lunes, 27 de febrero de 2017

EL TEXTO EN EL ARTE



EL TEXTO NECESARIO

Autor: Roberto Urbano. Título: El arpa y la sombra. Lugar: La Empírica. Fecha: Hasta el 3 de marzo.

Cuatro composiciones conforman la exposición de Roberto Urbano, cuyo simbolismo e interacción entre ellas desarrolla el relato propuesto. Es una instalación que quiere compartir con el visitante la idea del choque cultural entre dos civilizaciones distintas, la comunicación de la cultura europea con otros pueblos vírgenes, sirviendo como escenario para la puesta en escena los paisajes de los mares del Sur. La obra posee una estructuración simple, de entendimiento complejo, cuyo trasfondo se intuye, pero necesita de un texto que le sirva como muleta para llegar a su iluminación total. Simón Zabell explica el concepto que sustenta el trabajo ofrecido por Roberto Urbano, concluyendo en una reflexión dialéctica entre la sociedad ilustrada, ordenada y sumisa, y el orden natural de la vida en libertad, en sintonía armónica con la Naturaleza. Este relato es el que al final queda impregnado en la memoria del visitante, soportado sobre las imágenes recordadas de las piezas puestas en acción por el autor. El conjunto expuesto es muy escueto, pero cargado de intensa significación intelectual, organizado con una dicción directa, exacta, limpia e inteligente, corto en piezas y de mensaje algo forzado, siendo más fácil haber introducido alguna composición más y prescindir de la necesidad del texto, que hubiera servido sólo como aderezo enriquecedor, brillante en su descripción de las ideas asentadas en los espacios intersticiales de la Sala, pero no como un elemento esclarecedor de la tramoya conceptual, que encierra la comprensión final de la propuesta plástica de Roberto Urbano. No obstante este artista demuestra una habilidad creativa rotunda, comunicada con un lenguaje sobrio e inteligente. Su capacidad artística promete obras de gran calidad.


sábado, 25 de febrero de 2017


EL ARREBATO PLASTICO DE J. LULU



Autor: José Lulu R. Cámara. Terrenum fines. Lugar: Centro de Lenguas Modernas. Fecha: Hasya el 28 de febrero.

Se esparce el color en la estancia, impregnando con su influencia el ambiente. J. Lulu R. Cámara prosigue en la estela de su última producción plástica, proponiendo piezas de cromatismo poderoso, desarrollado con nervio, fuerza, ímpetu visual. Elude la geometría, ofreciendo una figuración alternativa. Naufraga en líneas curvadas, asimétricas, sensuales, que definen un universo de topografía ondulada, extraído de espacios liberados del orden impuesto por la forma definida, reconcentrado en sí mismo, intimista, de apariencia caótica, en cuyo seno transcurre el ritmo estridente, asonante, del colorido impreso, que organizado en el entendimiento crea una melodía abstracta, que fluye en un recorrido sinuoso, sorprendido en ocasiones por un rayo de azules, violáceos… colores grávidos que quiebran el discurrir del cuadro, chispazo que sacude la saturación visual originada en su contemplación.

José Lulu consigue producir un trabajo plástico de alto significado pictórico, que descifra, y describe, las impresiones sugeridas por espacios mentales, cuando el artista se abandona en la ebriedad de los lechos de color, arrebatado por la aventura cuando se desliza por las suaves pendientes hacia el cauce de tonos pulsantes, ajeno de la rigidez geométrica, vadeando formas azarosas y curvadas, superpuestas en campos de brillante cromatismo.

El pintor explora el límite del pensamiento primario, expresado en sensaciones tonales, contenido en un lenguaje visual reflejado en sus piezas.

Elabora J.Lulu una abstracción elegante, cuan sinfonía de jazz, arrebato plástico expresado en su obra.




