LOS CÓDICES DE MANUEL RUIZ
Autor: Manuel Ruiz. Título: El tiempo
de una idea Nazarí. Lugar: Fundación Euroárabe de Granada. Fecha:
Hasta el 30 de julio.
Presenta Manuel Ruiz una obra de
poderoso cromatismo, impregnado de adherencias emocionales,
vibraciones crípticas que esconden el resplandor de los sueños. En
las piezas expuestas se describe el contorno de la Alhambra envuelta
en un ambiente crepuscular, cuando el Sol ardiente, agotada su
trayectoria, quiere anegar la retina con el recuerdo de su pasado, en
el segundo fugaz del rayo verde iluminando el mar de bronce. Es el
instante en el que aparecen trasformadas las sombras en espectros
danzantes, condenados a repetir sin fin la búsqueda de un lugar
donde descansar. El Palacio aparece enigmático, con estancias en las
que se encierran resplandores de vida perenne, descritos en la
caligrafía visual del pintor. Sus piezas son como iluminaciones de
un códice oriental, de superficie gastada por el tiempo, sometida a
las manos que repasan el tacto del color.
En las composiciones de Manuel Ruiz
predominan tonalidades densas, colores grávidos que aspiran al
recogimiento, dando forma a la historia oculta que sólo quiere ser
descubierta con el corazón, momento gracias al cual la mirada
conecta con el alma del paisaje. Extrae sus escenas del ensueño de
la imaginación, como aparición en el horizonte de la luz vencida
del día, cuando la penumbra y las brumas enlazan con el mundo de la
fantasía. Es profunda su visión de la realidad verdadera que se
esconde tras la imagen aparente, sólo captada por la intuición
sensitiva del artista.
Aparecen en sus piezas animales
fantásticos, extraídos del Paraíso perdido, en un universo
envuelto en una monótona salmodia de formas geométricas, desvaídas,
a punto de perderse como una mancha borrosa, pues el pintor las
rescata del fondo de la memoria granadina. A veces el mundo imaginado
es limpio, optimista, pues recoge el destello puro del recuerdo
incrustado en las construcciones nazaríes, huella de una época
donde la visión lúdica de la existencia era lo más importante.
Manuel Ruiz propone un conjunto de
piezas en las que muestra la mirada mágica de Granada, plasmada con
fuerza, pasión, técnica profunda y elegancia compositiva.
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