PACO MONTAÑÉS EN RUIZ LINARES

ESPEJO, VIDA Y ALMA

Autor: Paco Montañés. Título: El retrato y los maestros antiguos. Lugar: Sala de exposiciones Antigüedades Ruiz Linares. Fecha: Hasta el 31 de octubre.

El pintor se adentra en el ámbito del retrato, abordándolo desde su perspectiva histórica, ejercitando la representación de los protagonistas de sus piezas inspirado en los distintos siglos de la pintura moderna. Posee una habilidad intuitiva en la descripción del personaje para situarlo en su tiempo, introduciendo elementos cromáticos característicos, jugando con las luces, según como eran utilizadas en cada época. Surgen figuras entre claroscuros, otras mantenidas en un equilibrio limpio, suave y claro. Aparecen damas envueltas en un halo romántico, o también naturalista, como también perfiles de rostros absortos en el infinito, con fuerte impronta de trazado tecnológico. En todos, las cabezas flotan en un ambiente rico en sugerencias, que comunican incesantemente las vivencias de sus personajes, cuál es su entorno social, y el mundo cultural en el que desarrollan su acción.

Paco Montañés crea un conjunto laborioso, de barroco concepto, cuyo contenido está constituido de múltiples capas de significado ambiguo. Es un ejercicio pictórico, puro divertimento para su exhibición de dominio técnico, como también un trabajo de profundo agotamiento en la perspectiva de la imagen y su entorno. Al igual que en su exposición en el Palacio de los Condes de Gabia, juega con la complejidad de las interpretaciones sobre la definición de la idea última de su obra. Es una exploración plástica del autor, además de una muestra del dominio de la escena, de su capacidad para inducir historias en el espectador usando lugares de comprensión icónica comunes.

La producción ofrecida por Paco Montañés, en esta ocasión, ha sido definida perfectamente para que ocupe un lugar natural en la Sala donde se muestra, sin desentonar con la atmósfera reinante en este establecimiento de antigüedades. No posee mayores pretensiones para deslumbrar con grandes temas, ni por las combinaciones de colores, o plasmación de intensos impulsos pasionales, sino que concibe esta instalación para dar una respuesta adecuada al espacio donde va a ser mostrada. Paco Montañés enseña una elaboración pictórica contenida, ajena al mundo comercial, y sobre todo cargada de inteligencia compositiva, sabiendo comunicar su propuesta con nitidez.