jueves, 23 de febrero de 2017

PEDRO JIMÉNEZ Y SU ETIQUETA DE CHICOTE




PEDRO PINTA A CHICOTE



La representación plástica es versátil en sus distintas formas de expresión, siendo capaz de configurarse en cualquier formato, sólo falta la imaginación del autor. El arte se hace visible, populariza y se convierte en un instrumento de la vida cotidiana, familiar en el entorno, cuando se aúna con los utensilios, productos y decoración de los diferentes elementos de uso habitual.
Pedro Jimenez, pintor granadino de amplia trayectoria artística, pincel bravío, rotundo, exultante de expresividad y fuerza cromática, se interna en la aventura de mostrar su oficio en objetos de uso comercial. Y cómo no conjuntar la plástica con el producto de la vid, elevar a categoría artística la ilustración de la etiqueta de una botella de vino, Chicote, de las Bodegas Almaraes, de Banalúa-Fonelas. El pintor sustituye el marco o pared, por la sinuosa superficie de una botella, encerrando en la figuración de su obra, usada como imagen de la etiqueta, todos los estímulos sensoriales que quiere transmitir sobre las propiedades que encierra el caldo envasado. Es una empresa difícil, pues puede caer en lo vulgar del producto elaborado como sello comercial, repetitivo, sin sustancia estética que sobresalga de lo común. La mano del artista es la que ejecuta, y transforma, la empresa hacia una pieza de validez pictórica, distinta perspectiva visual, riqueza en matices sensoriales, y belleza en el acabado del cuadro etiquetado. Transmite un lenguaje de ligereza, etereidad, fino transcurrir, que fluye sin estridencias, aérea danza, resumido en la figura del torero. Juego, arte plástico en movimiento, atrevimiento en su azar y esencia, intensidad de la imagen que se disuelve en manchas de color verdoso, vida natural, para recomponerse de nuevo en la figura del maestro de lidia. Une arte, acción y rememoración de la tradición de nuestra tierra, impreso con un estilo actual, dinámico y atractivo.
Pedro Jiménez posee una inteligencia creativa capaz de ser aplicada en cualquier soporte. Es importante la habilidad técnica, y originalidad, contenida por el pintor.

domingo, 19 de febrero de 2017

"LA VIDA BOHEMIA" DE ALPHONSO MÁRQUEZ EN MOTRIL


LA VIDA BOHEMIA

Autor: Alphonso Márquez. Título: La vida bohemia. Lugar: Sala de exposiciones de CajaGranada de Motril. Fecha: Hasta el 25 de febrero.

Alphonso Márquez recrea en su obra la pintura del primer cuarto del siglo XX, elaborada desde una poderosa perspectiva colorista, intensa, donde la influencia de Matisse es marcada.
El resultado de esta experiencia plástica posee frescura, vitalidad cromática, y peso visual, trasladando la atención del espectador a escenarios de pasiones concentradas, que se cristalizan, rompen y esfuman, para dejar desnuda la figura en ellos representados.
El autor quiere rendir un homenaje al grupo de pintores de la noche bohemia de Paris, en la que Matisse, Chagall, Picasso, Modigliani...vivían, bebían, amaban, trapicheaban y creaban, en un mundo en plena transformación, desarrollándose sus existencias ajenos a la sociedad y modos imperantes, transgrediéndolos, para pasar posteriormente a ser los iconos culturales del nuevo orden intelectual.
Es correcta la producción pictórica ofrecida por Alphonso Márquez, de reflejo tranquilo, algo frío, equilibrada, sumida cada obra en un sopor eterno, quedando la faz de sus personajes ajenos a las aventuras mentales, dolores del alma, incomprensiones, ataduras de los deseos, que dominan sus espíritus. Lo recoge acertadamente el pintor en sus cuadros, desarrollando muy bien la historia que quiere expresar, basándose para ello en un estilo en el que imita el trazo, y tonalidades, de estos artistas de la vida bohemia, para concluir en piezas de textura visual eterna, incluidas en la modernidad clásica de la Pintura. Podía haber dado más juego estético si hubiera roto la formalidad del estilo, proponiendo una composición actualizada desde la reconstrucción del recuerdo.







sábado, 18 de febrero de 2017

LA EXPOSICIÓN "PASOS PERDIDOS" EN LA SEDE DE CANAL SUR EN GRANADA

PASOS PERDIDOS

Autores: Antonio Espárrago y Gerónimo Villena. Título: Pasos perdidos. Lugar: Sede de Canal Sur en Granada. Fecha: Hasta finales de febrero.
Dos autores exponen sus piezas fotográficas desde la perspectiva de la contemplación de los momentos especiales, que relatan el devenir diario, sencillo, pasajero, anotando el transcurrir cotidiano de las gentes, de sus vidas, extraídas para ser expuestas como imágenes líricas, descritas en líneas visuales carentes de complicaciones, claras, precisas, diáfanas, desechando el color para centrarse en el núcleo principal de la composición.
Antonio Espárrago y Gerónimo Villena nos muestran una producción fotográfica diseñada desde una postura poética, resaltando la geometría que nos rodea, las escenas fugaces, el movimiento que envuelve la vida moderna, la soledad de las personas, el rastro del tiempo en sus rostros, las instantáneas oportunas de escenas intrascendentes, para detenerse en el retrato de la humanidad que da sentido a las cosas. Centran su mirada en paisajes desvanecidos en su forma, introduciendo una manipulación oportuna en la instantánea, para expresarla como reproducción de contenido chispeante en la mirada, que induce fantasía, inquietud por lo que no se ve, convirtiéndola en obra de arte. Generan sus trabajos una emoción ante la estructura mágica de la escena, atravesando el espectador la superficie de la fotografía para aventurarse en su espacio interno, lugar donde se libera el pensamiento extraordinario.
Los dos autores ofrecen un trabajo perfectamente conjuntado, sincronizado en el sentido del objeto capturado, primando el movimiento, otras veces la poesía de la imagen captada, y siempre la huella de sus personajes. Contraponen cinetismo y sosiego, la persona, como elemento perturbador del espacio, y la naturaleza sumida en su lento latido, en una propuesta de lenguaje icónico simple, silencioso, intimista. A. Espárrago y G. Villena superan la tecnología de la imagen para crear un relato artístico.
















































jueves, 16 de febrero de 2017

SOBRE LA EXPOSICIÓN "REINVENTAR MEDITERRÁNEOS"


