domingo, 9 de octubre de 2011

SOBRE LAS RUINAS DE ALEJANDRÍA

COLECCIÓN DE CRÍTICAS DE ARTE

Depósito legal: Al-11-2009
I.S.B.N: 84-95337-35-5
Tágilis Ediciones
Colabora: CONSUELO FERNÁNDEZ IGLESIAS.


(EXPOSICIONES CELEBRADAS ENTRE EL OTOÑO DE 2006 Y EL INVIERNO DE 2009 EN GRANADA Y ALMERÍA)



Las ruinas mostraban su silueta
entre la bruma del horizonte






Cada exposición de las aquí propuestas y comentadas representan una estación en el camino de la búsqueda de la ciudad añorada. En cada parada se recuperan fuerzas e ilusiones, descubriendo las experiencias adquiridas por los artistas. Se prosigue el camino hacia la nueva parada, situada en oscuros lugares, en espesas selvas boscosas o paisajes brumosos, pues son difíciles de encontrar, sólo la suerte o la intuición facilitarán su hallazgo.

Jornadas ateridas, otras desapacibles, bastantes tórridas, encerrando mil peligros: cansancio, desasosiego, incomprensión... Pero el premio de la ilusión surge continuamente, terminando el trayecto enriquecido con ideas nuevas, conociendo aquellos viajeros que han atisbado Alejandría en ruinas.

La esperanza en su hallazgo, la descripción de sus asombros, la enseñanza aprendida y la dirección del camino, son las riquezas que adornan el equipaje del viajero.

Las ruinas de Alejandría son un sueño fantástico, germen de la creación, que espolean el ánimo hacia la restauración de la Belleza. Son la meta que todo artista busca en el comienzo de su trabajo, buscando transformarse en el éxtasis que su asombro origina, aunque ruinas sean ya, pero la grandeza de su esplendor aún persiste en las grandiosas construcciones y delicados detalles de ornamentos y representaciones.

Las ruinas de Alejandría son el lugar mágico situado en una zona ignota, donde el artista peregrina en un duro viaje de años y privaciones, aprendizajes y trabajos para poder contemplarlas. Ante ellas sentirá cómo se transforma su ingenio y adquieren forma las ideas conseguidas en los ásperos días de lucha y trabajo. Conocerá la magnitud del arte eterno, la fantasía de la imagen, el lenguaje múltiple y exuberante por la actividad plástica creada. Descubrirá la esencia de la realidad, su expresión, y los conceptos básicos que la sustenta. A partir de ahí recreará continuamente la imagen aprehendida hasta conseguir plasmarla lo más fielmente en su obra.

No es un lugar físico sino ideal, siendo percibido por cada autor de forma diferente, pero unidos en el espíritu de la contemplación única, de la idea primigenia que trasmite las esencias verdaderas de la realidad, permitiendo además gracias a la comprensión de su lenguaje, expresar lo tangible e intangible, irrumpiendo en la comprensión de los espectadores el resplandor de la Belleza, reflejo de la presencia divina.

Cuando el hombre atesoraba el mensaje celeste se construyó Alejandría, pero su olvido desvió hacia el horizonte del océano del sol poniente, lo llevaron a la desorientación, en un mar solitario, neblinoso y siempre presto al desastre. Hay que salir de allí, por eso es importante la búsqueda de las ruinas de Alejandría, para restituir el auténtico lenguaje de los espíritus, ideas que nos hicieron humanos.

Esta introducción trata de explicar el estado de muchos artistas en la actualidad, en busca de la plenitud en la descripción que toda idea o sentimiento explique, gracias a la adquisición del lenguaje de la edad dorada. El arte hoy es así, búsqueda, y bastantes artistas están bien encaminados hacia la meta mágica. Pero el trecho es inmenso y existen muchos peligros que los pueden desviar o hacer sucumbir en el empeño.

Espero no equivocarme ¿o acaso es un espejismo? Tú lector, podrás decidirlo.








Tras ver glorias efímeras en ruinas aparece el centro de la Belleza,
mas la destrucción y el olvido imperan en su reino
¿ dónde está la gloria del ayer? ¿A qué país huyeron sus habitantes?
¿ Quién posee su Belleza?
¡ Oh Alejandría ! escombros sólo,
orgullo de la memoria, esqueleto descarnado
incapaz de reflejar la lozanía perdida.
Alejandría en ruinas, ignorada y oscura.






LA LUZ EN SU LABERINTO
Ricardo García en el Centro Cultural Gran Capitán


Luz que fluye en el laberinto boscoso, perfilando formas indefinidas, creando seres fantásticos de siluetas fugaces en un universo mágico, donde la mirada conecta con el subconsciente e interpreta el mundo de las sombras, amenazantes, sugerentes, ensoñadoras… trasmundo de lo extraordinario.

Ricardo García desarrolla este argumento en las piezas que presenta en esta exposición, construyendo espacios profundos, velados por un horizonte que se supone está allí, recreando un paisaje boscoso sumido en penumbras en el cual el misterio ejerce su acción.

Con un cromatismo rotundo esparce los colores de forma inteligente para recrear las imágenes difuminadas, resultado de la batalla entre la luz rompedora y la oscuridad que abriga la verdad. El pensamiento poético del pintor traduce esta tensión en composiciones de tonalidades alineadas, con claridades y manchas oscuras, haciendo posible que surjan los destellos instantáneos cegadores de la retina, que imprimen las formas creídas.

Estructura muy bien la luz, graduando su fuerza, siendo el contraste quien define las siluetas que cada espectador cree interpretar.
R. García con un bagaje técnico acumulado en su larga experiencia plástica, sabe plasmar la idea concebida, relatar los espacios ocultos que se trasponen en la realidad aceptada. Puertas de lo desconocido, mundo mágico que muestra su existencia.

La exposición aquí comentada es interesante por la habilidad demostrada por el artista para relatar la fantasía lírica que anida en su interior.





RUIDO
Jesús Zurita en la Galería Sandunga

Las obras expuestas en esta Galería constituyen un conjunto interesante de gran valía plástica, por la técnica mostrada por el pintor en el desarrollo de la elaboración del cuadro, con precisión y sobriedad, poseyendo una ligereza en el trazo e ingenioso soporte. Equilibra muy bien las formas, utiliza el contraste para generar tensión en las piezas creadas, intuyendo la oportunidad de la figura en el lugar del espacio preciso, componiendo un entramado armonioso, ondulante entre movimiento cambiante y quietud eterna.
J.Zurita ha elaborado una obra rica en sugerencias, utilizando la sencillez cromática de los materiales, ordenados por las formas que toman asiento.

La densidad de conceptos, suavidad y elegancia mostrada son resultado de la claridad de conceptos que el pintor tiene, ofreciendo cuadros de lirismo intenso, haikus visuales que incitan a la meditación, relatando el contraste presente en la Naturaleza, en cada imagen captada, donde el hombre interviene e intenta transformarla, comprenderla, estudiar la esencia primigenia de la Creación.

Jesús Zurita nos describe la tensión que quiere cambiar el espíritu de la materia, en un universo de contornos suaves, para dar paso a un mundo sombrío, del cual el ser humano quiere escapar espoleado por el deseo de encontrar su verdadera faz, sucumbiendo ante la Luz salvadora.




EL ESPÍRITU DE LA LUZ
Leonor Solans en la Galería Jesús Puerto

Agradable e interesante exposición es la que aquí comento, donde la habilidad de la pintora expresa el espíritu de la luz, vestida distinta para cada momento y paisaje.

