sábado, 19 de diciembre de 2020

EL ENIGMA DE MONTEAGUD


En el mes de febrero, de este año, presentó el poeta granadino Fernando de Villena su libro “ Ubi sol occidit”, una novela donde el autor se interna en la búsqueda del Salto Grial, cuyo argumento mezcla la leyenda con la aventura del protagonista en pos de su descubrimiento.

Utilizando un lenguaje claro, en el que se entremezcla párrafos brillantes de expresión poética, el autor narra el origen del mito, los avatares de su historia, acompañado del relato en el que nos cuenta como el protagonista desde su juventud conoce la historia del Grial, el interés que siempre le acompañó en el transcurso de los años, y el encuentro con un misterioso pergamino, eje que dirige todo el relato, el cual fue desencadenante del viaje iniciático que lo llevará hasta su descubrimiento, a la vez de una transformación personal, a través de peripecias, encuentros y sufrimiento, de largas jornadas caminando hacia Compostela, concluyendo su camino en el océano Atlántico, donde descubre la existencia de la isla de Montagudo, lugar en el que vislumbrará el Grial. Fernando de Villena posee un estilo ágil, ameno, fácil de leer, basado en un poderoso sentido lírico, que el autor controla y esconde en la estructura de sus líneas, pero que constituye el trasfondo de la lectura luminosa de su obra.

Hablando con el autor, le comenté que en la geografía española había muchos lugares con el nombre de Monteagud, y más concretamente existía un pueblo en la provincia de Almería con el nombre de Alcudia de Monteagud, así como el cerro de Monteagud, ubicado en el término municipal de Benizalón, solar del santuario de Nuestra Señora de la Cabeza. No sólo el nombre del lugar despierta curiosidad, sino todo el ambiente histórico mítico que lo rodea.

Monteagud deriva del nombre de Moteahur, fortaleza árabe antes de ser conquistada. Allí existía un morabito, y fue lugar de los seguidores del sufismo, incluso las excavaciones arqueológicas nos indican que otros habitantes de la antigüedad encontraron significado místico a esa montaña.

En Palestina existe un monte con el nombre de Hor, desde el cual Moisés dirigió con su bastón, llamado Bastón de Dios, una batalla, sostenido uno de sus brazos por un jefe hebreo llamado Hur. En ese monte se construyó un altar, y también fue enterrado Aarón. La imaginación puede crear otras historias, solo sostenidas por el mundo de los símbolos míticos, que anidan en nuestro subconsciente colectivo.






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