato continuo, buscando la esencia de la vida, esencia encerrada en la materia, que efluye sus radiaciones en el ambiente; vida, esencia, radiaciones, sentimientos, siempre todo presente, para ocultar y también descifrar, si se es capaz, los arcanos de la realidad, anodina y confusa al lerdo en sentimientos, rica y atractiva a los espíritus ávidos de su influjo.

N.Goldburg describe las fuerzas, o genios, que ejercen su poder en el devenir presente, modelando los destinos, las realidades de cada individuo. Pasión, gozo, dolor, felicidad, miedo desasosiego ante el futuro, son sentimientos primigenios que fluyen en los pensamientos que intenta explicar, mediante un lenguaje plástico a través de la imagen, rico en matices, sugerente a los sentidos, múltiple en significado, traducción de lo intangible.

Hablar de su técnica pictórica sobra, pues posee la capacidad suficiente para embarcarse en la magna empresa aquí descrita. Desarrolla los colores hasta la elaboración barroca, difumina las formas corpóreas hasta la sublimación abstracta del dibujo, transfigurándose en expresión cromática pasional. Ha ampliado su repertorio figurativo, en un cosmos de densidad grávida, esparciendo colores intensos y rotundos, que apuntalan y aceran la composición ofrecida. La naturaleza aparece en su obra; plenitud, ruptura, placidez y temor, se conjugan para completar la idea original exhibida.

El pintor profundiza en el color, traspasando los contornos para hallar el concepto nuclear que soporta su creación toda. Se sumerge en un ignoto lago, prolongación del Estigia, para rescatar los símbolos áureos del esplendor, brillo del tiempo extinguido, cuando los dioses aún habitaban entre nosotros y los hombres eran inocentes y felices.

N.Goldburg vuelve a mostrar una obra de gran valía.






TAUROMAQUIA
Péter Böjthe en Rincón del Arte

Toros y toreros, cuya acción conjunta se traduce en arte plástico en movimiento, atávico y doloroso, generan en la actualidad controversias múltiples.

El toro bravo, libre en la Naturaleza, como soporte de fuerza a punto de explotar, dinamismo que se transmite en la imagen, es el tema escogido por el pintor húngaro Péter Böjthe.

Movimiento, fuerza, color, corte... todo conjugado para expresar la acción pura, la emoción del instante, donde vida y muerte dialogan entre sí.

Colores elegantes, que arropan la tragedia presentida, difuminan el dibujo hacia la abstracción, liberando el aroma del color.

La tauromaquia es el motivo elegido por el pintor para exhibir su técnica, el dominio del dibujo y la habilidad en el uso del color. La acción instantánea es atrapada y reflejada en el lienzo, logrando crear una imagen fugaz que evoluciona su acción cinética en la retina.

Logra introducir en el escenario al espectador, compartiendo juntos la gloriosa lozanía de la bravura, libertad, fuerza y admiración, del toro cuando está libre en la campiña, o la tensión dramática en el coso taurino.

Con una temática clásica, fuera de toda onda vanguardista, consigue ofrecer matices interesantes sobre cómo conjugar imagen y cromatismo, apareciendo exuberante este último, organizado en las parcelas que las líneas dictan, en trazos desenvueltos y precisos, no producto del azar, sino del nivel pictórico poseído por el artista.

La obra de P.Böjthe posee un buen nivel técnico, existe un gran sector del público al que gusta y comunica sentimientos.





THE BAD DREAMS
Ray Smith en Galería Sandunga


Tiempo que pasa y todo marchita, devorando los deseos más primigenios que anidan en el interior de las personas. Tiempo que pasa y dicta el futuro, agobia e imprime su poder en los daños que su transcurrir produce. Daños tras la batalla, huella del tiempo.

Nostalgia y pavor subyacen en la obra de Ray Smith, erigiéndose el ritmo temporal, que discurre sin fin, en motivo central que soporta las producciones presentadas en este montaje plástico.

La fuerza monocromática se expande en el lienzo, lámina o papel, imprimiendo intensidad.

Fuerza y color se combinan para forzar la imagen del recuerdo, cuya evocación se traduce en imágenes de poderoso efecto, para revolver las interioridades del subconsciente hasta conseguir que afloren las pasiones básicas que mueven la vida.

Sexo, poder, sexo, riqueza, sexo, belleza, y más sexo, son las constantes que dan origen a su obra, transcurriendo por sus poros, evanescentes, hasta llenar la Sala toda.

Gran capacidad de observación y conocimiento sicológico muestra el artista, además de una poderosa habilidad plástica, soportada en una técnica depurada, libre de soportes matéricos innecesarios, que se expresa rotunda, limpiamente, desarrollando el concepto preciso que quiere comunicar al espectador.

Ray Smith presenta en esta Galería una exposición muy sugerente.




OTOÑO BRUJO
Karina Vagradova en la Galería Jesús Puerto

Un alegre colorido inunda la Sala saturando los sentidos de una sinfonía de radiaciones, que invita a descubrir el universo sensitivo que envuelve las formas.

Las líneas geométricas se esfuman en un caos cromático, bullicioso y denso, exponiendo el susurro luminoso que fluye en la imagen real, diseccionado en sus tonalidades varias.

Imperio del color, impulso vital que da propiedad a la imagen y la asocia a las sensaciones percibidas.

Oleaje cromático bravío que se rompe en los cristalinos acantilados de la retina, esparciéndose en sus brillantes superficies para retirarse espumosas, blanco etéreo resultado de su mezcla toda, crepitante y puro, que limpia la mirada, la satura y prepara para un nuevo embate. Choque emocional, profundo, que erosiona y embriaga.

Karina Vagradova muestra una obra alegre, divertida, que recuerda a las vanguardias de mitad del siglo XX, adornado de cierto halo oriental. Obra barroca y espesa que ofrece la imagen desestructurada en los colores que la hacen tangible a la vista. Estos son sus definidores, informando cómo es el ánima del objeto plasmado.

El otoño, rico en colorido y matices, es el pretexto para desarrollar la técnica plástica de esta pintora. La estación otoñal, preludio de la extinción y promesa del advenimiento, es expresada en un conjunto de colorido prieto, poderoso, desentrañando lo que el ambiente oculta: los destellos fugaces, rápidos en ocultarse a la mirada, que velados están presentes tras la imagen. Duendes y espectros representados como estelas cromáticas, energía que transcurre, en los cuadros expuestos.

Éste es el sustento conceptual de la obra de K. Vagradova, pintora rusa afincada en España, de rica dicción plástica, profundo trabajo y lenguaje artístico armonioso, equilibrado y exuberante.

La profundización en el color es el camino elegido por la autora, que ganaría más con su destilación y esencia que aúna a todos. Solo así podría dar con la imagen fugaz del Invisible.




PIEL DE COLOR
Toshiro Yamaguchi en Galería Toro

Poética exposición que traduce las impresiones sentidas por el artista en materia plástica, donde la textura, conjugación de las distintas piezas, soportando colores de pasión intensa, conducen a la comunión de las sensaciones vividas. Haikus físicos, expresión sólida de las evocaciones líricas del pintor. Expresa los destellos en minúsculos cuadritos, ordenados con textura diferente, para recrear la imagen del mundo percibido, en grafías tangibles, rotundas, dotadas de una sensibilidad oriental, cual trazos de un delicado pergamino japonés. Mundo zen, reflexivo, plácido, estimulante del intelecto, sólo apto para ser contemplado, rico y sugerente.

Este pintor muestra un vocabulario pictórico exuberante, con soltura y habilidad técnica trasmite un maravilloso universo creado con inteligencia, pulso vital poético estimulante de la mirada, que penetra en el interior, explotando en mil destellos desgarradores del color, que derrama sus esencias hasta lograr el éxtasis del intelecto, vislumbrando el fugaz paso de los eones siempre presentes, invisibles a la mirada rutinaria.





ANOTACIONES SOBRE UNA EXPOSICIÓN
Maria Teresa marín Vivaldi en la Galería Cartel

Riqueza cromática de impresión fugaz, rotunda en su huella, es la producida al contemplar la última obra de M.T. Martín Vivaldi. Prosigue esta pintora en su estilo personal, diluyendo el dibujo y expansionando el color, vistiendo con holgura las imágenes que lo soporta, perdidos en un torbellino radiante de tonalidades intensas.

Las piezas expuestas en esta Galería son como un fulgor que rompe las líneas acotadoras, en ebullición plena que difumina la esencia de la materia, traspasando lo tangible.

Aguas y estanques reflejan luces que se abren al infinito, generando un esplendor rotundo que rasga el contexto barroco para escapar a su entorno, cuán áurea sensación indescifrable con palabras, sólo asumida por los sentidos.

M.T. Vivaldi ahonda en el significado del color, adentrándose en sus cosmos para desentrañar su naturaleza íntima y el significado oculto del ánima que transmiten. La vida es color parece indicarnos la pintora en esta exposición, elaboradas sus piezas con elegancia, soltura y oficio.




SÓLO JAZZ
G. Cotarelo en la Sala de Exposiciones de Canal 21


Presenta esta Sala un conjunto fotográfico muy bien estructurado, en el cual el Jazz constituye el motivo único de la propuesta plástica presentada.

Jazz y pasión, ritmo, perdida de consciencia, ritmo solo, con su ascensos y caídas, intensidad radiante sonora que impregna los sentidos, para hacer que vibre todo a su son.

Jazz y solo jazz, música impresa en las piezas expuestas, que a través de los gestos y del orden sincrónico organizado, desarrolla un melodía visual punzante, arrebatadora, que se interpreta en el interior de cada espectador a un compás más o menos sostenido, pero vibrante en todos. La oportunidad de la imagen captada, el momento preciso de la plasmación en imagen estática, aunadas todas en un cuerpo único, configuran una pieza de jazz en plena ejecución, siendo interpretada por las luces contenidas en cada una de las fotografías colgadas, en sus gestos, en lo obligado del ángulo, la fugacidad del instante, exhibiendo la fuerza contenida en cada uno, cuando la oportunidad del instrumento mostrado justifica su presencia, lográndose componer una melodía expuesta en la pared, cuyas notas son las piezas allí presentes. Color, forma y sensaciones atrapadas, se transforman en notas singulares de traducción musical al ser contempladas.

Música, sedosa melodía, arropada, lenta, siseante, cálida, íntima y personal, es interpretada armónicamente en todas ellas. Es imposible con la palabra describir lo percibido, mas el sonido de la palabra puede portar ecos de la música impresa.

G. Cotarelo posee doble mérito en esta exposición, pues demuestra su capacidad para describir el tema elegido, de forma intensa, cargado además de sentimientos. Domina la imagen, la modula y expone, en un orden lógico amoldado a la melodía que transcurre en su interior. Transforma la fría técnica en un material cotidiano más para crear una obra de arte.

Dentro de lo anodino presentado por otros, G. Cotarelo ofrece una reseña fresca e interesante.



LA LUZ EN LA PINTURA
Exposición colectiva en la galería Rincón del Arte

La luz vence a las sombras, modela la realidad sentida y concede propiedad a las superficies que baña. La luz es conocimiento, alegría, gozo espiritual y seguridad. Y al principio fue la luz, fiat lux.

Con la luz como motivo central de la exposición, la galería Rincón del Arte cierra una excelente temporada reuniendo a quince artistas, para que cada uno describa la impresión personal creada por la luz en ellos.

Quince concepciones diferentes de abordar la elaboración de la imagen, quince coincidencias cuando perciben la luz. La expresión plástica se ve enriquecida con este trabajo, mostrando piezas de buena factura artística, alguna de gran calidad.


Aurelio Rodríguez nos enseña una obra valiosa, inteligentemente diseñada y soberbia. Tremenda calidad encierra.

Cheng Wei Chou iguala al anterior, la luz cálida es la protagonista en la obra, luz de oro crepuscular de Granada.

Cosme Ortega, J.A. Garrucho, Ruiz Blanco, Cárceles Pascual, Martínez Navarro, Pedro A. Bolós, Péter Böjthe y Yuri Yarosh, recrean el tema luminoso desde distintas perspectivas artísticas de la pintura, muy bien elaborados, que justifica su oficio reconocido. La luz es declinada en sus distintas variantes, con visiones diversas, siendo el objeto o paisaje el depositario y exponente de su grandeza y cualidades.

Ibán Navarro capta la luz en su estado virginal, presentando una obra de contemplación apacible, en la que las figuras son pretexto sólo para desarrollar el tema central de la exposición, luz que se abre a sus múltiples posibilidades cromáticas, gran pintor que se refleja en su obra.

Manolo Jiménez en sus acuarelas describe la luz gris , tediosa, brumosa y fría de la mañana, duro despertar, esperanza de tiempos dorados. Los colores perfectamente estructurados muestran el espectro que encierra las entrañas de la luz, posibilidades infinitas convertida en lenguaje visual, apoyo de una grafía radiante que describe la esencia de lo existente.

Manuel Benet y Pepe Martín en bodegones de creación poderosa diseccionan la luz en un amplio abanico de color, distribuyendo sus tonalidades y destellos de forma armónica, cuán sinfonía suave , delicada e intimista fuera.

Quiero destacar aquí las producciones de Pepe Martín, pintor de amplias posibilidades, que supera lo clásico para proponer nuevos caminos en el campo que trabaja.

Quiero cerrar esta descripción con Rafael Dueñas, pintor y galerista, poseedor de un fino sentido de la estética, intuición magnífica que comprende los sonidos de la luz, para descifrarlos en sus cuadros, sobre espacios y ambientes cotidianos, liberando duendes y leyendas, sincretismo simple en la mirada que fluye abundante en significados ante el entendimiento del espectador. Gran pintor, joven promesa aún, en búsqueda de la simplicidad única que describa las claridades primigenias de la creación, las que configuran y dan propiedad a la materia que bañan.

Excelente exposición, agradable y enriquecedora, dentro de una tendencia del arte pictórico que responde con brío a los embates de muchos exploradores sin rumbo.

La pintura es rica en interpretaciones, esta es su gloria.





LA IMAGEN DESVELADA
María José de Córdoba en la galería Cidi Hiaya

“ Nunca del incónsutil plano expuso
la línea en superficie un alma, nunca
la plástica impalpable de su pulso
inhumano, razón en el espíritu,
fue carne para corazón alguno.”

De la quietud y sus figuras. De Francisco Acuyo Donaire para la exposición de Mª. José de Córdoba.

Tarde de invierno en Granada. Oscuro, monótono y frío, transcurre el anodino crepúsculo, cadenciosamente, suave serpiente que se desliza en la oquedad oscura, devorando horas y ansiedades. Pesados minutos de soledad que como cascada caen sobre el mar del silencio nocturno. Tarde estrenada de invierno en Granada, tarde solitaria, sensaciones que fluyen hacia la extinción. Tarde romántica y fría.

Comienza la tarde con estas impresiones para ser vencida al contemplar lo expuesto en esta Galería. Inteligencia y oficio se alían en la obra de María José de Córdoba.

En las piezas expuestas descubre la autora el alma de las ciudades, el esqueleto espiritual que las sostienen, también el alma oculta que da origen a la ciudad invisible, yuxtapuesta a la real y que le confiere magia y misterio.

Ciudad difuminada, evanescentes imágenes que dejan como poso las huellas de su esencia, descritas en una simbología mínima, pero rica en contenidos, envuelta en un áurea poética y ensoñadora.

M.J. de Córdoba expresa en su trabajo último el concepto básico de la imagen, liberada de su ropaje cromático, del torbellino radiante que a veces confunde, sublimando su forma hasta encerrarla en una grafía simple, la cual describe las propiedades que los constructores primeros depositaron en su arquitectura.

Ciudad eterna, alquimia hecha mole sólida, inteligencia expresada en piedras, entre las líneas que se cruzan de las calles diseñadas, contenidas en mágicos triángulos, definidas entre hitos allí puestos por la mente clarividente de su creador.

Maravillosa obra humana que intenta manipular las energías telúricas para sus habitantes, reflejo del cielo en la Tierra, orden en el caos, recreación del Paraíso, así es la ciudad oculta, soporte inmaterial y etéreo de la real, nada sería sin ella, sólo muerta y vacía o acaso ajena a la memoria.

María José de Córdoba describe estas ideas en las piezas creadas, realizadas con fuerte impronta, originalidad, equilibrio en su configuración, textura y definición.

No existen en ellas nada azaroso, la destreza de la pintora, producto de su oficio, es la única responsable de su consecución.

Piezas delicadas, sencillas pero de trasfondo complejo y elaborado, que consiguen elevarla a categoría de destellos plásticos en un mundo oscuro y lóbrego, escenario de sombras perdidas, sin destino vital preciso. Tarde invernal preludio del advenimiento, vencedora de la melancolía otoñal. Tarde oscura y fría, cargada de esperanza, aguardando la restauración de épocas doradas.

M.J. de Córdoba ha creado una obra digna, de calidad y muy bien estudiada, desarrollada con hábil técnica y alto nivel de profesionalidad pictórica. Poesía, misterio y romanticismo colaboran entre sí para mostrar una gran propuesta plástica

martes, 4 de octubre de 2011

DÍAS DE BIZANCIO



DIAS DE BIZANCIO




Depósito legal: J-723-2006
I.S.B.N: 84-95337-40-1
Tágilis Ediciones






Buenos días Bizancio, tu sol me arropa, el salitre del mar que te abraza perfora mi piel, me empapo del paisaje milenario, cargado de aromas de oriente, impregnado del recuerdo de los dioses, cuando aún convivían con vosotros.
Bizancio en ruinas, Bizancio violentada, Bizancio postrada, Bizancio sólo ilusión. ¿ Dónde atesoras la grandeza del ayer? La perdiste ¿verdad? Eres nostalgia, ilusión del viajero que cree encontrar en tus entrañas el fuego robado al Olimpo, destello áureo cuya presencia generaba belleza.
Guardas tesoros, restos del ingenio sublime, pero todo son recuerdos del naufragio, copias estériles , secas y sin vida, imagen de lo auténtico.
El arte en la actualidad es así, una ciudad convertida en reducto de tiempos felices, heroicos, donde se guarda el germen de la Belleza pero también se crea y repite sin lógica ni originalidad, imitación que se imita, se mezcla, desfigura o recrea; la originalidad está yerma.
Es necesario un segundo advenimiento, donde la sangre nueva acabe con esta postración, que los bárbaros se acuerden de nosotros, aqueos modernos que arrasen Creta, roguemos porque surja un nuevo Perseo y acabe con el Minotauro de la fealdad, que devora la vida y hermosura aún presentes.
Nuestro estado está muy bien descrito en el poema de Kavafis Esperando a los Bárbaros, que transcribo aquí:


¿ Qué esperamos agrupados en el foro?
Hoy llegan los bárbaros.
¿ Por qué inactivo está el Senado
e inmóviles los senadores no legislan?

Porque hoy llegan los bárbaros

¿ Qué leyes votarán los senadores?

Cuando los bárbaros lleguen darán la ley.

¿Por qué nuestro emperador dejó su lecho al alba,
y en la puerta mayor espera ahora sentado
en su alto trono, coronado y solemne?

Porque hoy llegan los bárbaros.
Nuestro emperador aguarda para recibir
a su jefe. Al que hará entrega
de un largo pergamino. En él
escritas hay muchas dignidades y títulos.

¿ Por qué nuestros dos cónsules y los pretores visten
sus rojas togas, de finos brocados;
y lucen brazaletes de amatistas,
y refulgentes anillos de esmeraldas espléndidas?
¿ Por qué ostentan bastones maravillosamente
cincelados.
En oro y plata, signo de su poder?

Porque hoy llegan los bárbaros;
y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.

¿ Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres
oradores
a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?

Porque hoy llegan lo bárbaros
que odian la retórica y los largos discursos.

¿ Por qué de pronto esa inquietud
y movimiento? ( Cuanta gravedad en sus rostros)
¿ Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?

Porque la noche cae y no llegan los bárbaros.
y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.

¿ Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?

Quizá ellos fueran una solución después de todo.

Bizancio en su solar todavía transmite esperanza, puede provocar un nuevo Renacimiento, no todo está agotado, pero esta vez ha de ser más profundo, ha de viajar la creación hasta los oscuros orígenes de nuestra cultura mediterránea, cuando los balbuceos eran los primeros sonidos con el cual el ser humano dotaba de nombre y cualidad al entorno, palabras mágicas que creaban y destruían, época dorada de los inmortales, creación en estado puro, explosión divina.
Hemos de atraer a los dioses del arte, el rey cojo debe morir para renacer de nuevo, así el Grial podrá hacer su efecto. ¿Entiende el lector lo que aquí escribo? Muchos no, tal es el estado de postración cultural en que nos hayamos. Dedúzcase en estas líneas lo que se quiera.



Cabalgando en el limo y la sangre del delfín,
espíritu tras espíritu ¡ Rompen la inundación
los dorados herreros del Emperador!
Mármoles de la pista de baile
Rompen furias amargas de complejidad,
Esas imágenes que todavía
Nuevas imágenes engendran,
Ese mar que el delfín laceró y el gong atormentó.

Del poema BIZANCIO de W.B. YEATS.






“ La pintura es magia y la magia poesía “




R. CATALÁ EN CEFERINO NAVARRO


La obra de R. Catalá es de sobra conocida. Su impronta estilística se caracteriza por un detallismo minucioso, hiperreal, de los bordados y composiciones en sus obras, envueltos por una luz limpia, de origen indeterminado, como verbo generador de construcciones matéricas exhalado en luminosas radiaciones, que salva de un entorno oscuro, tenebroso e informe, las telas y objetos representados.
En esta exposición el pintor va más allá del estilo a él asignado, aclarando el entorno mediante tonos cálidos y agradables, descubriéndonos en algunas de las piezas colgadas qué se ocultaba en la oscuridad, apareciendo los suelos antes ignorados.
Transciende los materiales tradicionales para conseguir mejorar el grado de dicción plástica, estilizando el detalle y condensándolo en tenues trazos que resumen la realidad atrapada, surgiendo matices nuevos en cada una de sus obras. Sublima el dibujo para dar más protagonismo al color, a la cuatridimensionalidad, ya que incluye el tiempo y su devenir en cada uno de sus cuadros. Más aún, en alguno de ellos reproduce la tensión del movimiento, observando en el breve instante infinito que sugiere el cinetismo, atrapando el ambiente, el halo de la atmósfera serena que llena la estancia, la fuerza gravitatoria que sujeta todo y dirige los movimientos.
Ha ganado R.Catalá, en esta exposición, riqueza cromática, dimensionalidad, siendo más sutil su vocabulario pictórico, también en agilidad de expresión, resumiendo con economía la complejidad que la imagen encierra.



EL OCASO DEL TIEMPO


Manuel Domínguez en la Galería Ceferino Navarro


La sombra del tiempo extiende su faz sobre personas, objetos y edificios, dejando una impregnación rancia de sabor agridulce, según sea el recuerdo que encierra en la mirada de quien los observa.
La nostalgia surge en la memoria al contemplarlos, generando múltiples emociones que motivan el estado de ánimo del espectador.
Para conseguir transmitir en un dibujo estas sensaciones hay que saber con claridad qué se quiere representar, saber elegir el escenario y distribuir armónicamente en éste las personas y objetos.
M.Domínguez crea un cosmos acogedor, denso, polvoriento, cribado por el transcurrir del tiempo, agobiante a veces, barroco y exuberante, donde se describen sensaciones y recuerdos, añoranzas de épocas pasadas, el mensaje que los dueños han depositado en ellos, que a veces se convierten en murmullo interminable, oraciones al vacío o caótico universo de pasiones declamadas en letanías que quieren ser voz.
El pintor logra transcribir en sus cuadros este profundo mar de sensaciones mediante un dibujo preciso, una conjunción de colores vibrante pero no estridente, variado y elegante, portador de la idea del tiempo que se extingue.
Obras abarrotadas, ricas en historias relatadas en ellas. Cada vez que se contempla una nueva toma protagonismo, surgiendo al final la misma conclusión: nos aferramos a la fugacidad del instante queriendo ser eternos.
Conjunto de piezas poseedoras de una excelente calidad artística, interesante para contemplar, es la que ha expuesto M.Domínguez en esta Galería.





¿ Dónde estás Babilonia?