Las obras aquí expuestas están realizadas de forma desenvuelta, con ágil pincelada y producto final sólido. Poderosas composiciones quedan plasmadas en los rectángulos enmarcados, conjugando torrentes cromáticos que buscan su lugar en el espacio para ordenar la imagen primera que la artista atrapa. El color vive para sí creando las formas, el fulgor que desprende y enriquece el entorno, llenando de vibración energética el conjunto del cuadro.

Solidez y fuerza, poesía y sensibilidad nacen de un mismo trazo, seguro y preciso, dirigido por el genio que atrapa la luz cuando relata la realidad y su topografía cromática.

Pinta en primera persona, dando testimonio de las luces que cabalgan en las horas que transcurren. Tiempo y luz, energía que fluye, cosmos complejo que enriquece el espíritu cuando contempla su entorno. Del trabajo y técnica de la pintora surgen obras que aparentemente son fiel reflejo de la realidad, pero que traspasan la fría geometría, siendo sensaciones sólo.

Buen trabajo el presentado por Leonor Solans.




JOSÉ CARMONA DE NUEVO
José Carmona en la Galería de Arte Ceferino Navarro

Luz barroca derramada sobre contornos de formas sólidas, pálpito de la conjugación resultante, fuerza adherida que rescata vivencias antiguas.

Así es como podría ser definida la última exposición del pintor granadino José Carmona, maestro de la acuarela, que vuelve con una nueva obra a ofrecernos la belleza que Granada encierra.

Este pintor es aparentemente de producciones pictóricas predecibles, mas al contemplar cada nueva acuarela creada la diferencia con la anterior aflora de forma palpable. Cada vez más el color va tomando peso a costa del blanco luminoso, que a su vez torna hacia el oro viejo, paso de los años en la búsqueda de la fórmula perfecta que rescate la esencia de la materia, para que sea depositadasen la mirada.

J. Carmona pinta, elabora, y da forma a un conjunto plástico de cromatismo abarrotado, a punto de estallar para diluir la forma en el caos. Esa impresión que en la retina produce las radiaciones definidoras del universo son sujetas por la razón. Se produce en sus acuarelas una tensión profunda, donde el caos vibrante embate con brío la solidez del dibujo, atento y temeroso a lo que los derroteros que la mano del pintor dicte, en la senda que señala la obra que gusta plenamente, quietud del intelecto, contemplación sublime, espejo de los espíritus.



Es de esta manera como se puede explicar el ansia del artista por alcanzar la plenitud en su obra, espuela de la creación plástica, anhelo y búsqueda, solo presente en un verdadero pintor, que no recrea ni repite, sino busca y se supera, ofreciendo piezas de bella factura y de alta calidad técnica.

Esta exposición gustará a quien la contemple.




JUEGOS DE ARTIFICIO
Alejandro Gorafe en la galería Sandunga


Alejandro Gorafe desarrolla una técnica impecable, destilado de sus horas de búsqueda y trabajo, para conseguir la plasmación de la idea en soporte matérico.

El espacio es acotado por las formas, abiertas y ligeras, para generar las cuatro dimensiones de nuestra existencia. La forma y movimiento se unen, creando flujos instantáneos atrapados en un tiempo de intervalos infinitos, todo ello arropado por un delicado tacto que genera ingravidez en el momento cinético.

El metal duro y frío, cortante y poco dado a la suavidad, se transmuta en volúmenes de armonía sedosa, torrente de radiaciones y pulso de la vida, espacio y tiempo, soplo vital del cosmos, atrapado en una construcción simétrica producto de la lógica. Geometría que se repite como fractal interminable, siendo también microcosmos que conduce al gran Universo, ya que cada uno de ellos contiene las proporciones mágicas.

El autor ha sabido representar estas ideas y conceptos de manera tangible, pero su obra es además una propuesta mística, letanía interminable donde la palabra secreta se repite sin cesar, traducida en expresión matemática, sucesiones de formas geométricas.

En las piezas expuestas aparece el río de la vida, ondulaciones que recorren la materia inerte, sentido transmitido de la inanidad de las estructuras metálicas, creando una vibración resonante del gran diapasón cósmico, eco del primer instante.

Es también una búsqueda inconclusa cuyo resultado se esfuma en la nada, pues se intuye que está ahí, pero es imposible describirlo o comprenderlo, a lo sumo se intenta perfilarlo… mas el intento es fallido.

Muy inteligente trabajo el mostrado por este artista, resultado de su larga experiencia, reflexiones y habilidad adquirida, que demuestra su valía e importancia en el actual panorama plástico granadino.




DIEZ AÑOS DE RAIMUNDO IAñEZ
R.Iañez en la Galería Cidi Hiaya

Recordando a Carlos...

Esta exposición recorre la trayectoria plástica de los últimos diez años del pintor, observando el enriquecimiento que va adquiriendo sus composiciones en expresividad y color, sin abandonar nunca la idea central que guía su trabajo.

La fuerza árida y cortante de la geométrica realidad que el orden impone, aprisiona la existencia apareciendo en ella seres anónimos, amorfos y masificados, en una estructura compleja que le oprime.

La pintura de Raimundo Iañez nos describe muy bien este universo, en espacios escénicos donde representa el mundo basado en la lógica y razón extrema, sujeto a normas estrictas, viviendo los seres que lo habitan una tragedia colectiva.

Seres amorfos, perdidos en un bosque de líneas ordenadas por ángulos y proporciones componen el conjunto, no interesando nada sus vivencias personales al espectador.

R.Iañez relata en el conjunto de piezas que muestra en esta última exposición, el universo fatídico de la urbe moderna, sometida por entero a la ciencia, donde el azar y la línea curva sin armonía reglada no tienen cabida.

Para ello compone obras de composición geométrica, de orden que se repite, absoluto y rotundo.

Nada escapa a la fórmula establecida que se desarrolla en el cuadro, implacable sienta su ley. La rutina es su norma, no hay escapatoria, y en ese gran escenario del teatro de la realidad deambulan perdidas y resignadas vidas sin rostro, elementos de la escena, actores de una ópera que narra el drama de la existencia en la sociedad industrial.

Entre la rejilla de líneas que organizan el espacio enmarcado, fluyen frases con ideas, muchas veces ilegibles, que pugnan por truncar el imperio armónico, traspasándolo para comunicar al espectador los sentimientos que recorren el espacio íntimo del cuadro. Estamos y sentimos, parece comunicar.

Desde la última exposición ha evolucionado hacia cromatismos más fuertes, aumentando en variedad, enriqueciendo la dicción plástica de sus creaciones.






MEGÁPOLIS
( FELL ON BLACK DAYS )
Santiago Lobo en la galería Toro

Sólidas moles de equilibrio geométrico con poderosas apariencias que conforman un paisaje definido: la urbe cosmopolita contemporánea.

Los cielos grisáceos y sucios, oscuros y pesados, oprimen en este ambiente la vida. La libertad en ellos está definida y “acotada “ . Estrecha senda sometida a unas reglas, pero no por ello a todas sus posibilidades.

Santiago Lobo toma esta idea, que de los cuadros rezuma, para desarrollar una obra sugerente, donde las grandes ciudades, sus amplias avenidas y rascacielos , constituyen el tema central.

