lunes, 18 de febrero de 2013

LUIS CASABLANCA EN LA GALERÍA ARRABAL Y CÍA


EN EL CALLEJÓN DEL SEÑOR

Autor: Luis Casablanca. Título: Acumulados, una experiencia gris. Lugar: Galería Arrabal y Cía. Fecha: Hasta el 22 de febrero.

En la soledad de la noche se ha instalado el frío, en un tiempo expectante del advenimiento de la primavera, que inunde todas las estancias de nuestra realidad. Mientras, permanece en espera la creación dentro de su refugio, en la calle que da título a esta crítica. La galería Arrabal y Cía, sita en esta vía de Granada, ofrece un conjunto plástico singular, inquietante, distinto de lo expuesto en estos lares últimamente, aunque no por ello innovador, lo cual no resta mérito alguno, ya que consigue impregnar de otra forma de ver el arte, avanzando hacía nuevos conceptos de entender la creación plástica. Luis Casablanca es el autor de esta muestra, que construye un artificio intelectual con piezas diversas, de extracción sencilla, conjuntadas inteligentemente bajo un paño gris, originando una propuesta de profundo significado simbólico, que rompe el entendimiento, y presenta una particular forma de comprender el pulso del tiempo y su arañazo continuo en la integridad de las cosas, reduciéndolo todo a cenizas, a un recuerdo incoloro, anodino y grisáceo. En el catálogo que acompaña a esta exposición, comienza el autor explicando que “ En tiempos ruines llega acumulados. Los objetos nacen con nosotros, forman parte de nuestra vida, nos la facilita, a veces los queremos, a veces los odiamos, los dotamos de almas inexistentes, nos cuentan historias que hemos vivido.” Nos rodeamos de cosas, unas consideradas importantes, que tras el primer tiempo de contacto se desvanecen en la rutina, pasando a ser sustituidas por otras que reviven la ilusión. Algunos objetos transcurren cuasi invisibles, escondidos en lo cotidiano, pero que tras su uso y abandono resucitan recuerdos de otros tiempos, de vivencias que surgen como reflejos al ser mirados. Todos yacen abandonados, en desorden, generando en el desván de la memoria historias miles, pues son testigos del pasado, de las imágenes añoradas o sufridas. Nuestras vidas y personalidad se resumen en ellos. El artista los presenta forrados de gris, expresión del recuerdo descolorido, frío por la distancia, rememoración del polvo que se deposita en los objetos al ser abandonados, huérfanos de la atención de sus dueños, también como si cenizas fuera del efecto de las horas, que devoran y consumen con su interminable paso lo tangible, reduciéndolo a la nada. Luis Casablanca, profesor de la Universidad de Granada, nos presenta una obra interesante, bien diseñada y de peso emocional, trasmitiendo de forma sencilla la idea central de su proyecto al espectador.

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