OCNOS


Raimundo Iáñez ha expuesto en la Galería Cidi Hiaya

De nuevo aquí tras un intervalo de silencio, pero no por ello me olvido de aquellas exposiciones que este otoño llamaron mi atención. En estos meses de enero y febrero donde unas galerías optan por presentar pintores ya consagrados que todo han dicho y poseen loas en exceso, mientras otras se contentan por ofrecer muestras colectivas, me centro en rescatar y llamar la atención de propuestas pictóricas acaecidas recientemente. Una de ellas es la ofrecida por R. Iáñez, interesante y de nombre Ocnos.
Ocnos y su burrito traicionero, lían y deslían la red salvadora, tratando de escapar de una realidad infernal que lo retiene para la eternidad. Triste castigo el dictado por los dioses, pero Ocnos prosigue, trabaja, lucha y no se hunde en la desesperación, a pesar de la opresión que aplasta su vida.
Es pretexto la figura de Ocnos en la obra de Raimundo Iáñez para expresar el relato visual que contiene el argumento del trabajo pictórico desarrollado, sobrio, de planteamiento teórico muy bien estudiado, original y mostrado con seriedad y desenvoltura. Son tantas las ideas empapadas en sus cuadros que
la contemplación es rica en tonalidades y matices, densa y generadora de sentimientos de aplastante tristeza.
El medio utilizado por R. Iáñez es la rigidez geométrica, con economía cromática, donde aparecen seres anónimos, sin rostro y características comunes, masa informe posmoderrna que triunfa sobre la individualidad, aplastados e inmersos en un Cosmos constituido por un dictado interminable, frases y más frases encadenadas entre sí, siendo grafía infinita que se esconde tras lo que la apariencia sugiere, ellas imponen la única realidad, pues cantan una existencia ajena a la verdadera que los sujetos anónimos sufren. Quieren escapar de su mundo, eligen cada uno la puerta de escape, intentan crear caminos hacia la luz, pero el burrito con su dictado deshace y mantiene todo en su orden.
Esta exposición es interesante, por la estructura del trabajo expuesto, la poderosa puesta en escena de la idea concebida y la frescura compositiva ofrecida por este pintor.



UNA MIRADA NOSTÁLGICA


Carmelo Castellano expuso en Ceferino Navarro. Continuando con la obra mostrada en el verano pasado, presenta piezas donde el color y la precisión del dibujo se aúnan para configurar formas sólidas generadoras de gravidez en el espacio del cuadro, que contienen un ambiente sosegado, lugar de encuentro, donde la geometría cabalga con el color para penetrar en el intelecto del pintor, que la descubre y anota dejándola impresa en el lienzo.
El color y la línea aparecen como guiño del artista, que sugiere al contemplar cada pieza sentimientos románticos, cargados de nostalgia, expresados con soltura, seguridad y elegancia, triunfando la fuerza latente que palpita en cada una de las composiciones.
C. Castellano pone en escena un trabajo que prolonga su anterior obra, pero conteniendo una mayor carga pasional, menos riqueza cromática, con abundancia de tonalidades oscuras, salvo geniales excepciones, que sojuzgan a las claridades, enriqueciendo el entorno con seres e imágenes que el espectador intuye en su imaginación.

Las piezas expuestas por Carmelo Castellano son sólidas, exuberantes, sugerentes y equilibradas, destilado del mundo clásico que enriquece su temperamento artístico, produciendo una obra interesante y de calidad.



                                            LA ALHAMBRA SEGÚN MOSCOSO


Trazo nítido, sublime, esparcido con la fuerza precisa generadora de impacto vibrante a la mirada. Es de esta forma como desarrolla Moscoso toda la obra que presentó en la Galería Granada Capital.
Crea espacios atractivos donde los contornos que abrigan las construcciones arquitectónicas se desprenden del soporte matérico presentándose, como si su parte espiritual fuera, para descubrir el nervio que recorre todo el monumento. Es el color del flujo que transita, y chispea el espacio circundante, para originar un clima deslumbrante, espejismo o ilusión, intuición prendida en el visitante que capta la magia allí presente.
El pintor relata esta estructura sensitiva con poderosa combinación cromática, desenfadada, valiente y desafiante, plena de armonía y diversión compositiva que descansa en un entramado lineal, cortante y rígido, letanía matemática traducida en formas geométricas, que luchan con el color por prevalecer en el cuadro, generando una tensión en la obra que se proyecta como torbellino impetuoso al contemplarla.
Moscoso juega con su ingenio ofreciendo los sentimientos que florecen en él cuando contempla la Alhambra, emociones y añoranzas, huellas del tiempo con ella siempre de testigo.
La impronta de la obra del pintor aparece patente, elimina lo superfluo y transciende hacia el fondo de la esencia que la imagen contiene.
Esta es la firma que deja impresa el artista en cada una de sus piezas.


LA SOLEDAD Y EL SILENCIO

A. Peñuela en la galería Xauen

Mundos etéreos donde el espíritu se encoge en la inmensidad de espacios solitarios, representación de lo eterno e inmutable.
Espacios ateridos y silenciosos, cuando el peso de lo inabarcable hace sentir su existencia, agobiando la mirada en la inanidad del ser.
Mundo gélido misterioso, soledad del alma que intuye la presencia que lo llena todo, no se ve, pero oprime con su halo por la grandiosidad que el rastro genera. Fluye, acaricia y palpita en el universo contenido en el cuadro.
A.Peñuela construye escenarios donde el Verbo se impone al vacío, declamando su Yo. Está ahí, aunque su imagen física no aparezca ¿ o acaso es así? Sólo el alma lo percibe.
Compone A.Peñuela piezas de factura elegante, jugando con economía cromática, sin gran variación de tonalidades, utilizando claroscuros, siendo el color protagonista único, cuyas densidades distribuidas con acierto describen paisajes ensoñados, en los que el sosiego reina con plenitud, ante su desnudez y la aridez de la imagen el espíritu se encuentra a sí mismo, reflexiona y persigue los destellos de la transcendencia que deambula por llanos y oquedades, declinando en mil y un espejismos cada reverberación que la uniforme luz expande. Elimina lo superfluo utilizando un lenguaje mínimo pero rico en múltiples sugerencias, gracias a su dominio del color, del concepto pictórico y del juego que las tonalidades crean. La habilidad del pintor se expresa en la parquedad del lenguaje usado y la riqueza del mensaje contenido en éste, únicamente logrado por aquéllos tocados por la gracia compositiva.
La obra realizada por A. Peñuela es apacible, atractiva y de bella factura, triunfando la calidad en cada pieza expuesta.



GRITOS DESDE EL AVERNO

Alberto Datas en el Centro Cultural CajaGranada. San Antón


Agobio existencial es la percepción primera que domina el ánimo al entrar en la Sala, una fuerza inquietante amenaza en el espacio voluptuoso nacido de las radiaciones de las piezas expuestas.
Alberto Datas ha construido una obra tensa, sobrecargada de emociones oscuras, que claman en la comprensión de quien contempla los cuadros un agobio existencial profundo, violencia visual asentada en el etéreo cosmos cromático, tras el barroquismo plástico que inunda todas las composiciones allí colgadas.
La opresión que las circunstancias imponen a la existencia, el ahogo en el mar mediocre y mediático, la búsqueda de la senda liberadora de la anulación del ser, es el tema central que mueve el genio del pintor. Descarga su energía en los trazos que recorren cuan surcos del arado en el duro terruño del inmaculado lienzo, desgarrando la inocencia del blanco con las huellas de la absurda y veraz realidad que inunda la mirada.
Gritos sordos tratan de comunicarnos algo... ¿qué? Están lejos de nosotros, no podemos percibir sus advertencias.
La trama sobre la que asienta el trabajo expuesto A. Datas es interesante, elaborada infinitamente por muchos otros pero resuelta con feliz solución por la habilidad plática del pintor, que sin complicarse la vida describe el entorno que lo rodea, usando técnicas clásicas, sencillas en el concepto y recargadas en el color, descarga de energía y protesta, tensión incrustada en el cuadro, que brota furiosa hasta obturar los sentidos. Estos elementos son conjuntados por el artista y crea obras que reclaman la atención por el acabado técnico correcto que presentan. Su contemplación se convierte en una meditación sobre el significado de nuestra sociedad, de las angustias que corroen desde el nacimiento hasta el final, y más aún, puede convertirse en una aventura al intentar descifrar el mundo oculto tras los rasgos rotundos y dolorosos, saber quien habita en los angostos avernos contenidos en cada una de esas piezas.





“ Ciudad fantasmal ¿ espectro o ilusión ? ”




PAISAJES : INTUICIÓN Y REFLEXIÓN

Gabriel Hernández Walta en la galería Ceferino Navarro.


Utilizo como título de este comentario el contenido en el catálogo de la exposición, porque encierran estas tres palabras en sí el significado auténtico del trabajo desarrollado por el pintor.
Juego entre abstracción, sencillez compositiva y figuración, es la base sobre la que se asienta el trabajo de G.Hernández Walta. Poderosa propuesta que gusta ser contemplada, sugiere placidez, requiere búsqueda en la retina y vence a la mirada.
La figura triunfa sobre el color, amortiguando la furia del oleaje cromático que agobia su imagen. Tonalidades uniformes que definen el espacio enmarcado en las que emerge la visión lúcida del pintor, que como rayo de fulgurante diafanidad se abre paso en las oquedades del lienzo, para mostrar el paisaje que oculta.
Ambivalencia que produce un efecto potente el contemplar la obra, entrevisiones que se abren paso en la cascada cromática, cuando la retina ebria de tanta energía radiante es débil en la capacidad de percepción.
Gabriel Hernández Walta realiza una obra armónica, de amplios espacios monocromos que muestran como guiño el paisaje revelado. Crea el efecto que el golpe de luz produce en la mirada con sencilla inteligencia, que por su simplicidad de soluciones se convierte en audaz, ganando fuerza el objeto central de la pieza trabajada, concentrando la atención para elevarlo como protagonista único del cuadro.
Bandas simétricas construyen sus piezas, equilibradas, generadoras de orden, emanadoras de sensaciones miles.
Este pintor enseña su calidad técnica, creando obras de agradable contemplación, que atraen la atención y sosiega el espíritu, aparte de la valía artística contenidas en cada uno de sus lienzos, ofreciendo felices conclusiones plásticas fruto de interminables horas de trabajo.



RELATOS DE LA VEGA

Cuando Francisco Carreño expuso en Jesús Puerto.


El cielo en todas sus tonalidades está siempre presente, testigo mudo de la existencia que fluye bajo su manto. Azules, grises, ocres, algún blanco o dorado y amplias tonalidades verdes, se conjugan para recrear estampas de paisajes en los lienzos de Francisco Carreño.

Horizontalidad y profundidad en sus cuadros crean la perspectiva para que al observar la obra de este pintor pueda comprenderse las sensaciones que quiere relatar en cada una de ellos, frío, soledad, silencio...tiempo que pasa inexorable.
En las piezas de F. Carreño transcurren varias historias paralelas, el cielo que presume mutando su apariencia, los árboles en su naturaleza variante, las casas impregnadas por las vivencias de sus moradores, cuyos ecos espectrales deambulan y son sentidos, las montañas que observan ajenas todo cuanto sucede ante ellas, y el ambiente, sosegado, intimista, donde el pintor imprime cada instante sentido en los cuadros expuestos.
El trabajo presentado es un canto a la Naturaleza, al nervio de la vida que vibra en cada imagen presente, expresado con un color intenso, no profuso en variedad, conjugado con orden, estratificado para generar gravidez y soportarlo en un dibujo limpio y preciso, rotundo, oculto tras el peso del color.
F. Carreño logra transmitir el sonido de la soledad en el campo, con todos los rigores del clima, gracias al dominio del lenguaje pictórico, con amplio vocabulario de formas y cromatismo. Supera el tono mediocre abundante hoy día, mereciendo ser tenido en cuenta en este comentario que escribo. Muy buena exposición de este joven pintor.



VISIONES

Carlos Morago, Justo Girón, Paco Carrillo y Evencio Cortina

Cuatro propuestas diferentes son las mostradas en la galería Ceferino Navarro. Se aúnan en ellas la representación del espacio, el estudio de todas sus posibilidades y expresión en el cuadro, donde la monotonía cromática se ve rota por el objeto que posa, la figura que surge en un rincón de su extensión o los detalles del paisaje.
Carlos Morago juega con la geometría, combinación armónica del color y la figura que se define en el orden plástico de líneas, en un océano de tonos suaves, consiguiendo introducir la tridimensionalidad en cada pieza que expone. Apareciendo siempre poderoso un amplio espacio vacío, definido por la imagen introducida que desvela la nada del entorno y da comprensión al cuadro. Estructuras rígidas, de sabor clásico que transcienden la figuración para presentar nuevos universos. Color, geometría y vacío generan profundidad en la obra, poesía, silencio, sosiego en un mundo tranquilo ¿ hay misterio también en ellos?
Justo Girón es más barroco, e intenta transmitir las mismas sensaciones a través de las imágenes que la naturaleza presenta, amplias zonas dominadas por tonalidades iguales se reparten en el cuadro, que estructuradas sobre un invisible soporte de áridas líneas producen un paisaje ordenado, profundo y sereno. Consigue lo que Carlos Morago con más variedad cromática y dibujo profuso. Espacios abiertos en el límite de la frontera, cuando cielo y tierra coinciden su abrazo en el mar, forman la base sobre la que se asienta el reto plástico que consigue plasmar en el lienzo.
Paco Carrillo es más tradicional, utilizando una dual construcción de composiciones clásicas y conceptos más actuales, que producen una sinergia entre sí que describen un espacio con sus dimensiones, donde la chispa de la vida y formas sinuosas generan un ambiente plácido y a la vez amenazado por el halo del misterio, alcanzado en el trabajo de los dos pintores que con él exponen.
Evencio Cortina intenta conseguir los mismos efectos con una pintura anclada en una estética recargada, trabajada con profusión en el siglo pasado, rancia, pero bien acabada, aunque estilísticamente divergente de los anteriores.
Las obras colgadas en esta galería poseen igual meta, cuya idea estética nace de conceptos homogéneos y de estilos distintos que indagan en las posibilidades que el lienzo y sus variantes contornos prometen. Cada uno de estos pintores deja su seña de identidad, alcanzando conjuntamente el mismo objetivo.
Interesante exposición, por la original perspectiva que los cuatro autores presentan en su trabajo pictórico.


CARIÁTIDES Y ATLANTES

J.L. Ortega en Ceferino Navarro


Las formas emergen del blanco profundo hasta configurar con su presencia un entorno presentido, convirtiéndose en poderosas definiciones de corporeidad pétrea, transmisoras de gravidez y sólida fuerza, afirmación de su existencia en el espacio enmarcado.
J.L. Ortega desarrolla una obra rotunda por la calidad de sus dibujos y el ánima depositada en cada una de sus cariátides o atlantes, donde el trazo firme del pintor, asociado a una sensibilidad extrema, consigue reflejar la imagen precisa, apresada en el lienzo, rescatándola del conjunto abigarrado del entorno donde están sumidas en la ignorancia de la mirada, conquistando protagonismo propio, salvada de la visión cotidiana que es ciega en detalles.
La mano del pintor rescata del conjunto, en trazos poderosos y pasionales, las esculturas que adornan puertas y fachadas, para proyectarlas como obras de arte, recuerdo de nuestro pasado clásico, canto a la perfección, razón y equilibrio.
La trayectoria delicada de la línea que transcurre en el blanco construye piezas de elegante serenidad, cuya contemplación agrada y transmite una apacible armonía.
J.L. Ortega muestra en esta exposición clase pictórica, dominio del oficio, debiendo empeñarse valerosamente, y sin titubeos, en el desarrollo de la habilidad artística que atesora.


Y DEL CAOS SURGIÓ LA IMAGEN
José Sánchez Jiménez en la galería Cidi Hiaya
Posee este pintor un trabajo equilibrado, sólido, apacible y sereno. Discurre su pincel seguro por el lienzo en trazos gruesos, cadenciosos, distribuyendo el conjunto cromático por todo el espacio blanco, hasta construir imágenes presentidas en la retina, ebullición del color que expone su fuerza a la mirada, conjugándose con el vecino para crear una marea de radiaciones, que producen temblor en el intelecto al ser contempladas.
J. Sánchez Jiménez estructura los colores hasta conseguir que del abigarrado caos, conformado por su presencia, surja la imagen vencedora. La línea ha sido superada, el color ejerce protagonismo, sea para desvelar un paisaje como reproducir el momento intimista ante un rincón de la casa.
La pintura de este artista es poética, tranquila, nacida del sosiego en la contemplación del entorno, relato de su universo con un lenguaje cromático exuberante de lirismo, bello al entendimiento.
A pesar del “clasicismo” que la obra de J. Sánchez Jiménez denota, es destacable la sencilla solución expresiva que en ella aparece, elaborada con una complejidad inicial que se resuelve fácilmente. Años de oficio y buen hacer pictórico se desprende al observarla.
Pintura agradable, comercial y de buen tono técnico, qué más se le puede pedir a un pintor, es la que se puede presenciar en la galería Cidi Hiaya.

LA MIRADA FUGAZ
Luis Orihurela Hervás en la Galería Cidi Hiaya
La pintura que comento es atractiva a la mirada, sugerente y de excelente desarrollo técnico.
Luis Orihuela sintetiza aquí el oficio pictórico que domina,transplantando en el lienzo la fugacidad de la imagen, presa del cinetismo que transcurre y difumina, fundiéndose con el paisaje para originar un torbellino cromático danzante, desestructuradas formas y colores, expresando con la imagen surgida por efectos de la velocidad el ritmo temporal.
El recuerdo acumula estas experiencias, aflorando en el pensamiento cuando son evocadas. La geometría se diluye en cúmulos de radiaciones portadoras de tonalidades varias, siendo relatada la esencia básica de la realidad, energía que brota, transcurre y evoca asonantes melodías cromáticas que ocultan armónicos compases.La intuición sensitiva del pintor descifra la partitura cromática del torrencial y enrevesado impulso energético visual que seduce al intelecto, componiendo una obra que gusta ser contemplada.
El movimiento deshace la realidad percibida y desvela el ánima que encierra la materia, diluida en color, variable con el tiempo, fugacidad inaprensible. Verdes, azules, grises y ocres, son las gamas de radiaciones que definen un hábitat, la cultura que crea, las vidas que condiciona su influjo, misterios adheridos a su piel, resplandor instantáneo que se esfuma en el presente y pierde intensidad cuando es pasado ya.
La Pintura de Luis Orihuela es una filosofía visual sobre la perennidad de la imagen, su futilidad y descomposición hasta descubrir al naturaleza íntima que posee. Todo es energía, apariencia y mutación.
Este pintor, al cual comenté una exposición en el Palacio de Santa Ana allá por 1996 en el desaparecido y glorioso Magazine
de Arte DADÁ, prosigue trabajando su estilo característico, consiguiendo extraer aquellos elementos fundamentales de su obra para exponerlos en las composiciones que ahora presenta.







BRAZAM, COMO SIGNO DE ESPERANZA
Brazam en la Galería Rprsntación
La definición del espacio, la materia que ocupa su extensión y el ambiente que llena y arropa lo tangible, es el gran reto del pintor.
Brazam supera el reto inicial impuesto ante el lienzo con soberbia soltura, ingenio y técnicas que nacen de conceptos claros y trabajados largo tiempo, producto de tortuosos y duros caminos explorados.
El color que se expande y fija, la imponente solidez que hace grávida la composición, los volúmenes informes de tonalidades amplias y desniveles cromáticos mayor, infunden a sus obras el vértigo que el vacío genera, a pesar de estar siempre el color presente, intenso y poderoso, que insinúa formas varias, tras las cuales surge un muro infranqueable, límite hacia la magia del poder infinito, para conseguir transformar con el pincel la realidad propia y acotar el espacio diseccionándolo en sus múltiples partículas.
Habilidad plástica para representar el vacío o simplemente un enunciado estético sobre el poder de la materia: la nada está ligada a la existencia. Puede ser también una propuesta y desafío plástico, indagando en la frontera del reverso de lo real. Posiblemente todo a la vez.
Brazam logra desconcertar la mirada, sumiendo el intelecto en el desasosiego del desconcierto. Todos somos materia y formamos un ente propio, la existencia es singularidad fugaz, es lo que nos comunica. La obra de Brazam permite elucubrar sobre la verdad que oculta nuestra realidad, siendo esta propiedad suya el sustento que justifica la genialidad que demuestra al elaborarla.
El artista se ha superado a sí mismo, mostrando su maestría y categoría plástica. El trabajo presentado es un signo de esperanza.





UNA MIRADA SINGULAR
N. Goldburg en la galería Toro
Entre las exposiciones varias que se han ido ofreciendo durante esta primavera he de destacar la de un pintor de gran valía.
Me refiero a Norberto Goldburg, de futuro amplio, técnica y estilo sugestivo, que nos muestra un vocabulario plástico de sólida expresividad, rotundo, apasionado, desgarrador y poderoso, transmisor del dolor profundo, donde la corporeidad se diluye en una atmósfera densa de cromatismo ardiente y plúmbeo. Dura perspectiva la que engloba los cuerpos apenas atisbados, deformes e incompletos, sumidos en un grito inaudible absorbido en la porosidad del color, que se inflama y condensa, rezumando la angustiosa tragedia de la opresión, viscosa sensación que se adhiere a los sentidos, comunicando la agonía de la materia fungible, definiendo el dolor de la existencia.
Norberto Goldburg continúa en la línea que se impuso hace años, pero ha estilizado su trabajo, difuminado formas, resaltando la importancia del lenguaje del color. Elimina trazos
superfluos, consiguiendo expresar con fuerza el discurso que sustenta su creación: la materia es dolor, el olvido de las formas borrará todo desasosiego.
La obra última de este pintor ha ganado cromatismo, desarrollando más fácilmente la idea que quiere relatar en el lienzo, apareciendo su pintura menos geométrica.
Ha alcanzado cotas de mayor dominio del arte pictórico, resultado del trabajo y reflexión, búsqueda continua por conseguir obras sintéticas y poseedoras de conceptos varios.







DE LA FORMA AL CAOS
José Benítez en la galería Cartel
La imagen se descompone en múltiples elementos que poca relación guardan entre sí, reconstruyéndose desde el caos la imagen deseada, que expresa la angustia de su compleja definición, equilibrio inestable a punto de ser nada.
Del conjunto nace la forma, su combinación es la que determina su variedad, el azar, o puede que el orden intencionado, describe el paisaje.
Los paisajes pintados por José Benítez surgen desde el desorden, atormentado y cortante, para mostrar espacios terribles que recuerdan cotidianos entornos.
Su pintura es original, pues consigue plasmar la idea que la realidad le sugiere, expresando la dureza de la vida en un medio hostil, también la composición de la imagen con elementos de origen común estructurados con acierto, para relatar espacios conocidos. Ambos logros se potencian para descifrar el universo sentido por el pintor, trágico, anodino bajo un grisáceo y monótono cielo, que carece de promesas y esperanzas para producir ensoñaciones de un mundo perfecto.
Todas estas ideas se desprenden al contemplar la obra de J. Benítez, la cual alcanza un acertado nivel compositivo, singular, siendo un soplo de aire fresco en el anodino panorama plástico granadino.
La exposición de este artista es digna de merecer ser recordada, por pasar como un fogonazo, apenas percibida por muchos, pero que ha satisfecho el gusto de quien ha tenido la suerte de contemplarla.







UN RELATO METAFÍSICO
F.Baiget en la galería Cidi Hiaya
Un relato visual sugestivo presenta Francisco Baiget en la galería Cidi Hiaya, de interesante técnica plástica comunicadora de sentimientos y aprensiones, que viven en el pensamiento del pintor e intenta transmitir para hacer partícipe a todos de sus reflexiones, pensamientos metafísicos que recorren la futilidad de la existencia, la nada relatada con los frágiles castillos de naipes construidos para perdurar ante el temblor del tiempo.
Expresa en las piezas que muestra la ilógica que preside la realidad que conocemos, la opresión que su opacidad produce, con un lenguaje pictórico personal, de tonos cálidos, usando una tensa radiación de luminosidad apagada que torna la blancura en dorado cobrizo, si no en ocres, grises y marrones, generando una atmósfera que potencia el mensaje contado.
La forma geométrica y el color se estructuran en los cuadros para desarrollar la idea pintada, siendo las figuras seres anónimos, la mayoría de las veces sin rostro, manchas gruesas que desarrollan su acción en el lienzo y dotan de nervio propio a la obra, creando un flujo interno que de forma cíclica, como luces intermitentes de fulgor intenso, repiten el objeto de la historia allí plasmada, reflexión filosófica pura que transciende hacia más allá de lo que aparentemente parecen describir, pues nos enseñan la imposibilidad de escape, aunque se intuye que hay algo, que incluso puede observarse, pero al final el problema es tan complejo que la solución es incomprensible, y el ritmo temporal gana la partida.
La habilidad y oficio del pintor logra transmitir todas estas historias, de forma amena sin dramatismo, con una combinación sencilla de líneas y colores donde la forma es mero pretexto, con bastante facilidad, que nos enseña el grado de calidad y estilo poseído por F. Baiget.












EL HOMBRE PENDIENTE
Hugo Wirz en el Centro Cultural CajaGRANADA. San Antón Sala A
Hugo Wirz expone en Granada, ofreciendo un conjunto plástico donde la geometría impera y sienta su fuerza, configurando un espacio en el que los volúmenes, dimensionalidad, energía que fluye y deambula por los soportes matéricos de su obra, expresan un universo aplastante, duro y rígido, a pesar del convulso caos que se presiente en su seno. Poderosas sensaciones emanan de las piezas que expone, declamadas con garra para transformarse en melodía estridente que genera inquietud y enerva, transportada en notas de geometría hiriente, torbellino que simula dinamismo para ser absorbido como ímpetu espiritual que se convierte en emocionante sinfonía cromática, racional, a veces fría y cortante. El conjunto de las piezas expuestas en la sala potencia entre sí este efecto, sumiendo al espectador en un cosmos áspero, descomponiendo la lógica y produciendo un choque emocional que despierta el espíritu, a pesar de la apariencia de rigidez impuesta por un orden matemático. En sus composiciones se ocultan el desorden dominado por el azar, que conjuga la caótica disposición de los elementos presentes y los proyecta hacia una realidad instantánea que simula lógica en su estructuración, siendo espejismo sólo por el tamiz externo que la apariencia dicta a su obra. El orden se desvanece en la mirada para representar el impulso vital que mueve todo lo real, cambio y permanencia, ese es el mensaje que parece comunicar.




H. Wirz alcanza a construir este entramado pictórico tras permanente estudio, enseñando una obra teñida de rotundo clasicismo vanguardista y elaborada con digna sinceridad, contribuyendo a esperar que tras múltiples experiencias pictóricas surja el chispazo que logre despejar un poco más la nueva estética que todos aguardamos.




























DE CUANDO C. BELLOSTA EXPUSO EN CEFERINO
NAVARRO
Es a veces emocionante contemplar un cuadro, implicarse en su trama y comprender el misterio que encierra, la poesía latente que describe el ritmo interno que sustenta la creación de todo lo que contiene y explica, la magia del cosmos que vibra en la composición de formas y colores.
C. Bellosta utiliza la ambivalencia de luces y sombras, grises, tonalidades oscuras y claridades, para relatar paisajes que surgen del estado anímico del pintor, que traduce el instante iluminado en evocación lírica para transplantarla en el cuadro.
Genera misterio la observación de las piezas mostradas, en las horas cuando la noche combate victoriosa o en retirada, cabalgando las huestes de la oscuridad en fiero fragor por imponer su fuerza, dependiendo su futura suerte del momento dictado por el reloj.




El rectángulo enmarcado se tiñe de múltiples tonalidades que producen el efecto buscado, espoleando sensaciones de inquieta desazón, cuando el espíritu se libera de futilidades cotidianas para encontrarse desnudo ante la realidad evanescente,

entre el ser y la nada, proponiendo como posibilidad la existencia de una senda hacia la trascendencia, sueño o premonición, todo está en el pensamiento humano.
C.Bellosta logra reproducir esta escenificación de conceptos de complejidad extrema, con un trabajo pictórico de alta calidad plástica, originales y de buen tono comercial, avanzando en el descubrimiento de novedosas experiencias en la expresión de sentimientos e intuiciones, sólo posible de explicar en las dimensiones de un cuadro, a través de los espacios ocupados por las radiaciones del color que discurren en su interior.


































“ El pintor transcribe la realidad mágica”





















































EL DARRO SEGÚN PEPE MOLERO
Galería Jesús Puerto
Una geometría de presencia intensa, marcada con líneas de poderoso trazado, son descargadas con fuerza que junto con el color que se derrama en sus contornos producen espacios en los que la energía llena el ambiente y explota en la mirada, siendo la imagen resultante un recuerdo potente de sólida arquitectura pétrea, arrasada por la acción del tiempo que va grabando en cada una de las superficies pintadas retazos de recuerdos e historias infinitas, relato de sus moradores, y las huellas del ciclo interminable de las inclemencias que azotan.


Pepe Molero pinta este barrio de Granada, siendo característica que da personalidad propia el río Darro, lugar donde se desarrollan las sucesivas construcciones que se suceden con los moradores que se turnan en su ribera. Desgarro y pasión son las notas dominantes en las piezas creadas, convirtiéndose en
vida íntima que palpita en el cuadro, originando efectos de dimensionalidad en la rotundidad del artificio de líneas y

colores, que desborda la obra para expandirse en el entorno que la acoge, generando una conexión con ella para que el espectador se adentre en sus secretos y sea partícipe de los misterios que encierran, de las vivencias contadas en cada uno de sus trazos, pretexto de Pepe Molero para intentar fundirse con la eternidad que rezuman las paredes de los edificios que aparecen reflejados en las piezas pintadas.
El pintor presenta composiciones estructuradas de forma armoniosa, que absorbidas de color desprenden su exceso, originando un golpe visual que impacta y atrae, pudiendo interpretar las sensaciones que nos ofrece. Y lo consigue con inteligencia, conocimiento del oficio pictórico y la gracia plástica que traduce en interesante lo ya manido por muchos otros.
Por su calidad merece esta exposición ser rescatada del pasado.






























“ Las voces de los que no están vagan por el páramo estéril “
























































POR LOS CAMINOS DEL AGUA
J .Girón en Ceferino Navarro
La expresión lírica puede poseer otro tipo de soporte distinto del vocablo o de la letra impresa; notas musicales, imágenes esculpidas o plasmadas en el lienzo, pueden suplir y superar con éxito los límites impuestos en el marco literario, excediendo la descripción de las sensaciones que espolean la creación del artista, pues el lenguaje es más rico y amplio, con mayores recursos para describir la percepción sentida.
La conjunción de formas y colores ofrecen un medio al pintor para contarnos la idea poética que impulsa toda su creación. Para ello ha de estar dotado de gracia creadora, de intuición para captar los reflejos de la trascendencia y el espíritu sensible que vibre de emoción al encontrar en la imagen observada parte de su ser en el instante vivido.
La obra expuesta por J.Girón demuestra este discurso previo, pues parte de él para recitar sus vivencias de éxtasis íntimas.




Apacible y tranquila discurre la imagen plasmada en el cuadro, siempre amplia a la mirada, fijada a la faz de la superficie, sin importar qué hay arriba, sólo el horizonte, casas, campo y agua, siempre ella, generadora de vida, arteria de trayectos infinitos que muchas veces oculta misterios sin fin.
En medio de este sencillo escenario está el pintor, que al igual de quien disfruta su obra extiende la presencia, soledad y afirmación del ser que comulga con el entorno para comprender la existencia, otras veces escruta la realidad para captar el halo invisible de lo que tras el telón se esconde, otorgando de ritmo interno todo cuanto es, uniendo lo real y la nada, cielo y tierra, tiempo y eternidad.
Justo Girón posee un dibujo realizado con nervio que aparece preciso, potente, aunque difuminado por el color que expande su influencia, fusionándose entre sí, originando la composición lírica en la imagen impresa.





























“ La Naturaleza susurra sus secretos “















































EL PAISAJE SENTIDO
A.Cantero en la galería Xauen
Son frecuentes las exposiciones en Granada donde las obras mostradas poseen temáticas y estilos similares, es lo que gusta y vende pueden contestar muchos, también constituye un tipo de pintura de calidad, bastante trabajada y agradable al público, podría argumentar otros.
La pintura figurativa, paisajes y motivos urbanos, son el tema común de casi todas las propuestas plásticas ofrecidas. La mayoría de ellas aparecen como hojas caídas, resto de un fulgor, reelaboración de técnicas y estilos demasiado usados, sin aportar novedad alguna. En los mejores casos sólo muestran la habilidad preciosista del pintor. En algunas ocasiones, muy escasas, surgen pequeños destellos en las piezas expuestas, dentro de este tipo de temática, que aportan conceptos y soluciones distintas en la composición plástica.


Este es el caso del pintor malagueño Antonio Cantero Tapia, que ofrece obras de rico colorido, dibujo perfecto y buena estructuración compositiva, atrapando la luz en sus varias declinaciones del día, presentando la fuerza que imprime al paisaje, su poder disolvente de la forma, erigiendo se en

protagonista última del cuadro. El lugar y motivo son simples excusas para que la hora solar triunfe en sus destellos múltiples, reproduciendo la esencia de la imagen, la impronta que en la retina deja, el conocimiento del lugar por la reverberación que caracteriza las superficies que ilumina. Según el instante solar así es la percepción del paisaje sentido.
A. Cantero posee una obra de gran valía, distinguida por las anotaciones estilísticas propias que sugiere al espectador.







































“ Del mar surgieron blancas superficies marmóreas, recuerdos del esplendor”






















































CANCIÓN DEL VIENTO
Rafael Valentino en la galería Ceferino Navarro
Paisajes, cielos y mucha agua, son elementos comunes de la gran mayoría de exposiciones celebradas en nuestra ciudad durante los últimos tiempos.
Rafael Valentino nos ofrece un trabajo bien elaborado y agradable, estructurado y elegante. Usando colores cálidos compone piezas de aceptable calidad plástica, donde el color se esparce y armoniosamente distribuido representa las imágenes que emocionaron al pintor.
En estos cuadros la abstracción fuerza el orden del espacio pintado, induciendo la conversión de lo representado en un caótico baño cromático, que nunca se produce.





La tensión entre el ser y la nada es el soporte de la obra expuesta, que impregna todo el rectángulo para producir la brisa que recorre los campos, cristalizada en el instante de su captura por el pincel. Esta corriente que quiere ser pero encuentra impedimento en su expresión, se interpreta como golpe visual simulador de corriente aérea, en un cosmos que ansía ser apacible y estable, pero el desorden subyace en su artificio.
Rafael Valentino utiliza técnicas complejas para ir más allá de la propuesta dominante en las artes plásticas granadinas, exponiendo ideas y conceptos pictóricos originales, sin salirse de los moldes que interesa al público no versado en vanguardias y tendencias artísticas, constituyendo una apuesta valiente hacia una novedosa dicción que dote de singularidad su discurso plástico.
































“Entre ruinas y silencios surgió la imagen de la ciudad añorada, espejismo sólo, preludio de un futuro esplendoroso.”





















































UN DESCUBRIMIENTO INESPERADO
Elena Laura en la Sala A del Centro Cultural CajaGranada San Antón





Grata sorpresa aguarda al peregrino del arte, sumido en el ambiente otoñal acompañado por la melodía de hojas muertas. Sol tibio que discurre en la mañana, monótona rutina, en el bullicio de la calle cuyos escaparates anuncia la pronta Navidad.
Cuando se va a contemplar la exposición deseada se presume más o menos lo que puede encontrarse en ella.
¡ Sorpresa ! La mirada se excita y el intelecto es preso del sobresalto, pues se ha revelado el oasis donde la calidad pictórica ejerce su poder.