La arquitectura anula los seres que entre ella habitan, invirtiéndose la función de quién sirve a quién. S. Lobo expresa muy bien estos conceptos, con un dibujo preciso sumido en un cromatismo sugerente, de tonalidades cobrizas, oscuras, a veces de un dorado añejo, siempre sumido en la bruma soporífera y asfixiante que abotarga.

Realiza la trascripción del discurso que rige su obra con precisión, armonizando formas y colores, cuyo resultado es una grafía visual que describe muy bien las sensaciones que desazona el espíritu del pintor.

Urbes modernas, cinetismo puro en un océano de hormigón. Futuro que se agota en sí mismo. Para superarlo es necesario visualizarlo totalmente, con las adherencias que el artista impone, generando como resultado la soledad anímica de quien la contempla.

Este pintor sabe como articular la masa cromática en un entramado de formas cúbicas, geometría latente, dotando, gracias a su alquimia , de alma que como Urano devora a sus hijos.

Buena propuesta pictórica la presentada por S. Lobo; es inteligente, suscita la reflexión y, sobre todo, posee una buena definición y conclusión compositiva.




SOMBRA DE LA PALMERA
Víctor Tristante en la Galería Cidi Hiaya

Víctor Tristante nos presenta una exposición de gran altura técnica, presidida por el dominio del color, que origina con sus radiaciones un espacio espiritual que es percibido nítidamente, produciendo desazón en la contemplación de algunas de sus obras, melancolía en otras, interrogantes sobre la existencia en todas.

Los seres que en ellas contenidos están son diluidos en el paisaje, pero su personalidad y avatares impregnan toda la superficie de los cuadros. El conjunto cromático organizado origina imágenes portadoras de sensaciones humanas, siendo protagonistas los seres que allí deambulan. La soledad es la fuerza que une todo el conjunto, apareciendo individuos inanes en una arquitectura sólida, que perdura en el recuerdo, transformada sí pero con sus esencias intactas. Transformación y permanencia, y en medio de ellas la fugaz temporalidad de la vida.

El dibujo es superado y abatido por el poder cromático, siendo la habilidad técnica del pintor quien consigue dar forma a la obra, relatar el universo presente en los rincones característicos de la ciudad de Granada.

La tristeza y melancolía del aislamiento van impregnando sus rincones, la atmósfera, pero se impermeabilizan tras el paso del tiempo.

V.Tristante consigue expresar estas ideas gracias a un sentido equilibrado de la estética, transcribiendo las sensaciones en una combinación exacta de tonalidades y colores, dando gravidez a cada pieza, ambiente y tiempo, a los espacios enmarcados en cada una de ellas.

Esta obra es reflexiva en su contenido, elaborada por el concepto que lo sustenta y de gran valía por el resultado obtenido, superando los tópicos contenidos en ella. Nos demuestra la habilidad plástica del artista, su creatividad y la maestría en su capacidad expresiva. Calidad demuestra poseer.





Los espíritus mezquinos y envidiosos
cegaron sus ojos a tu presencia

¡ Malditos !





EL ALMA DEL PAISAJE
Maribel Fraguas en la galería Cartel

M. Fraguas nos muestra una obra elegante, sensible y repleta de emanaciones bellas, que recrea la mirada. No es correcto a los chicos “modernos” lo que acabo de afirmar, pero es así.

En una serie de cuadros que presenta en esta exposición, y no en todos, muestra un conjunto soberbio, donde la composición de origen tradicional se transforma en un trabajo que trasciende los modos y estilos para convertirse en expresión de una obra de arte. Los colores desarrollan volúmenes que suplantan la estructura que las líneas acotan, representando paisajes urbanos que destilan su esencia en el cuadro, arropado por tonalidades verdes, ocres, marrones, azuladas pálidas y rosáceos encarnados, confluyendo todas en un torbellino de radiaciones que ordenan el conjunto para recomponer la idea primigenia de la imagen captada.

Es por este hallazgo creativo que merecen ser consideradas estas piezas sencillas como auténticas creaciones dignas de ser exaltadas .

Muchas veces surge la sorpresa ante la mirada, y hoy en el escenario de cuadros en la pared amontonados, aparece poderosa la llama de la Belleza, explosiva y seductora.

Esta artista nos enseña como alcanzar la plenitud en el oficio plástico, gracias a su sensibilidad, gusto y oficio atesorado.

Interesante colección la presentada en esta galería. De calidad , elegancia y validez patente.




LA CARRETERA
Marcello Magnato en la galería Toro.

Magia y poesía se funden en la imagen para crear la belleza misteriosa que se oculta en el ocaso.

Claridades tenues, melancólicas, que aguardan un final plácido en la grandiosa escena de la noche que todo va devorando.

Los caminos sin fin, ni meta, que se hunden en la nada, son arropados por cielos que componen una sinfonía lírica, en un cambiante faz, con notas plateadas que se transfiguran en plomizas que se extinguen, resplandor vibrante hacia la nada.

Claridades serenas, que encierran una belleza lírica sublime que anula el entendimiento.

Marecello Magnato presenta una obra acabada, elegante y de gran carga poética, consiguiendo con economía cromática desarrollar piezas de fuerza plástica profunda, pese a la sencillez compositiva aparente, donde tras oscuros y claridades grises estructura imágenes de poderosa carga sensitiva, capturando la atención e introduciendo al espectador en un mundo estático, producto de sueños y pensamientos íntimos que potencian los sentidos.

En las piezas creadas, los tonos claros están situados de tal forma que convierten una bella abstracción el intenso momento de las horas que el día en su retirada ofrece.

Posee ambivalencia su obra, jugando con ella para crear cuadros con sonido interior, sólo percibido por aquel que es atrapado por las radiaciones en ella contenidos.


LA IMAGEN DEL TIEMPO ATRAPADO
Péte Böjthe en la galería Rincón del Arte

El pintor es un alquimista que ajusta los colores a una geometría impresa, moldeándolos, para recrear la imagen.

Logra trascender el tiempo, superarlo, liberando el paisaje de sus ataduras, conteniéndolo en un espacio enmarcado, siempre vivo, siempre igual, lozano y perpetuo, emanando sin fin radiaciones al entorno que lo acoge.

Convierte en sensaciones de frescor la energía viva que fluye en el ambiente, siempre reinterpretándose y repitiendo la misma escena.

Péte Böjthe consigue elaborar en su obra lo anteriormente expuesto, pues posee la técnica precisa que permite la conclusión fiel de la idea primigenia que origina su oficio pictórico. Es maestro en el trazo del dibujo, conjuntándolo perfectamente con los tonos oportunos para desarrollar la escena deseada, aportando a sus cuadros algo más, que yo denominaría “gracia vital “.

Sus piezas pueden ser observadas como un escape a los espacios abiertos, transmitiendo libertad, belleza y sosiego a la mirada

Logra que posean estas propiedades por el ritmo armónico que introduce en su interior, como imitación del sonido cósmico que hace vibrar la percepción de la realidad.

En esta exposición sobran muchas piezas, por comunes y tópicas, no dicen nada, pero las pocas que destacan suplen por sus cualidades plásticas, y el efecto conseguido, las carencias anteriores, salvando el producto ofrecido. Consigue este artista alcanzar una cota de calidad de gran altura.

Magia y arte se funden en sus composiciones, para ofrecer como resultado una obra destinada solo a la contemplación.




ÁUREO RESPLANDOR
Paco Herrera en la galería de Canal 21

Las galerías presentan en los últimos años en Granada obras de marcado estilo rancio, dirigido a un comprador apartado y desconocedor, en su mayoría, de los gustos artísticos imperantes.

Pero en bastantes ocasiones uno se encuentra con creaciones dignas de mención, por su inteligencia, elaboración técnica y originalidad. Captan la atención y gustan.

Paco Herrera presenta una propuesta plástica interesante, compuesta de una serie de cuadros donde el áureo resplandor triunfa y expresa su poder, llenando todo el espacio presente.

El dorado espléndido impera sobre cielos y edificios, campos y superficies acuáticas, cubriéndolo todo, convirtiendo el mundo material en soporte físico donde poder danzar, vibrar y fluir con libertad, hasta convertirse en elemento protagonista de las piezas allí expuestas.

P.Herrera nos ofrece su hallazgo, al que otros ya en la tradición pictórica han dado soluciones varias, pero él lo hace con una conclusión personal, aportando una mirada singular.

Reestructura un lenguaje plástico específico para crear una expresión con destellos originales.

La contemplación de las piezas expuestas seducen y atraen por la habilidad demostrada. En algunas de ellas muestra un soberbio, y conseguido, contraste entre la luz resplandeciente y la sombra que escapa a su dominio. En unas piezas esta dicotomía es brutal, afectando la temporalidad real del intelecto, en otros es fina, delicada, como poema sutil que en susurros se recita.

El resplandor dorado, el fulgurante oro que inflama los cielos, que se mira en lagunas y ríos, es el principal actor de su obra toda, eje de la producción plástica presentada, pretexto para demostrar el ingenio, capacidad y grado de profesionalidad alcanzada por este joven artista.

Esta exposición es enriquecedora, aporta perspectivas distintas a lo comúnmente contemplado en Granada.



FISURAS
Andrés Monteagudo en la galería Sandunga

Andrés Monteagudo nos propone una ingeniosa puesta en escena plástica dotada de sugerencias múltiples, que enriquece y aporta novedosos conceptos en la composición artística.

El conjunto expuesto en la galería Sandunga es variado en su forma y estructuración, sugerente al ser contemplado, complejo por su diversidad y común por la idea central que inspira su producción.

En unas piezas, experimenta con materiales y conceptos para reproducir la tridimensionalidad, gracias a la configuración intelectual que simula ilusiones ópticas, basado en la conjunción de materiales, formas y tonalidades. Otras piezas, mejor llamarlas propuestas, trascienden la clásica doble dimensión acotada hacia espacios libres, en los que el espectador se introduce e interactúa con la obra de arte, haciéndola dinámica y mutante. En la instalación central de la exposición, surge un paisaje boscoso, denso, hiriente y duro, que encierra y acoge las inquietudes que anida en cada uno, construyendo un entramado espiritual que enriquece el ingenio artístico, que anima la luz a cuyo conjunto da colorido, rompiéndose en un sin fin de tonalidades surgidas de la nada que fluyen a través de la obra, cabalgando en las crestas de las ondulaciones que sus radiaciones generan.

Energía pura emanada en cada una de sus piezas, resultado de múltiples experiencias y reflexiones que presenta en este trabajo plástico.

Andrés Monteagudo nos demuestra su inteligencia artística, que busca continuamente distintas maneras de expresar la funcionalidad de los materiales en la construcción de imágenes y sensaciones, ayudadas por la percepción del intelecto que crea realidades fantasiosas engañado por la textura de los materiales, formas y color. Investiga modos diferentes de conseguir describir la imagen intuida.






LA LUZ DE LOS MOMENTOS PERDIDOS
José Luis Alguacil en la galería Jesús Puerto

Los espacios reflejan, en su ordenación y proporciones, la idea del universo poseídas por sus constructores. Después actúan como receptáculo de las energías vitales desprendidas por los moradores que en el tiempo habitan en ellos, expresadas en anhelos, pasiones, sueños, ambiciones… efímeras fantasías que se deshacen en el transcurrir de los años pero que dejan huella de su existencia.

José Luis Alguacil refleja en sus cuadros un universo mágico en espacios reales, marcados por el devenir de los días. Representa la exacta realidad de la imagen, logrando además sumergirla en ambientes densos que soportan entidades invisibles dentro de los cuadros, ejecutando espectralmente las vivencias de los reflejos de las almas atrapadas. Los espíritus insertados en cada una de las obras compuestas, generan un dinamismo que rompe la quietud aparente de los espacios pintados, creando una tensión constante que produce nervio y vida en su obra, diferente de aquellas frías composiciones perfectas e inertes que simulan fotografías.

J.L. Alguacil sabe plasmar la auténtica realidad del mundo circundante, aportando “alma” a las piezas pintadas. La combinación de colores, de luces y sombras, unida a una perspectiva mágica, consigue representar la impresión percibida al estar allí, relatando la fuerza sensitiva que deambula.

La precisión técnica, en el dibujo y en la elección de la tonalidad y color adecuado, unido al tiempo luminoso con que construye sus cuadros, logran crear la atmósfera fantástica, pero real, que subyace en su obra.






Las construcciones de nuestra época
esconden la ruinas añoradas.








EL TRIUNFO VIOLETA
Clara Monereo Serrano en la Sala Canal 21

El color bulle, triunfa y expande su poder en la obra creada, en la que la acuarela contiene su fuerza, que sugiere un equilibrio inestable que da pulso a la composición plástica. Clara Monereo utiliza la figuración como pretexto para desarrollar un cromatismo exuberante en sus cuadros, esparciendo el color inteligentemente, con habilidad, donde conviven las luces serenas, de ocres, verdes y pasteles, de tono elegante, con las sombras, de impronta potente, furiosas a veces, de rojos, azules y violetas; siempre el violeta presente, siendo recitado el universo pasional que se esconde en la apariencia amable, rasgando la apacible sinfonía cromática en estruendos de faz disonante, que encierran la energía primigenia que impulsa la existencia. Olas bravías que se estrellan en una playa mansa que absorbe y transforma la destructiva fuerza en creación, nervio perenne pasional, que hace brotar vida. Mirada de pasión que se transforma en acuarela y sosiega al final. La pintora ha desarrollado una idea original partiendo de supuestos clásicos, resaltando su obra de la mediocridad imperante como promesa de futuras producciones de elevada factura.

Digna exposición, con calidad técnica, inteligencia y frescura compositiva.





EL ESPÍRITU OCULTO EN LA MATERIA
Jesús Iáñez en la galería Cristóbal Bejarano, de Linares.


La obra expuesta de Jesús Iáñez posee una fuerza innata que rompe el contexto del soporte donde se asienta, generando una visión nueva de la realidad mediante una expresión dura y descarnada, que define con matices imposibles de explicar con otro tipo de lenguaje o grafía.

Los materiales tienen adheridos gran cantidad de propiedades que nuestra cultura le otorga, o acaso la huella del tiempo, también el estado de ánimo del espectador que en una obra de arte es inducida por el artista, para crear la magia que su contemplación genera. El pintor nos explica sus sentimientos, producto del entorno que unas veces oprime, otras estimula y sirve de pretexto para conducir y condensar las ideas que quiere desarrollar.

El artista investiga cómo expresarlas, mediante materiales, técnicas o conjunción de colores, con o sin figuración. La búsqueda del camino correcto, hacia una dicción clara del concepto expresado se convierte en protagonista del trabajo plástico, siendo la idea excusa sólo.

