SIMPLE Y ELEGANTE
Autor: Pedro Morales Elipe. Título:
Casa del laurel. Lugar: Galería de Arte Antigüedades Ruiz Linares.
Fecha: Hasta el 11 de junio.
¡Oh laurel divino, de alma
inaccesible,siempre silencioso, lleno de nobleza!
Del poema “Invocación al Laurel”
F. García Lorca
Es como un soplo suave la
contemplación de la obra expuesta por Pedro Morales Elipe, mirada
sencilla de lo intrascendente, elevada a figura de estudio por la
organización del trabajo del autor. El silencio llena la pieza en su
totalidad, la simplicidad describe su huella, el color impersonal, y
frío, es veteado por haces cromáticos de intensidad condensada,
introduciendo un palpito en cada composición, gracias al cual se
genera un diálogo interno en ella entre la quietud contemplativa,
concentrada en sí misma, y el rastro de la luz, siempre viajera,
signo de lo efímero de la imagen, caducidad del instante, eternidad
en la memoria.
Pedro Morales Elipe recrea en sus
piezas una mirada sosegada, amable, centrada en la estética de la
vida, en la elegancia de lo sencillo, cuando se desvela el trasfondo
real de la naturaleza, desechando toda impostura de lo artificial.
Transcurre la propuesta de este artista con un ritmo de visualización
cadencioso, en imágenes sumidas en el sopor del tedio del tiempo
intrascendente, en cuyo seno propone mundos sentidos por descifrar.
Nace una trama poética en la interacción entre el visitante y la
obra expuesta. La organización de la instalación adquiere sentido
plástico gracias a la inclusión de elementos propios de la galería,
objetos y mobiliario antiguo, portadores de la esencia del tiempo,
marcados por la huella de sus dueños, barnizados por sentimientos de
alegría, miseria, vejez, lozanía o ambiciones, todas consumidas en
la nada. En ese escenario desarrolla su acción el trabajo artístico
de Pedro Morales, cobrando significado, destacando el valor de lo
simple, del destello escapado de la rutina invisible, convertido en
emoción lírica. El recuerdo vence al tiempo, parece decirnos, con
un colorido, y trazo, genuinamente característico de la modernidad
del siglo xx, revitalizado por la reelaboración del lenguaje usado,
consiguiendo expresar un discurso poético a través del laurel, hilo
conductor hacia el universo lorquiano.
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