domingo, 10 de noviembre de 2019

FRANCISCO CARREÑO EXPONE SUS PARAÍSOS


LOS PARAÍSOS DE FRANCISCO CARREÑO

Autor: Francisco Carreño. Título: Paraísos perdidos. Lugar: Galería Arte21. Fecha: Hasta el 25 de noviembre.

El círculo acota la mirada, focalizando el objeto visualizado, resaltándolo del resto, siendo salvado de la rutina para extraer las esencias que la imagen guarda. En el círculo todos los puntos convergen hacia su centro, resumiendo el significado impregnado en cada uno de sus detalles, para que la conjunción de todos ellos describa el relato buscado.
Francisco Carreño es un joven pintor almeriense, que ha conseguido situarse entre los valores consagrados del panorama plástico andaluz, cuyo trabajo empieza a tomar consistencia en el entendimiento de muchos críticos, y profesionales de las artes, a nivel nacional. Posee un dilatado historial de premios y exposiciones, a pesar de su edad, mostrando siempre una habilidad, y soltura, compositiva original y de excelente nivel técnico.
En esta exposición presenta un conjunto de piezas enmarcadas en círculos, siendo cada una de ellas el punto desde donde se irradia la energía que porta el sentimiento que el autor quiere proponer. Recorre en ellas lugares distantes, en el tiempo y en el mapa, estando unidos por la impronta que se percibe al contemplarlas.
Francisco Carreño estructura el color de forma densa, rotunda, ajustando sus tonos y resplandores al instante sensitivo oportuno, momento exacto, que le permite reflexionar sobre el contenido de la sustancia que da forma al tiempo, la cual va incorporando la huella de la existencia cotidiana. Esta es un murmullo presentido, comunicado a través de un cromatismo iconográfico, que simboliza el universo explorado por el pintor. Propone colores envueltos en un reflejo frío, que subsiste pese a incorporar en la obra tonalidades doradas y de raíz cálida, mas el resultado, al observar las piezas, es una escena aséptica, libre del arrebato emocional que muchos otros aportan. Ofrece sus relatos visuales de forma distante, en tercera persona, interesándole sólo reflexionar sobre el peso que la vida va dejando en la realidad, expresado en monumentos antiguos y edificios en ruinas, en los cuales aún persisten las huellas, en sus yesos, barro o cantera cincelada, de sus constructores, fuerzas aprehendidas en la materia, resumen de los días de rutinas anónimas. ¿ Qué guarda la luz tras su fulgor? Esa es la pregunta que repite el artista en cada una de las obras de esta muestra, intentando atrapar el misterio que encierra cada una de las imágenes, tras su apariencia externa. Persigue el rastro de la belleza latente, el resplandor de la fantasía, halo presentido del universo mágico.















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