J. Iáñez consigue mostrar una obra original, de gran valía, puesto que sabe equilibrar técnica y concepto, potenciándose mutuamente en un conjunto sinérgico que origina un universo propio, cobrando vida, y por consiguiente voz propia que recita su “realidad”. Dice y es comprendida, atrayendo o repeliendo, y siempre haciendo brotar sentimientos.

Este pintor demuestra conocer muy bien las cualidades de los materiales que usa, posee sentido del equilibrio y gracias a una técnica desenvuelta, produce las piezas expuestas, aparte , y esto es lo fundamental, de tener un pensamiento lúcido de la idea-sentimiento que quiere expresar.

Esta exposición puede gustar o no, pero produce sensaciones, habla al espectador, sumiendo en una mirada mágica, que recorre las profundidades del subconsciente.





LA ARMONÍA GEOMÉTRICA DE LA CIUDAD
Orlando Vázquez en Cidi Hiaya

Los edificios contienen en su geometría, color, decoración y aspecto, un lenguaje visual que relata cómo son sus habitantes, qué quieren ser y los avatares que los han definido así. Su contemplación es una lectura que se transforma en impresiones, que se condensan en ideas que definen el espacio acotado, haciendo brotar sentimientos sobre lo agradable de la estancia o no.

Configuran el entorno natural y el carácter de sus habitantes. Las formas tridimensionales, la geometría que en ellas se ha querido imprimir, y los adornos que arropan las fachadas de los edificios, conforman un alfabeto arquitectónico que informa de la concepción vital de sus moradores.

Hay que saber captar los elementos claves del lenguaje de las ciudades, sumergirse en su espíritu, en la ciudad invisible que se superpone a la real, y sentir las adherencias que el paso del tiempo ha dejado en ella. Esta percepción unida a la capacidad técnica de saber expresarla en un cuadro, convierte a la imagen aprehendida en obra de arte. Hay que tener tacto, sutilidad, conocimiento de cómo depositar las luces y sombras en su lugar adecuado, en equilibrarlas, resaltando la fuerza o suavidad de los contornos geométricos. He aquí la diferencia con una postal, o lámina que recrea un escenario, pues contiene vida, está dotada de magia, ambiente que trasmite el tiempo atrapado, el pulso de las horas cíclicas que en la pieza se repiten si cesar.
Orlando Vázquez desa-rrolla una obra limpia de elementos innecesarios, y de barroquismos y habilidades que quiere demostrar, ofreciendo un producto de apariencia sencilla, pero con alma impresa, obtenido en la transmutación matérica del carbón sobre el albor contenido en el lienzo. Con destreza deletrea el contenido oculto de los hechos impresos en cada uno de los rincones y fachadas, relatando una historia soportada en el perfecto dibujo mostrado.

Conecta con el espectador, induce a la reflexión, motiva y sugiere. Más no se puede decir sobre el buen hacer plástico de este pintor.


URBANA_08
Autores varios en la Galería Sandunga

Carlos Aires, Gabrielle Basilico, Isidro Blasco, Raúl Belinchón, Vincenzo Castella, José Guerrero, Ciuco Gutiérrez, Paloma G. Dotor, Roberto Infantes, Ángel Marcos, José María Mellado, Carlos Miranda, Antoni Muntadas, José Muñoz, Esteban Pastorino, Juan Carlos Robles, Carlos Pérez Siquier, Jesús Torres, Pablo Trenor, Casio Vasconcellos


Sirve esta exposición como pretexto para aunar diferentes visiones de la realidad actual, circunscritas en las grandes urbes que nos acogen, agobian y oprimen, o nos ofrece estancias felices.

Distintos puntos de vista que convergen en la persona, ser inane e indefenso, solitario y perdido entre moles arquitectónicas que diseñan nuestra forma de vida.

La fotografía es el soporte utilizado para relatar las vivencias aquí ofrecidas, la técnica al servicio de la mirada estética del artista, que la convierte en un producto plástico. Es la mirada singular, que capta el instante fugaz, la ráfaga inmaterial que sacude la consciencia, haciendo surgir la emoción que conecta con el entorno por la percepción de las radiaciones que fluyen en él, la única responsable de la obra acabada, cuyo resultado son las radiaciones que sustentan la ciudad, que le da ánima, modelando la forma de vida de sus habitantes, configurando la idea arquitectónica que en ella se desarrolla.

Múltiples miradas, variados conceptos, que organizan un discurso sobre el transcurrir de los tiempos actuales, de nuestra relación inexistente con la Naturaleza. Imágenes sencillas, unas cargadas de poesía, denunciando en otras, portando un mensaje rico en la simbología visual expuesta.

Estos artistas consiguen llamar la atención sobre la realidad que actualmente acontece en nuestra sociedad, logrando conectar con el espectador, y gracias a su hábil dicción estética, pues saben cómo expresar con la imagen sentimientos, induciendo hacia un replanteamiento de nuestra forma de vida, o como mínimo consiguen la reflexión.


La imagen se libera del soporte matérico, volátil, sostenida en los puntos luminosos impresos, de intensidad varia, huella patente de la energía que dio origen a lo creado, luz inicial que se renueva sin cesar, en sus mil variedades, dictando el tiempo que corre. Es el artista quien atrapa la luz en sus cromatismos diversos alterada por la materia, que relatan sus cualidades, confundiéndonos en ellas para dar vía libre a las impresiones que no podemos definir con palabras , sólo con sentimientos.

La genialidad expositiva de estos artistas, más la habilidad narradora del galerista, estructura un conjunto armónico y homogéneo cuyas piezas se apoyan mutuamente, para denunciar, o tal vez certificar, la realidad física en que vivimos, que traiciona un pasado histórico, como si de ruinas antiguas de la ciudad fuera sobre las que se asienta la gran urbe.





L´ATELIER DE BENDICHO
Bendicho en Sala Unicaja, Almería

Piezas dotadas de frescura, alegres y desenvueltas, son las mostradas por Bendicho en su última exposición, donde recreándose en la Pintura clásica del siglo XX, desarrolla una obra no sujeta a tensión alguna, libre y personal, elaborando un conjunto desenfadado, disfrute de su oficio, pero abriéndose a posibilidades varias, consiguiendo el triunfo del color, que vibra encorsetado entre líneas rotundas.

Su influencia trasciende más allá del lugar espacial ocupado, deambulando por el cuadro todo, en un torbellino cromático generado que trasmite fuerza y personalidad propia, cuyo efecto es la atracción de la atención de quien lo contempla, en un caos aparente de colores diversos, armoniosamente conjuntados en un equilibrio radiante. El resultado conseguido es una obra rotunda, elegante y divertida, que supera la sencillez que la mirada inicial suscita.

Bendicho, con esta propuesta última, exhibe su dominio técnico, sin ataduras ni obsesiones estilistas, expresando libremente lo que le gusta, soporte para mostrar unas piezas de gran valía y compleja estructuración plástica.
LA NOSTALGIA DEL PAISAJE
Quinita Martínez en la Sala Cultural de Unicaja. Almería

Composiciones ligeras y alegres a la mirada, cargadas de poéticas evocaciones, son las que presenta esta artista en su exposición primera, aunque por la calidad, y elaboración técnica del trabajo mostrado, denota una gran madurez plástica.

Rotundas piezas se ofrecen al espectador, radiantes y de elegante estructuración, compuestas con materiales térreos, de origen diverso, que por su procedencia suscitan, e inducen, a la nostalgia del paisaje en el que formaron parte.

Piezas rotundas, de factura firme y delicada a la mirada. Fuerza y ternura se aúnan para componer un entramado inteligente, de colores equilibrados, emanadores de radiaciones que hacen vibrar los espíritus, espoleando ensoñaciones varias.

La obra de Quinita Martínez conforma un conjunto poético, expresado con elementos sólidos, obtenidos de los minerales del paisaje. Es por ello que ante su contemplación se percibe la fuerza telúrica que los define, induciendo al afloramiento de las sensaciones que el recuerdo guarda.

La suave mano de la artista doma el material duro y agreste, organizando poemas visuales comprendidos y sentidos por el espectador.

Esta autora, demuestra su gran sensibilidad y valía artística en plenitud creadora. Conoce su oficio, domina la técnica, posee capacidad de expresar lo que su mirada lírica dicta. Excelente exposición.





GILABERT ETERNO
Homenaje a Pedro Gilabert en la Diputación Provincial
de Almería

Gilabert, artista y creador, genio primitivo que expresa en un lenguaje matérico la descripción de la sustancia que define y envuelve al mundo real, con expresiones poéticas, limpias, ingenuas de apariencia y profundas en su significado. Su alfabeto plástico, asumido en su percepción inmaculada de los estilos varios, describe genios y emociones, sentimientos y miedos. Utiliza para ello el olivo, árbol milenario de nuestra cultura mediterránea, moldeado por las fuerzas telúricas y los genios de la Naturaleza, que trasmiten el mensaje continuo de su existencia para recordar su presencia.

P.Gilabert, gracias a su limpieza intelectual, a la agudeza espiritual e inteligencia prístina, capta este lenguaje, traduce y expresa, cogiendo las frases ya formadas en el olivo, dándole la forma apropiada, y toque personal, para elaborar la frase mágica en forma sólida, arte primitivo en fin, arte eterno y verdadero, alejado de academicismos caducos. No tiene más interpretación.

Pedro Gilabert era un hombre bueno, de experiencia larga en la vida, cuyos avatares le ayudaron a crear una obra en la madurez de sus días, cuando ya, de forma intuitiva y reveladora, comprendió que estaba formado, cuando era necesaria la hora de transmitir su mensaje: respetar la Naturaleza, vivir con sencillez, trabajar bien, respetar al prójimo, ser paciente con el devenir diario y las sorpresas que aguarda, ser feliz. Este es el mensaje de un hombre bueno, prototipo del habitante de la Almería profunda, ya en vías de extinción. Con su ejemplo intenta perdurar estos valores.

Gilabert, grande y genial, artista verdadero que vislumbró la auténtica Naturaleza de la Almería eterna.




VEO, VEO...
Carmen Pinteño en la Sala de Unicaja. Almería

Nada permanece igual en el auténtico creador, la búsqueda como forma de existir y ser espolea hacia el descubrimiento de la imagen perfecta, que contenga la esencia única que por su contemplación justifique, no necesitando palabra alguna, sólo su contemplación, único fin, imagen perfecta que anula la existencia, atrapa la voluntad, seduce hasta el éxtasis. Esta es la meta deseada en todo artista, por eso nunca permanece igual, siempre está en constante itinerancia creativa, sometido a miles de dudas y tormentos, atisbando su Imagen Prometida.

Carmen Pinteño vuelve a sorprender, ahondando en su estilo propio para definir de forma más poderosa y clara las sensaciones que plasma en sus cuadros. Profundiza en el lenguaje del color, desarrollándolo en todas sus variantes, ascensiones y caídas, como si de una sinfonía cromática se tratara, portando un intenso sentimiento que rompe el color e inunda el contorno del espacio enmarcado. La luz intensa que agobia o da forma delicada a los contornos, que oprime y acaricia, está impresa en su obra, relatando vivencias anónimas, que por su universalidad primigenia es común a todos. Vidas apacibles, atormentadas, anónimas, felices, tristes... son vistas a través de los cuadros expuestos por Carmen Pinteño de forma aparentemente sencilla, sobre un soporte plástico de compleja elaboración, exponente clásico de la pintura andaluza actual. La pintora vuelve a mostrar su maestría.

Colores rotundos, colores diversos, colores apasionados, colores de vida, todo es Carmen, fuerza impresa definida en el poderoso cromatismo que se agita en el espacio enmarcado.










El mar oculta tus ruinas, sólo en el recuerdo
perdura tu Belleza.







LUCES Y SOMBRAS
Norberto Goldburg expone en la Galería Toro.

“ Porque la sangre es el lenguaje que comprenden las divinidades ”
De Petra ( La ciudad rosa) . José Luapiáñez

Norberto Goldburg expone de nuevo, prosiguiendo en su relato continuo, buscando la esencia de la vida, esencia encerrada en la materia, que efluye sus radiaciones en el ambiente; vida, esencia, radiaciones, sentimientos, siempre todo presente, para ocultar y también descifrar, si se es capaz, los arcanos de la realidad, anodina y confusa al lerdo en sentimientos, rica y atractiva a los espíritus ávidos de su influjo.

N.Goldburg describe las fuerzas, o genios, que ejercen su poder en el devenir presente, modelando los destinos, las realidades de cada individuo. Pasión, gozo, dolor, felicidad, miedo desasosiego ante el futuro, son sentimientos primigenios que fluyen en los pensamientos que intenta explicar, mediante un lenguaje plástico a través de la imagen, rico en matices, sugerente a los sentidos, múltiple en significado, traducción de lo intangible.

Hablar de su técnica pictórica sobra, pues posee la capacidad suficiente para embarcarse en la magna empresa aquí descrita. Desarrolla los colores hasta la elaboración barroca, difumina las formas corpóreas hasta la sublimación abstracta del dibujo, transfigurándose en expresión cromática pasional. Ha ampliado su repertorio figurativo, en un cosmos de densidad grávida, esparciendo colores intensos y rotundos, que apuntalan y aceran la composición ofrecida. La naturaleza aparece en su obra; plenitud, ruptura, placidez y temor, se conjugan para completar la idea original exhibida.

El pintor profundiza en el color, traspasando los contornos para hallar el concepto nuclear que soporta su creación toda. Se sumerge en un ignoto lago, prolongación del Estigia, para rescatar los símbolos áureos del esplendor, brillo del tiempo extinguido, cuando los dioses aún habitaban entre nosotros y los hombres eran inocentes y felices.

N.Goldburg vuelve a mostrar una obra de gran valía.






TAUROMAQUIA
Péter Böjthe en Rincón del Arte

Toros y toreros, cuya acción conjunta se traduce en arte plástico en movimiento, atávico y doloroso, generan en la actualidad controversias múltiples.

El toro bravo, libre en la Naturaleza, como soporte de fuerza a punto de explotar, dinamismo que se transmite en la imagen, es el tema escogido por el pintor húngaro Péter Böjthe.

Movimiento, fuerza, color, corte... todo conjugado para expresar la acción pura, la emoción del instante, donde vida y muerte dialogan entre sí.

Colores elegantes, que arropan la tragedia presentida, difuminan el dibujo hacia la abstracción, liberando el aroma del color.

