lunes, 18 de octubre de 2010

HORAS DE PEREZA

Horas del mediodía que envuelven el entendimiento con vapores adormecedores que aturden y distorsionan el pensamiento.

Nada, nada, no quiero hacer nada, solo estar y reposar, oír el murmullo que danza en el ambiente de la estancia, lento fluir que adormece, ritmo anacrónico que sostiene la sensación de estar, monotonía aletargante, inundando el vacío, sopor que aísla y entorpece el pensamiento, no quiero hacer nada. No quiero hacer nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario