EL MAYO FRANCÉS AÚN EXISTE
Están
cambiando todos los conceptos y teorías culturales, e incluso
científicas. Las noticias que nos informan de los nuevos avances
tecnológicos, investigaciones sobre el origen de la vida, el
Universo, la materia o biomédicas, se agolpan cada vez más a una
velocidad creciente. Los conceptos culturales que soportaban las
relaciones, la sociedad o politica del siglo XX, son discutidas como
obsoletas y sustituidas por otros conceptos antes tenidos como
distópicos, o de literatura futurista, pues ya estaban impresos en
ensayos y discursos expositivos.
Ahora
bien, muchas de estas teorías no han sido totalmente demostradas,
como aquellas que son más ciertas y explican mejor nuestra realidad
presente, ni responden a las necesidades humanas intrínsecas. Son
unas más que explican la realidad, mejor un aspecto de ésta, pues
responde a una parte interesada.
En
el mayo francés del sesenta y ocho, que tuvo muchas respuestas en
otros países, eclorsionaron estas ideas, largamente alimentadas en
el mundo del pensamiento. La situación actual trata de hacer
realidad la revolución iniciada en los sesenta, cuyos protagonistas
están en la cima de la sociedad. Fue una evolución natural del
ciclo iniciado con el positivismo cientifista del siglo XIX,
orientado hacia la producción y establecimiento de una sociedad
utópica, racional y asentada en la lógica humana.
La
situación actual es similar a los inicios de los siglos XIX y XX, en
los cuales se daba una vuelta de tuerca tras un periodo de tensión
de ideas. Sin embargo siempre había algún engarce con la cultura
ancestral, con las creencias propias de un lugar o civilización, que
resistía. En aquel mayo se hizo visible el fermento que inició uno
de los escenarios finales. Se esparcieron formas culturales, y de
comprensión de la realidad, comunes a todo el planeta.
En
este momento vamos a salir del paréntesis inmovilista cultural,
comenzado entonces; pues todo es igual y cíclico desde los sesenta,
mientras ha estado creciendo y desplazando a sus antagonistas. La
siguiente fase será la del desarraigo, dentro del proceso nihilista
y utópico iniciado. Después....el vacío, o en todo caso quedará
solo aquello que resista la gran ola, permaneciendo en ese páramo
los restos del pensamiento arcaico de la Humanidad, adaptado a las
nuevas circunstancias, pues el idealismo racional no resiste las
evidencias azarosas de la realidad. El fin de las ideologías se
habrá hecho presente. China, el Islam, la cultura anglosajona o
eslava, tienen algo que decir en ese futuro ¿y Europa?
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