La tauromaquia es el motivo elegido por el pintor para exhibir su técnica, el dominio del dibujo y la habilidad en el uso del color. La acción instantánea es atrapada y reflejada en el lienzo, logrando crear una imagen fugaz que evoluciona su acción cinética en la retina.

Logra introducir en el escenario al espectador, compartiendo juntos la gloriosa lozanía de la bravura, libertad, fuerza y admiración, del toro cuando está libre en la campiña, o la tensión dramática en el coso taurino.

Con una temática clásica, fuera de toda onda vanguardista, consigue ofrecer matices interesantes sobre cómo conjugar imagen y cromatismo, apareciendo exuberante este último, organizado en las parcelas que las líneas dictan, en trazos desenvueltos y precisos, no producto del azar, sino del nivel pictórico poseído por el artista.

La obra de P.Böjthe posee un buen nivel técnico, existe un gran sector del público al que gusta y comunica sentimientos.





THE BAD DREAMS
Ray Smith en Galería Sandunga


Tiempo que pasa y todo marchita, devorando los deseos más primigenios que anidan en el interior de las personas. Tiempo que pasa y dicta el futuro, agobia e imprime su poder en los daños que su transcurrir produce. Daños tras la batalla, huella del tiempo.

Nostalgia y pavor subyacen en la obra de Ray Smith, erigiéndose el ritmo temporal, que discurre sin fin, en motivo central que soporta las producciones presentadas en este montaje plástico.

La fuerza monocromática se expande en el lienzo, lámina o papel, imprimiendo intensidad.

Fuerza y color se combinan para forzar la imagen del recuerdo, cuya evocación se traduce en imágenes de poderoso efecto, para revolver las interioridades del subconsciente hasta conseguir que afloren las pasiones básicas que mueven la vida.

Sexo, poder, sexo, riqueza, sexo, belleza, y más sexo, son las constantes que dan origen a su obra, transcurriendo por sus poros, evanescentes, hasta llenar la Sala toda.

Gran capacidad de observación y conocimiento sicológico muestra el artista, además de una poderosa habilidad plástica, soportada en una técnica depurada, libre de soportes matéricos innecesarios, que se expresa rotunda, limpiamente, desarrollando el concepto preciso que quiere comunicar al espectador.

Ray Smith presenta en esta Galería una exposición muy sugerente.




OTOÑO BRUJO
Karina Vagradova en la Galería Jesús Puerto

Un alegre colorido inunda la Sala saturando los sentidos de una sinfonía de radiaciones, que invita a descubrir el universo sensitivo que envuelve las formas.

Las líneas geométricas se esfuman en un caos cromático, bullicioso y denso, exponiendo el susurro luminoso que fluye en la imagen real, diseccionado en sus tonalidades varias.

Imperio del color, impulso vital que da propiedad a la imagen y la asocia a las sensaciones percibidas.

Oleaje cromático bravío que se rompe en los cristalinos acantilados de la retina, esparciéndose en sus brillantes superficies para retirarse espumosas, blanco etéreo resultado de su mezcla toda, crepitante y puro, que limpia la mirada, la satura y prepara para un nuevo embate. Choque emocional, profundo, que erosiona y embriaga.

Karina Vagradova muestra una obra alegre, divertida, que recuerda a las vanguardias de mitad del siglo XX, adornado de cierto halo oriental. Obra barroca y espesa que ofrece la imagen desestructurada en los colores que la hacen tangible a la vista. Estos son sus definidores, informando cómo es el ánima del objeto plasmado.

El otoño, rico en colorido y matices, es el pretexto para desarrollar la técnica plástica de esta pintora. La estación otoñal, preludio de la extinción y promesa del advenimiento, es expresada en un conjunto de colorido prieto, poderoso, desentrañando lo que el ambiente oculta: los destellos fugaces, rápidos en ocultarse a la mirada, que velados están presentes tras la imagen. Duendes y espectros representados como estelas cromáticas, energía que transcurre, en los cuadros expuestos.

Éste es el sustento conceptual de la obra de K. Vagradova, pintora rusa afincada en España, de rica dicción plástica, profundo trabajo y lenguaje artístico armonioso, equilibrado y exuberante.

La profundización en el color es el camino elegido por la autora, que ganaría más con su destilación y esencia que aúna a todos. Solo así podría dar con la imagen fugaz del Invisible.




PIEL DE COLOR
Toshiro Yamaguchi en Galería Toro

Poética exposición que traduce las impresiones sentidas por el artista en materia plástica, donde la textura, conjugación de las distintas piezas, soportando colores de pasión intensa, conducen a la comunión de las sensaciones vividas. Haikus físicos, expresión sólida de las evocaciones líricas del pintor. Expresa los destellos en minúsculos cuadritos, ordenados con textura diferente, para recrear la imagen del mundo percibido, en grafías tangibles, rotundas, dotadas de una sensibilidad oriental, cual trazos de un delicado pergamino japonés. Mundo zen, reflexivo, plácido, estimulante del intelecto, sólo apto para ser contemplado, rico y sugerente.

Este pintor muestra un vocabulario pictórico exuberante, con soltura y habilidad técnica trasmite un maravilloso universo creado con inteligencia, pulso vital poético estimulante de la mirada, que penetra en el interior, explotando en mil destellos desgarradores del color, que derrama sus esencias hasta lograr el éxtasis del intelecto, vislumbrando el fugaz paso de los eones siempre presentes, invisibles a la mirada rutinaria.





ANOTACIONES SOBRE UNA EXPOSICIÓN
Maria Teresa marín Vivaldi en la Galería Cartel

Riqueza cromática de impresión fugaz, rotunda en su huella, es la producida al contemplar la última obra de M.T. Martín Vivaldi. Prosigue esta pintora en su estilo personal, diluyendo el dibujo y expansionando el color, vistiendo con holgura las imágenes que lo soporta, perdidos en un torbellino radiante de tonalidades intensas.

Las piezas expuestas en esta Galería son como un fulgor que rompe las líneas acotadoras, en ebullición plena que difumina la esencia de la materia, traspasando lo tangible.

Aguas y estanques reflejan luces que se abren al infinito, generando un esplendor rotundo que rasga el contexto barroco para escapar a su entorno, cuán áurea sensación indescifrable con palabras, sólo asumida por los sentidos.

M.T. Vivaldi ahonda en el significado del color, adentrándose en sus cosmos para desentrañar su naturaleza íntima y el significado oculto del ánima que transmiten. La vida es color parece indicarnos la pintora en esta exposición, elaboradas sus piezas con elegancia, soltura y oficio.




SÓLO JAZZ
G. Cotarelo en la Sala de Exposiciones de Canal 21


Presenta esta Sala un conjunto fotográfico muy bien estructurado, en el cual el Jazz constituye el motivo único de la propuesta plástica presentada.

Jazz y pasión, ritmo, perdida de consciencia, ritmo solo, con su ascensos y caídas, intensidad radiante sonora que impregna los sentidos, para hacer que vibre todo a su son.

Jazz y solo jazz, música impresa en las piezas expuestas, que a través de los gestos y del orden sincrónico organizado, desarrolla un melodía visual punzante, arrebatadora, que se interpreta en el interior de cada espectador a un compás más o menos sostenido, pero vibrante en todos. La oportunidad de la imagen captada, el momento preciso de la plasmación en imagen estática, aunadas todas en un cuerpo único, configuran una pieza de jazz en plena ejecución, siendo interpretada por las luces contenidas en cada una de las fotografías colgadas, en sus gestos, en lo obligado del ángulo, la fugacidad del instante, exhibiendo la fuerza contenida en cada uno, cuando la oportunidad del instrumento mostrado justifica su presencia, lográndose componer una melodía expuesta en la pared, cuyas notas son las piezas allí presentes. Color, forma y sensaciones atrapadas, se transforman en notas singulares de traducción musical al ser contempladas.