ECOS DE UN PASADO DORADO

Autores varios. Título: Reinventar Mediterráneos. Colores compartidos de agua salina. Lugar: Fundación Euroárabe. Fecha: Hasta el 14 de febrero.

La cultura bereber hunde su esencia en el pasado arcaico del Mediterráneo, siendo su imagen un conjunto de adherencias de todos los pueblos, y culturas, que se han disuelto en su seno. Pero tras su apariencia externa abriga el tesoro oculto de su origen remoto, cuando el desierto era una tierra verde.

Un grupo de artistas marroquíes, Rachid Bouzid, Omar Mourabih y Hassan Inbikkich, exponen sus obras inspiradas en la simbología eterna de este pueblo, reducida a expresiones precisas, barrocas, brillantes, junto a espacios oscuros donde se simula el deterioro de la memoria. Son esculturas que en sí encierran una letanía de historias y costumbres, compuesta de especulares reflejos del mar que acoge a su gente, del agua engendro de vida, y estanterías corroídas por los siglos y el olvido. Y siempre junto a ellas el manuscrito ajado y casi hecho jirones, donde se encierra la clave de su significado.

Exponen signos de la mitología amazigh, en los que se relata la naturaleza que los acoge, el brillo de sus recuerdos y la melancolía de la memoria borrada, quedando sólo como pervivencia de la época feliz, de esa raza, unos símbolos que nos son familiares, pues aparecen como elementos universales compartidos por todos en la noche de los tiempos, desmemoriados ahora de su significado, pero usados en la tradición bereber como representaciones mágicas, extraordinarias, llaves para acceder al estado de oro, pues es el lenguaje de los genios.

El grupo Flilou, compuesto por R. Bouzid, O. Mourabih y H. Inbikkich , convierte en obra de arte la iconografía de su mitología, proponiéndola con un lenguaje dinámico, directo, de resplandor atractivo, que encierra en su comprensión reflexión y estremecimiento, ante la grafía incomprensible rescatada de la oscuridad de los tiempos.







































martes, 14 de febrero de 2017

LOS SIGNOS DE JAVIER ALGARRA



EL USO Y EL TIEMPO

Autor: Javier Algarra. Título: Huellas que son signos. Lugar: Palacio de los Condes de Gabia. Fecha: Hasta el 22 de abril.

 

El fotógrafo no prepara la escena sino que la intuye, extrayéndola de la realidad para convertirla en objeto de observación, adquiriendo propiedades que en su contexto están difuminadas por la atracción de otros elementos que ciegan su presencia.

Javier Algarra rescata del olvido de la mirada la imagen intrascendente, sencilla, fugaz, carente de interés por sí sola. La recoge de la oscuridad de la visión consciente y propone como objeto de arte creado por el azar, los elementos o la acción humana, dejando todos su impronta, el uso y el tiempo. La convierte en pieza abstracta obtenida de los detalles de la realidad, centrando la visión del espectador, que enfrentado ante los múltiples detalles descritos en su faz se adentra en un espacio de reflexión, y encuentro, sobre la sustancia trascendente, que se descubre en el transcurrir de la rutina cotidiana. Se convierten sus instantáneas en puntos de fuga de las ataduras materiales, queriendo desvelar el ojo, en su aventura exploratoria, signos del halo extraordinario que acaricia con su paso los sentidos, brotando la emoción ante el presentimiento del descubrimiento de las huellas de su resplandor. Sólo así es como se puede describir el sentido de la obra de Javier Algarra, recopilación de estampas reconocibles en muchas obras de la pintura. Limpia la mirada de lo verdaderamente accesorio para escoger la pieza artística. Pero el trabajo fotográfico de este autor posee también un sustrato narrativo, que aúna la magia del lugar con el relato sobre el paisaje y sus moradores. El hombre y la Naturaleza se perciben en pulso constante en las piezas expuestas, captando el observador el agreste paisaje, la penuria de las labores agrícolas, la degradación del entorno natural, la inteligencia de la belleza. En los campos descarnados se libera el pensamiento, construyendo fantasías.
La obra de Javier Algarra posee un ritmo lírico de interesante reflexión, sobre el yo y el mundo.