EL
MUNDO DE CLOS GÓMEZ
El
pintor utiliza ilustraciones de estética antigua, pero oportuna,
para exponer ideas comunes en el tiempo actual. Clos Gómez elabora
piezas donde el dibujo es el único protagonista, olvidando el color,
siendo el lápiz el instrumento que sustituye al pincel. Su trabajo
plástico es certero en la mirada, extrayendo de la blanca superficie
las figuras que plasman escenas que ocupan su espacio.
La
visualización de sus dibujos resulta inicialmente anecdótica, por
el rancio sabor visual que sus imágenes desprenden. Recrea
ilustraciones de tipo comercial, que algunas veces quieren ser
historietas de los tebeos de antaño. Éstas poseen un brillo
inocente, careciendo del estridente cromatismo de tonos industriales,
de la la Norteamérica consumista de mediados del siglo pasado,
reproduciendo la publicidad sencilla de aquella época en nuestra
patria. Sin embargo poseen fuerza e intensidad, en el efecto visual y
discurso mostrado, pues conectan con la atención del espectador,
gracias a que centra su creación en la idea y acción. La idea es
expresada de forma clara, precisa, sin adornos, solo figurando los
elementos imprescindibles que inducen las imágenes necesarias, para
confeccionar el texto expositivo reflejado en su obra. El trazo es
recio, continuo, como líneas esculpidas en el papel. Resalta con
vigor el tema recreado, siendo el mensaje directo, claro y rico en
sugerencias y evocaciones. Utiliza la magia generada por la visión
nostálgica para penetrar en la atención del observador. Es hábil
con el lenguaje sensitivo visual, logrando compartir con el
espectador sus experiencias, que coinciden con la de muchos en estos
tiempos de incertidumbre.
Recorre
en sus piezas escenas de la vida cotidiana, desde una óptica añeja,
pero actual en su contenido. La mujer y su liberación de las
obligaciones impuestas en el hogar, la hipocresía del discurso
social establecido, que reconoce una nueva situación de género,
cuando aún persisten modos y formas de convivir en la intimidad de
todos. El juego y la guerra, la Odisea permanente que siempre se
reproduce en nuestros sueños, la soledad de la creación, la
existencia en la intimidad, donde sólo está la persona y su mundo,
son las distintas ilustraciones que el autor plasma en sus
composiciones.
Clos
Gómez posee frescura en su dicción plástica, expresividad en el
dibujo, inteligencia cuando relata la idea deseada, es directo en la
comunicación del mensaje contenido en la imagen, jugando con la
psicología de todo aquel que contempla su obra.
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