Música, sedosa melodía, arropada, lenta, siseante, cálida, íntima y personal, es interpretada armónicamente en todas ellas. Es imposible con la palabra describir lo percibido, mas el sonido de la palabra puede portar ecos de la música impresa.

G. Cotarelo posee doble mérito en esta exposición, pues demuestra su capacidad para describir el tema elegido, de forma intensa, cargado además de sentimientos. Domina la imagen, la modula y expone, en un orden lógico amoldado a la melodía que transcurre en su interior. Transforma la fría técnica en un material cotidiano más para crear una obra de arte.

Dentro de lo anodino presentado por otros, G. Cotarelo ofrece una reseña fresca e interesante.



LA LUZ EN LA PINTURA
Exposición colectiva en la galería Rincón del Arte

La luz vence a las sombras, modela la realidad sentida y concede propiedad a las superficies que baña. La luz es conocimiento, alegría, gozo espiritual y seguridad. Y al principio fue la luz, fiat lux.

Con la luz como motivo central de la exposición, la galería Rincón del Arte cierra una excelente temporada reuniendo a quince artistas, para que cada uno describa la impresión personal creada por la luz en ellos.

Quince concepciones diferentes de abordar la elaboración de la imagen, quince coincidencias cuando perciben la luz. La expresión plástica se ve enriquecida con este trabajo, mostrando piezas de buena factura artística, alguna de gran calidad.


Aurelio Rodríguez nos enseña una obra valiosa, inteligentemente diseñada y soberbia. Tremenda calidad encierra.

Cheng Wei Chou iguala al anterior, la luz cálida es la protagonista en la obra, luz de oro crepuscular de Granada.

Cosme Ortega, J.A. Garrucho, Ruiz Blanco, Cárceles Pascual, Martínez Navarro, Pedro A. Bolós, Péter Böjthe y Yuri Yarosh, recrean el tema luminoso desde distintas perspectivas artísticas de la pintura, muy bien elaborados, que justifica su oficio reconocido. La luz es declinada en sus distintas variantes, con visiones diversas, siendo el objeto o paisaje el depositario y exponente de su grandeza y cualidades.

Ibán Navarro capta la luz en su estado virginal, presentando una obra de contemplación apacible, en la que las figuras son pretexto sólo para desarrollar el tema central de la exposición, luz que se abre a sus múltiples posibilidades cromáticas, gran pintor que se refleja en su obra.

Manolo Jiménez en sus acuarelas describe la luz gris , tediosa, brumosa y fría de la mañana, duro despertar, esperanza de tiempos dorados. Los colores perfectamente estructurados muestran el espectro que encierra las entrañas de la luz, posibilidades infinitas convertida en lenguaje visual, apoyo de una grafía radiante que describe la esencia de lo existente.

Manuel Benet y Pepe Martín en bodegones de creación poderosa diseccionan la luz en un amplio abanico de color, distribuyendo sus tonalidades y destellos de forma armónica, cuán sinfonía suave , delicada e intimista fuera.

Quiero destacar aquí las producciones de Pepe Martín, pintor de amplias posibilidades, que supera lo clásico para proponer nuevos caminos en el campo que trabaja.

Quiero cerrar esta descripción con Rafael Dueñas, pintor y galerista, poseedor de un fino sentido de la estética, intuición magnífica que comprende los sonidos de la luz, para descifrarlos en sus cuadros, sobre espacios y ambientes cotidianos, liberando duendes y leyendas, sincretismo simple en la mirada que fluye abundante en significados ante el entendimiento del espectador. Gran pintor, joven promesa aún, en búsqueda de la simplicidad única que describa las claridades primigenias de la creación, las que configuran y dan propiedad a la materia que bañan.

Excelente exposición, agradable y enriquecedora, dentro de una tendencia del arte pictórico que responde con brío a los embates de muchos exploradores sin rumbo.

La pintura es rica en interpretaciones, esta es su gloria.





LA IMAGEN DESVELADA
María José de Córdoba en la galería Cidi Hiaya

“ Nunca del incónsutil plano expuso
la línea en superficie un alma, nunca
la plástica impalpable de su pulso
inhumano, razón en el espíritu,
fue carne para corazón alguno.”

De la quietud y sus figuras. De Francisco Acuyo Donaire para la exposición de Mª. José de Córdoba.

Tarde de invierno en Granada. Oscuro, monótono y frío, transcurre el anodino crepúsculo, cadenciosamente, suave serpiente que se desliza en la oquedad oscura, devorando horas y ansiedades. Pesados minutos de soledad que como cascada caen sobre el mar del silencio nocturno. Tarde estrenada de invierno en Granada, tarde solitaria, sensaciones que fluyen hacia la extinción. Tarde romántica y fría.

Comienza la tarde con estas impresiones para ser vencida al contemplar lo expuesto en esta Galería. Inteligencia y oficio se alían en la obra de María José de Córdoba.

En las piezas expuestas descubre la autora el alma de las ciudades, el esqueleto espiritual que las sostienen, también el alma oculta que da origen a la ciudad invisible, yuxtapuesta a la real y que le confiere magia y misterio.

Ciudad difuminada, evanescentes imágenes que dejan como poso las huellas de su esencia, descritas en una simbología mínima, pero rica en contenidos, envuelta en un áurea poética y ensoñadora.

M.J. de Córdoba expresa en su trabajo último el concepto básico de la imagen, liberada de su ropaje cromático, del torbellino radiante que a veces confunde, sublimando su forma hasta encerrarla en una grafía simple, la cual describe las propiedades que los constructores primeros depositaron en su arquitectura.

Ciudad eterna, alquimia hecha mole sólida, inteligencia expresada en piedras, entre las líneas que se cruzan de las calles diseñadas, contenidas en mágicos triángulos, definidas entre hitos allí puestos por la mente clarividente de su creador.

Maravillosa obra humana que intenta manipular las energías telúricas para sus habitantes, reflejo del cielo en la Tierra, orden en el caos, recreación del Paraíso, así es la ciudad oculta, soporte inmaterial y etéreo de la real, nada sería sin ella, sólo muerta y vacía o acaso ajena a la memoria.

María José de Córdoba describe estas ideas en las piezas creadas, realizadas con fuerte impronta, originalidad, equilibrio en su configuración, textura y definición.

No existen en ellas nada azaroso, la destreza de la pintora, producto de su oficio, es la única responsable de su consecución.

Piezas delicadas, sencillas pero de trasfondo complejo y elaborado, que consiguen elevarla a categoría de destellos plásticos en un mundo oscuro y lóbrego, escenario de sombras perdidas, sin destino vital preciso. Tarde invernal preludio del advenimiento, vencedora de la melancolía otoñal. Tarde oscura y fría, cargada de esperanza, aguardando la restauración de épocas doradas.

M.J. de Córdoba ha creado una obra digna, de calidad y muy bien estudiada, desarrollada con hábil técnica y alto nivel de profesionalidad pictórica. Poesía, misterio y romanticismo colaboran entre sí para mostrar una gran propuesta plástica

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