lunes, 3 de marzo de 2025

SOBRE LA EXPOSICIÓN DE JORGE DIEZMA EN LA GALERÍA ALEGRÍA, MADRID

 

EL GRAN TEATRO DEL MUNDO


Jorge Diezma en la galería Alegría, Madrid.

A veces, en el discurrir por las diversas galerías de Arte, se encuentran obras de gran interés creativo, ingenio, sutileza estética e indiferencia a lo común establecido.
Jorge Diezma (Madrid, 1973) es un pintor de gran originalidad, sin necesidad de haber seguido los caminos propuestos hacia el desarrollo de la idea plástica vanguardista, rompedora continua con el pasado, en la cual sólo la minúscula parte de sus composiciones poseen auténtico interés artístico. En cambio, Jorge Diezma no quiere olvidar la tradición pictórica, ni rompe con su continuidad técnica ni estilística, sino que profundiza en sus conceptos estéticos, indagando en las posibilidades que guarda, elaborando piezas con nervio actual, que conectan con el intelecto social presente, pues trascienden la apariencia temporal, el orden cronológico de la creación pictórica, rescatando composiciones consideradas de otras épocas, para proyectarlas hacia nuevos conceptos de expresión artística, sin renunciar al estilo que las caracteriza, fuente de donde surgen innovaciones, recreaciones, o recombinaciones, de los elementos definitorios de las estéticas objeto de su atención.
Jorge Diezma presenta bodegones y paisajes; los primeros reorganizados con elementos procedentes de nuestra realidad, enmarcados en el barroco, el cual es revitalizado y expuesto más allá de la imagen impresa en sus piezas, incorporando una carga reflexiva en la mirada de quien las contempla, quedando la vanidad fútil como sabor en el recuerdo. Todo es perecedero, la luz permanece, mas la vitalidad es un reflejo vacuo en la escena evocada. Acompaña esta impresión, los fondos oscuros, penumbras que ocultan la realidad desconocida, invisible, infinita, el misterio subyacente tras la imagen real.
En sus paisajes representa una realidad simbólica, en un mar tormentoso, sombrío, cubierto por nubes amenazantes, cielos en consonancia con los bodegones descritos anteriormente. Es un escenario vibrante, teñido por la precaución tenida al internar la mirada en sus espacios fantásticos, en los que las composiciones presentan una simbología, de amplia narración, conectada con el subconsciente de nuestra cultura, ocaso continuo presente en los días, azar permanente que todo proyecto trastoca, vencedora de vanidades. Pero se intuye la esperanza, en los dorados que se cuelan entre las nubes, brillo de optimismo, pues siempre hay alguna salida del doloroso teatro del mundo.
Jorge Diezma es un excelente pintor, de gran ingenio creativo, cuya obra merece ser comentada.























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