Elena Laura presenta un conjunto bastante interesante, con una expresividad plástica de composición compleja y resultado poderoso. Obra rotunda y sólida, delicada como el cristal, condensadora de los destellos que la luz deposita en ella, resultando su triunfo en la retina. De profunda concepción artística por el magnífico nivel alcanzado en la materialización del concepto plástico en los cuadros colgados. He de destacar entre otros “ Querido Don Quijote, quimera con duelos y quebrantos” extraordinaria construcción plástica y “ Siempre haces que se enamoren los lápices y la Letras” auténtico impacto visual, armoniosamente concebido y donde figuras, colores y la oportunidad del momento al captar la humilde imagen de cotidianos instantes, hacen que sea una obra soberbia. Sin embargo hay que objetar que la selección de las piezas expuestas podría haber sido mucho mejor, sobran aquellas con motivos florales y secuencias del agua.
Con un dibujo sumido en una compleja estructuración poliédrica de múltiples miradas, resumidas en el espacio enmarcado, genera la autora piezas de elaborada composición e inteligentemente pensadas, resultado de la habilidad de Elena Laura para conjugar tonalidades de raíz cromática análoga, donde las formas están diluidas por el color, creando la construcción de cada una de las diversas áreas que las conforman una liberación dimensional para que los conceptos de la pintora se desarrollen y explique.
Exposición elegante, desarrollada desde la vanguardia clásica para descubrir nuevas vías para trabajar la pintura, que seduce la mirada, agrada y convence, recogiendo el pensamiento en la reflexión común con la autora. Bella y singular muestra, expresión de conceptos novedosos que nos introducen en el cosmos ignoto de futuras creaciones plásticas que rompen el bajo tono reinante. Muy buena apuesta plástica de Elena Laura en su obra expuesta.













“ De las ruinas de Alejandría podría renacer la Belleza”

















































CYRK
Daniel García Vázquez en el Centro Cultural Caja Granada. San Antón, Sala B


Más de lo mismo, es lo que se ofrecen en las exposiciones de pintura en Granada, siendo cada vez más difícil destacar obra alguna de los pintores que muestran su trabajo.
A veces surge la diferencia, aquello que destaca de la mediocridad, a pesar de no estar dirigido hacia los horizontes de la innovación, y sugiere ideas novedosas dignas de tener en cuenta. Se entra en la Sala donde cuelgan sus cuadros y, a pesar de los conceptos preconcebidos, aparece la grata revelación atrapando la mirada e incentivando el interés. Esto me ha ocurrido con Daniel García Vázquez, que aunque sin ser obra embriagadora del intelecto destaca por su gracia compositiva y técnica de dicción plástica, susurrando que el autor puede alcanzar cotas de singular originalidad.

Su trabajo constituye un ejercicio pictórico, donde consigue plasmar en el retrato la sicología de los personajes, siendo su dibujo perfeccionista, desvelándose sus figuras en un halo de soledad, intimismo, captando la veracidad del sentimiento en el gesto. El rostro es una máscara que esconde la realidad de la persona.
El trabajo de Daniel García Vázquez es sugestivo, interesante... pero siempre dentro de los parámetros de lo visto últimamente en Granada, pudiendo ofrecer más, pues cualidades y técnica pictórica sobran al pintor. Su obra bebe de la historia artística del siglo XX, expresándola de forma original, desenfadada y con desparpajo, solo asumible a la habilidad contenida por este artista que ha de liberar su ingenio para alcanzar obras de gran calidad. Y eso, si quiere, va a suceder.
































“ Las ruinas están teñidas de recuerdos “





















































LA ALHAMBRA SEGÚN PIEDAD LOZANO
Piedad Lozano en Jesús Puerto
Hay monumentos que su construcción y diseño encierran claves ocultas por los moradores que los erigieron.
Existen lugares que emanan energías telúricas, poderosas fuerzas que influyen en todos los seres que habitan el entorno. Los edificios allí construidos son expresiones arquitectónicas de las energías que fluyen, son definición y relato de los genios que engendra.


También son catalizadores y condensadores de tales fuerzas, sirviendo como centros de poder, influencia y acceso a la eternidad. Camino hacia la perfección, cristalización sólida de la fórmula divina. Esta imagen del cosmos, presente en la Alhambra, aparece representada en las piezas expuestas, orden y caos, serenidad, armonía y belleza, exuberancia y paz, canto a la existencia de un paraíso presentido, destello de la presencia del Creador.

Es muy frecuente el tema de la Alhambra en la pintura que se muestra en Granada, no aportando nada a la plástica innovadora, constituyendo una pintura obsoleta y cateta.
Pero sin embargo hay pintores que saben expresar emociones y discursos estéticos sobre lo que sienten al contemplarla, consiguiéndolo al poseer una capacidad técnica y sensibilidad artística especial, que difiere de la común mediocridad y expresa originales propuestas de trabajar lo que muchos elaboran carentes de gracia compositiva.
P. Lozano sabe transmitir estas sensaciones en su obra, realizada con alta calidad plástica, con un dibujo limpio y delicado, envuelto todo en una atmósfera rojiza, con tonalidades ocres y verdosas que otorgan fuerza a las composiciones.
Al reflejar sus fachadas y patios, estancias y pasillos en un cuadro, aparece el halo mágico de los entes que deambulan por sus espacios. En los jardines aparece pintado el azar, la suerte que decide libremente los destinos, escritos pero indescifrables por las infinitas emociones que ofrece.
Los cuadros de Piedad Lozano muestran escenarios sujetos a una geometría rígida, que quieren ser matemática impresa, descripción del ritmo universal que late en todo lo creado.










DE PIEDRA, CAL Y AGUA
Franchu Medialdea en la galería Jesús Puerto
Más y más, pero más y mucho más... es lo de siempre. Aunque dentro de los motivos comunes que todos los pintores muestran en Granada, en los últimos tiempos, es posible rescatar de la tónica dominante algunos artistas que intuyen maneras nuevas de abordar la composición plástica.
Franchu Medialdea ofrece en su exposición rasgos distintivos que auguran trabajos futuros interesantes. De la obra colgada se obtienen conclusiones varias; de la arquitectura con temática granadina se extraen soluciones compositivas destacables, pues juega con la ambivalencia entre dibujo y color, cromatismo que quiere ser único, derramarse por el cuadro entero y en un complejo escenario armónico llegar a la abstracción de la imagen, energía que danza en la retina para crear un ritmo sinérgico en el entendimiento, generando gozo en el sentimiento hasta arrebatar la voluntad por el paisaje sentido.






Pero las líneas ejercen su fuerza, marcando el límite o frontera de la lógica real que impera en las formas, siendo la razón directora de los sentidos.
Este pulso entre geometría y color impulsa en la mirada un torrente vital que se refleja en el cuadro, siendo el trabajo de F.Medialdea el resultado de las emociones que le recorren cuando recrea la mirada, la desazón ante construcciones de figuras enmarcadas en rígidas estructuras y el resplandor luminoso traducido en tonalidades múltiples, que producen un íntimo susurro en el intelecto.
Por todo lo anterior merece destacarse la obra de Franchu Medialdea.

































“ En la soledad del páramo, todo yerto y baldío, sólo sal como fruto único, se erguía majestuosa la ciudad sostenida en el espejismo, respuesta al anhelo del soñador. Ciudad añorada e invisible, pero real en la Historia”















































DERRIBOS GEOMÉTRICOS
J.A. Muñoz en Centro Cultural CajaGranada. Sala San Antón B.
La Sala B de Caja Granada en San Antón mejora en la calidad de los pintores que va presentando en las últimas exposiciones.
De florecitas y paisajes tópicos granadinos, arbolitos y ensoñaciones poéticas recurrentes, han evolucionado las muestras pictóricas hacia campos de calidad aceptable, prometedoras de nuevos tiempos; siempre estoy con la misma idea ¡ pero es tan necesaria la llegada de aires nuevos! que facilitarán la llegada de novedosas formas de entender la pintura.
Ni pintura clásica ni deformidades que quieren ser vanguardistas, sólo se aspira a la creación mágica que enamora la mirada, seduce el intelecto y arrebata las emociones, estableciendo un diálogo permanente con el sujeto que contempla la obra de arte y enriquece su cotidianeidad. Ahí está el concepto sublime de lo bello, subjetivo, pues depende del gusto personal de cada uno. Señores, Picasso no tenía razón ¡ Más madera!





Voy a centrarme en la exposición objeto de este artículo, la que presenta J.A. Muñoz, magnífica, donde espacio, geometría y color, aderezado todo con mucha energía, representa el tiempo caduco que transcurre en la solidez grávida del cuadro. Dentro de un ritmo temporal cadencioso, cuando la mirada se cristaliza hasta el infinito, degustando el flujo de los instantes con fruición, que tras su paso dejan sabor amargo de la nostalgia e ideas sobre la futilidad de vivencias pasadas, cuyos actos y preocupaciones se difuminan en la inanidad de la trascendencia.
Espacios tranquilos, espacios de contemplación, reflexión intimista plena para quien contempla su obra. Excelentemente estructurada, fresca, desenvuelta y digna de sobresalir de entre la común mediocridad.
La obra de J.A. Muñoz merece destacar entre sus coetáneas y considerarse semilla de futuro.






























“ Ba, ba, ba, los bárbaros balbucean. Benditos sonidos primitivos, primeras palabras que permitirán brotar de nuevo la verdadera Belleza.”





















































LA VOZ DEL SÉPTIMO DÍA
Gotzon Cañadas presentó en la galería Cartel una original muestra escultórica distinta y de calidad, donde el concepto plástico del artista se materializa en las piezas que crea.
Fruto de su trabajo investigador surgen formas sólidas que abarcan con su halo el entorno, apareciendo un cosmos que nace de su influencia y presencia, generando una atracción e interés poderoso que potencian la atención.
Atención que se traduce en el intelecto en un lenguaje hermético, constituido de formas y signos, expresados en materiales diversos, madera, aluminio, hierro, vidrio... que quieren ser un lenguaje único que exprese el sonido de la creación, las voces íntimas que anidan en G.Cañada, también su definición de la realidad.
Este conjunto de esculturas, que se convierten en grafías tridimensionales, elaboran mensajes transmisores de la fantasía del autor, que traduce los genios que sustentan la imagen tangible, engañosa a veces, ofreciéndola en todas sus declamaciones, conociendo el trasfondo de su verdad.
Constituye una mitología singular, donde cada signo hecho escultura es la propia razón de su existencia. Sonidos cristalizados del eco de la letanía creadora que quiere mantener su poder emanador de vida, materia y espacio, tiempo y calor, poderosa conjunción de ideas en torbellino constante que produce figuras y símbolos, múltiple sucesión , azar y predicción, caos y orden, victoria de lo tangible, esparciendo vibraciones hasta donde abarca su presencia.
Los volúmenes construidos seducen la mirada, recorriendo contornos de suave evolución, tacto visual aterciopelado, que si sonido fuera agradable nota musical conformaría. Estos eslabones de bello entendimiento forman asociados un intento que quiere relatar la impronta de la Belleza, reflejo de la Única Voz, origen de la totalidad.

Voz que perdura en su eco, en los destellos que se esparcen inagotables en el Sétimo Día.


La obra de G. Cañada es un extraordinario esfuerzo, que quiere trascender los conceptos plásticos más allá de lo que otros intentan ofrecer como lo último en el concepto actual plástico.
En la obra de G.Cañada se detecta el reflejo de los pilares de nuestra cultura, lágrimas del pasado que recuerdan la vuelta a tiempos heroicos, donde el mito era posibilidad, definición de lo captado por los sentidos.
Este escultor posee intuición natural para expresar las ideas que mecen su obra, técnica elevada para realizarla con soltura y precisión, además de conocimiento producto de su investigación, ofreciendo todo como una apuesta personal indicadora de retos novedosos en el Arte.












“ Destellos desvelaban el horizonte en la fría madrugada”























































CUANDO LA FLOR Y LA LUZ SE ABRAZAN
E.Asunción expone en la galería Rincón del Arte
En la común y rutinaria apuesta plástica de muchas galerías de arte, a veces surgen interesantes muestras con rasgos diferentes que denotan destellos de calidad y superación de la modorra pictórica actual; exposiciones fútiles, calcadas a sí mismas y su pasado. Otras quieren ser intentos innovadores, pero vacías de ideas originales, que terminan en burdas expresiones reflejo de la incompetencia de sus autores.
Hay que buscar, y el premio viene al encuentro. No es para volverse loco y cantar sus glorias, como sucede en la gran mayoría de los casos, pero el objeto deseado es intuido por el rastro que deja en la mirada.
La galería Rincón del Arte es nueva, busca alcanzar un rumbo seguro y de calidad en las exposiciones que ofrece. En la última de Enrique Asunción parece ir aclarando su destino.
No es vano lo afirmado anteriormente, pues en la obra mostrada, salvo dos o tres piezas que sobran, se percibe un conjunto de fortuna artística elevada, que partiendo de parámetros convencionales, y apartados de la vanguardia clásica, ahonda en el concepto de lo que debe ser una obra de arte: gustar, hacer reflexionar y demostrar la valía profesional del pintor.
En las piezas de E. Asunción se percibe el rastro de la luz, desestructurada en múltiples tonalidades, desgranando la melodía cromática en cada una de las notas que la configuran.
Colores de luz descompuesta atraviesan la solidez vítrea o reflejan conformando composiciones novedosas, son recogidas en cada uno de los cuadros, siendo las figuras que en ellos están

pretexto sólo, porque lo importante es la luz, ella es la que dicta las formas, crea su tiempo interior.
Hay piezas que relatan al contemplarlas historias de final vario, cuentos inconclusos, fugaces, determinando su desarrollo la curiosidad del espectador.


El trabajo de E.Asunción es exuberante, complejo y de colorido barroco, estando sustentada la composición por un ritmo temporal lento, apacible y sosegado. El dibujo es traspasado por la mancha cromática, que exhibe toda su potencia y lozanía, fuerza impresa, que afirma en la retina la voluntad de existir. Deposita con rotundidad cada trazo, vitalidad que se transforma en mirada serena, triunfante finalmente sobre la agobiante realidad, intrascendente y rutinaria.
Este pintor ha conseguido elaborar una obra de excelente técnica, bien trabajada y portentosa intuición plástica, al poder transmitirle inteligencia propia que hace sea posible su diálogo con todo aquel que la contempla.


JUAN ONTANILLA EN RINCÓN DEL ARTE


Curiosa e interesante exposición, cuyas obras responden a los elogios anteriores por su calidad y buena elaboración técnica, desarrollada inteligentemente y trabajada con intuición más genialidad compositiva, para desarrollar piezas que causan impacto a la mirada, agradan y atraen, siendo el poso que dejan en el intelecto fulgor puro, luz que desvela el interior del ser, llena y causa gozo, creando un vínculo sentimental con la obra, de explicación imposible, pero justificada por la atracción y deseo que suscita.
J.Ontanilla nos presenta una obra desenvuelta y fresca, dentro de lo ofrecido por otros que sin embargo alcanza a conocer como ofrecer nuevos destellos de belleza plástica, de agradable sosiego.
Hablar de dibujo dominado o armonía en la composición cromática huelga, pues la contemplación de sus piezas da respuesta a toda interrogante. Sobrado en estos aspectos está el pintor, siendo absurdo comentar sobre ellos. Sí es interesante destacar la magia de su intuición, graciosa alegría que desborda el rectángulo enmarcado, con sobria precisión, contenida y preñada de sensaciones varias que atrapan el interés.
Gusta su obra y aporta nuevas ideas para crear, poseyendo buena calidad artística. Muy buena exposición.


















































“ Es de noche, el silencio reina y agobia al espíritu. Hay que estar alerta, los bárbaros aguardan”






















































LIRISMO MÁGICO
Josep Baqués en la galería Ceferino Navarro
El título que utilizo en este artículo es el mismo que da nombre a la exposición de J.Baqués. Lirismo y magia son dos conceptos que definen la pintura, voluntad de ser y transformar, ejerciendo su influjo y fuerza en los espíritus sensibles a toda manifestación artística.
El intento del oficio plástico es difícil, hay que estar dotado de la técnica adecuada, de ideas claras y sobre todo de una mirada transparente.
En los cuadros expuestos por J.Baqués se aprecia el esfuerzo del pintor por conseguir relatar un cosmos único, cargado de simbología y reflexiones metafísicas. Expresar argumentos nuevos en las piezas elaboradas es bastante complicado, se intenta y el resultado es de conclusión común a lo ofrecido por otros, salvo algún brillo que sugiere posibles vías de superación.
En la obra de Baqués se conjuga renacimiento, gótico tardío manierista, bizantinismo y simbolismo decimonónico, conjuntados por un cromatismo compacto, áureo y verdoso, cálido y empapado de sensaciones añejas.
Existe un halo en las piezas colgadas que les da nervio y carácter de actualidad plástica, su descripción onírica con elementos del cubismo y cierto tufillo de la pintura de los sesenta. El resultado concluye en obras que gustan mucho en latitudes anglosajonas, muy apreciadas artística y comercialmente.
Baqués desarrolla un dibujo preciso, describiendo la complejidad compositiva de su obra con soltura y maestría, inmerso en un mar cromático reluciente por el sol del ocaso, brillo cárdeno preludio de la fría madrugada.






La pintura que este pintor exhibe está correctamente realizada, propuesta con un enfoque personal sugestivo y de muy buen tono comercial. Las tablas ofrecidas por J.Baqués en esta exposición constituyen un conjunto interesante que cumple con la función de gustar al espectador.























“ Ya se oye el retumbar de los caballos. Su llegada es inminente”




















































ALUSIONES DE JUAN GARCÉS
Juan Garcés en la Sala B de CajaGranada en San Antón
Exposición de muy buena calidad plástica es la ofrecida por este pintor, mostrando frescura en sus obras y composiciones desenvueltas, ágiles a la mirada y de cromatismo potente, que refleja fuerza desgarradora que ahonda y hace más intenso el discurso ofrecido por el autor.
J.Garcés nos presenta una realidad dura, desgarrada, en la que los individuos se enfrenta a la soledad, a su asfixiante presencia que impide sean transmitidas las emociones, ser objeto de su atención, ahogados en la indiferencia del individualismo que no entiende de solidaridad alguna. Mundo cruel, violento, que sienta su garra tras cada instante vivido, creando ausencias sentidas, espera permanente con la esperanza que todo haya sido un sueño, pero el tiempo transcurre y la verdad impone su faz amarga. Siglas, fechas, tiempo, números... todo recuerda el dolor, su impronta en el espíritu, la crueldad reinante en nuestra sociedad humana.
El pintor alcanza a relatar estos conceptos con piezas muy bien concebidas, de diseño singular, aparentemente espontáneas e intrascendentes, aunque largamente trabajadas previamente, desarrolladas con maestría y concluidas de forma rotunda. Logra impactar en la conciencia, haciendo reflexionar y sacudiendo la mirada de su rutina cotidiana.
Consigue J.Garcés componer obras de colorido rico, variado y grávido, en un cinetismo que simula la intranscendencia del momento, el ritmo del reloj que arropa el movimiento. El dibujo es traspasado por el color, tomando protagonismo la idea plasmada en cada cuadro.


Fuerza, tensión, desparpajo en la elaboración de las piezas y conceptos claros exhibidos, son las características que definen la obra de J.Garcés, siendo un autor valioso que hay que tener en cuenta por sus futuras producciones plástica.
Muy buena exposición la ofrecida por CajaGranada en San Antón, que confirma la mejora de las muestras que presenta en la actual temporada, siendo reflejo del cambio del panorama pictórico que se está produciendo en Granada.













LA SOLEDAD COMO LEMA
Romartínez en la galería Rincón del Arte
No importa definiciones, ni estilos vacuos, afirmadas por mentes estériles que repiten textos publicados, la razón de la explicación de una obra de arte radica en la emoción que suscita, mueve y atrapa la conciencia, generando sensaciones varias para atrapar la mirada y provocar la reflexión. Estas definiciones no dicen nada, solamente son validadas las experiencias de los espectadores ante una obra que seduce la mirada; el sentimiento que recorre su ser es lo único importante. Lo demás no vale nada.
Romartínez crea una obra interesante, donde la soledad, los espacios opacos que agobian la existencia, triunfando ante la angustia de la opresión reivindicando su presencia de forma sólida y contundente, construyen un mundo único de seres anónimos que buscan una salida a la opresión cotidiana, de la gran mentira que define y decora su aparente realidad, están perdidos y buscan ayuda, siendo la respuesta en la mayoría de los casos la soledad, la prueba individual que cada uno debe de superar, la suerte dictada por la Parca personal que el capricho del destino asigna a cada uno.
Figuras grávidas que afirman su ser, la voluntad de pertenecer a un universo, aunque sea delimitado por el marco del cuadro. Es el pintor quien dota de vida a sus criaturas, transmitiéndole magia, deambulando por las piezas expuestas, solitarias y anodinas, inmersas en su obsesión por salvarse de un asfixiante escenario que intuye artificial. Están perdidos en un ambiente apacible, radiante, acogedor, suave y tranquilo, que sin embargo es opaco al horizonte, neblinoso, embustero y embriagador, que engaña el intelecto.



Romartínez define el cotidiano devenir, amable y sensual, pero engañoso e incierto, solo apercibido por espíritus sensibles que exploran el camino liberador, pero éste no existe o se oculta a la mirada.
El pintor describe en el relato recitado por el conjunto de piezas expuestas esta idea que sustenta el discurso que vibra en cada una de ellas, produciendo interés en el espectador y desazón ante el vértigo de existir.
La obra de Romartínez está desarrollada de forma inteligente, muy bien expresada, felizmente desenvuelta aunque poseedora de una trágica carga de ilusiones marchitas por la desesperanza, confirmando la triste opresión en la que la persona está condenada. ¿ Hay alguna salida? Sí, parece decirnos, la esperanza late en sus cuadros.
Construye piezas de construcción armónica, de simplicidad sólo poseída por el pintor que ha podido alcanzar el grado de sabiduría plástica que permite relatar con lo mínimo un torrente de ideas y sensaciones. Merece ser tenida en cuenta.


LA PINTURA ES MAGIA
Antonio Sánchez González, Tom, en la Sala B de CajaGranada en San Antón
La pintura es sentimiento expresado intensamente mediante figuras y colores, simbología gráfica y energética que comunica pasión, emoción, y la mayoría de las veces magia.
El Invisible es percibido por la mirada agraciada del pintor, independientemente del escenario, grandioso o en la mayoría de los casos sencillo. Intenta captarlo, inmovilizar ese momento y traducirlo en el lienzo, como si de un alquimista fuera en pos de la Imagen de Belleza absoluta, que extasía en su contemplación y funde la mirada con el Infinito. La emoción del instante es cristalizada por el sentido agudo del artista, que presiente el estado especial vivido y lo plasma en su obra.
Esta habilidad o don no puede ser poseído con el oficio aprendido o estudiado en escuela alguna, sino que surge en la persona, en sus sentidos, en su corazón.
Antonio Sánchez González es un artista dotado de la divina gracia que permite contemplar lo imposible a la razón, relatando sus experiencias en paisajes y arquitecturas típicas, pretexto y soporte para expresar el contenido del éxtasis emocional generado por el roce del halo del Áurea Divina, Voz creadora de lo existente.
En su obra el color atrapa y subyuga a la geometría de las formas, extendiéndose y yuxtaponiéndose para construir un entramado complejo, denso, inmerso en el resplandor. El dorado poderoso, verdes y ocres triunfan en cada una de sus piezas, escritura metafísica que quiere representar lo inalcanzable a la lógica. Líneas y cromatismo se conjugan de forma armoniosa, equilibrada, transmitiendo sosiego, compartiendo el disfrute de ese tiempo “ mágico” con el espectador.

No ha asistido a escuelas o facultad alguna A. Sánchez, y no le ha hecho falta haberlo hecho. Es un autodidacta cuyo oficio brota del corazón, del espíritu arrebatado ante el Éxtasis.


No está contaminado por la decadencia artística actual, pinta ajeno a modos y tendencias, quizás excesivamente clásico y anticuado, pero traduce el color, lo declina en todas sus posibilidades y convierte en un lenguaje rico y original, atrapando el intelecto al comunicar el susurro de los genios ocultos en los pliegues de la realidad.
Lo importante de un cuadro e agradar, gustar y describir una idea. A. Sánchez Lo consigue con soltura, pues entonces ¿ qué más se le puede pedir a este gran pintor? ¡ Si otros hablan es por impotencia!








