TRAS EL FULGOR DE LA MIRADA
Autor: Manuel Beltrán. Título:
Impresiones. Lugar: Sala de exposiciones Zaida, de Caja Rural de
Granada. Fecha: Hasta el 4 de febrero.
Una pintura de poderosa consistencia
matérica organiza una realidad vibrante, densa, de misterios
sugeridos, cargada de romanticismo. Manuel Beltrán extrae del
paisaje de Granada, de sus monumentos, casas, rincones, estancias, la
sustancia mágica percibida por la mirada, que se convierte en
historias, sensaciones, rumor envolvente, que relatan las
impregnaciones que el roce de la existencia va depositando en la
caída del tiempo.
El pintor organiza una conjunción de
colores sinérgica, armónica, de impronta inicial espesa, la cual se
desvanece en una danza sin fin de gamas impresas en el cuadro,
introduciendo etereidad en la escena plasmada. Las formas parecen
querer descomponerse para fundirse en un torbellino cromático, cuyo
resultado imprime un latido interior en la pieza, originando un
espacio singular, de fulgor constante, que se congela en los fríos
azules incorporados por el artista en la composición. Frío y fuego,
sombra y luz, dorados acogedores en un entorno de umbrías,
trasladando la mirada a las horas del atardecer.
El artista juega con los azules,
rosáceos, rojos, violetas, ocres, verdes, ... ofrecidos en su
riqueza de tonalidades, desembocando en imágenes de comprensión
ambivalente, cuando la figura se esconde en el mundo del color, en
las estelas de sus trazos, describiendo el palpitar de la escena
reflejada. En su obra se rompe la definición de las formas para
disolverse en la conjunción de energías cromáticas, perdiéndose
en la bruma de confusión surgida tras su mezcla, para resurgir de
nuevo como visión recompuesta, llenas sus alforjas de sensaciones
intensas. Este discurso visual fluye en un entorno silencioso,
tranquilo, sometido a la rutina del cambio cíclico continuo. El
resultado es un trabajo de hondo clasicismo, modulado por el autor
para ser expresado con personalidad, en un lenguaje poético, de
complejidad en su elaboración, y captado como emanación sensible.
Manuel Beltrán consigue mostrar una
obra de excelente significado plástico
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