DIÁLOGO DE CUATRO
Autores
varios. Título: 4 amigos. Lugar: Centro Artístico, Literario y
Científico de Granada. Fecha: Hasta el 24 de diciembre.
Cuatro propuestas se aúnan en esta
instalación plástica, que interaccionan entre sí dialogando sobre
la esencia del paisaje urbano, la vida que refleja, la energía
adherida a los edificios, la huella que sus moradores dejan en el
entorno.
Cada uno de los pintores participantes
aporta su visión particular del medio urbano, descriptivo o sujeto a
la impresión surgida al rememorarlo.
Geoffre Wynne recrea el bullicio de
sus calles y plazas, centrado en el exotismo de los habitantes, en el
colorido explosivo, cálido, bañado en una luz intensa, vital,
alegre, donde refleja la felicidad del conformismo. Es amplia la
claridad teñida de tonos cálidos la plasmada en sus figuras,
rotundas, que influyen en el espacio circundante, originando un
escenario denso, estático, centro del lugar donde están asentadas,
pues éste adquiere las características de las personas que están
en él.
Allan Dorian Clark es heredero de los
viajeros británicos del XIX, que gusta de recrear las estampas
castizas del lugar, expresadas con sutilidad romántica, sabiendo
captar la atmósfera cargada de magia, atemporalidad, permanencia
ante la rutina que trascurre indolente en su cuenta sin fin.
María Teresa Martín Vivaldi extrae
la impresión de la sorpresa que el encuentro provoca, al penetrar en
el misterio de fachadas, rincones, lugares intrascendentes que la
mirada eleva en depositaria de historias pasadas. En sus cuadros nos
relata la impronta que las personas, sus vivencias, alegrías y
sufrimientos, han ido depositando en los edificios, calles y plazas,
en el ambiente en general, conformando una ciudad invisible que se
superpone en la real, como halo que se palpa por los sentidos. Su
obra es delicada, ligera, simulando un sueño vivido por los sentidos
de la artista.
Manolo Jiménez se interna en el
laberinto indiferente de la urbe, frío, ruidoso, dinámico, anónimo.
Sus acuarelas muestran estampas actuales, familiares al observador,
reflexionando sobre la inanidad de la existencia, expresada con
calidad, con tonos tranquilos, monótonos, apagados, que traducen el
tiempo gris que rige el calendario social.
Esta muestra en el Centro Artístico,
Literario y Científico de Granada, es una de las actividades
desarrolladas para celebrar su ciento treinta aniversario. Este
Centro ha producido una ingente labor intelectual en nuestra ciudad,
sin cuya existencia no se podría entender el pasado cultural más
inmediato. Merece un reconocimiento.
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