TRAMPA
Juan Manuel Reyes en la galería Jesús Puerto
Agitación cromática que desprende radiaciones de serena contemplación, es el efecto que se produce en la obra de Juan Manuel Reyes. Este joven pintor muestra un trabajo plástico alegre, espontáneo en el resultado y atractivo a la mirada. Elabora piezas con materiales sencillos, configurando un cosmos ajado por el tiempo, donde la impronta del transcurrir cotidiano deja su imagen. Todo es fútil, y sin embargo en el momento de su aprecio posee gran valor. Desde la perspectiva del futuro es una huella adherida al recuerdo.



Las figuras se desvanecen en la memoria, siendo el color, y las sensaciones del instante, las que perduran. La emoción del momento va confundiéndose con la fuerza cromática, quedando diluida en la lejanía del pasado.
J. Manuel Reyes consigue expresar estos conceptos con soltura e ingenio, utilizando materiales simples, componiendo

piezas equilibradas, armónicas y de agradable percepción. Desarrolla la deformación de la imagen al desvanecerse en el color, expresión de la luz, verdad y respuesta única de la realidad. Su obra desprende serenidad y elegancia, suscitando además interés y reflexiones varias al contemplarla.
Este pintor posee técnica y estilo original, mostrando un trabajo singular y fresco, digno de tener en cuenta.







































“ Y una luz fulminó la mirada, preso del resplandor intuyó la verdadera naturaleza del futuro. Convertido y ciego quedó, no hace falta contaminar la mirada, ...vacío...vacío...vacío... Lo que llamamos real es evanescente. “




















































ICEBERG
Abraham Lacalle en CAJAGRANADA, Sala A de San Antón
Caos cromático, espasmo visual que fulmina el intelecto, es la impresión primera que recibe el espectador al contemplar la obra de Abraham Lacalle.
Muestra con rotundidad en un espacio múltiple pequeñas piezas adheridas, construido sobre un entramado invisible, creando en su conjunto una disonancia “armónica” como sinfonía abstracta, que con notas de atonalidad manifiesta recrea los sonidos de las oscuras profundidades que la mente oculta.
Caos tremendo, expresión del terror y desazón suscitada por la existencia, si de un grito fuera. Colores fuertes, rojos, azules, marrones intensos, veteados con el blanco, se amalgaman queriendo ser afirmación de vida. Lucha y orden ante la adversidad de la descomposición, dictada por el tiempo. Cada pieza es como un grano cayendo azaroso en el reloj de arena del dios de las horas.
La intensidad del color inunda el entorno diluyendo las formas, reflejando el agobio que su contemplación produce. A. Lacalle narra en su obra la visión personal de la ciudad poseída en su mirada, interpretada a través de vistas aéreas que la lógica no reconoce, con arquitecturas imposibles, cuando la irracionalidad quiere explicar la percepción del pintor.
Las piezas colgadas emanan frescura, energía, y alegría al contemplarlas, sintiéndose recorrer en el espíritu una emoción profunda, poderosa vibración que genera vitalidad.



Su obra es desenvuelta, elaborada con elementos clásicos vanguardistas del siglo veinte. Es estimulante de contemplar.




EL SUSURRO DE LA CIUDAD
Valentín Agrela en la Galería Abdera
El jienense Valentín Agrela expone en Granada, presentando una obra interesante, desenvuelta y alegre. En ella los colores triunfan y se expanden, danzando en la mirada al unísono del ritmo que la vibración de la urbe moderna genera.
Se vislumbran en sus piezas neblinosas perspectivas que envuelven el paisaje de la ciudad, espacio de hormigón que se erige vertical hacia el Olimpo, como si nuevas torres de Babel fueran, desafío de los titanes.
Colores agradables, bruscos y poderosos a veces, conforman un conjunto de disonía visual, que transmite el pálpito que caracteriza los tiempos actuales.
Pintura densa y sólida, desarrollada con soltura, es la desarrollada por V. Agrela, mostrando la frescura que guarda en su percepción plástica. Sus cuadros son poderosos, ofreciendo en algunos el desgarro de la textura simulada en su faz, dotando de nervio el cuadrado enmarcado.




Sabe este pintor agrupar tonalidades varias para construir entramados de complejo cromatismo, atrayendo la atención del espectador, transmitiendo el murmullo, desasosiego, la realidad rota continuamente, en el devenir diario.
Elabora V. Agrela una pintura inteligente, atrevida, aunque enclavada en la tradición clásica de la abstracción, consiguiendo impactar y atraer. Ahí está su mérito, también la habilidad que ofrece en cada pieza acabada.
Aire fresco en la plástica granadina, es la aportada por este buen pintor.



TUNEL ETERNO
Victoria Civera en Palacio Condes de Gabia
Instantes de la ciudad, fugaces y desapercibidos en la mirada, atrapados por el pintor otorgándoles categoría de mágicos momentos. Colores fuertes, intensos, azules, marrones, rojos y morados, se conjugan con tenues tonalidades celestes, verdes y amarillas para generar un contrapunto que da fulgor a la obra, cuando penetra en la mirada. Soledad, ensimismamiento, vivencias ajenas al devenir del entorno transcurren en la imágenes captadas.
Geometría rotunda enfrentada al color, que produce el efecto de una coral cromática, donde el nervio vital del mundo, contaminación, desasosiego... que inunda las ciudades brotan con potencia.
En la obra de Victoria Civera emergen las obsesiones que guían los valores de nuestra sociedad: sexo, vida y muerte, placer y destrucción, gozo y dolor, estados límites que producen novedosas emociones, liberadoras del hastío que la cotidiana realidad ofrece, saciadas todas las necesidades, perdidas las ilusiones, término de un ciclo vital, preludio de la senectud, esperando a los bárbaros.
La artista con materiales varios crea una atmósfera plástica, que ahora se llaman propuestas estéticas, correcta y de fácil interpretación, deambulando el espectador dentro de las obras, convirtiéndose en un elemento más de ella. Participa y le da vida, temporalidad, ritmo. Conoce la autora las técnicas de dicción escénica, donde la plástica es el soporte fundamental y motivo último. Crea la ocasión de la interacción entre la autora y el que observa su obra, construyendo un diálogo enriquecedor, impregnando las piezas todas de interpretaciones varias, más vale decir sensaciones.

V.Civera ofrece composiciones interesantes que transciende la dimensionalidad doble para introducir en las coordenadas de las tres dimensiones y tiempo la construcción de su creación, de las sensaciones, siendo escenario onírico donde el visitante desarrolla sueños y pasiones, consiguiendo comunicar el estado gozoso y postrero del mundo occidental.



EL PINTOR Y SU ENTORNO
Rafael Moreno Massía en la galería Ceferino Navarro
Objetos del pasado portan impregnados recuerdos de momentos vividos. Felices, pasionales, dramáticos... transcurridos con poderosa emoción que transmiten sus vibraciones al ambiente circundante, depositando su magia en materiales y lugares.
Guardar algún objeto presente en esos momentos ayuda a recobrar su vigencia, salvando del olvido imágenes pretéritas. No es el lugar u objeto en sí el protagonista del recuerdo, sino la imagen que lleva asociada a éste. Se intenta grabarla para rememorar el tiempo fenecido. La pintura es la mejor forma posible de guardar las sensaciones vividas, traduciendo la fatiga del pintor en fuerza transportada del recuerdo que se deposita en el cuadro, transmitiendo energía a través del color, de las líneas y contornos, simulando el cosmos que antes existió. Todo es cambiante pero la emoción del instante sentido permanece inmutable, siendo depositada en la pieza pintada.
El objeto sencillo, pobre y olvidado es rescatado y elevando a rango de protagonista, irradiando un pálido reflejo de la inmortalidad. Es así por lo que se entiende el arte pictórico como un ejercicio mágico, relato místico del pasado, tamizado por las sensaciones del pintor, que relata sus experiencias y pensamientos.
Rafael Moreno Massía rescata del tiempo perdido las emanaciones de los recuerdos, aprehendidos en los restos de realidades caducas. Todo objeto o lugar transmite sensaciones, de seres visibles e invisibles, que enriquecerán el intelecto, como idea abstracta interpretada en forma de gozosa plenitud.


Este pintor con una técnica precisa desarrolla un dibujo limpio, escueto, dominando el color, cuya conjunción con las líneas generan formas teñidas de vida y nostalgia, inmersas en un universo imperfecto, añejo, a punto de romperse, expresado muy bien por los manchones esparcidos en la obra, que dan fuerza a la composición y comunican la idea que el artista quiere relatar en el cuadro. Su realización es un gesto genial del pintor, que indica la separación de la rigidez geométrica y cromatismo, para expresar un mundo intimista, rico, reflexivo y sugerente, reino del silencio, espacio de paz. Consigue subyugar la imagen y empaparla de sustancia vital, grafía interpretada por la mirada.
Su pintura es sencilla aparentemente, poderosa por la estructura compositiva que soporta la obra y agradable de contemplar, superadora de fútiles intentos expuestos por otros en el actual panorama plástico granadino.







ECOS DEL VACÍO
Carmelo Trenado en la galería Jesús Puerto. Mayo 2006
Fuerza y curiosidad provocan un estado anímico especial en el espectador que lo predisponen a percibir ecos en espacios imposibles, creados en el cuadro. Esta sensación es la que surge al contemplar la obra última de Carmelo Trenado.
Este pintor de dilatada trayectoria ofrece un trabajo de calidad, perfectamente estructurado, producto de su gran experiencia plástica y horas de investigación.
Su obra genera variedad de pensamientos, oscilando ante ella entre la serenidad y la agitación que la inquietud de lo escondido suscita. Una vaporosa pátina cubre la realidad del fondo en cada pieza pintada, o acaso es ilusión. El espectador intuye al observar cada una de ellas mundos velados, espacios que se presumen más allá.
C. Trenado configura realidades inaccesibles a la mirada, que relatan temporalidades con ritmo propio. Estas realidades se desvanecen, siendo imposible descubrir su esencia, difuminándose en un caos de líneas inconclusas y tonalidades varias, descomponiendo el orden geométrico en una danza conjunta, entablándose una confrontación entre orden y destrucción, inmutabilidad y vida generadora. Quizá sea todo un espejismo, un juego de prestidigitación del artista. Al final sólo se encuentra el velo que todo cubre, un vacío pavoroso, inquietante y terrorífico. Todo lo demás es nada.
Carmelo Trenado ha elaborado una obra de gran sobriedad por los materiales y colores usados, poderosa a la mirada y de solidez compositiva, trabajando el concepto último de la imagen, su comprensión, jugando con el entendimiento del


observador y expresando el sentido metafísico que encierra su idea de la fugaz existencia.


Con poderosa energía, fulgor de técnica que arrasa la tabla pintada, ha conseguido un conjunto plástico que nos describe su paso al más allá de la creación, cuando con lo sencillo se producen grandes obras en la pintura.
¡ Hasta luego!






Girando y girando en círculo creciente
el halcón no puede oír al halconero;
todo se desmorona; el centro ya no puede sostenerse;
la anarquía está suelta por el mundo,
la marea enturbiada por la sangre; en todas partes
la ceremonia de la inocencia está ahogada.
Los mejores de convicción carecen, mientras los peores
llenos están de intensidad apasionada.
Sin duda que una revelación es inminente,
Sin duda que un Segundo Advenimiento es inminente.
¿Segundo Advenimiento! Apenas he pronunciado esas palabras
cuando una basta imagen salida del Spiritu Mundi
inquieta mi visión: en las arenas del desierto
una forma con cuerpo de león y cabeza de hombre,
una mirada como el sol, sin piedad ni expresión,
mueve sus lentos muslos, y en torno suyo
retroceden sombras de aves iracundas del desierto.
Cae otra vez la oscuridad; pero ahora sé
que veinte siglos de este sueño pétreo fueron agitados
hasta tornarse pesadilla por una cuna que se mece,
¿qué bestia violenta, llegada al fin su hora,
para nacer camina inclinada hacia Belén?

EL SEGUNDO ADVENIMIENTO de W.B. YEATS

LA MAGIA DEL INSTANTE EN LA PINTURA