sábado, 15 de agosto de 2020

¿UNA OPORTUNIDAD PARA CHINA?

EL GIGANTE CON PIES DE BARRO

China sabe que el futuro se le presenta difícil, pues su exceso de población, y el camino hacia donde se dirige la nueva industrialización, hace que su posición de primacía internacional peligre.
La situación actual, causada por la pandemia del coronavirus en todo el mundo, supone una oportunidad inmejorable para conseguir sus objetivos deseados, pues será la nación que, según la información actual, puede resistir mejor el retroceso de la economía mundial. Los grandes países industrializados son los que más están acusando la epidemia del COVID-19, previéndose en bastantes de ellos grandes retrocesos en su PIB. Incluso en éstos están emergiendo movimientos de crisis y fractura social, siendo desestabilizados sus sistemas políticos y económicos. En este estado de cosas, China posee las mejores perspectivas de crecimiento, optando por alcanzar la posición puntera en la producción de nuevos ingenios telemáticos. Esta brecha de crecimiento es la que el gigante asiático puede aprovechar, eso sí, siempre que la situación interna que transmite sea tal y como nos lo cuenta, y si esto no fuera así su organización política totalitaria, y espíritu confuciano, intentarían sostener la situación. Es la única opción que posee, en caso contrario el futuro que le aguarda es incierto. En la situación anterior a la pandemia, China era un gigante con pies de barro.
En el nuevo futuro que aguarda, aparte del crecimiento diferencial respecto a sus competidores industriales, China carecerá de referencias sociales con quien pueda comparar su Estado social, en el cual existen grandes bolsas de pobreza, inseguridad jurídica, sanitaria y laboral, falta de libertad de expresión, y de recursos materiales para poder mantenerse.
Estados Unidos parecía poder soportarle el pulso en el plano internacional, pero según los derroteros que la actualidad refleja de su situación social, hace dudosa que salga airoso del estado actual de problemas que sufre. Aunque su declive será muy lento.
Europa es un mal ejemplo para el resto de sociedades industrializadas, por el nivel de vida conseguido, su cobertura, y protección, social, el grado de tecnificación y la numerosa clase media que posee. Esta crisis puede cambiar su actual estado de cosas, empobreciéndola y disminuyendo su bienestar sociolaboral. Sólo Alemania, acompañada de los países nórdicos, es la única nación que muestra fortaleza técnica, capacidad, estructura demográfica, solidez e ingenio, para convertirse en un sorprendente foco de progreso mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario